Apple AirPods 3, análisis y opinión

Érase una vez a un hombre con un auricular pegado… No es el comienzo de ninguna fábula, es simplemente la historia de mi vida. Y puede parecer exagerado, pero es totalmente cierto.

No me enorgullezco de ello ni mucho menos, tampoco lo recomiendo y sé que no debería hacerlo por salud auditiva, pero no puedo evitarlo: mientras trabajo delante del ordenador, cocino, hago deporte, paseo por la calle… siempre llevo los auriculares puestos.

Como usuario hardcore de este tipo de auriculares tenía muchas ganas de analizar los nuevos AirPods 3, ya que hasta ahora la segunda generación de los True Wireless de Apple han sido mis auriculares de cabecera, incluso por encima de la versión Pro o los maravillosos Sony WF-1000XM4 que analizó mi compañero Jesús Maturana hace unos meses.

Los AirPods 3 tienen un precio de 199 euros, frente a los 249 euros de los AirPods Pro o los 149 euros de los AirPods 2 que Apple mantiene a la venta como sus auriculares más económicos ahora mismo.

Nuevo diseño, mayor autonomía, audio espacial, sensores de piel, resistencia al agua IPX4… Sin duda son muchas las novedades que debemos poner a prueba en este análisis y opinión de los nuevos AirPods 3 de Apple. ¡Comenzamos!

Análisis de los Apple AirPods 3 por apartados:

• Diseño: Siguiendo la estela de los AirPods Pro
• Comodidad: Los peligros de la talla única
• Experiencia de uso: Materiales de calidad pero extremadamente delicados
• Calidad de sonido: Esto sí que es grave
• Funciones: Audio Espacial con seguimiento de cabeza
• Autonomía: Cumple con lo que promete
• Conclusiones: Ni más, ni menos, simplemente lo esperado

Siguiendo la estela de los AirPods Pro

Si estás viendo las imágenes seguramente estarás pensando que estamos antes unos AirPods Pro sin almohadillas, y la verdad es que no estás nada desencaminado, aunque sin rascamos un poco se aprecian más diferencias.

La cabeza de los auriculares es considerablemente más grande y el tallo más corto, hasta una tercera parte menos que en los AirPods Pro. 

Una vez puesto son posiblemente la versión más discreta, sobre todo si la comparamos con la dos primeros modelos y sus tallos excesivamente largos y llamativos. 

Con respecto a los AirPods 2abandonan el sistema de control mediante toques en favor del sistema de presión mediante el gesto del “pellizco” que ya vivos en la versión Pro:

• Una pulsación para reproducir, pausar o descolgar/finalizar llamadas.
• Dos pulsaciones seguidas para avanzar de canción.
• Tres para retroceder de canción.
• Pulsación prolongada para invocar a Siri

Funciona muy bien y son más precisos, en con los AirPods dos en ocasiones los toques se quedaban sin respuesta, aunque personalmente no me gusta el cambio, me parece mucho más cómodo el sistema con panel táctil, el gesto del pellizco es menos natural y además hace que se descoloquen ligeramente los auriculares con cada interacción.

Lo que sigo sin entender es como Apple sigue sin desarrollar un gesto para subir o bajar el volumen sin tener que invocar a Siri o interactuar con la fuente de sonido. 

Me siento un poco toco hablándole a Siri por la calle y siempre termino teniendo que sacar el móvil del bolsillo. Una combinación del panel táctil de los AirPods 2 con el sistema de presión podría ser la solución, ahí lo dejo Apple…

Los peligros de la talla única

Físicamente los auriculares parecen una versión en miniatura de un palo de golf, la cabeza es muy voluminosa para favorecer un buen ajuste, y es que aquí no hay almohadillas que se introducen en conducto auditivo como la versión Pro.

La sujeción dentro de las orejas es buena, mejor que la de la segunda versión de los Airpods. Puedes mover la cabeza de forma brusca, correr o hacer cualquier tipo de movimiento y deporte con ellos que no se caen, prácticamente ni se mueve, al menos en mi caso.

Pero no todo es maravilloso pues requieren de cierto tiempo de acoplamiento, incluso entrenamiento se podría decir, algo que suele ser habitual con los AirPods de Apple, al menos yo siempre lo he necesitado y con estos AirPods 3 incluso un poco más.

Las primeras horas fueron algo duras, tras un par de horas de uso sentí molestias, incluso algo de dolor en el interior de la oreja que me obligaron a realizar una pausa. 

Este proceso lo he tenido que repetir unas cuantas veces alargando los tiempos de uso hasta que he conseguido poco a poco hacerme a su presencia, aunque todavía 10 días después sigo notando ciertas molestias tras períodos largos de uso, aunque cada vez más leves.

Su cabeza más voluminosa hace que entren más presionados dentro de la oreja, lo que provoca que con los AirPods 3 siempre sea consciente en todo momento de su presencia a pesar de ser extremadamente ligeros, mientras que con otros modelos de auriculares he llegado incluso a olvidarme de que los llevaba puestos.

Es posible que con el paso del tiempo esta percepción cambie, pero ahora mismo no podría decir que los AirPods 3 son unos auriculares cómodos para mi, son muy rígidos.

Ese es el gran problema de la talla única, hace que cada persona los siente de una forma diferente. En mi caso, al menos de momento, me está costando mucho hacerme con ellos.

Materiales de calidad pero extremadamente delicados

Al igual que los AirPods Pro tanto los auriculares como el estuche cuentan con protección IPX4 contra salpicaduras de agua, suficiente para resistir al sudor si los utilizamos para hacer deporte.

En cuanto al estuche de carga del AirPods 3 copia el diseño de el de los AirPods Pro pero es más pequeño y liviano.

El resto no cambia: LED de estado en la parte frontal, el puerto de carga lightning en la zona inferior y el botón de emparejamiento en la parte posterior.

La tapa mantiene la bisagra metálica y se abre y cierra con suma facilidad, los auriculares se fijan en el interior mediante imanes y cuenta cada uno con su propio espacio.

Se mantiene el color blanco como única opción y los materiales de construcción pese a su solidez y sensación premium adolecen del mismo problema de todas las generaciones anteriores: son un imán para arañazos y rozaduras, además de perder con facilidad ese brillo de los primeros días, sobre todo si acostumbras como yo a llevar el estuche en los bolsillos. 

El proceso de vinculación y configuración es rápido y muy sencillo, y su integración en el ecosistema de Apple es perfecto, como no podía ser de otra manera.

Aunque lo que más me ha llamado la atención es la velocidad con vuelven a retomar la conexión tras abrir la tapa del estuche, es casi instantánea. En las otras versiones era habitual cierto retraso, algo de pereza, incluso alguna que otra vez había que entrar a las opciones de bluetooth y forzar la conexión.

Durante los casi 10 días para este análisis de los AirPods de tercera generación no me ha ocurrido en ninguna ocasión, ni tan siquiera una ligera demora.

Al igual que los AirPods Pro, cuentan con sensores de detección de oído, aunque en los AirPods 3 se sustituye sensor por infrarrojos por un nuevo sensor de piel capaz de distinguir cuándo con gran fiabilidad si tenemos los auriculares en las orejas o sueltos en el bolsillo.

Su funcionamiento es fantástico, impresiona la facilidad con la que pausa y retoma la reproducción al retirarlo y volver a poner el auricular en la oreja, es instantáneo, ningún otro modelo que haya tenido la oportunidad de probar lo hace tan rápido.

De momento este sensor solo sirve para detectar la presencia del auricular en la oreja, pero abre la puerta a esas funcionalidades relacionadas con el mundo de la salud que siempre se han rumoreado para los AirPods.

Esto sí que es grave

Una de las críticas más extendidas es la ausencia de un sistema ANC de reducción de ruido y sinceramente no las entiendo en absoluto.

Los AirPods 3 no llegan como alternativa a los AirPods Pro, ni se trata de una versión mejorada de estos, son unos auriculares que incorporan parte de las mejoras del modelo más avanzado para aquellos que prefieren los auriculares de tipo abierto, como es mi caso.

Efectivamente, se cuelan los sonidos del exterior, se pierden frecuencias y si se sube el volumen en exceso las personas que están a tu alrededor pueden incluso escuchar tu música, pero no todo el mundo se siente cómodo con el canal auditivo obstruido ni aprecia la sensación de aislamiento de los sistema de reducción de ruido.

Apple ha rediseñado por completo el interior de los nuevos AirPods con un driver de sonido más grande, un nuevo amplificador y una salidas que expulsan una mayor cantidad de aire que mejora la respuesta de los graves, intentando emular la calidad de sonido del modelo Pro en una estructura abierta.

También ha incluído la misma función de ecualización en tiempo real que sus hermanos mayores. Con la ayuda de un micrófono orientado hacia el interior de cada auricular el sistema analiza lo que estamos escuchando y adapta el patrón de sonido en tiempo real al tipo de contenido que estemos escuchando.

En líneas generales los AirPods 3 suenan mejor que los AirPods 3 en todas las frecuencias, su sonido es mucho más limpio y dinámico, los graves más contundentes y mucho más marcados. 

La distorsión es inexistente incluso a tope de volumen, aunque esto ya se puede considerar una marca de la casa gracias al control adaptativo (Adaptive EQ). 

Aunque tiene un poco de truco, ya que en algunas canciones como Starlight de Muse se nota en exceso como a medida que se sube el nivel de volumen se se aplacan los graves para no provocar distorsión, lo que no evita que suenen realmente bien.

Por normal general en los AirPods siempre han mostrado un sonido muy equilibrado, con unos medios y los agudos muy firmes donde las voces se escuchan claras y nítidas en todo momento, son inigualables para escuchar podcast como el de Computerhoy.com.

En este aspecto nada ha cambiado, por lo que es en los graves donde se aprecia verdaderamente el salto. Escucha con ellos Rinzler de Daft Punk y te darás cuenta al instante. 

Y es que a pesar de su estructura abierta las frecuencias bajas están muy presentes, no llegan al nivel de contundencia de los modelos cerrados, pero no se queda lejos, lo que ya en sí mismo es un gran logro. 

Audio Espacial con seguimiento de cabeza

Al igual que pare el resto de modelos Apple ha incorporada la función de Audio Espacial a los nuevos AirPods 3, una característica que mediante el uso de algoritmos de audio 3D y filtros direccionales que ajustan en tiempo real las frecuencias e intensidad de las mismas que recibe cada oído, crea la sensación sonido envolvente en 360 grados.

La novedad en realidad es que los AirPods 3 se unen a los AirPods Pro y AirPods Max al añadir la función de seguimiento de cabeza. 

Con la ayuda de los acelerómetros y giroscopios el sistema puede detectar los movimientos de la cabeza con respecto a la fuente de audio, o lo que es lo mismo, si giramos la cabeza o movemos la fuente de lugar el sonido se adecúa a la nueva posición. 

Es como la vida real, si escuchamos a una persona de frente percibimos el sonido de una forma diferente a si estamos ligeramente ladeados donde escucharemos más por el oído más cercano que por el otro. 

Tanto el Audio Espacial como el seguimiento de cabeza funciona con cualquier fuente de sonido: Netflix, HBO Max, Amazon Prime Video, Tidal, YouTube etc., siempre que proceda de un dispositivo Apple con iOS 15.1, iPadOS 15.1, watchOS 8.1, tvOS 15.1 o macOS Monterey, y se pueden activar, desactivar o fijar (Audio Espacial sin seguimiento de cabeza).

La función de seguimiento de cabeza es curiosa y funciona realmente bien, aunque es más o menos evidente dependiendo del tipo de contenido y la fuente; se aprecia más con películas y series que con la música, sobre todo con los diálogos que parecen salir directamente de la boca de los actores, también se nota mucho con las llamadas grupales de Facetime.

En cuanto al Audio Espacial solo está disponible con las pistas de audio codificadas en Dolby Atmos que podemos encontrar sobre todo en Apple Music y Apple TV+.

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En este aspecto hay que distinguir entre bien entre música y películas o series, con las música el efecto es mucho menos sorprendente, e incluso con determinados temas como Bad Habits de Ed Sheeran o Levitating de Dua Lipa, podría decir que hasta contraproducente.

Las voces suenan impresionantes, muy nítidas pero en muchas ocasiones apocadas y pérdidas en la mezcla, la separación de instrumentos es muy perceptible, pero en general los temas pierden mucha vitalidad si los comparamos con la versión master de Tidal.

En Apple Music hay disponible un gran catálogo y listas de reproducción con temas mezclados en Dolby Atmos para Audio Espacial, y los resultados son muy dispares. He realizado muchas comparaciones y en la mayoría de casos, por no decir todos, me quedo con las versiones en estéreo de alta calidad deTidal.

Otra cosa diferente la encontramos en la parte cinematográfica, en los primeros pasajes de Finch protagonizada por Tom Hans podemos sentir como la arena y el polvo giran a nuestro alrededor, es sorprendente como unos auriculares de este tipo pueden crear una sensación tan envolvente.

En resumen, los AirPods 3 suenan mejor que los AirPods 2 y su calidad de sonido está bastante cerca de la de los AirPods Pro. Me quedo con las ganas de saber cómo funcionarán con las almohadillas de silicona, estoy convencido de que no habría grandes diferencias.

Cumple con lo que promete

La duración de la batería con los auriculares completamente cargados alcanza las 6 horas, frente a las 4,5 horas de los AirPods Pro, un avance significativo por parte de Apple.

Si contamos con las cuatro cargas adicionales completas que ofrece el estuche podemos llegar a las 30 horas totales de autonomía.

El estuche cuenta con un puerto de carga Lightning, y se incluye un cable USB-C, aunque no el cargador que corre de nuestra cuenta. Es compatible con carga inalámbrica Qi e incorpora como novedad la compatibilidad con los cargadores inalámbricos MagSafe de Apple.

Los anteriores AirPods también lo eran, ya que una cargador MagSafe no deja de ser un cargador inalámbrico Qi con imanes, la única diferencia es que ahora el estuche se pega la base de carga, nada más.

Cuentan además con sistema de carga rápida que ofrece hasta una hora de autonomía manteniendo los auriculares en el estuche solo 5 minutos.

Las pruebas de autonomía de este tipo de auriculares inalámbricos es siempre complicada, ya que en uso cotidiano lo habitual es que entren y salgan del estuche varias veces al día. 

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Hay muchos factores que pueden afectar la duración, las llamadas por ejemplo consumen más batería, al igual que la reproducción de pistas con audio espacial o un volumen demasiado elevado.

En mis pruebas, escuchando sólo música a un nivel medio/alto conseguí rondar las 6 horas que afirma Apple, además de las las cuatro cargas adicionales completas con el estuche, lo que está realmente bien.

Ni más, ni menos, simplemente lo esperado

Tras este análisis tengo que confesar que los nuevos AirPods 3 me han dejado un gran sabor de boca, como usuario de este tipo de auriculares cumplen de sobra con mis expectativas.

El único inconveniente, al menos de momento, es la incomodidad tras -tengo que decir que cada vez más largo- tiempo de uso, pero creo que no es un problema extrapolable a todos los potenciales usuarios. Eso sí, yo recomendaría probarlos antes de comprar.

El resto son mejoras sobre sus predecesores: mejor autonomía, calidad de sonido e incluso tamaño, lo que los convierte en lo que yo creo que buscaba Apple.

Y no es otra cosa que una alternativa a los AirPods Pro para aquellos usuarios que no se sienten cómodos con los auriculares cerrados y no dan especial importancia a la cancelación de ruido.