Los bebés robóticos para adolescentes no son efectivos
Juan Carballo
Los Baby Think It Oversonbebés robóticos diseñados para mostrar a las adolescentes el esfuerzo que requiere cuidar de una criatura indefensa. En teoría, esta experiencia debería ayudar a prevenir los embarazos en menores, pero un estudio australiano publicado en la revista médica The Lancet ha concluído que las participantes en este programa tienen, de hecho, más probabilidades de quedarse embarazadas que las niñas que han recibido una educación sexual más tradicional.
“Sorprendentemente para nosotros, podemos decir definitivamente que no funciona y que en realidad parece aumentar las tasas de embarazo” dice Sally Brinkman, autora del estudio y miembro del Instituto Teletón de Australia. Los robo-babiesfueron desarrollados hace 20 años por un exingeniero de la NASA, Rick Jurmain, quien fundó junto a su esposa la empresa Realityworks.
Según el presidente ejecutivo de Realityworks, Timm Boettcher, la responsabilidad del fracaso del programa recae en los organismos deeducación sexualaustraliano y no en losbebés robóticos. Baby Think It Over se ha convertido en una parte fundamental de los programas de prevención del embarazo en escuelas, iglesias y comunidades de más de 89 países.
Estos robots imitan la conducta de un bebé de seis semanas de edad, emulando también el llanto cuando tiene hambre y los eructos después de comer. Los robo-babies proporcionan una experiencia realista y detectan los descuidos de sus cuidadoras y también si se emplea violencia sobre ellos.
Para este estudio se realizó una muestra de casi 3.000 escolares australianas en edades comprendidas entre 13 y 15 años. Las participantes se dividieron en dos grupos: las usuarias de robo-babies y las que habían recibido una educación sexual convencional, sin soluciones tecnológicas sofisticadas. Los investigadores tuvieron acceso a los registros médicos de las colegialas hasta sus 20 años para determinar si se habían quedado embarazadas.
Las usuarias debebés robóticostuvieron tasas de embarazo un 17% superiores y, según Brinkman, es una diferencia pequeña pero estadísticamente significativa. El estudio también mostró que, de este grupo, el 53’8% tuvieron un aborto mientras que esta cifra asciende al 60’1% en las niñas que recibieron educación sexual estándar. Esto también podría indicar que las adolescentes que cuidaron a un robo-babie son más propensas a seguir adelante con un embarazo.
Aunque muchas estudiantes reconocieron que esta experiencia fue dura -algunas incluso amortiguaron el altavoz de losbebés robóticoscon masilla para soportar los llantos- la mayoría reconocieron que habían disfrutado de esa simulación de la maternidad. Por otro lado, la experta en sexualidad adolescente Melissa Kang cree que hay otros factores más relevantes. “Creo que hay otras razones por las que una joven mujer decide utilizar anticonceptivos. [El acceso a los recursos a su alrededor] es mucho más importante que pasar tiempo con una muñeca robot”.
[Fuente:wsj]
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