Los australianos dan ejemplo al mundo con #illridewithyou
Miguel Morales
Tras el secuestro de rehenes ayer en una cafetería de Sydney, que se cobró la vida de dos de los retenidos y del secuestrador, la comunidad musulmana residente temía las consecuencias. No es de extrañar que al identificarse el secuestrador como islámico, toda la comunidad practicante fuese víctima de un acoso injustificado por parte de algunos sujetos tan abiertos de mente como el propio secuestrador.
Todo comenzó con un tuit. Rachel Jacobs, una ciudadana residente en la ciudad, encontro a una mujer musulmana quitándose el hijab silenciosamente, al poco de tener lugar los acontecimientos de la cafetería. Este tuit hizo que la gente reaccionase, y comenzase la campaña #Illridewithyou.
Básicamente, en lo que consiste es en que los usuarios que están dispuestos a ofrecer apoyo y defender a cualquiera que quiera utilizar el transporte público con símbolos religiosos, publican con este hastag su itinerario y horas. Se espera que así los musulmanes que teman utilizar estos transportes puedan hacerlo sin miedo.
Pero al margen de esto, la plataforma no sólo ha servido para hacer escoltas para musulmanes asustados, sino para hacer aclarar un punto. Ha servido para dejar patente que igual que un sólo hombre secuestrando una cafetería no representa una comunidad, tampoco lo hacen los energúmenos que puedan volcarse contra dicha comunidad.
Y esto lo han demostrado un puñado de usuarios en Australia, aunque la tendencia bien podría ser adaptada por ejemplo en Estados Unidos, donde los ataques a musulmanes son cada vez más frecuentes, o en España, donde tampoco estamos libres de culpa.
En cualquier caso, este tipo de iniciativas demuestran que las redes sociales pueden tener un lado humano tremendamente positivo, incluso Twitter, que ha sido usado en numerosas ocasiones para el acoso o el ciberbullying amparado en el anonimato.
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