Tras detectarse el problema de la batería del Note 7, Samsung se vio obligada a dejar de vender su phablet al mismo tiempo que empezaba a solicitar la devolución del teléfono para realizar el reembolso a todos los que lo habían llegado a comprar. Ahora, se ha sabido que la compañía podría poner de nuevo a la venta el Note 7en algunos mercados emergentes.

La noticia ha surgido en un medio surcoreano llamado Hankyung.com, donde aseguran que Samsung se está planteando la posibilidad de vender el Note 7 más barato en determinados países emergentes con el objetivo de minimizar las enormes pérdidas que la retirada del mercado de este teléfono ha supuesto para las cuentas de la empresa. Lo que se vendería en estos países sería una versión "refurbished" del Note 7 que, además de contar con un precio más contenido, traería una importante diferencia en la batería.

Dado que la batería ha sido precisamente la responsable de los problemas de sobrecalentamiento que han asolado al Note 7, lo que dice esta fuente es que Samsung limitará su capacidad en los phablets que supuestamente va a sacar de nuevo a la venta en lugares como Vietnam o la India. En lugar de los 3.500 mAh de capacidad que tenía originalmente, la batería vendría limitada a 3.000 o 3.200 mAh para evitar cualquier riesgo de seguridad.

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Pese a que la noticia no está respaldada por ninguna fuente oficial, los datos hablan por sí solos: de los más de tres millones de unidades del Note 7 que Samsung llegó a distribuir antes de que se detectara el problema de la batería, el 98% de todo el stock vendido tuvo que regresar a los almacenes de la compañía para ser sometido a pruebas de seguridad (con la correspondiente devolución de dinero que eso supone por cada unidad llamada a fábrica).

De ese 98%, tan solamente se han necesitado 200.000 unidades para detectar el error. El fallo ya está localizado, y se sabe que solamente afecta en su gran mayoría a las unidades distribuidas en la primera tanda del lanzamiento. Por lo tanto, lo que Samsung tiene ahora mismo en las manos es una partida sobrante de algo más de 2,5 millones de unidades del Note 7 a la que de alguna manera tiene que dar salida.

De las tres opciones que tiene la compañía (destruir, reciclar o poner de nuevo a la venta), la de poner de nuevo en circulación este teléfono sería la que menos quebraderos de cabeza generaría desde el punto de vista medioambiental. Las autoridades surcoreanas ya han avisado a Samsung de las sanciones económicas a las que se enfrenta -en caso de decidir destruir todas las unidades- si no recicla correctamente los componentes de los Note 7 que tiene ahora mismo en sus fábricas.

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[Vía: ZDNet]