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Este material inteligente cambia de forma con la luz y el calor

material inteligente
Investigadores estadounidenses han desarrollado un material inteligente que tiene la capacidad de cambiar de forma de manera autónima con luz o calor. 

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington en Estados Unidos ha desarrollado un material inteligente que tiene la capacidad de cambiar de forma con luz o calor.

Es la primera vez que consiguen combinar tantas capacidades inteligentes en un compuesto, incluyendo la respuesta a dos estímulos diferentes, memoria de forma, movimiento autónomo y autorreparación. 

Los materiales inteligentes que pueden reaccionar a estímulos externos han supuesto un interesante avance con una gran variedad de aplicaciones potenciales, como los sistemas de administración de medicamentos, los actuadores o los dispositivos de autoensamblaje. 

Sin embargo, su uso no se ha popularizado porque se trata de compuestos de complicada fabricación que solo están preparados para desempeñar una función, por lo que muchas veces no compensa el esfuerzo de producción. La propuesta de estos científicos puede llevar a cabo varias tareas al mismo tiempo, de forma que es una alternativa interesante a los materiales inteligentes tradicionales.

El nuevo elemento se compone de moléculas de cadena larga conocidas como redes cristalinas líquidas (LCN por sus siglas en inglés), que proporcionan orden y pueden otorgar propiedades únicas al material. Además, contiene átomos que reaccionan a la luz polarizada y se utilizan enlaces químicos dinámicos para mejorar las capacidades de reprocesamiento del compuesto.

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El material inteligente resultante puede reaccionar a la luz con diferentes longitudes de onda, recordar su forma para desplegarse y volver a adoptarla o repararse a sí mismo dependiendo de los estímulos externos de luz y calor.

Los investigadores pueden personalizar el comportamiento del compuesto y programarlo para que lleve a cabo acciones determinadas con cada estímulo. Sus características únicas lo convierten en un material perfecto para un gran número de aplicaciones, que incluyen sectores como la salud, la electrónica, la ingeniería o las energías renovables. 

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