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El Tiranosaurio Rex no podía correr, Spielberg nos engañó a todos

El Tiranosaurio Rex no podía correr, Spielberg nos engañó a todos
La más avanzada simulación informática aplicada a los huesos del Tiranosaurio Rex demuestra que estos gigantes no podían correr. Sus patas se hubiesen roto.

La mítica película de Steven Spielberg, Jurassic Park (Parque Jurásico, 1993) está plagada de escenas memorables.

La más recordada es, posiblemente, la persecución en jeep protagonizada por el escalofrianteTiranosaurio Rex. Los protagonistas, montados en un jeep, huyen a todo velocidad perseguidos en mitad de la noche y la lluvia por el terrorífico dinosaurio. Parece que lo están dejando atrás pero, de repente, vemos por el retrovisor cómo el Tiranosaurio se pone a correr y comienza a acercarse peligrosamente hasta el vehículo, que consigue escapar gracias a un oportuno tronco en el camino.

¿Por qué estoy contando esto cuando es mucho más emocionante recordarlo en imágenes?:

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El gran Steven Spielberg nos regaló una de las mejores escenas de la historia del cine, pero la ciencia y la informática han concluido que es una escena imposible. El Tiranosaurio Rex no podía correr. Si lo hubiese hecho, sus patas se habrían partido por el peso.

Para documentar la película Spielberg consultó a los mejores paleontólogos del momento, pero en 1993 se pensaba que los dinosaurios podían correr a una velocidad de hasta 72 km/h, suficiente para atrapar sin mucho esfuerzo al mísmísimo Usain Bolt mientras batía su récord del mundo de los 100 metros lisos.

En los últimos años se han utilizado simulaciones informáticas para predecir cómo se movían los dinosaurios. Dos de las más avanzadas son el Análisis Dinámico Multicuerpo (MBDA) y el Análisis del estrés esquelético (SSA). La Universidad de Manchester ha fusionado estos dos modelos matemáticos para crear uno más complejo que no solo tiene en cuenta el peso, tamaño, longitud y forma de los huesos, sino también aspectos como la musculatura, la inercia y la gravedad.

Según esta nueva simulación informática más avanzada, es imposible que un Tiranosaurio Rex pueda correra 70 km/h. Incluso es imposible que pudiese correr. Los huesos de las patas se habrían roto por el tremendo peso de la carne y el esqueleto en movimiento a gran velocidad. La velocidad máxima a la que podía moverse era unos 19 km /h, lo que traducido en términos coloquiales es andar rápido. Una velocidad suficiente para atrapar a un humano no muy atlético a la carrera, especialmente si el Rex tenía aguante. En este vídeo podemos ver cómo se movía el Tiranosaurio Rex, según la simulación de la Universidad de Manchester:

Es un resultado bastante lógico que podemos comprobar nosotros mismos en la Naturaleza. El animal terrestre más grande, el elefante, tampoco corre: siempre mantiene al menos dos patas en contacto con el suelo, y aún así alcanza velocidades superiores a 20 km/h.

Aunque la mayoría de los paleontólogos se inclinan por reducir la velocidad del Tiranosaurio Rex y, por extensión, de otros grandes dinosaurios, algunos expertos como el biomecánico John Hutchinson de la Universidad de Londres, puntualizan que una simulación tiene que asumir ciertas cosas, y en este caso se asume que los tendones no eran elásticos. Pero, ¿y si lo eran? Entonces el Tiranosaurio podría amortiguar la carga sobre las patas y correr más rápido.

Mientras la ciencia se pone de acuerdo, lo que sí parece claro es que Spielberg no nos engañó, pues solamente siguió las indicaciones de los paleontólogos de la época. Corra o ande, gracias a esta maravillosa mentira, uno de los mayores cineastas de nuestro tiempo nos regaló una joya de película que ha encandilando a niños y mayores durante generaciones. El concepto de cine como fábrica de sueños se aplica aquí en todo su esplendor. ¡A veces contradecir a la ciencia puede ser muy divertido!

[Fuentes: Phys.org, The Washington Post]

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