Logo Computerhoy.com

Oler la comida engorda, según un estudio

oler comida engordar
Un estudio que ha llevado a cabo la Universidad de California en Berkeley (EEUU) revela que oler la comida antes de tomarla provoca que engordemos más.

Cada vez son más las personas que se pasan a la vida sana y al deporte, y esto suele venir acompañado también de una dieta saludable para mantener la línea. Si tú también has empezado a cuidarte, ten precaución cuando vayas a degustar los alimentos porque un nuevo estudio revela que oler la comida antes de tomarla engorda.

Así se desprende de una investigación que han llevado a cabo unos científicos de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), que en ensayos con ratones han podido observar que el sentido del olfato está relacionado con la acumulación de grasa en nuestro organismo.

En las pruebas de laboratorio, los investigadores pudieron comprobar que los roedores obesos que perdían el sentido del olfato también bajaban de peso. No obstante, esto no significa que dejaran de comer: por el contrario, ingerían los mismos alimentos con las mismas cantidades de grasa que los ratones con olfato normal. Además, se fijaron en que los individuos con el olfato potenciado aumentaban de peso dos veces más deprisa que el resto.

Encuentra vitaminas y suplementos alimenticios en Amazon España

Pero, ¿cómo es esto posible? Todo parece indicar que existe una conexión clave entre el olfato y las regiones del cerebro que regulan el metabolismo, concretamente el hipotálamo. En muchas ocasiones, los seres humanos pierden el sentido del olfato con la edad, por algunas lesiones o por enfermedades como el Parkinson y se observa en ellos una pérdida de peso, pero hasta ahora no se habían podido relacionar ambos fenómenos.

Para llevar a cabo el ensayo, el equipo utilizó una terapia genética para suprimir el olfato de un grupo de ratones durante tres semanas. A un segundo grupo se le estimuló su sentido del olfato, mientras que un tercer conjunto tenía sus cualidades naturales intactas. Consumiendo la misma dieta alimenticia, los roedores del primer grupo pasaron de 25 o 30 a 33 gramos, los ratones normales engordaron hasta los 60 gramos y los que tenían el olfato potenciado aumentaron el doble de peso.

Qué son los superalimentos, y cómo incluirlos en tu dieta

"Los sistemas sensoriales juegan un papel en el metabolismo. El aumento de peso no es una mera medida de las calorías consumidas, sino que también está relacionado con cómo se perciben las calorías", explica Andrew Dillin, uno de los miembros del estudio. "Si podemos validar este estudio en los seres humanos, podríamos hacer realidad un fármaco que no interfiera con el olor pero que bloquee ese circuito metabólico". 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.