La batalla legal entre Apple y Samsung se ha convertido en gran medida, en un ejercicio de represalias, frenos y medidas de prohibición. Los últimos desarrollos muestran que Apple está buscando que el gobierno norteamericano ejerza una prohibición a la importación y venta de ciertos modelos de la compañía surcoreana.

Esta medida aparece poco después de que Samsung tratara de obtener el mismo tipo de prohibición sobre la venta de algunos productos de Apple. Notablemente, la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos aprobó la medida pero ésta luego fue revocada directamente por la oficina de Barack Obama. Esta medida, generó a su vez una reacción por parte del gobierno sudcoreano denunciándola como injusta.

Es con estos antecedentes que Apple presentará su solicitud este viernes ante la corte de apelaciones de los Estados Unidos, para que bloquee las ventas de varios smartphones de Samsung que según decisiones previas, infringen patentes de la compañía de Cupertino.

La decisión final vendrá de manos de la Comisión de Comercio de Estados Unidos, aunque cuando se tiene en cuenta que los modelos en cuestión son bastante viejos y corresponden a menos del 1% de las ventas totales de Samsung, aparece la cuestión de si realmente vale la pena incurrir en el proceso. Sucede en este caso con Samsung algo similar a lo que pasó con la prohibición inicial sobre Apple, que afectaba modelos relativamente antiguos, tales como el iPhone 4 y el iPad 2, que seguramente serán desplazados este mismo año por modelos nuevos.

En última instancia, más que un intento por perjudicar seriamente las finanzas con la operación de la compañía rival, este caso se trata de un ejercicio de protección de la propiedad intelectual pura de las compañías. Y desde luego, siempre cabe la posibilidad de que en este caso Obama también ejerza un veto sobre la decisión final de la Comisión de Comercio.

¿Crees que se justifica tomar este tipo de medidas cuando se está en una posición cómoda de las dos compañías? cuéntanos en los comentarios.