No sólo la comida nos entra por los ojos, también ocurre con casi todo lo demás: personas, objetos, lugares... aunque sea de manera insconsciente, tendemos a valorar, al menos en primera instancia, el aspecto antes de profundizar. Y esta circunstancia, que le sirvió a Disney para embolsarse unos buenos dineros con La bella y la bestia, es inherente al ser humano. Por eso, no es de extrañar que de entre todas las novedades del nuevo sistema operativo de Microsoft, la más comentada haya sido la nueva interfaz gráfica de Windows 8. Y, como ocurre en casi todo, desde el mismo momento en que pudimos decir que Windows 8 ya está aquí, han surgido tanto defensores que lo consideran lo mejor que podría haber ocurrido desde que se inventó la gaseosa, hasta los que afirman que Modern UI (es el nombre que le ha dado Microsoft al diseño de interfaz basado en recuadros) es para niños de 6 años, y desean poder volver a la interfaz de Windows 7.

Si este es tu caso (aunque no desde una postura tan extrema), te interesa conocer Classic Shell, una aplicación con la que podrás tener Windows 8 con la interfaz de Windows 7. Con este programa, que puedes descargar gratuitamente desde su página web, podrás modificar la apariencia del escritorio y de las ventanas, para recuperar el aspecto de versiones anteriores de Windows, concretamente de 7, Vista y XP.

Como puedes ver en su menú de configuración, Classic Shell te permite ajustar muchos aspectos gráficos del sistema, incluso combinando elementos visuales de distintas versiones del sistema operativo, hasta obtener exactamente la apariencia y el comportamiento del sistema que mejor se ajuste a tus preferencias. Así, ya sea para jugar al doctor Frankenstein (por eso de mezclar elementos de distintas versiones) o para emplear Windows 8 con la interfaz de Windows 7, Classic Shell te ayudará a que te sientas más cómodo al trabajar con tu PC.