Qué es y cómo funciona la carga rápida en móviles
La autonomía de los móviles es un aspecto que tenemos muy en cuenta, ya que de ella depende que nuestro smartphone aguante funcionando durante toda la jornada sin necesidad de volver a cargarlo. Además de esto, también valoramos de manera positiva que el dispositivo disponga de carga rápida, puesto que esto significa que necesita menos tiempo para completar la batería.
Y es que la batería es uno de los componentes que más dolores de cabeza ocasiona a los fabricantes, que siempre se encuentran con algún escollo en su desarrollo. La tendencia a la fabricación de móviles cada vez más finos y ligeros ha llevado a las marcas a reducir el espacio necesario para alojar la batería, lo que en ocasiones ha dado lugar a desastres como el que protagonizó el Samsung Galaxy Note 7 hace algunos años.
Para resolver los problemas de autonomía, otro camino que muchos fabricantes han tomado es utilizar tecnologías de carga rápida, para que el hecho de tener que cargar el dispositivo a media jornada no suponga un inconveniente para el usuario y se emplee el menor tiempo posible en hacerlo. De ese modo, el usuario puede seguir con su ritmo de vida sin que el teléfono se convierta en un lastre.
¿Qué es la carga rápida?
La carga rápida es una función que algunos fabricantes de smartphones están utilizando como solución para minimizar los tiempos de carga del teléfono, consiguiendo recuperar hasta el 30% de su carga en poco más de 5 minutos de carga.
Esta función no se debe a ningún tipo de magia o brujería, sino a un simple principio eléctrico en el que se utiliza más voltaje y amperaje para acelerar la carga de la batería.
Todo el proceso se basa en una serie de circuitos presentes tanto en el cargador, como en el dispositivo que, gobernados por las instrucciones de un algoritmo específico ejecutado por el procesador del teléfono, establece en cada momento la potencia de carga que el dispositivo necesita para obtener siempre los mejores resultados de carga en el menor tiempo posible.
Los cargadores y smartphones tradicionales utilizan un voltaje de 5V y una intensidad de entre 1 y 2 amperios para cargar las baterías. En los sistemas de carga rápida, el voltaje que deben soportar es mucho más elevado y dinámico, variando entre los 5, 7, 9 y 12V y entregando entre 2 y 4 amperios.
Al conectar un cargador con función de carga rápida a un dispositivo que soporte este tipo de carga, ambos dispositivos se sincronizan y el algoritmo implementado en el procesador establece la potencia adecuada que el dispositivo necesita en cada momento de la carga, para conseguir que la batería se cargue en el menor tiempo posible y con total seguridad.
La carga de la batería no es lineal, sino que utiliza su máxima potencia cuando la batería está en niveles muy bajos para restablecer la autonomía en el menor tiempo posible, para luego ir reduciendo progresivamente esa potencia de carga a medida que se acerca a la carga completa.
Así, un smartphone con tecnología de carga rápida puede recuperar en torno a un 60% de su capacidad de carga en los primeros 30 minutos mientras que, para el resto de la carga, puede alargarse hasta 1 hora.
¿La carga rápida degrada la batería de mi móvil?
Con lo que hemos visto hasta el momento sobre la carga rápida todo llevaría a pensar que, si se fuerza la carga de batería con un mayor voltaje, la degradación de la batería de tu smartphone también se acelerará en la misma proporción.
Lo cierto es que no es así, o al menos esa degradación no se diferencia a la que sufriría la batería de cualquier otro dispositivo que no tenga carga rápida. El secreto para conseguir mantener protegida la batería durante la carga rápida del dispositivo lo encontramos precisamente en el algoritmo que permite variar en cada caso la carga que se recibe.
Como ya hemos comentado, la carga rápida no se realiza de forma lineal, sino que solo se aplica en la franja de entre el 1 y el 80% de la capacidad de la batería. Una vez superado ese porcentaje, la carga rápida se desactiva y se completa cargando el dispositivo hasta el 100% con un voltaje normal. Por ese motivo, en algunos modelos se tarda menos en llegar hasta el 80% de la carga que en completarla hasta el 100%.
Esta ralentización final en la carga protege a la batería de sobrevoltajes y otras anomalías y contribuye a mantener la batería de tu smartphone en buenas condiciones por más tiempo.
Los fabricantes recomiendan utilizar siempre los cargadores originales de la marca por una sencilla razón, que no es otra que asegurar que los cargadores entregan el amperaje correcto que los dispositivos necesitan, para así proteger sus baterías. Pero, ¿si conecto un cargador de carga rápida a un smartphone que no soporte carga rápida, dañará su batería?
En realidad no lo hace ya que los circuitos de carga rápida que incluyen tanto el cargador como el dispositivo están diseñados para comunicarse entre sí, por lo que, si el cargador detecta que el dispositivo que tiene conectado no es compatible con la carga rápida, automáticamente utilizará un valor de 5V, lo habitual en cualquier cargador de carga normal, para no dañar la batería.
Exactamente lo mismo sucedería en el caso inverso. Si utilizas un cargador normal para cargar un smartphone que soporte carga rápida, al no existir comunicación entre ambos, la batería se cargará a la velocidad estándar. Este principio no solo se aplica a los cargadores de pared, también se aplica a powerbanks con soporte para carga rápida o cualquier otro sistema de carga compatible.
Carga rápida con nombre propio
A pesar de que el sistema de carga rápida está directamente relacionado con el procesador, y por lo tanto, son los fabricantes de estos componentes los que a priori implementarán esta función, algunas marcas han tomado la iniciativa con sus propias implementaciones de carga rápida. El resultado es un buen número de nombres tras los cuales se encuentran diferentes sistemas de carga rápida para smartphones.
Quick Charge de Qualcomm
Qualcomm fue uno de los pioneros en implementar sistemas de carga rápida con su sistema Quick Charge en dispositivos que equipaban sus procesadores de alta gama, siendo uno de los sistemas de carga rápida más extendidos, tanto en terminales compatibles, como en cargadores y powerbanks.
La especificación más actual de este sistema de carga rápida es Quick Charge 4.0+, que de acuerdo con el fabricante es capaz de cargar más del 50% del dispositivo en 30 minutos.
Pump Express de MediaTek
Si tu smartphone viene equipado con uno de los últimos procesadores de MediaTek, es probable que integre la función de carga rápida Pump Express de MediaTek.
El sistema de carga rápida Pump Express de MediaTek se encuentra actualmente en su cuarta versión. Al igual que su principal rival, Quick Charge 4.0, Pump Express 4.0 promete ofrecer hasta 4 horas de autonomía con solo 5 minutos de carga.
Versiones de los principales fabricantes
Algunos fabricantes también han querido dejar su huella en la tecnología de carga rápida implementando sus propias interpretaciones de la carga rápida a sus modelos.
Huawei ha llamado Super Charge (antes SmartPower) a su sistema de carga rápida, OPPO usa la carga rápida bajo el nombre de Super VOOC, Dash Charge es la carga rápida de OnePlus y Mi Charge Turbo es la carga rápida de Xiaomi.
Otros fabricantes, como Samsung, también emplean sus propios sistemas de carga rápida. Todos ellos están basados en el mismo principio empleado en las tecnologías Quick Charge o Pump Express de los fabricantes de los procesadores.
Carga rápida inalámbrica
La carga inalámbrica también está evolucionando hacia soluciones de carga rápida en el mismo sentido que lo han hecho los sistemas de carga convencional, de forma que los dispositivos compatibles con estos sistemas de carga rápida inalámbrica ya ni siquiera necesitan estar conectados mediante un cable para cargar sus baterías en tiempo récord.
La carga rápida inalámbrica se rige por los mismos estándares Qi que lo hacía hasta el momento, aunque, al igual que sucede con los sistemas de carga rápida por cable, tanto el cargador como el smartphone deben ser compatibles con la carga rápida.
La ventaja de utilizar esta tecnología inalámbrica de carga rápida es que se prescinde totalmente de cables por lo que se reduce drásticamente el deterioro del conector USB de tu dispositivo por el uso, además de dejar libre ese conector para, por ejemplo, mantener conectado tu smartphone a tu ordenador o a un sistema de sonido mientras se carga.
¿Qué smartphones tienen carga rápida?
La carga rápida se está convirtiendo en una opción cada vez más habitual en los lanzamientos de los modelos de gamas medias y altas de las distintas marcas.
Dado que la función de carga rápida está íntimamente ligada al procesador, es habitual encontrarla en la mayoría de los últimos modelos que se han lanzado al mercado ya que estos montan los procesadores que soportan esta función de carga rápida.
La lista de smartphones que actualmente soportan carga rápida es francamente inabarcable, y para saber si el tuyo la soporta no tienes más que echar un vistazo a las especificaciones del terminal.
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