Desarrollan con éxito un sistema de aprendizaje automático
Juan Carballo
En Matrix, la célebre trilogía de ciencia ficción de los hermanos Wachowski, Neo se somete a la tecnología de aprendizaje automático para convertirse en un hábil luchador. Inocular un programa informático en nuestro cerebro para absorber nuevas habilidades solo es posible en la fantasía, pero puede que el futuro distópico de Matrix no esté tan lejos de la realidad como creemos. Un equipo de investigadores de los Laboratorios HRL ha desarrollado un dispositivo para transmitir la experiencia de los pilotos más veteranos a los novatos mediante una serie de electrodos.
Su funcionamiento es muy sencillo. En primer lugar, los científicos registraron la actividad cerebral de un grupo de pilotos profesionales de aeronaves comerciales y militares. Después, aplicaron los patrones neuronales registrados a 32 pilotos con menos experiencia durante cuatro días. Para ello se utilizaron gorros con distintos electrodos que reprodujeron la actividad cerebral de los pilotos consagrados mediante pequeñas descargas eléctricas.
Los resultados sorprendieron a los responsables del proyecto. Pese a la sencillez del sistema, se demostró que los pilotos novatos sometidos a este entrenamiento cognitivo habían mejorado sus habilidades un 33%. Los resultados se confrontaron con los del grupo de control, un conjunto de voluntarios que también usaron los electrodos pero a los que no se les aplicaron las descargas eléctricas. De esta forma se pudo descartar el efecto placebo y probar la eficacia de este método de aprendizaje.
El equipo de los Laboratorios HRL sometió a los pilotos que habían recibido las descargas a distintas sesiones en los simuladores de vuelo. Sobre el terreno, se comprobó que habían mejorado su capacidad para maniobrar bajo la presión de la fuerza G, es decir, aumentó la tolerancia de los pilotos novatos para resistir las condiciones extremas que experimentan en pleno vuelo. También se encontró que la estimulación de la corteza prefrontal dorsolateral derecha ayudó a los sujetos del experimento a aterrizar el avión más suavemente.
“A medida que descubrimos más acerca de cómo optimizar, personalizar y adaptar los protocolos de estimulación del cerebro, probablemente veremos cómo estas tecnologías se convierten en una rutina en los entornos de formación” dijo el autor principal del estudio, Matthew Phillips. Los responsables admiten que es demasiado pronto para confirmar o negar las propiedades de este sistema, por el momento los científicos deben estudiar con más detenimiento los factores que intervienen en la estimulación cerebral.
[Fuente:omicrono]
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.