Tradicionalmente, asociamos comer grasas con engordar, motivo por el que en las últimas décadas se han popularizado las dietas bajas en grasas para adelgazar. Sin embargo, las investigaciones recientes sugieren que esta tendencia es un error y que el verdadero culpable es el azúcar o los carbohidratos refinados que se convierten rápidamente en azúcar.

De acuerdo con Aaron Carroll, profesor de pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, las grasas que se consideran buenas, como las del aguacate, las nueces, el aceite de oliva o el salmón (las grasas trans y saturadas no son saludables), tienen que tener un lugar en nuestra dieta para adelgazar. "El consumo de grasa no causa aumento de peso. Por el contrario, en realidad podría ayudarnos a perder algunos kilos", afirma este especialista.  

Por ejemplo, el trabajo que llevó a cabo la Universidad de California en Davis (Estados Unidos) revela que una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos tiene muchos beneficios para la salud, como alargar la vida, mejorar la memoria y aumentar la fuerza física. 

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Estos resultados se han visto reforzados por los obtenidos en otras investigaciones recientes. Un ensayo realizó un seguimiento de casi 25.000 mujeres con una dieta baja en grasas, y además de que apenas perdieron peso, no vieron ninguna disminución en el riesgo de sufrir cáncer de mama, cáncer colorrectal o enfermedades cardíacas. "La evidencia a favor de una dieta baja en grasas es muy escasa, mientras que la evidencia de los beneficios de ciertas grasas está aumentando", afirma Carroll.

Los hallazgos de estudios recientes revelan que el verdadero problema se encuentra en los hidratos de carbono refinados y en el azúcar. Una revisión de 50 estudios sobre dieta y aumento de peso publicada en la revista Food and Nutrition Research descubrió que comer cereales refinados, como pan y arroz blanco, favorecía el aumento de peso, mientras que los cereales integrales, como el pan y el arroz integral, hacían ganar menos peso. 

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"Parte del problema es que los carbohidratos refinados y el azúcar pueden estimular la sobrealimentación", explica Cara Anselmo, nutricionista y dietista del Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering de Nueva York. "Es más fácil excederse con bebidas, hidratos de carbono y alimentos que han añadido azúcar o que están altamente procesados".

Por lo tanto, una dieta baja en grasa no te ayudará a adelgazar, pero sí podrás perder peso comiendo menos azúcar y carbohidratos refinados.

[Fuente: Business Insider]