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Uber saca la cartera y compra 24.000 Volvo XC90 para conducción autónoma

Jakub Motyka

Uber encarga 24.000 coches autónomos a Volvo

Desde hace años, Uber está decidida a sustituir a los conductores de sus taxis por coches autónomos. La compañía está trabajando en un servicio de transporte de pasajeros en el que no sea necesaria la presencia de una persona al volante, y ahora acaba de dar un importante paso hacia adelante en su proyecto -pese a los contratiempos- al adquirir 24.000 unidades del Volvo XC90, el coche con formato de SUV de la marca sueca. El objetivo es convertir esos coches en vehículos autónomos.

Tal y como están haciendo otras empresas como Waymo, Uber no fabrica los coches autónomos con los que trabaja sino que primero se los encarga a los grandes fabricantes del motor (Volvo y Ford son las dos marcas con las que trabaja esta empresa) y después, cuando ya los tiene en sus manos, es el momento en el que instala en cada coche toda su tecnología de conducción autónoma. Y ese es el destino que le espera a los 24.000 Volvo XC90 que Uber acaba de encargar para el año 2019.

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Cada uno de los Volvo XC90 que Uber ha encargado a Volvo tiene un precio de partida de 45.750 dólares, y la marca sueca se ha comprometido a realizar la entrega de todas y cada una de esas 24.000 unidades entre los años 2019 y 2021. A medida que los vaya recibiendo, Uber irá instalando en estos coches toda la tecnología de coche auótonomo que desde su equipo han desarrollado en estos años -con algo de ayuda indeseada, según la acusación de Google-. De cara a un futuro no muy lejano, la idea es que haya una flota de coches sin conductor ofreciendo servicios de transporte por todo Estados Unidos.

Pese a los contratiempos que se están encontrando las compañías que ya están trabajando en el coche autónomo, la realidad es que gigantes como Google ya están cada vez más cerca de poder ofrecer este servicio de taxis autónomos en ciertas ciudades de Estados Unidos. De hecho, en algunas ciudades de EEUU ya tienen este servicio en marcha, aunque todavía está limitado a unos pocos barrios de una ciudad en concreto.

En cualquier caso, Uber no lo tendrá tan fácil como simplemente sentarse a esperar a empezar a recibir esas 24.000 unidades de los Volvo XC90 que ha adquirido para poner en marcha su servicio de coches sin conductor. La compañía deberá adaptar cada uno de esos coches a los requisitos de su tecnología de conducción autónoma, algo que tal y como señalan en Ars Technica ya ha demostrado ser un proceso muy lento.

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[Vía: The Guardian]

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Etiquetas: Coche autónomo