Hoy día todo dispositivo electrónico es susceptible de ser hackeado debido a los avances tecnológicos que también llegan a los ciberdelincuentes. Si bien la mayoría de los accesos no autorizados se hacen para provocar robos y todo tipo de estafas, también hay otros dirigidos a meter miedo, sobre todo a niños.

Los monitores de bebés son uno de esos dispositivos electrónicos que usan los padres de manera inocente para cuidar de sus hijos, permitiéndoles así vigilarlos sin tener que estar presentes. Lo malo de estos monitores de bebés es que, su inmensa mayoría, cuentan con serias vulnerabilidades que les hacen dispositivos fácilmente hackeables por personas exteriores, haciendo que, al final, se conviertan en terminales peligrosos tanto para los bebés como para la propia familia.

Un reciente caso se ha dado en Nueva York, donde Jay y Sarah que tienen un bebé de 3 años, han descubierto que un hacker ha conseguido controlar su monitor de vigilancia de su bebé. Los padres empezaron a sospechar cuando el niño de 3 años les comentó que por las noches escuchaba que “alguien le hablaba por teléfono”. En ese momento los padres pensaban que se trataba simplemente de una pesadilla y no le dieron mayor importancia dado que en la habitación no existía ningún telefóno.

La sorpresa llegó cuando una noche la madre pasó cerca de la habitación de su bebé y escucho: “despierta niño, tu padre te está buscando”. En ese momento la madre entró a la habitación del bebé y observó cómo la cámara visual del monitor de bebés se giró hacia ella diciendo: “mira, alguien viene”.

Las 7 mejores webs para padres y madres sobre bebés

La familia denunció a la proveedora del aparato, Foscam, que les explicó que su dispositivo había sido hackeado por otra persona, posiblemente a través de su teléfono móvil conectado o incluso del portátil. Esto se debe a que estos dispositivos cuentan con claves de conexión comunes en todos los terminales, con lo que son prácticamente reconocibles y accesibles. Los fabricantes recomiendan, siempre, cambiar las contraseñas que vienen por defecto en todos los dispositivos electrónicos.

Pero estos padres no fueron los únicos, dado que otra familia, ésta vez de Minnesota, denunciaron que su monitor de bebés tomaba fotos de su hijo para después publicarlas en Internet, un hecho aún más dramático.

Las mejores tabletas para niños de 2015

En septiembre de 2015, un conjunto de investigadores llegó a la conclusión, tras un arduo estudio, que la mayoría de los monitores de bebés son fácilmente hackeables y accesibles por personas externas que sólo desean hacer daño divirtiéndose metiendo miedo a los pobres niños.

[Fuente: Techworm]