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Con el ritmo cardíaco, las contraseñas serán cosa del pasado

Inés Pérez

Ritmo cardíaco, la mejor contraseña
Durante años, la búsqueda de un sustituto más seguro para la contraseña ha sido una prioridad en la industria de la seguridad Una compañía de tecnología de biometría con sede en Toronto ha creado una pulsera que mide los latidos del corazón para autenticar

Las contraseñas, los autenticadores por defecto, representan una debilidad grave de seguridad por una serie de razones, la principal es que las personas simplemente tienden a crear contraseñas malas que se puedan recordar (y, por consiguiente, adivinar) más fácil.

Durante años, la búsqueda de un sustituto más simple y seguro para la contraseña ha sido una prioridad en la industria de la seguridad, y a pesar de la aparición de numerosos indicadores biométricos (si bien un tanto estrafalarios) y otras ideas inspiradas en ciencia ficción, casi todo el mundo usa contraseñas para iniciar sesión en sus diferentes dispositivos y para iniciar sesión en línea.

Pues bien, resulta que el corazón contiene en su aurícula derecha un grupo de células nerviosas y sinapsis conocidas como el marcapasos cardíaco, que emite impulsos eléctricos que hacen que el corazón lata.

Estos impulsos eléctricos, y el ritmo del corazón que producen, pueden ser medidos por un electrocardiógrafo, generando una lectura llamada electrocardiograma (ECG, por sus siglas en inglés). Estos ECG -si se miden con precisión suficiente- son singularmente identificables

Hacker más buscado usaba de contraseña el nombre de su gato.

Así, como una huella digital, no hay dos seres humanos con el mismo electrocardiograma, lo que resulta prometedor para los defensores de la autenticación biométrica, con la ventaja añadida de que es más difícil de robar o copiar.

"Usted deja sus huellas digitales por todas partes, realmente deja esta impresión que puede copiarse", dijo Karl Martin, CEO y fundador de Bionym, a CNN.

Como respuesta a la problemática, Bionym, una compañía de tecnología de biometría con sede en Toronto, ha introducido el Nymi, una pulsera que mide los latidos del corazón para autenticar la identidad.  

La idea, según Martin, es que en el futuro, las personas puedan entrar en una tienda, ir al terminal, tocar con la muñeca y listo. Sin tarjetas de crédito, sin DNI. "Su nombre aparece cuando llega al cajero automático; no tiene que introducir una tarjeta o un pin porque sabe quién eres", agregó.

Un futuro lleno de dispositivos que reconocen automáticamente quiénes somos puede parecer un poco complicado, sin embargo, a medida que los hackers se vuelven más exitosos en el acceso a la información personal, estos dispositivos inteligentes intentan ahorrar a los usuarios un montón de problemas y dolores de cabeza.

"Nuestra visión de futuro es, esencialmente, todo lo que puede ser inteligente será personalizado para usted, y se comportará de manera diferente en función de quién está ahí", dice Martin.

Y todo, al son de los latidos del corazón.

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Etiquetas: seguridad