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¿A favor o en contra de que tus datos aparezcan en Google?

derecho al olvido
Con la reciente aprobación de la ley europea a la que hemos dado en llamar "Derecho al olvido", planteamos la siguiente cuestión: ¿Estás conforme con que tus datos aparezcan en Google o preferirías algo más de intimidad? ¿Estás dispuesto a renunciar a sus servicios gratuitos?

Los defensores de la privacidad y el Derecho al Olvido en Internet obtuvieron una importante victoria el pasado mes de Mayo, en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Hasta ahora, cuando un usuario le pedía a Google que borrase un dato personal de su buscador, Google argumentaba que es sólo una herramienta, sin ninguna responsabilidad sobre la información que indexa, y por tanto si quieres borrar algo, debes acudir a la web que lo publica.

Sin embargo, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera que Google es tan responsable de la información que maneja, como quien la publica. Y por tanto está obligada a cumplir el Derecho al Olvido que poseen los ciudadanos de la Unión Europea.

Algo más de dos meses después, lanzamos nuestra pregunta: ¿Estás conforme con el hecho de que tus datos e información sobre ti aparezcan en Google? ¿Te gustaría que no lo hicieran? ¿Estarías dispuesto a renunciar a sus servicios gratuitos para ello?

Recuerda que, como siempre, las mejores respuestas aparecerán en el próximo número de la revista Computer Hoy.

Fuencisla Mira

Creo que es importante que cada usuario tenga la posibilidad de decidir dónde quiere que aparezcan sus datos personales y con qué finalidad. Si en un momento dado, se facilita esa información para un fin determinado, se debería tener la certeza de que esa información concreta no van a salir de ese ámbito y, si es el caso, poder borrarla. Algo que por otra parte y hasta el momento parecía bastante difícil de lograr.

Noelia Hernández

Sólo estoy a favor si soy yo quien lo decido, y no una máquina que basa sus decisiones en un complicado e indescifrable algoritmo. Parece que una vez que entras en la vorágine de Internet ya no hay vuelta atrás, simplemente con utilizar una cuenta de correo electrónico o darte de alta en una red social ya formas parte de la Red. 

Debería de ser tan fácil aparecer como desaparecer, pero como no lo es, hay que leer con cuidado la letra pequeña de cada uno de los servicios que utilicemos, y ser consciente de a quién estamos cediendo nuestros datos y el uso que harán de ellos.

Tomás González

Es lógico que quien maneja datos personales - y en ocasiones, muy personales - de los usuarios vea su actividad regulada por cualquier medida que sea necesaria para proteger los derechos de esos mismos usuarios, especialmente si se trata de información publicada por terceros. Pero responsabilidades e imperativos legales aparte, la solución más sencilla en cuanto a lo que nosotros mismos tecleamos es la madurez y sentido común de cada usuario, que debería tener muy claro que una vez publicado algo en Internet, es casi imposible eliminarlo por completo.

Así que, antes de teclear, pongamos en marcha dos o tres de nuestras neuronas para preguntarnos si estamos dejando nuestra opinión en un foro de usuarios de ropa interior de Peppa Pig o estamos describiendo algo más íntimo y personal que, posteriormente, nos daría un susto al verlo listado en una búsqueda de Google.

Susana Herreros

Estoy en contra.  Facilitar tus datos personales, en un momento dado, para un hecho concreto, no debería significar que tengan que permanecer ahí por los siglos de los siglos. Además, creo que lo mejor sería que esos datos no fueran visibles nunca fuera del contexto en el que los has facilitado. Lo más importante para mí es que, si en un momento dado, decides desaparecer completamente de la red, sin dejar rastro, puedas tener esa opción.

Es fundamental tener el derecho de controlar qué datos personales tuyos andan sueltos por el ciberespacio. Luego cada usuario decidirá si quiere tener visible hasta su número de zapato. Por eso, creo que es algo fundamental que los usuarios tengamos las herramientas para poder elegir el nivel de exposición que queremos dar a nuestra intimidad. Creo que está bien que Google haya dado un paso con el formulario para solicitar la retirada de datos. Veremos cómo evoluciona...

Alberto Martín

A todos nos gusta la privacidad. Todos deberíamos tenerla. Sin embargo, no vivimos en el país de la piruleta, calle de la golosina.

A mí determinada operadora me llama todas las noches, en prime time, pese a que yo nunca les he dado mi número de teléfono. En el Mediamarkt saben dónde vivo, y Amazon quizá sepa más de mis gustos y prioridades que mi propia madre. Algún tipo blancucho de la NSA seguramente esté viendo ahora mismo las fotos que nos echamos mis amigos y yo en la última juerga que nos corrimos.

Me gustaría tener privacidad, sí, pero no soy ingenuo. Es el mundo que hemos construido, y Google no tiene por qué ser diferente. ¿Estás dispuesto a renunciar al GPS, a las redes sociales, a tu smartphone, a las compras por Internet, a Gmail, al mayor buscador de información del mundo? Yo no.

Mila Lavín

Que me borren... Me gustaría pensar que tengo la libertad de decidir si quiero aparecer o no en Internet; si me interesa que mis datos personales desaparezcan de las búsquedas de Google en algún momento de mi vida. Me gustaría creer que soy libre para aparecer y desaparecer cuando quiera. Pero me temo que no resulta tan fácil como yo creía. Y eso es lo que me indigna.

No quiero que se hable de mi, bien o mal, si yo no lo he decidido. Derecho al olvido y a la privacidad de las personas en la Red SIEMPRE. 

ivan muñoz

Obviamente me encantaría poder decidir cuáles de mis datos personales aparecen en las búsquedas de Google, pero tengo muy claro que a estas alturas de la película eso es ya una auténtica utopía. Lamentablemente, es parte del alto precio que tenemos que pagar por formar parte de esta gran familia llamada Internet.

Lo asumo, muy a mi pesar, y tengo que aprender a convivir con ello como parte del “juego”, pero no por ello seguiré exigiendo el cumplimiento de derechos fundamentales como la privacidad y el derecho al olvido, que para Google –a no ser que se lo diga un juez–… no existen.

Carlos Gombau

El debate no debería ser tanto si se está a favor o contra de que nuestros datos aparezcan en Google, sino si es beneficioso o podría perjudicarnos llegado el momento. Y es que no queda otra que resignarse. Desde el momento que usamos cuentas de correo, redes sociales del tipo que sean o publicamos y comentarios en foros bajo nuestro nombre, la telaraña de Google nos va a tener atrapados. Pero hay más. La publicación de datos personales en boletines oficiales, partes de multas, convocatorias de oposiciones y un largo etcétera, están indexados por el Buscador entre buscadores. A Google no se le escapa una.

¿Derecho al olvido? Por supuesto. Sin embargo, a la hora de la verdad, es imposible desaparecer por completo. De hecho, que los grandes estén dejando de indexar ciertos contenidos, no implica que estos vayan a desaparecer. La fuente seguirá ahí en la mayor parte de los casos. Y como ya ha quedado patente, han surgido webs paralelas que están empezando a recopilar estos primeros enlaces que Google ha dejado de mostrar. Pero ¿es bueno o malo aparecer cuando te buscas en Google? Eso ya depende de tus incursiones en la Red, tus comentarios, tus publicaciones y, sobre todo, de lo bueno -o malo- que puedas parecer de cara a otros usuarios que hablen de ti.

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