OSIRIS-REx, una nave espacial robótica de la NASA, va a buscar pruebas para documentar la existencia de los asteroides que pueden estar acompañando a La Tierra en su órbita alrededor del sol.

Este tipo de cuerpos celestes, llamados asteroides troyanos, se caracterizan por compartir la órbita con un planeta, distribuidos en dos regiones alargadas y curvas situadas 60º por delante y por detrás de su acompañante. Gracias a que mantienen la misma órbita de manera constante, nunca llegan a chocar con el planeta con el que van. 

Hasta el momento, los científicos tienen conocimiento de la presencia de asteroides troyanos en seis planetas del Sistema Solar: Júpiter, Neptuno, Marte, Venus, Urano y La Tierra. 

Júpiter viaja bien acompañado en su órbita alrededor del Sol por un gran grupo que está formado por más de 6.000 troyanos. Sin embargo, a nuestro planeta solo se le conoce un asteroide de estas características, bautizado como TK-7 2010, que fue descubierto en ese año por el telescopio WISE de la NASA, un dispositivo de alta tecnología que tiene la capacidad de leer la radiación infrarroja.

Aunque no se hayan detectado más troyanos, los científicos consideran que debería haber más asteroides compartiendo la órbita de La Tierra, pero lo que sucede es que son difíciles de detectar porque aparecen cerca del Sol desde nuestra posición. 

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Por este motivo, se aprovechará la posición de la nave OSIRIS-REx, que está viajando al asteroide Bennu para recoger muestras, para encontrar otros posibles troyanos que puedan estar acompañando a nuestro planeta. Su búsqueda se llevará a cabo con la cámara de rastreo MapCam y se prolongará del 9 al 20 de febrero. 

La misión OSIRIS-REx continuará su viaje hasta Bennu, donde se espera que llegue en 2018, para recoger muestras que ayuden a los científicos a saber cómo se forman los planetas y cómo comenzó la vida. La nave regresará en 2023 con su valioso cargamento.

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