Huawei Matebook 13, análisis y opinión
Huawei ha vuelto al Mobile World Congress con, además de su primer teléfono flexible, el Mate X, la nueva generación de sus portátiles Matebook.
La compañía china ha renovado el Matebook X Pro, su portátil más premium hasta la fecha, pero también ha ''sorprendido'' con el Huawei Matebook 13, un Ultrabook que destaca por combinar potencia, diseño y buen precio.
Nosotros llevamos unos días trabajando con el modelo que llegará a España, con el teclado con la ''eñe'' y el procesador Intel Core i7, y a continuación os contaremos nuestra opinión del Huawei Matebook 13 en nuestro análisis.
Huawei Matebook 13 | |
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Pantalla | IPS táctil de 13'' Resolución: 2.160 x 1.440 |
Procesador | Intel Core i5-8565U 4 núcleos y 8 hilos Frecuencia base: 1,80 GHz Frecuencia Boost: 4,60 GHz |
GPU | Intel UHD 620 |
Memoria RAM | 8 GB |
Almacenamiento | SSD 500 GB |
Puertos | 2 x USB Tipo-C (uno de carga con carga rápida) / Jack 3,5 mm |
Batería | 41,7 W (3.660 mAh a 11,4 V) Carga rápida: 100% en dos horas |
Dimensiones y peso | 286 x 211 x 14,9 mm 1,3 kg |
Precio | Desde 999 euros (modelo i5) |
Eso sí, antes de ello, hay que decir que la compañía cuenta, en estos momentos, con el Matebook E, el dispositivo 2 en 1, el Matebook X Pro en la gama premium, el Matebook D en la gama media y este Matebook 13 que se encuadra, en cierto modo, en tierra de nadie.
El modelo con el Intel Core i5 parte de los 999 euros, el mismo precio el el Ultrabook de Xiaomi y menos dinero que las apuestas de Microsoft, Apple y otras compañías con dispositivos Ultrabook, y esa es una baza a favor de Huawei.
Sin más dilación, si queréis saber si merece la pena su compra, os dejamos nuestro análisis del Huawei Matebook 13 tanto en vídeo, a continuación, como en texto.
Chasis de aluminio muy elegante
Empezamos el análisis del Huawei Matebook 13 hablando del diseño. Y es que, desde el momento en que lo sacamos de la caja, sorprende.
Se trata de un Ultrabook construido por completo en aluminio de color plateado, como los MacBook antes de pasarse al ''gris espacial''.
El diseño es muy sobrio, con una gran armonía que queda ''rota'' únicamente por el logro cromado de Huawei en el centro de ''tapa''. De hecho, el logo está colocado de tal forma que resulta identificable para la persona que mire el portátil abierto de frente, como la manzana de los MacBook.
Si atendemos a los laterales, observamos que tiene biseles de aluminio pulido recorriendo el cuerpo, señalando la separación entre la base y la pantalla. En el lateral izquierdo nos encontramos el jack 3,5 mm para conectar auriculares y un USB Tipo-C.
Este USB es el que usamos para cargar el dispositivo, pero también podemos usarlo para transferir archivos. En la parte derecha tenemos un único USB Tipo-C, y este solo se puede utilizar para compartir archivos mediante un sistema de almacenamiento compatible.
Si damos la vuelta al portátil, nos encontramos la rejilla de ventilación, bastante generosa, y los dos altavoces.
Ahora, toca abrir el portátil, y lo primero que sorprende son los marcos de la pantalla. En los laterales tienen unas dimensiones muy reducidas, siendo algo más gruesos en la parte inferior, con el logo cromado de Huawei, y en la superior, con la cámara.
Aquí no tenemos una solución de cámara escondida bajo una tecla, como en el modelo X Pro, pero está claro que había que hacer algunas concesiones para reducir el precio, y esta es una de ellas.
El botón de encendido cuenta con lector de huellas, tenemos un touchpad con un tamaño considerable (teniendo en cuenta las dimensiones del cuerpo) y un teclado de tamaño completo del que hablaremos más adelante.
El diseño es muy premium. El aluminio hace que un portátil gane mucho, pero Huawei ha dotado de detalles ''top'' al dispositivo con esos biseles cromados que comentamos hace unas líneas, así como los mismos detalles alrededor del botón de encendido y el touchpad.
El peso del portátil, apenas 1,3 kilogramos, termina de redondear un apartado al que se le pueden poner pocas pegas. Realmente, transportar el Huawei Matebook 13 es un placer, ya que no solo no ocupa espacio en la mochila, sino que, además, no pesa.
Pantalla táctil muy bien calibrada, aunque brillante
Recientemente hemos recibido una hornada de equipos que están muy pensados para trabajar. La relación de aspecto 3:2 es ideal para esta labor, ya que nos permite contar con algo más de anchura en la vertical para, así, utilizar de forma más cómoda tanto la web como un editor de texto.
Lo hemos visto en el Surface Laptop 2 y en el Surface Pro 6 y, de nuevo, en el Matebook 13. Contamos con una pantalla con panel IPS táctil con una resolución de 2.160 x 1.440 píxeles, lo que nos da una densidad de casi 200 píxeles por pulgada, lo que en sus 13,3'' es más que aceptable.
La nitidez es buena, el tratamiento del color es fantástico y no hay aberración cromática ni problemas con los ángulos de visión. Eso sí, hay dos pegas con esta pantalla. La primera es que tiene un acabado brillante, y como toda pantalla con este tipo de ''cristal'', refleja mucho cuando hay una fuente de luz.
El segundo es que el brillo, sin ser bajo (unos 300 nits), sí se hace escaso en exteriores debido a los propios reflejos que ocasiona el panel brillante que comentamos. Es algo inherente a este tipo de acabados, y aunque el aspecto es muy premium, hay que tenerlo en cuenta si vais a viajar mucho en tren, por ejemplo, o trabajar donde haya una fuente directa de luz apuntando a la pantalla.
Por lo demás, tenemos una pantalla que se ve muy bien, pero que también se siente de forma correcta, ya que la respuesta táctil es excelente y, aunque hay algunos fallos, no es ''culpa'' de la pantalla, sino una carencia de Windows 10 que, eso sí, poco a poco va puliendo.
Lo importante es que, tanto para consumir contenido (sin ser este el uso principal) como para crearlo, tenemos una pantalla con una resolución correcta, lo que nos da esa nitidez comentada y la posibilidad de generar un escritorio con tamaño suficiente como para trabajar con dos aplicaciones sin problema.
Intel Core de octava generación para un rendimiento a la altura en ofimática
Si pasamos al interior, nos encontramos una configuración de hardware curiosa, ya que tenemos uno de los mejores procesadores que podemos encontrar en un Ultrabook. Nosotros hemos analizado el Huawei Matebook 13 en su configuración de 8 GB de memoria RAM y el Intel Core i7-8565U.
Se trata de un procesador de bajo consumo, 15 W que podemos forzar a 20 W en un momento dado, con cuatro núcleos, ocho hilos y una frecuencia de 1,8 GHz de base y 4,6 GHz en modo boost.
Esta versión no cuenta con la GPU Nvidia MX150, y antes de pasar a las sensaciones trabajando, os dejamos una tabla que muestra el resultado de los benchmarks, las pruebas sintéticas que ''pasamos'' en todos nuestros análisis.
Modo máximo rendimiento | Matebook 13 | Surface Laptop 2 | Surface Pro 6 |
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Geekbench 4 CPU | Single-Core: 5.244 puntos Multi-Core: 17.553 puntos | Single-Core: 3.894 puntos puntos Multi-Core: 11.317 puntos | Single-Core: 4.195 puntos Multi-Core: 13.014 puntos |
GeekBench 4 OpenCL | 37.442 puntos | 34,966 puntos | 35.013 puntos |
PC Mark | 4.286 puntos | 3.055 puntos | 3.438 puntos |
Cinebench R15 | 700 puntos | 489 puntos | 569 puntos |
Cinebench R15 OpenGL | 56,72 fps | 49,07 fps | 50,92 fps |
Ahora bien, hemos visto la comparativa del Matebook 13 con algunos de sus rivales, toca ver la diferencia de rendimiento en el test sintético entre el modo economizador y el de máximo rendimiento:
Modo economizador | Modo máximo rendimiento | |
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Geekbench 4 OpenCL | 36.305 puntos | 34.442 puntos |
GeekBench 4 CPU | Single-Core: 4.946 puntos Multi-Core: 17.242 puntos | Single-Core: 5.244 puntos Multi-Core: 17.553 puntos |
PCMark 10 | 2.346 puntos | 4.286 puntos |
Cinebench R15 CPU | 431 puntos | 700 puntos |
Cinebench R15 OpenGL | 41,51 fps | 56,72 fps |
Como podéis ver, hay diferencia en el benchmark entre el modo economizador y el modo de máximo rendimiento, pero... ¿se nota esto en el día a día? Realmente, estamos ante un equipo cuyo uso principal va a ser el de ofimática, y cumple con creces.
Trabajando en momentos puntuales con edición de vídeo, retoque de fotografías en lote y más de 20 pestañas abiertas, una con Youtube Music de forma permanente, el equipo se ha comportado como debe. Hay, de vez en cuando, alguna animación que falla, pero en ningún momento va ahogado ni notamos que, quizá, tenemos muchas cosas abiertas.
El procesador se porta de maravilla en este sentido, y lo cierto es que la GPU integrada, la Intel HD620, también hace su - buen - trabajo a la hora de reproducir vídeo en 4K o tareas algo más pesadas a nivel gráfico.
El SSD del modelo analizado cuenta con una capacidad de 500 GB. Se trata de uno de los más rápidos que podemos encontrar en estos momentos, algo que se nota sobremanera en la apertura de aplicaciones y en ese trabajo por lotes en photoshop. Si hablamos de números, contamos con una lectura secuencial de 3.396 MB/s y una escritura secuencial de 2.531 MB/s.
Es decir, en rendimiento, cumple con lo esperado y, de hecho, supera a equipos más caros, como los dos Surface que cuentan con un procesador de menor categoría, aunque también sean de octava generación. Para trabajar, no vamos a tener ningún problema.
No nos enteramos del calor... ni del ruido del ventilador
Intel no ha conseguido bajar, aún, de los 14 nanómetros en sus procesadores, y eso se traduce en más calor que lo que tendríamos con un procesador en una litografía de 10 nanómetros. Sin embargo, tenemos buenas noticias en este apartado.
Y es que, Huawei ha sabido contrarrestar el calor del chip i7, incluso con mucha carga, con el chasis de aluminio y un disipador activo que expulsa el aire por la parte trasera. El calor se concentra en un punto muy concreto, la parte superior derecha, cerca del lector de huellas, y se distribuye por el conjunto del equipo mediante la disipación activa (gracias al aluminio).
Solo cuando estamos sometiendo el portátil a un trabajo intenso (en nuestro caso, los benchmarks como PC Mark o carga de Photoshop, se activa el disipador activo, el ventilador, que no produce demasiado ruido, pasando desapercibido si estamos escuchando música.
Los mejores adaptadores USB Tipo-C
La temperatura ronda los 40º en reposo, subiendo hasta los 50º cuando estamos trabajando con varias pestañas en Chrome o con photoshop. El cuerpo no quema, tampoco nos vamos a calentar los muslos si lo utilizamos sobre las rodillas y el ruido del ventilador no molesta.
Teclado a la altura, touchpad que puede mejorar
Ahora bien, estamos ante un equipo para crear contenido, y una pieza fundamental de la ecuación es el teclado y el touchpad. El teclado, como hemos comentado, tiene un tamaño completo y resulta realmente cómodo escribir.
No es excelente, como los de Surface, pero sí tiene un buen recorrido, dos niveles de retroiluminación y tanto el rebote de la tecla como el sonido que produce es muy satisfactorio.
No podemos decir lo mismo del touchpad. Los fabricantes de portátiles (que no son Apple y Microsoft) siguen sin dar en el clavo en este sentido y aquí, aunque nos encontramos con un touchpad que responde bien a los gestos, no notamos ''soltura'' a la hora de escribir y desplazarnos.
Es de agradecer que haya un sistema de bloqueo automático para evitar pulsaciones falsas, pero cuando estamos escribiendo y queremos seleccionar el ratón, debemos dar una especie de toque antes para ''desbloquear'' el touchpad.
No hace falta pulsar, pero sí pasar el dedo por encima para poder usar el ratón. En este sentido, como suele pasar con los portátiles Windows, una de cal y una de arena, un teclado que responde de maravilla y un touchpad al que solo le falta un poquito para colocarse entre los ''grandes''.
Buena autonomía y carga rápida, la magia de Huawei
Y, además del peso, la potencia suficiente y la comodidad del teclado, una de las claves de los Ultrabook está en el apartado de la batería. Si no hay una batería que nos dé para una jornada de trabajo, lo demás pasa a un segundo plano. Y hay buenas noticias.
Huawei destaca en móviles, además de por las cámaras, por la capacidad y sistema de carga de sus baterías. Empezando por lo primero, en nuestras pruebas se ha comportado bien, dándonos unas seis horas de batería, cinco si somos más exigentes con el uso de Photoshop, esto en modo ''mejor batería'' (que no es el modo más agresivo) y con el brillo al 50%.
En un modo economizador extremo logramos arañar media hora más, lo suficiente para encontrar rápido un enchufe. Ahora bien, ¿qué tal la carga del Matebook 13? Huawei prometía una carga del 100% en menos de dos horas, y realmente así ha sido.
El dispositivo cuenta con un cargador de 64 W que nos ofrece una carga del 50% en, aproximadamente, 40 minutos, con un ligero descenso de velocidad de carga pasada ese tiempo para empezar una carga algo más lenta.
La batería del Huawei Matebook 13 casi da para una jornada de trabajo exigente, y podemos seleccionar diferentes modos de energía para aprovechar más el hardware... o limitar la potencia del dispositivo. Y es que, en el modo de máxima batería se bloquea la frecuencia del procesador para no pasar de los 1,8 GHz y, así, no consumir demasiado.
PC Manager y Huawei Share, un extra bien recibido
Antes de terminar con el análisis del Matebook 13, debemos hablar de una característica curiosa. Se trata de la implementación del sistema Huawei Share, algo que la compañía utiliza para, mediante NFC, compartir información entre dispositivos.
La pegatina que vemos al lado de la pegatina de Intel no se puede quitar, ya que se trata de la pegatina que cuenta con el chip NFC. ¿Cómo funciona? Gracias al software PC Manager (desde el que podemos monitorizar ciertos elementos del portátil, activamos el modo ''compartir contenido''.
En mi caso, si apoyo el Huawei Mate 20 en la zona, se activa el modo de emparejamiento para poder enlazar ambos dispositivos y, así, empezar a compartir contenido entre ambos sin necesidad de ocupar uno de los puertos USB Tipo-C (un bien, como habéis visto, muy escaso en este PC).
Con PC Manager podemos tomar notas, monitorizar el rendimiento de la CPU y hacer capturas de pantalla, pero Windows 10 ya cuenta con estas funciones de forma nativa y, al final, lo más útil es Huawei Share.
Sí, puede que nunca lo utilicéis, pero está ahí.
Un Ultrabook que, aún con sus sombras, pondrá las cosas difíciles a la competencia
Huawei sigue afinando la maquinaria y con el Matebook 13 ha demostrado que saben recortar en ciertos aspectos de los dispositivos más caros, el Matebook X Pro, sin por ello crear un portátil que de la sensación de ser ''barato'' o de menor categoría.
La construcción en aluminio es muy buena, no solo con un tacto y un peso agradable, sino con detalles ''de calidad'', como los bordes cromados o el logo en aluminio cepillado brillante. La pantalla cuenta con ese acabado brillante que da un toque premium, pese a los propios brillos, obviamente, que se producen, y la sensación es la de tener un equipo mucho más caro de lo que realmente es.
El rendimiento de su Intel Core i7 es fantástico en su segmento, ya que se trata de un chip que es capaz de rendir de maravilla en tareas de creación de contenido y, además, el propio cuerpo de aluminio y el sistema de disipación activa se encargan de mantener a raya el calor.
Eso sí, no es perfecto. Ya hemos comentado que la pantalla produce brillos, y otro punto en contra es el sonido. Los dos altavoces no cuentan con un mal sonido per se ya que, sin tener un volumen demasiado alto, ofrecen buenos graves y no se distorsionan los agudos.
El problema es que apuntan a la superficie de apoyo de manera totalmente perpenticular, dando la sensación de un sonido enlatado que no resulta agradable. Además, nos habría gustado que la bisagra fuera algo más flexible, ya que no podemos abrir el portátil con una sola mano.
Estas son las alternativas contra las que luchará el Matebook 13
Son detalles que no consiguen empañar un equipo que, por 1.299 euros en su versión Intel Core i7, y 999 en la versión con el i5, es uno de los mejores Ultrabook del mercado en estos momentos.
Nuestra valoración
Lo mejor
- Autonomía y carga rápida
- Pantalla bien calibrada
- Teclado muy agradable
- Disipación de calor
Lo peor
- Solo dos USB Tipo-C
- Pantalla con acabado brillante
- El touchpad deja que desear
- El sonido
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Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
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