Desarrollan dos nuevas vacunas contra la gripe de los perros

Un conjunto de científicos de la Universidad de Rochester en Nueva York (Estados Unidos) ha desarrollado dos nuevas vacunas para proteger a los perros contra la gripe.

Nuestros amigos peludos no están a salvo de este virus y lo padecen igual que nosotros. Además de que los animales sufren el malestar propio de la enfermedad, también supone un peligro para nuestra salud. Estudios recientes revelan que, aunque no es algo muy común, la gripe puede pasar de una especie a otra, y la nueva investigación demuestra que sería posible que los perros infectados por el virus generasen nuevas cepas que podrían afectar a las personas.

En la actualidad, los veterinarios utilizan vacunas que contienen la gripe inactivada o muerta, lo que proporciona una protección para el animal muy limitada y a corto plazo. Para ofrecer alternativas más robustas, los científicos probaron con dos vacunas vivas atenuadas, que están hechas de virus de la gripe canina H3N8 vivo, pero modificado para que no pueda causar la enfermedad, y demostraron una mejor respuesta inmune y plazos de protección más elevados.

Para desarrollar la primera de las vacunas, el equipo empleó una técnica de ingeniería genética llamada genética de reserva. Gracias a ella, pudieron crear una vacuna viva que se replica en la nariz, pero no en los pulmones. La nariz es la puerta de entrada al organismo del perro, de forma que generar aquí la respuesta inmune permite detener el avance de la enfermedad.

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La segunda vacuna fue creada eliminando la proteína NS1 de la gripe canina mediante la técnica de genética reserva. En estudios anteriores se ha demostrado que sin esta proteína el virus se debilita significativamente, lo que permite desencadenar una respuesta inmune sin que se desarrolle la enfermedad. 

Los científicos están planeando probar las dos nuevas vacunas de la gripe para perros en ensayos clínicos. Esperan que alguna de ellas pueda ser la solución para detener la propagación de la enfermedad en los refugios y las perreras, así como para evitar que se lleguen a producir nuevas cepas que afecten a los humanos.