Estas son las cosas más sucias que tocas a diario con las manos
Lavarse las manos es una de las primeras normas de higiene que aprendemos en la infancia, y también una de las más importantes. Y es que esta práctica, aunque pueda parecer muy simple y sencilla, tiene muchos beneficios para nuestra salud, ya que nos protege del contagio de enfermedades.
Hacer uso del agua y el jabón es imprescindible siempre antes de comer, después de ir al servicio o cuando tocamos objetos de uso común, como billetes o monedas, que pueden tener microbios, bacterias o virus. De este modo, lavarnos las manos con frecuencia nos ayudará a prevenir, por ejemplo, la hepatitis A, se propaga a través de alimentos contaminados o de las heces, o de otros gérmenes procedentes de los intestinos, como norovirus o salmonella.
Y es que, aunque no lo sepas, en tu día a día vives rodeado de objetos plagados de bacterias y microorganismos que, al entrar en contacto con la boca o los ojos, podrían hacerte enfermar. Presta atención de cuáles son las cosas más sucias que tocas a diario con las manos y lávate bien siempre después de utilizarlas.
La esponja de lavar los platos
La esponja de lavar los platos es una de las fuentes de bacterias más peligrosas, y muchos microbiólogos afirman que se trata del elemento más sucio del hogar, incluso más que el asiento del inodoro. Esto es debido al material en el que están fabricadas, poroso y húmedo, que unido a la presencia de restos de comida constituye el caldo de cultivo perfecto para que proliferen todo tipo de gérmenes, entre ellos bacterias coliformes de la misma familia que la salmonella y la E. coli.
El paño de cocina donde te secas las manos
Los paños de cocina presentan un problema similar al de las esponjas: son porosos, húmedos y están en contacto con restos de comida. Por lo tanto, si después de fregar los platos te lavas las manos, no utilices estos trapos para secarlas: es más recomendable hacerlo con papel de cocina.
Tu cama
Quizá a partir de ahora empieces a ver tu cama con otros ojos, pero lamentamos decirte que no es ese lugar idílico que tú piensas. Tus queridas sábanas, almohada y colchón están repletos de bacterias, hongos y ácaros porque presentan las condiciones idóneas para su desarrollo: son lugares porosos, cálidos, húmedos y llenos de sudor humano y células muertas. Los expertos recomiendan que cambiemos las sábanas al menos una vez a la semana para mantener una higiene adecuada.
El carrito de la compra
Si para hacer la compra coges un carrito, procura no llevarte las manos a la boca o a los ojos después de tocarlo y lávate las manos en cuanto puedas. La empuñadura del manillar está plagada de los gérmenes que transfiere la gente después de haber tocado envoltorios de carne cruda, billetes, etc. Ten cuidado si sientas a bebés o niños pequeños junto al manillar, ya que podrían sufrir alguna intoxicación.
Los pomos de las puertas
Los pomos de las puertas también son un foco de gérmenes, especialmente cuando los tocan muchas personas y no se limpian con regularidad. Algunas investigaciones han encontrado cientos de patógenos en estos objetos, así que procura lavarte las manos después de tocar los pomos.
El soporte del cepillo de dientes
Nuestra boca está llena de gérmenes, que a su vez pasan al cepillo y después al soporte. Además, el aire del cuarto de baño se impregna fácilmente de los microbios presentes en el inodoro, por lo que el soporte del cepillo se convierte en un lugar perfecto para que aniden las bacterias. Por este motivo, es importante limpiarlos con frecuencia.
[Fuente: Business Insider]
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