Inversionistas de Nokia acaban de dar luz verde a la venta de su segmento de teléfonos móviles a Microsoft por la cuantiosa suma de 5.440 millones de euros.

La venta fue aprobada durante la reunión de accionistas el pasado lunes en Helsinki. Más del 99% estuvo a favor de la venta, según informaron oficiales de la empresa.

El acuerdo de venta permitirá al fabricante finlandés concentrarse en su unidad de equipos de red, a la vez que se libera de un negocio que llevaba años luchando (con poco éxito) por ganar terreno frente a Apple y Samsung.

La venta del negocio de móviles es el cambio estratégico más grande de Nokia, desde que la empresa dejó de fabricar botas de goma y neumáticos hace más de dos décadas.

Según informó el presidente Risto Siilasmaa a los accionistas, mantener su estrategia previa hubiera significado serios problemas para la empresa. 

Nokia acordó a vender su división de teléfonos en septiembre, después de no haber podido recuperar relevancia en el mercado de smartphones tras la introducción del iPhone de Apple en el 2007.

No por falta de intentarlo, claro. La finlandesa aparentemente llegó a experimentar con Android antes de acceder a vender su negocio al gigante de softwares.

Una vez el mayor fabricante de móviles inteligentes del mundo, con una cuota de mercado superando el 50%, Nokia ahora se encuentra fuera de los cinco primeros con apenas un 3%.

Desde que se anunció el acuerdo en septiembre, las acciones de Nokia se han casi duplicado, llevando su valor de mercado alrededor de 22.000 millones de euros.

Una vez se haya completado la venta, las ganancias de la empresa se concentrarán en un 90% en el negocio de redes que adquirió de Siemens AG en agosto.