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Politécnica de Madrid: el olor corporal cómo contraseña

La Universidad Politécnica de Madrid e Ilía Sistemas investigan el olor corporal como contraseña biométrica.
Al parecer, todo el mundo tiene un patrón de olor corporal que se mantiene constanteUna enfermedad, una dieta o incluso el estado de ánimo puede cambiar el olor de una persona, pero no su patrón personalLos experimentos han conseguido detectar patrones de olor con un porcentaje de acierto del 85%

-¡Policía! Vamos a proceder a su identificación. A ver, ¡enseñe el sobaco!

Suena a chiste surrealista, y es fácil hacer chistes malos con este tema, pero quizá en un futuro no tan lejano, la policía utilice elolor corporalcomocontraseñade identificación en aeropuertos y comisarías.

La Universidad Politécnica de Madrid, en una investigación llevada a cabo junto con la empresa tecnológica Ilía Sistemasestán desarrollando un sistema decontraseñas biométricasbasado en elolor corporal. Tal como suena.

El olor de una persona cambia de forma ostensible incluso a lo largo del día, en función de la dieta, el estado de ánimo, o una enfermedad. Sin embargo, científicos del proyecto aseguran que cada persona tiene un patrón deolor corporalúnico que además de ser distinto al resto, se mantiene constante.

Por tanto, este patrón de olor personal puede usarse como una contraseña biométrica para identificar personas.

Otra nueva contraseña biométrica: el latido del corazón

Los autores de la investigación han realizado pruebas a 13 individuos en 28 sesiones de trabajo, y aseguran que pueden detectar patrones deolor corporalcon una eficacia del 85%.

Aunque pueda parecer lo contrarío, el uso de este tipo de contraseña sería menos agresivo y más rápido que una huella dactilar, un escaner de irís, o la simple comparación de fotos.

La identificación visual es poco efectiva en aglomeraciones de gente, y se puede burlar con un disfraz, cambios en el peinado, etc.

La identificación por huella dactilar o escáner de iris es lenta, y produce malestar, porque siempre se ha asociado con delincuentes.

Al contrario que el chiste malo con el que hemos iniciado la noticia, no hace falta levantar los brazos para detectar el olor corporal, pues los sensores usados en el estudio detectan  las partículas volátiles de dicho olor de forma natural, sin que la persona requerida tenga que hacer nada.

Así que el rastreo podría llevarse a cabo cuando las personas pasan por el detector de metales de los aeropuertos o las comisarías. El proceso sería inocuo para el usuario, sin molestias, y muy rápido.

El uso del olor corporal para rastrear a individuos no es algo nuevo. A fin de cuentas, la polícia ha estado utilizando perros olfateadores para encontrar personas durante más de cien años.

De forma paralela, la Universidad Politécnica de Madrid e Ilía Sistemas están trabajando con el Hospital Infanta Sofía para intentar detectar enfermedades a través del olor.

También existen aplicaciones comerciales relacionadas. Por ejemplo, Scentee, un dispositivos que emite una fragancia cada vez que recibes un aviso en el móvil. O Madeleine, la cámara que captura olores.

Apple también está instalando olfateadores en sus tiendas para detectar los malos olores.

[Fuente: Phys.org]

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