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Apple MacBook 13 con Touch Bar, análisis y opinión

Análisis y review del nuevo MacBook Pro de 13 pulgadas (2016) con Touch Bar, Touch ID y sus puertos USB-C Thunderbolt 3.0. Todo lo que tienes que saber en el test más completo de último portátil de Apple. ¿Merece la pena? ¿Cómo funciona la Touch Bar? Te lo contamos.
MarcaApple
ModeloMacBook Pro 13 con Touch Bar
TipoPortátil ultrabook
Dimensiones30,41 x 21,24 x 1,49 cm
Peso1,37 Kg
Fecha de lanzamiento2016-10-27 00:00:00
Sistema OperativomacOS Sierra 10.12.2
ProcesadorIntel Core i5 Dual Core a 2,9 GHz (Turbo Boost de hasta 3,3 GHz)
Memoria RAM8 GB de memoria LPDDR3 integrada a 2.133 MHz
Disco duroSSD PCIe integrado de 256 GB (opciones en 512 Gb y 1 Tb)
Tarjeta gráficaIntel Iris Graphics 550
Tarjeta de red / inalámbricaNo tiene / WiFi 802.11ac
Cámara frontalFaceTime HD a 720p
Tamaño de pantalla13,3"
Resolución de pantalla2.560x1.600
BateríaDe litio de 49,2 vatios/hora
Conectividad inalámbica / redesBluetooth 4.2
Conectores de datos / A/V4x DisplayPort nativa a través de USB-C, auriculares

Análisis en vídeo del MacBook Pro 13 Touch Bar

Tras años de ligeros retoques y pequeñas mejoras Apple ha decidido realizar una renovación profunda a su icónica gama de portátiles MacBook Pro. Una nueva generación con un profundo lavado de cara que ha llamado la atención fundamentalmente por dos aspectos: la nueva barra de acceso Touch Bar y la polémica por la supresión de los puertos.

¿Se limita a ésto la nueva generación de portátiles de Apple? Tras este análisis del MacBook Pro 2016 de 13 pulgadas con Touch Bar y Touch ID, estamos en disposición de afirmar que ni mucho menos, aunque es imposible negar que ambas cuestiones forman parte de las muchas luces, y alguna que otra sombra, del nuevo ordenador de Apple.

MacBook Pro 13 con Touch Bar analisis

Diseño, mejorando lo presente

A simple vista puede parecer que poco ha cambiado, ya que la nueva versión 2016 del MacBook Pro mantiene las mismas premisas generales en lo que a diseño y materiales de construcción se refiere con respecto a la anterior generación. Aunque si se puede apreciar algunos matices como la ausencia de manzana iluminada en la tapa superior, algo que ya pudimos ver en nuestro análisis del MacBook 12 y que seguro decepcionará a más de uno, o la disponibilidad de un nuevo color gris espacial que personalmente me parece muy bonito.

MacBook Pro 13 con Touch Bar sin manzana iluminada

Pese a que los cambios no resultan muy llamativos a primera vista, es en el contacto directo donde empezamos a percibir las primeras diferencias significativas y comenzamos a darnos cuenta de algo que pudimos tan solamente intuir durante su puesta de largo: el nuevo MacBook Pro 2016es una pequeña obra de ingeniería en sí misma, un cuidado ejercicio de miniaturización realizado de forma impecable por la firma americana.

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Construido íntegramente en aluminio (hasta la bisagra de la pantalla está realizada en este material, algo que no ocurría con el modelo anterior), su cuerpo unibody tiene un grosor de tan sólo 1,49 centímetros y un peso total de 1,37 kilos. Estas cifras pueden no impresionar por sí mismas, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos de sus competidores como Acer Swift 7, HP Spectre 13 o Dell XPS 13 mejoran estos guarismos, pero resultan un salto de gigante si nos centramos en el ecosistema Apple.

MacBook Pro 13 con Touch Bar contra MacBook Pro 2015

Y es que la reducción de tamaño con respecto la anterior versión es más que apreciable, incluso es un 12% más pequeño en términos de volumen que la versión equivalente del MacBook Air. En resumen, Apple ha conseguido lo que todos deseábamos: la portabilidad de un Air, y la potencia de la gama Pro en un mismo dispositivo.

Para ello ha tenido que “dar la vuelta” a su ordenador portátil de referencia, optimizando y cambiando la disposición de muchos de los elementos internos para dar cabida a dos pequeños ventiladores capaces de refrigerar de forma eficiente el conjunto. Para ello Apple ha tenido que agrandar las dos ranuras de ventilación de la zona inferior, un detalle algo feo que por suerte queda bastante escondido.

MacBook Pro 13 con Touch Bar ventilación

El resultado es portátil elegante, cuidado hasta el detalle, pero que no deja de ser robusto y resistente. Algo que podemos corroborar tras un mes de idas y venidas en mi mochila de los que ha logrado salir totalmente indemne.

La pantalla, el nuevo teclado, las dos salidas altavoces, el enorme Trackpad o el funcionamiento intrigante Touch Bar, son aspectos que también afectan a su diseño, pero que merecen una reflexión más amplia en estareview del MacBook Pro 13 con Touch Bar.

Una pantalla de perfil alto

La pantalla mantiene el mismo tamaño, 13 pulgadas, y resolución, 2.560x1.600 píxeles, que su predecesor, lo que a simple vista pudiera parecer un estancamiento en la realidad resulta todo lo contrario. La nueva pantalla retina de MacBook Pro es simplemente sobresaliente a todos los niveles.

Con un nivel de contraste y brillo un 67% superior a la anterior generación (hasta 500 nits según la compañía), y gracias a al uso del espacio de color P3 con el que se consigue un 25% más de colores con respecto al sRGB tradicional, Apple consigue una pantalla brillante, real y metafóricamente.

MacBook Pro 13 con Touch Bar 2016 pantalla retina

Las mejoras son evidentes desde el primer momento, sobre todo en lo que a fidelidad de color se refiere, algo que hará las delicias de diseñadores gráficos, editores de vídeo y fotógrafos que podrán ver por fin en el MacBook Pro un verdadero equipo de edición portátil.

Eso sí, conviene realizar un pequeño apunte en este aspecto, los colores son extremadamente cálidos en comparación a lo que estamos todos acostumbrados en las pantalla LCD IPS, algo que puede sorprender en un principio y que requiere un pequeño tiempo de adaptación.

analisis MacBook Pro 13 con Touch Bar pantalla retina

Para finalizar, cabe destacar en esteanálisis del MacBook Pro 2016 con pantalla de 13 pulgadas y Touch Barel gran comportamiento del panel en exteriores, así como la mejora en el tratamiento antirreflejos de la pantalla y el amplio ángulo de visión sin pérdida de la misma.

Tócalo al cuadrado: Touch Bar y Touch ID

Desde la aparición de los smartphones, y las primeras pantalla táctiles en tablets, ordenadores portátiles y equipos All In One, son muchos los que instaban a Apple a dar el salto a esta opción de interacción con el sistema, una petición que los de Cupertino siempre han ignorado, al menos hasta ahora.

La respuesta ha llegado finalmente en forma de pantalla táctil OLED de 2170x60 píxeles de resolución, que sustituye a la habitual fila de botones de función y que muestra los accesos directos y controles más adecuados para la aplicación en curso.

MacBook Pro 13 con Touch Bar prueba

Que nadie se alarme, las teclas de función se muestran en su totalidad con sólo pulsar la tecla fn, además todas las opciones asociadas a las mismas como los controles de brillo, volumen, iluminación de las teclas o reproducción que no desaparecen, simplemente se mantienen de forma resumida en la zona derecha y pueden ser desplegadas en su totalidad en cualquier momento con una simple pulsación, además se pueden personalizar a nuestro gusto, quitando aquellas que nos resulten poco útiles -en mi caso la iluminación de las teclas-, y sustituyéndolas por otras que nos puedan resultar más útiles.

ejemplo Touch Bar

En el extremo opuesto encontramos la tecla escape, que se mantiene siempre accesible salvo cuando desplegamos la totalidad de las teclas de función y accesos directos.

La zona central, la más amplia, queda reservada para los accesos más adecuados para la tarea o aplicación en curso, un área que puede personalizarse de forma rápida con botones a algunas funciones del sistema como nueva ventana, trasladar a papelera, abrir con etc. -que hasta ahora sólo eran accesibles desde los menús del finder o con el botón derecho- simplemente arrastrando, y que se activarán o quedarán atenuados dependiendo de si son afines a la tarea que estemos realizando, algo que resulta realmente práctico.

personalizar touch bar

La mayoría de aplicaciones de sistema cuentan con su propia Touch Bar personalizada, aunque no en todos los casos resulta de igual utilidad. Safari, y la miniaturización de las pestañas o el acceso a favoritos, la aplicación de correo con los accesos rápidos para añadir destinatarios, responder o clasificar los mails, y edición y visualización de fotografía, ya que puedes moverte por las miniaturas de cada foto y aplicar filtros sin salir de la Touch Bar; Son algunas de las aplicaciones que mayor partido sacan a la pequeña pantalla táctil.

Touch Bar safari

Touch Bar correo

Touch Bar video

Así como la reproducción de vídeo y la edición en Final Cut Pro Pro, de largo la funcionalidad que más he utilizado durante estos días, ya que resulta realmente práctico tener tan a mano los controles de reproducción, además de una forma muy precisa y rápida de avanzar o retroceder en el visionado.

Touch bar final cut

Software de terceros como Microsoft Office, 1Password o Pixelmator son ya compatibles con la Touch Bar -Photoshop está al caer- y ya están apareciendo algunas aplicaciones propias sólo para la Touch Bar, como Touch Launcher, una app que permite personalizar la barra con accesos directos a aplicaciones, carpetas o ficheros.

Otras funciones de la Touch Bar es el texto predictivo -con sugerencias para completar el texto conforme escribimos-, los emojis, o las opciones de fuente y formateo de texto -negrita, cursiva, subrayado etc.-, opciones muy vistosas pero, al menos para mi, poco útiles. Las tradicionales combinaciones de teclas me siguen pareciendo mucho más ágiles gracias a los automatismos adquiridos a través de los años.

MacBook Pro 13 con Touch Bar teclado

En cuanto a los emojis lo dicho, muy bonito para foto, la publicidad y para presumir ante los amigos, pero poco más. Supongo que dependerá de cada perfil de usuario, la verdad es que no soy mucho de poner caritas, llamadme soso.

Personalmente, y tras varias semanas conviviendo día a día con la Touch Bar para este análisis del nuevo MacBook Pro 13 2016, tengo sensaciones encontradas con esta nueva forma interacción que nos propone Apple.

Por una lado me resulta mucho más convincente que las pantallas táctiles, al menos como las hemos vivido hasta ahora. Tengo claro que para que una pantalla táctil sea realmente productiva y útil para el usuario el sistema operativo tiene que estar pensado para este modo de interacción, algo para lo que Mac OS y Windows, por mucho que intenten convencernos en Redmont de lo contrario, no están preparados.

Apple MacBook 13 con Touch Bar, análisis y opinión

Esto no quiere decir que la Touch Bar me parezca ni mucho menos la panacea, aunque es cierto que permite agilizar algunas tareas y que resulta de gran ayuda para descubrir funciones en programas nuevos, o que no utilicemos con mucha frecuencia. Además es presumible que su utilidad irá creciendo conforme a las desarrolladores empiecen a tenerla en cuenta para sus aplicaciones, pero salvo para algunas tareas puntuales: navegación, correo o reproducción de vídeo, no me he sentido una gran pérdida al volver de nuevo a mi barra de funciones tradicional con sus mundanos y desfasados botones, uno que es muy raro por lo que comentan por aquí.

Lo que si he echado de menos al volver a la realidad es el nuevo botón con Touch ID. Es cierto que un lector de huellas no es nada nuevo en un portátil, pero no tan bien implementada.

Escondido en el botón mecánico de encendido y perfectamente disimulado en la Touch Bar gracias a su recubrimiento de cristal de zafiro, elsensor de huellas Touch ID del MacBook Pro 2016es rápido y preciso, con una tasa de errores muy baja, diría incluso que funciona mejor que el del iPhone 7, que ya es decir.

Gracias a él ya no es necesario introducir las credenciales de inicio al arrancar el equipo o despertarlo del reposo, tampoco al modificar algún parámetro de sistema, y permite, por ejemplo, proteger con huella dactilar nuestras notas.

MacBook Pro 13 con Touch ID

Además es compatible con Apple Pay -ya disponible en España-, por lo que podrás olvidarte de tener que introducir los números de tu tarjeta de crédito cada vez que hagas una compra online en Safari, y gracias a la API para desarrolladores poco a poco empezarán a llegar los programas compatibles con esta funcionalidad.

Toda la información de la huella dactilar queda cifrada y almacenada en el chip T1 y su funcionamiento es sencillo: cada vez que el sistema necesita realizar un pago, el chip valida la huella y genera un token temporal con la información de pago, es decir, la huella no se almacena en el sistema operativo ni sale nunca del ordenador, garantizando al máximo la seguridad.

Trackpad a lo grande, y un teclado que me suena

Al margen de otros aspectos el teclado es una de las partes fundamentales de un ordenador portátil, siendo uno de los cambios más significativos del nuevo MacBook 2016.

El nuevo teclado cuenta con teclas más grandes iluminadas de forma individual -con un sensor de luz que deshabilita la iluminación cuando es innecesaria-, además de un menor espacio entre las mismas y la segunda generación del mecanismo de mariposa que ya pudimos ver en el MacBook 12, un sistema que según Apple mejora la respuesta y multiplica hasta en 4 veces la estabilidad a la hora de escribir.

MacBook Pro 13 teclado grande

El resultado, tal y como hemos comprobado durante este análisis del MacBook Pro 2016 con Touch Bar, es un teclado extraño, donde las teclas -con los bordes ligeramente curvados- tienen un recorrido muy reducido que en ocasiones te hace hasta cuestionarte si realmente has pulsado la tecla, sobre todo en pulsaciones recurrentes como la barra espaciadora. Mención aparte merece el sonido fuerte y seco que provoca cada “golpe de tecla”, bastante molesto y nada discreto al que yo he sido incapaz de acostumbrarme.

En realidad cuesta cogerle el truco a todo el teclado en general, en los primeros días uno se siente torpe, con la sensación de estar aporreando la teclas, aunque poco a poco la sensación se desvanece y la velocidad de escritura aumenta hasta los niveles habituales e incluso me atrevo a decir que mejora sensiblemente gracias a un teclado que termina resultando cómodo y estable.

MacBook Pro 13 (2016) teclados

Por suerte, el sonido de las teclas no es el único que podrás escuchar, a ambos lados del teclado se encuentran por primera vez, dos salidas de altavoces que ofrecen un sonido potente con un nivel de distorsión muy comedido y unos graves apreciables, más que suficientes para poder disfrutar con calidad de una película o serie sin tener que recurrir a los auriculares.

En cuanto al trackpad este aumenta su tamaño de forma realmente significativa, nada menos que un 46% con respecto al modelo anterior en esta versión con pantalla de 13 pulgadas. Es tan grande que resulta incluso abrumador dando la sensación de que no pararán de provocarse pulsaciones involuntarias al apoyar las muñecas para escribir, algo que sorprendentemente no ocurre, ya que el sistema es capaz de distinguir entre las pulsaciones reales y las involuntarias.

MacBook Pro 13 vs MacBook Pro 15

Al igual que su predecesor el nuevo trackpad incorpora la tecnología Force Touch, sin la cual sería casi imposible disponer de una superficie “clickable” tan extensa, ya que en realidad el trackpad no se hunde físicamente, simplemente se genera la sensación mediante un motor háptico.

Además, gracias a esta tecnología es capaz de reconocer hasta dos niveles presión, una funcionalidad a la que siendo sincero nunca he sabido sacarle partido en mi actual MacBook de 2015.

teclado iiuminado mac

Lo que realmente es fantástico de tener un trackpad tan grande es la posibilidad de moverte por toda la pantalla sin necesidad de levantar el dedo. En realidad es como si la matriz táctil de la pantalla se hubiera separado de la misma para incrustarse dentro del trackpad.

Conectividad, el talón de Aquiles

Llegamos sin duda a uno de los puntos calientes en estareview y análisis del MacBook Pro 13 con Touch Bar. Y es que la miniaturización tiene un precio, no sólo económico, en el caso del nuevo portátil de Apple también en forma de conexiones físicas que se reducen a una conexión de auriculares y cuatro puertos bidireccionales Thunderbolt 3 con conectores USB-C, dos en cada uno de los laterales, y para de contar.

USB-C

Nada de HDMI, USB 3.1 o lector de tarjetas, la conectividad física del nuevo MacBook 2016 queda resumida en cuatro potentes puertos USB-C capaces de dar y recibir energía y alcanzar velocidades de transferencia de datos de hasta 40 Gb/s, a los que es posible conectar de forma simultánea hasta dos monitores 4K o uno 5K.

Una de las ventajas es la posibilidad de cagar la batería desde cualquier de los cuatro puertos, muy cómodo la verdad, aunque la estandarización del puerto de carga tiene como desventaja la ausencia de la conexión imantada Magsafe que tantos costosos portátiles de Apple han salvado de terminar estampados contra el suelo, y la desaparición de LED indicador de carga en proceso o finalizada que a muchos tanto nos gustaba.

MacBook Pro 13 bateria

Se trata además de puertos multiformato compatibles con carga, DisplayPort, Thunderbolt (hasta 40 Gb/s) y USB 3.1 Gen 2 (hasta 10 Gb/s), que además pueden reconvertirse en puertos de vídeo como HDMI, DVI o VGA etc., aunque en todos los casos deberás recurrir a los oportunos adaptadores o cables.

Mi experiencia personal durante esta prueba del MacBook Pro 13 de 2016 no ha sido excesivamente traumática, aunque entiendo perfectamente que para determinados usuarios la ausencia de puertos nativos pueda ser un tremendo escollo.

MacBook Pro 13 con Touch Bar USC-C a USB

En mi caso he logrado sobrevivir con un cable lightning a USB-C para poder cargar el iPhone, y un adaptador USB 3.1 (A) a USB-C de un euro comprado en una conocida tienda china online (al tratarse de un estándar no propietario de Apple parece que no será obligatorio utilizar adaptadores originales, algo muy a tener en cuenta y que se agradece) para conectar mis discos duros externos. A decir verdad, sólo he echado en falta, y mucho, un adaptador HDMI para conectar el monitor externo Full HD de la oficina, y la posibilidad de conectarme a la red de la redacción mediante cable Ethernet.

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Tal vez el problema sea ese, que he conseguido únicamente sobrevivir sabiendo que en cuatro semanas volvería a la rutina de mi MacBook Pro 2015. No puedo negar que en el caso de un uso más a largo plazo no hubiera podido desarrollar una actividad totalmente normal sin al menos estos cuatro adaptadores, con el inconveniente no sólo de tener que adquirirlos, una inversión ínfima frente a los 1.999 euros deprecio de salida del nuevo MacBook 13 Touch Bar con sensor Touch ID integrado, también el tener que preocuparme de llevarlos junto al equipo en todo momento.

conexiones MacBook Pro 13 Touch Bar

Es cierto que USB-C poco a poco se está convirtiendo en un estándar -irónicamente, de forma nativa, no podemos cargar o sincronizar un iPhone 7 pero si algunos de los últimos móviles Android de gama alta como el Google Pixel XL, el OnePlus 3 o el LG G5- pero todavía no está lo suficientemente extendido como para defender una decisión tan arriesgada.

Hardware y rendimiento a la altura

En su interior encontramos un procesador Intel Core i5 de doble núcleo a 2,9 GHz con 4 MB de caché de nivel 3 compartida (ojo, de la generación anterior a la actual) con 8 GB de memoria RAM LPDDR3 integrada a 2.133 MHz y disco SSD PCIe de 256 GB, para la versión más básica, la que nosotros hemos probado.

Todos los elementos son mejorables, ya que existen opciones de configuración extendidas con procesadores Intel Core i5 de doble núcleo a 3,1 Ghz o Intel Core i7 de doble núcleo a 3,3 Ghz, además de 16 GB de memoria RAM, y dos opciones más de SSD de 512 GB o 1 TB.

Una cuestión nada baladí, si tenemos en cuenta que una vez decidida la configuración final no tendremos opción a una futura ampliación ya que la memoria RAM y el disco de estado sólido SSD están soldados directamente a la placa base.

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También sufre la misma suerte la tarjeta gráfica, ya que el modelos de 13 pulgadas no cuentan con la opción de tarjeta gráfica dedicada, por lo que hay que conformarse con la Intel Iris Graphics 550 integrada, sin duda el punto débil a la hora de analizar el rendimiento en estetest del MacBook Pro de 13 pulgadas con Touch Bar y Touch ID.

En el día a día el rendimiento es muy satisfactorio, permitiendo afrontar todas las tareas habituales e incluso algunas de muy alta exigencia, como la edición de vídeo en 4K con Final Cut Pro con bastante soltura y unos tiempos de renderización más que aceptables.

El procesador se comporta según lo esperado, a lo que hay que añadir una memoria RAM muy eficiente y un disco SSD extremadamente rápido (más de 2.000 Mb/s en velocidad de lectura y picos de 1.948 Gb/s en escritura.

MacBook Pro 13 Disk Speed Test

Los resultados en los benchmark sintéticos como Geekbench 4 que analizan el rendimiento de la CPU lo sitúan, en rendimiento multinúcleo con 7.635 puntos, por encima incluso de otros ultrabooks con procesadores Core i7 como la Surface Pro 4 de Microsoft.

MacBook Pro 13 Geekbench

No ocurre lo mismo si nos centramos en la parte gráfica donde la gráfica integrada Intel Iris Graphics 550 ofrece resultados realmente pobres frente a las gráficas dedicadas. Como puedes comprobar por ti mismo en la tabla de resultados de GFXbench:

MacBook Pro 13 GFXbench

Con esta credenciales está claro que no es equipo para mover juegos exigentes, al menos no con una resolución y tasa de frames (fps) adecuadas.

Pese a todo, queda claro que este análisis de MacBook Pro de 13 pulgadas con Touch Bar de 2016no es una máquina pensada para jugar, por mucho que su alto precio pudiera llevar a confusión. Un detalle, pese a lo intentos de “tocarle las narices” los niveles de temperatura se han mantenido muy estables, siendo muy pocas la ocasiones en la que han tenido que activarse los ventiladores.

En lo referente a la batería, pese a que Apple afirma haber realizado mejoras en este aspecto, no he notado excesivas diferencia con respecto a la generación anterior.

El tiempo de una carga completa se sitúa en unas dos horas y la autonomía se dilata hasta algo más de 7 horas con la pantalla en brillo variable y realizando tareas comunes no muy exigentes: correo, navegación, redes sociales y alguna que otra serie o película en streaming desde Netflix, por lo que la mejora no es en sí misma una mayor autonomía, si no mantenerla en un equipo más pequeño y ligero.
 

Renovación a la altura

Tras cuatro semanas de trabajo diario para confeccionar esteanálisis del MacBook Pro 13 con Touch Bar he de reconocer que me ha constado mucho menos de los que pensé en un primer momento desprenderme de él. Ésto no quiere decir que me haya sentido decepcionado con el nuevo portátil de Apple, todo lo contrario, simplemente no he terminado de “enganchar” con algunos de los elementos diferenciales de la nueva versión, como la Touch Bar y, sobre todo, la ausencia de conectores nativos.

Entiendo que Apple ha querido dar un golpe sobre la mesa, romper con el pasado y mirar sólo hacia delante, pero como ya comenté en mi análisis del iPhone 7 Plus sobre la polémica con el conector de auriculares, creo que se trata de una situación similar. En mi opinión todavía es demasiado pronto para considerar USB-C un estándar de conexión verdaderamente relevante y extendido como para tomar una decisión tan radical.

Thunderbolt USB-C

En cuanto al Touch Bar es una opción de interacción con el sistema mucho más eficiente que las para mi poco productivas pantallas táctiles de los ultrabooks con Windows 10, aunque todavía le falta recorrido para llegar a ser un elemento clave en la decisión de compra. En mi caso he convivido con ella y utilizado de forma regular muchas de sus sugerencias y atajos pero, a día de hoy, no ha sido suficiente para crear en mi una necesidad, ni en comparación he visto mermada mi productividad al eliminarla de mi día a día.

ejemplo Touch Bar

Aunque nada de esto desdibuja todo lo que bueno del nuevo MacBook Pro 13 de 2016. Un diseño impecable, pequeño, ligero y muy robusto, junto a una pantalla con un nivel de brillo y gamut de color casi profesionales, un disco SSD extremadamente rápido, dos altavoces que arrojan un sonido muy convincente y el mejor lector de huellas que puedes encontrar en un portátil, son argumentos de mucho peso. A los que hay que sumar un enorme y realmente cómodo trackpad, además de un teclado algo extraño, pero que extremadamente estable y eficiente una vez que coges el tranquillo.

precio MacBook Pro 13 con Touch Bar

Todo ello en un equipo con un rendimiento sobresaliente, capaz de afrontar sin que se le suban los colores cualquier tarea cotidiana, además de trabajos de alta exigencia como la edición de vídeo 4K.

El precio del MacBook Pro 13 con Touch Barparte de los 1.999 euros en su versión de con Intel Core i5, 8 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento SSD, sin duda un precio muy elevado, aunque puede no serlo tanto si tenemos en cuenta que no llevaremos a casa un equipo con una manufactura impecable y muy largo recorrido.
 

Nuestra valoración

Lo mejor

  • Diseño y construcción excelentes
  • Calidad de la pantalla
  • Sensor de huellas rápido y preciso
  • Rendimiento CPU
  • Autonomía

Lo peor

  • Precio
  • Conectividad limitada
  • No ampliable
  • Teclado ruidoso
  • Rendimiento gráfico
82

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Etiquetas: MacBook Pro