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Mensajeria premium: una estafa de la que no se puede escapar

Miguel Morales

Mensarjería premium
En enero de 2014, FACUA advirtió a las operadoras, a los medios y al público de la estafa de la mensajería premium. Un solo click en un lugar equivocado, contestar al Whatsapp equivocado, y te suscribes a un servicio de mensajería que se te cobra en la factura del teléfono, y no es reembolsable.

Tomando un café con un conocido en Zaragoza, me pregunta por qué ya los medios ya no hablan de la mensajería premium. El tema me suena, pero está lejos de la rabiosa actualidad. Con el Mobile World Congress a la vuelta de la esquina, todo son rumores, filtraciones, y el sistema de eliminación de heces del Apolo. Me cuenta que muchas de las bajas que gestiona están causadas por los cobros abusivos de servicios de mensajería premium. Investigando un poco descubro que en enero de 2014, FACUA avisó a los operadores del problema que suponía la mensajería premium, pero al parecer el aviso pasó desapercibido. 

Probablemente la culpa fue nuestra, de los medios, que dejamos pasar como una estafa más de Whatsapp el problema. Vamos a intentar resarciros llegando hasta el fondo del asunto. 

Este fue nuestro primer contacto en Computer Hoy con la mensajería premium

¿Qué es la Mensajería Premium?

La suscripción a un servicio de mensajes de pago se conoce como mensajería premium. Uno se suscribe, y le van llegando mensajessobre noticias que le interesan, determinadas alertas, avisos... En un principio está bien pensado ¿Verdad? parece útil, y no se os ocurre por qué podría ser una estafa. Pues bien, resulta que cada mensaje se cobra. Cada vez que el usuario recibe una alerta, se le cobra una cantidad que ya no se puede recuperar, ya que se considera el pago por un servicio que se ha consumido. 

Incluso con esto, con el hecho del cobro, podría tener sentido. Al fin y al cabo, si alguien quiere suscribirse, no somos nadie para decirle... exacto. Si alguien quiere suscribirse. En un principio, el proceso de suscripción estipulado y legal sería así: Uno accede a la página demensajería premium. Selecciona el servicio al que se quiere suscribir, y da su número de teléfono. A ese número llega un mensaje con un código de confirmación, que se introduce en la página web. Así queda uno suscrito. 

Parece sencillo. ¿Donde está la estafa?

Pues en que el proceso se ha corrompido. Ahora no sólo no es necesario que se escriba el código de confirmación, sino que ni tan siquiere tienes que escribir tu teléfono en la página. Las empresas pueden comprar bases de datos de teléfonos de las miles que están a la venta en la Deep Web, o de las que venden las páginas web. ¿Alguna vez habéis puesto vuestro teléfono en Internet? Puede que la página en la que lo pusisteis haya vendido esa información a un tercer. Por eso nunca está de más revisar los términos y condiciones de uso, ya que las consecuencias de no hacerlo pueden ser catastróficas. 

¿Sabes las cláusulas que se esconden en los términos y condiciones de uso?

Una vez esta empresa se ha hecho con vuestro teléfono, os mandará un mensaje. No un mensaje con un código de confirmación, sino simplemente un mensaje. "Hola, ¿me has escrito? Soy Lucía", "¿Has visto esta foto en la que sales?" o "Me ha dado tu número una amiga, ¿te conozco?". Si contestas a uno de estos mensajes, ¡Enhorabuena! Acabas de suscribirte a un servicio de mensajería premium. 

Vale, ¿Ahora qué?

Ahora poco. Si, puedes denunciar, pero cuando se acumulen muchas denuncias la empresa simplemente desaparecerá, dejando un apartado de correos, una línea de atención al cliente en Rumanía y un montón de clientes más bien satisfechos. Además, dado que no tenemos ningún tipo de notificación avisándonos de que nos hemos suscrito, no nos damos cuenta hasta el momento en el que llega la factura. Y entonces ya es tarde. 

mensajería premium facua

Ya es tarde porque la operadora no se hace (no puede hacerse) responsable de los cobros que se hacen a través de su factura. Las empresas de mensajería premium disfrazan todo de legal hasta el momento en el que desaparecen, así que en principio, a ojos de la ley, están cobrando lo establecido por un servicio que nosotros hemos solicitado. 

Vale, me has metido miedo, ¿cómo lo evito?

Como siempre os decimos, la primera línea de defensa es el sentido común. No deis vuestro teléfono en Internet a páginas en las que no confiáis plenamente, y puede que ni siquiera entonces. Si os veis obligados a dejar un teléfono en alguna web, para alquilar una casa rural, solucionar un problema con una operadora o poner un anuncio, aseguráos de que lo hacéis incapturable. Es muy fácil que un bot reconozca y copie un telefono escrito así: 609 09 09 09. Sin embargo, es prácticamente imposible que lo haga si el teléfono se escribe así: (seis) 09 (zero) 9090(nue.ve). Sí, es más enrevesado, qué nos vais a contar. 

Noelia nos da unas pistas sobre seguridad informática. Deberíais hacerle caso. 

Además, podéis poneros en contacto con vuestra compañía operadora, e informáos sobre si tienen algún tipo de servicio de bloqueo de estos números. En cualquier caso, si tenéis alguna duda, sólo tenéis que suscribiros al servicio de mensajería premium de Computer Hoy. Aquí os esperamos. 

Más información: afectadosporlossmspremium.com

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