Los trastornos provocados por las nuevas tecnologías

Desde que Internet comenzó a necesitarse hasta para respirar, solo era cuestión de tiempo que llegará a nuestras vidas en versión reducida y portable.

Hoy en día, es difícil encontrar algún bolso, bolsillo, o escotede mujer voluptuosa que no contenga un smartphone en su interior.

La aparición de estos, y otros muchos, dispositivos tecnológicos, traen consigo indudables ventajas a la hora de vivir nuestro día a día, ya sea consultando la información del tráfico al instante, mandando mensajes sin “coste adicional” o conocer todos los secretos de la persona a la que acosas a diario.

Sin embargo, no es menos cierto que, fruto de esta invasión digital, también podemos sufrir diferentes trastornos provocados por las nuevas tecnologías. Larry D. Rosen, autor del libro iDisorder, afirma que no es un problema grave, si no que simplemente hay que hacer un uso responsable de los dispositivos “inteligentes” y no caer bajo su dominio.

A nadie le gusta mi postre

Este trastorno está motivado por las redes sociales, y no es más que la desesperación que sufren algunas personas al no recibir “likes” o comentarios en la foto de las natillas que acaba de subir a Facebook o Instagram.

El trastorno se hace más grave según el número de redes sociales en las que el usuario se de de alta, llegando a producir colapsos mentales al pasar varios minutos sin recibir ningún RT. La cosa es bastante seria, ya que parece ser que este trastorno provocado por las nuevas tecnologías puede llevarnos a la envidia, frustración y la depresión. 

Tan peligroso como este síntoma, es la necesidad de hacer RT de cada mención que te hagan, por no hablar de si quien lo hace es algún personaje público, pudiendo provocar episodios graves de elipsis neuronal. 

La llamada fantasma

La llamada imaginaria, más conocida como “tio, deja de fumar” ocurre cuando se tiene la sensación de que alguien ha llamado a nuestro teléfono, o peor aún, cuando notamos la vibración del terminal contra la pierna sin ni siquiera tenerlo en el bolsillo.

Según diferentes estudios se observa que cerca del 70% de los usuarios de estos dispositivos a creido oir la melodía de su smartphone. aunque en realidad eso no haya sucedido.

La explicación es bastante simple ya que esto se produce al asociar, por parte de nuestro cerebro, el móvil con cualquier otro impulso que recibe.

Cibermareo 

Es la desorientación y mareo que sienten algunas personas al enfrentarse por primera vez a las tecnologías de bolsillo e interactuar con ciertos sistemas de interfaz dañina.

Aunque parezca mentira, este trastorno ya existía desde mucho antes de la llegada del tan querido iOS 7 a los terminales de Apple.

Nomofobia

Este síntoma se caracteriza principalmente por el miedo que sienten algunos usuarios hacia las personas bajitas que son felices en el bosque y siete veces más fuerte que tu.

O eso podría parecer... En realidad es la ansiedad que sufren algunas personas al tener que abandonar la seguridad del hogar sin su teléfono, o ante la posibilidad de quedarse sin batería o sin cobertura en el momento más inoportuno.

Esto deriva de la constante necesidad de permanecer conectados que impera en la sociedad que vivimos y, como consecuencia, genera trastornos tan variados y divertidos como inestabilidad, agresividad, problemas de concentración, estrés y cojera parcial al faltar un móvil de casi 6 pulgadas en tu bolsillo. Otro síntoma que va de la mano con la nomofobia, es el de recoger nuestro móvil y chequearlo de forma obseso-compulsiva.

Sorprende conocer las cifras que representan la actividad de agarrar y dejar el smartphone a lo largo de una jornada, ya que se estima que lo hacemos unas 150 veces al día, cifra algo escasa si la comparamos con las veces que Alfonso Díez también tiene que coger y agarrar a su mujer del suelo.

Cibercondría

Podría tratarse de la nueva discoteca de hardstyle que han abierto en las afueras de tu ciudad, pero en realidad se refiere al autodiagnóstico que realizamos sobre nuestra salud vía web.

¿Tienes un pequeño grano en la nuca y decides buscarle remedio a través de Internet?

¡ERROR! No existe peor práctica que buscar información sobre dolencias o pequeñas molestias en la red, ya que, casualmente o no, todo tipo de información acabará en el peor de los presagios. Es una de las consecuencias de sufrir alguna enfermedad y tras pasar olímpicamente de acudir al centro de salud más cercano, se prefiere informarse al respecto en Internet de forma compulsiva.

Finalmente, El usuario acaba autoconvenciendose de que sufre dicho mal. Cáncer, en el 110% de los casos consultados.

Dependencia a los videojuegos online

Esta es una de las enfermedades, relacionadas con las tecnología, más comunes.

Se estima que los que la sufren pueden llegar a pasar alrededor de 17 horas al día en los juegos online, ya sea el WoW, el LoL o el FiF, por lo que desatienden tareas realmente importantes como acudir a la escuela o al trabajo, e incluso llegan a descuidar su higiene personal.

A los afectados por esta patología se les conoce como “Frikis del copón”, y se pueden encontrar en cualquier rincón del planeta. Desde Valencia a Rio de Janeiro o desde Moscú a Tudela. El trastorno provocado por las nuevas tecnologías, cuya solución es tan sencilla como salir de casa, no entiende de nacionalidades, e incluso hay gente que ha fallecido por jugar demasiado.

Escribiendo en sesión golfa

Recientemente están apareciendo trastornos provocados por las nuevas tecnologías que está alegrando enormemente a los proveedores de telefonía.

Esta consiste en enviar mensajes de texto mientras se está en brazos de Morfeo. Según una encuesta realizada a 400 estudiantes en la Villanova University, se obtuvo como resultado que un tercio de los estudiantes afirmó haber enviado un mensaje mientras estaba dormido.

El fenómeno le ocurre, lógicamente, a personas que se llevan el smartphone a la cama, no sin antes darle un beso de buenas noches, y que despiertan parcialmente al recibir una notificación, enviando luego un SMS estando semi conscientes. Algo muy similar a lo que suele suceder tras pasar una noche en compañía de Johnny Walker.

Normalmente los mensajes son garabatos que recuerdan a los tiempos donde era necesario ahorrar en caracteres para decirle a tu novia/o cuanto lo amabas, aunque también hay casos de envío de mensajes embarazosos, que provocan más de una risa entre tu grupo de amigos.

Lesiones musculares

Lo hemos comentado en numerosas ocasiones. La tendencia actual del mercado de la telefonía móvil pasa por fabricar cada vez terminales con pantallas más grandes y, consecuentemente, un tamaño relativamente grande.

Fruto de estos tamaños, los bolsillos de las prendas se quedan muy pequeños, tendiendo a dañar el espacio entre tela y músculo, excepto a los fans del Reggaeton.

De hecho, se rumorea que la lesión que ha sufrido Leo Messi recientemente está relacionada con la adquisición del nuevo HTC One Max. 

Tensión ocular

Ya nos avisaban cuando éramos pequeños: “No mires tanto la televisión que te vas a quedar ciego…”

Y, aunque realmente las amenazas con quedarse ciego aparecían ante cualquier actividad característica de la adolescencia, si que es cierto que el pasar más de 8 horas diarias frente a cualquier tipo de pantalla puede terminar perjudicando gravemente la vista.

Y si no, que se lo pregunten a Muñiz Fernandez, enganchado desde hace meses al Plantas VS Zombies.

Violencia gratuita

Es ponerse a los mandos de cualquier videoconsola que, en cuanto empecemos a perder partidas con relativa asiduidad, parecerá que estamos ensayando para el casting de la próxima película de Tarantino.

Otra situación similar se produce cuando el Pc, portátil, smartphone, tablet, o tamagotchi no responde todo lo bien que desearíamos y la emprendemos a golpes con lo que tengamos más a mano.

Por ello, las autoridades tecnológicas siempre recomiendan tener cerca los “101 mejores éxitos chill-out” y realizar diferentes ejercicios de relajación antes de ponerse a trabajar con un dispositivo digital.

Lo asocial de lo social

Si eres de los que quedas con tus amigos, y acabas con la sensación de que has quedado únicamente contigo y con tus metafísicos pensamientos tranquilo, no estás solo.

Quizá este es uno de los trastornos provocados por las nuevas tecnologías más criticados y que más daño está haciendo en la sociedad, y es raro encontrar una mesa de amigos tomando algo sin que alguno de ellos esté con el móvil en la mano, ya sea para fotografiar las cervezas, consultar los resultados deportivos o para decir a su mujer que se ha quedado adelantando trabajo en la oficina.

Si estás de acuerdo con que la gente debería usar menos las redes sociales, deja lo que estés haciendo y comparte inmediatamente este artículo por Twitter, Facebook o incluso el "popular" Google +.