Logo Computerhoy.com

Baterías de celdas de combustible, más autonomía sin cables

Amparo Babiloni

Baterías de celdas de combustible

La tecnología avanza a pasos agigantados en componentes como los procesadores y las pantallas, pero las baterías siguen siendo el punto débil de los smartphones. Sin embargo, hay una tecnología que podría acabar con los dolores de cabeza que suele traernos este problema.

Se trata de las baterías de celdas de combustible, un sistema que ofrece una duración mucho más prolongada y además nos permitiría librarnos del engorro de los cables ya que no se recarga a través de la red eléctrica, sino que necesita un “combustible” que se reabastece cuando lo necesitamos.

Los móviles podrían dejar de venderse con cargadores si las baterías de celdas de combustible se establecen como la tendencia dominante en los próximos años. Esta tecnología está en el punto de mira gracias a Intelligent Energy, una empresa británica que recientemente sorprendió en la feria CES al mostrar un iPhone que podía estar sin pasar por el enchufe más de una semana y un drone que podía volar hasta seis veces más tiempo que los que integran baterías convencionales.

El secreto son las baterías de celda de combustible. Una celda de combustible convierte una sustancia química en energía, habitualmente hidrógeno. Cuando el combustible se agota, simplemente añadimos más, como si fuéramos a repostar gasolina con el coche.

Baterías externas para móviles, las mejores ofertas

Las ventajas son muchas, desde la inmediatez de conseguir una carga completa sin tener que esperar a que llegue al 100%, hasta eliminar el concepto de cargador móvil. Además, se calcula que este tipo de baterías ofrecen una duración entre seis y diez veces superior a la de las baterías de litio, por lo que habría que rellenarlas menos veces. Por ejemplo podríamos “ rellenar” nuestro Smartphone un par de veces al mes y obtener siempre el mismo rendimiento, a diferencia de las baterías de litio que empieza a perder capacidad al superar ciertos ciclos de carga.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Las baterías de celdas de combustible saldrían bastante más caras que el sistema actual. Mientras recargar el teléfono nos cuesta apenas unos céntimos al año, se calcula que esta tecnología podría estar entre 30-100 dólares, o lo que es lo mismo, entre 26 y 88 euros, que se dice pronto. La diferencia es grande, pero si a cambio obtenemos una mayor comodidad, esta tecnología podría implantarse en los próximos años.

Optimizan las baterías de litio-azufre añadiendo grafeno

De momento, este sistema está en una fase muy prematura y no está claro cual sería el formato de reabastecimiento. Las recargas podrían venir en forma de cartuchos o puede que incluso se “inyectara” el hidrógeno como si estuviéramos recargando un mechero.

En un mundo en el que las baterías de celdas de combustible estuvieran totalmente consolidadas, podríamos encontrar recargas en cualquier tienda para poder reabastecer nuestro smartphone, tablet o incluso el ordenador de forma instantánea.

Fuente: TechCrunch

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.