Soundbrenner, un metrónomo wearable para mantener el ritmo
Las aplicaciones más comunes de los wearables están relacionadas con el deporte, el fitness y la salud, pero pueden tener un sinfín de usos.
Un grupo de músicos de Berlín ha querido aprovechar las ventajas de estos dispositivos desarrollando Soundbrenner Pulse, un metrónomo wearable especialmente diseñado para ayudar a los intérpretes a mantener el ritmo mientras tocan un instrumento.
El dispositivo emite vibraciones personalizables que permiten que el músico sienta el compás en su cuerpo de una manera fuerte, clara y natural. Frente a los metrónomos tradicionales, además de su portabilidad, tiene la ventaja de que es inaudible.
Para que sea cómodo de utilizar, tiene el mismo tamaño que un reloj deportivo y se puede llevar tanto en la muñeca como en el brazo o en la pierna, con el objetivo de que no moleste al intérprete mientras toca.
Proporciona pulsaciones sutiles pero muy precisas. Cuenta con un motor que tiene una amplitud de vibración de 6G, mientras que en el caso de los teléfonos móviles y los smartwatches es de 1G ó 2G.
Su funcionamiento es muy sencillo. Por un lado, se puede marcar el tempo que se desea seguir pulsando en la esfera del dispositivo, que activa el sensor táctil para capturar el ritmo. Por otro lado, girando la rueda de la esfera es posible aumentar o disminuir las pulsaciones.
Otra manera de configurar el Soundbrenner Pulse es a través de la app para el smartphone, que ofrece las funcionalidades necesarias para ajustar el ritmo y reproducir el tempo deseado para tocar.
Además, ofrece un entrenador rítmico personalizable, cuenta con ejercicios para mejorar el compás y tiene una función que permite sincronizar las vibraciones de distintos dispositivos para que todos sigan el mismo ritmo.
Sus desarrolladores están buscando financiación para este metrónomo wearable a través de un proyecto de crowdfunding en Indiegogo, donde se puede reservar por una oferta especial de 129 dólares, ya que en el precio de venta en el mercado será de 149 dólares.
Descubre más sobre Sandra Arteaga, autor/a de este artículo.
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