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Encuentran mantequilla de hace 2000 años que aún es comestible

Encuentran mantequilla de hace 2000 años que aún es comestible
Unos leñadores han encontrado en una turbera de Irlanda unas porciones de mantequilla de 2.000 años de antigüedad que aún es comestible. Otra cosa es el sabor...

Cuando los arqueólogos localizan una tumba de un rey de hace 3.000 años, o un gran tesoro de la antigüedad, la noticia llega a los telediarios y las redes sociales, y obtiene una gran repercusión.

Pero desde un punto de vista estrictamente académico, para un arqueólogo o un historiador sería mucho más valioso descubrir un plato de gachas de la Edad Media, o un trozo de pan de hace mil años, que el tesoro de un rey. La razón es sencilla: la comida no se conserva con el paso del tiempo. O al menos, no la mayoría.

Por eso el descubriento de artículos comestibles de hace siglos siempre despierta el interés de los estudiosos. Porque un libro de recetas o un dibujo o cuadro de la época de un alimento, no es lo mismo que el propio alimento en sí.

El descubrimiento de vino, aceite o miel de la época de los romanos o del Egipto de los Faraones es relativamente común, pues son alimentos que se pueden conservar bien. Lo que ya no es tan normal es encontrar mantequilla de hace 2.000 años perfectamente conservada, hasta el punto de ser comestible.

Un grupo de leñadores que trabajaban en una turbera irlandesa cerca de la ciudad de Drakerath, a 50 millas de Dublin, encontraron hace unos meses dos grandes bloques de mantequilla enterrados a 4 metros de profundidad. Se pueden ver en la imagen de apertura de la noticia.

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Según los expertos la mantequilla tiene unos 20 siglos de antigüedad y está en buenas condiciones, así que técnicamente es comestible, tal como explica Andy Halpin, del Museo Nacional de Irlanda.

¿Cómo es posible que un alimento tan delicado como la mantequilla, se haya conservado durante 2.000 años? Esto se debe a las condiciones de la ciénaga en donde se encontró, un entorno a baja temperatura, con poco oxígeno y con un ambiente ácido, que favorece la conservación de los alimentos.

La mantequilla se enterró en la turbera posiblemente como una ofrenda a los dioses, y no como un sistema para conservarla.

Esta mantequilla de hace 2.000 años ya se exhibe en el Museo Nacional del Irlanda. Al parecer tiene un fuerte olor a queso. En cuanto a su sabor, nadie se ha atrevido aún a probarla, pese a que técnicamente, sigue siendo comestible. Aunque los médicos no aconsejan hacerlo...

[Fuente: Seeker.com]

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