Huawei P50 Pocket, análisis y opinión

Echando la vista atrás, durante la última década no se ha evolucionado demasiado en el formato monolítico de los móviles. 2022 parece que será el gran año de los móviles plegables que llegan a revolucionar el formato.

El Huawei P50 Pocket marca el inicio de una nueva línea de smartphones plegables de tipo concha que amplía la oferta de un ambicioso salto en los móviles Premium de Huawei y, en concreto, el modelo que tenemos entre manos parece más un diseño de alta costura que un dispositivo de fría tecnología.

Como en la moda de alta costura, la innovación y las últimas tendencias llegan con un precio que puede ser prohibitivo para muchos. El  con un precio de salida de 1.599 euros, muy en la línea de plegables como el Oppo Find N o su rival más directo por formato, el Samsung Galaxy Z Flip 3.

Análisis de Huawei P50 Pocket por apartados:

• Diseño y conectividad: elegancia y exclusividad plegable, aunque limitada al 4G
• Pantalla y sonido: formato de 21:9 plegable que cumple con los cánones de la gama alta
• Rendimiento y software: Snapdragon 888 vestido de seda que queda eclipsado por la falta de GMS
• Cámaras: sin la mano de Leica las cámaras solo son correctas para un gama alta
• Autonomía: 4.000 mAh que dan para un día de uso y una carga rápida limitada
• Conclusión: el diseño de alta costura aplicado a un móvil, pero Huawei ha descuidado la funcionalidad

Elegancia y exclusividad plegable, aunque limitada al 4G

Empezamos este análisis hablando del punto más diferencial de este Huawei P50 Pocket: su exquisito diseño se acerca más a una pieza de la alta costura parisina que a la estética que estamos habituados a ver en telefonía.

Para este análisis Huawei nos ha enviado el Huawei P50 Pocket Premium Edition, una edición especial que se ha diseñado junto a la diseñadora holandesa Iris Van Herpen, conocida por la fusión de artesanía tradicional de alta costura y tecnología en sus creaciones.

El resultado es un smartphone plegable de tipo concha que transmite sensaciones premium incluso antes de sacarlo de su caja. El acabado exterior presenta un acabado dorado con texturas inspiradas en las plumas de un ave que la diseñadora holandesa utiliza en sus diseños.

Cuando el smartphone está plegado tiene unas dimensiones de 87,3 x 75,5 x 15,2 mm, mientras que desplegado muestra un formato de 21:9 con dimensiones de 170 x 75,5 x 7.2 mm y un peso de 190 gramos.

La experiencia en la mano es de todo un gama alta, con un tacto de cristal que deja notar la textura del diseño. La bisagra es herencia directa de los Huawei Mate Xs plegable con formato libro, y llega con un color dorado a juego que se une al chasis metálico.

Un punto destacado del diseño de esta bisagra es que no deja ningún hueco entre las caras del smartphone cuando éste se encuentra plegado, reduciendo el grosor final del móvil para hacerlo todavía más compacto cuando se encuentra plegado y potenciando ese aspecto de polvera o pitillera.

Esto es algo que ya vimos en el análisis del Oppo Find N, pero no en el Samsung Galaxy Z Flip 3 que también pasó por nuestro laboratorio.

Cuando está plegado, la bisagra deja espacio para lucir el logotipo de la marca, que se oculta al desplegarlo. El acabado de la bisagra no deja espacios ni huecos que contribuye a transmitir la sensación de encontrarnos ante un producto muy Premium, pero no ofrece resistencia frente al agua o al polvo como su principal rival.

El otro punto diferencial que está sirviendo de seña de identidad a la gama P50 de 2022 son los dos grandes círculos de la trasera.

En el caso del Huawei P50 Pro que analizamos hace unos días, este espacio está ocupado por los dos módulos de cámara, en el P50 Pocket lo ocupa un módulo de cámara y una pantalla OLED táctil circular integrada bajo la cubierta de cristal blindado de la trasera.

En el lateral derecho del P50 Pocket encontramos un sensor de huella dactilar integrado en el botón de encendido. Sobre él se ubica el botón de volumen perfectamente integrado con un acabado del mismo color que el chasis.

En el lateral opuesto se encuentra la bandeja híbrida que comparten la tarjeta nanoSIM con conectividad 4G y la tarjeta de memoria NM Card que permite ampliar la capacidad del smartphone hasta en 256 GB adicionales. En la parte inferior, se ubica el altavoz estéreo y el conector USB de tipo C.

La conectividad se completa con soporte para redes WiFi 6, Bluetooth 5.2 y pagos móviles con NFC pero, por cuestiones legales, Huawei no puede dar soporte a redes 5G, lo cual lo deja en clara desventaja frente a sus rivales.

La trasera es de cristal, por lo que las huellas se quedan marcadas, aunque el acabado dorado ayuda a disimularlas. Pese a ser un móvil con un formato tan largo, su grosor y peso hace que usarlo resulte cómodo, aunque en ocasiones se tienen que usar las dos manos para pulsar los iconos o enlaces que se ubiquen en la parte alta de la pantalla.

El movimiento de abrir y cerrar la bisagra ofrece una cierta resistencia magnética (o tal vez mecánica inducida por la bisagra) que mantiene el smartphone cerrado o abierto. Sin embargo, no ofrece la suficiente resistencia como para mantener el smartphone en ángulos intermedios y lentamente va cediendo al peso.

Esta es una función que no ha conseguido implementar Huawei y que, en cambio, Nos pareció muy útil en el análisis en los Samsung Galaxy Z Fold 3 y Galaxy Z Flip 3 que permitía utilizar el smartphone a medio plegar como soporte en las videollamadas o para escribir como si fuera un portátil.

Formato de 21:9 plegable que cumple con los cánones de la gama alta

El P50 Pocket desplegado nos deja al descubierto una enorme pantalla ultrapanorámica con un formato de 21:9, mientras que la pantalla externa, por su formato, bien podría salir directamente de cualquiera de los nuevos relojes inteligentes Watch GT 3 que ya hemos analizado.

Hablamos de una pantalla plegable OLED de 6,9 pulgadas con resolución Full HD+ (2.790 x 1.188 píxeles) que deja una densidad de 442 ppp, mientras que la pantalla externa es una OLED circular de 1,04 pulgadas con resolución de 340 x 340 píxeles y una densidad de 328 ppp.

Los marcos de la pantalla interna están muy bien aprovechados. Solo el marco superior es ligeramente más ancho que el resto. La cámara frontal está insertada en la pantalla, pero lo hace con un orificio bastante contenido.

Hemos de decir que ambas ofrecen muy buena nitidez apoyándose en un buen nivel de brillo, condición imprescindible sobre todo para la pantalla interna que al estar recubierta por un material plástico no gestiona el brillo como lo hacen los móviles protegidos por un cristal.

Hemos medido un brillo medio de 845 luxes con picos de hasta 1.133 luxes que garantizan una correcta visibilidad en todos los escenarios de luz y permite reproducir sin problema contenido en HDR.

Lamentablemente no podrás exprimir al máximo el potencial de esta pantalla viendo vídeos de YouTube porque las limitaciones con Google impiden mostrarlo más allá de una resolución 720p.

La fluidez queda cubierta con una tasa de refresco de 120 Hz que, junto a su formato ultrapanorámico resulta la combinación perfecta para navegar por internet y revisar las redes sociales con timeline vertical.

Huawei ha resuelto bien el problema del pliegue en la pantalla que pasa inadvertido cuando se mira la pantalla de forma perpendicular y al tacto da mayor sensación de resistencia que la probamos en el Samsung Galaxy Z Fold 3.

El único momento en el que puede apreciarse que la pantalla se dobla por la mitad es cuando se mira de forma oblicua o al pasar el dedo por la zona del pliegue donde si se aprecia al tacto una leve hendidura.

La pantalla externa también es táctil y nos ha resultado tremendamente útil para revisar notificaciones sin abrir el smartphone, controlar la reproducción de música o para hacernos selfies de forma discreta con las cámaras principales evitando el efecto WoW al sacar el móvil del bolsillo y desplegarlo para hacer una foto.

La calidad de esta pequeña pantalla es buena y mediante gestos táctiles puede cambiarse entre los distintos widgets que muestran información, habilitar un pequeño espejo, e incluso cambiar la focal de la cámara o pasar al modo vídeo.

En el apartado del audio no encontramos un jack de auriculares y los altavoces estéreo ofrecen una buena calidad de audio, pero no son demasiado potentes.

En este apartado cuenta con el apoyo de las mejoras que ofrece Huawei Histen, pero estas solo se activan cuando se conectan unos auriculares Bluetooth.

Snapdragon 888 vestido de seda que queda eclipsado por la falta de GMS

Visto el alarde de estilo y elegancia que desborda en su exterior, llega el momento de comprobar si el Huawei P50 Pocket es solo una cara bonita. En su interior encontramos un procesador Snapdragon 888 con la peculiaridad de tener el módem 5G deshabilitado.

Salvo por la conectividad 5G, podemos esperar el brutal rendimiento que ofrecen los Snapdragon más potentes hasta el momento. Por lo tanto, el P50 Pocket mira cara a cara en rendimiento a los móviles más top de la gama alta.

Los test sintéticos así lo verifican, arrojando puntuaciones equivalentes a las obtenidas por el Samsung Galaxy Z Flip 3 o por el Huawei P50 Pro.

El rendimiento en juegos ha sido el esperado, y la GPU Adreno 660 no ha titubeado al ejecutar Asphalt 9 o Genshin Impact sin mayores complicaciones.

El Huawei P50 Pocket Premium Edition que estamos probando llega con 12 GB de memoria RAM que proporciona una experiencia de uso fluida en todos los escenarios, pero no evitan que el smartphone acuse el aumento de temperatura que genera el Snapdragon 888 cuando se le aprietan las tuercas.

Se hace evidente al ejecutar juegos o al grabar vídeos, dejándose notar especialmente junto a las cámaras y extendiéndose al marco y la mitad superior del smartphone.

El almacenamiento interno de esta edición Premium del P50 Pocket viene con 512 GB y la posibilidad de expandirlo hasta en 2565 GB adicionales mediante una tarjeta de memoria NM de Huawei.

Como acostumbra a suceder en los móviles de Huawei, la memoria implementada es de las más rápidas, contribuyendo a una experiencia de uso general más fluida.

El software es el gran elefante en la habitación siempre que se habla de un smartphone de Huawei.

Huawei ha implementado EMIU 12.0.1 corriendo sobre Android 11 pero la ausencia de los Servicios Móviles de Google (GMS) hace que la instalación de aplicaciones dependa de la AppGallery y no de Google Play, acusando una clara desventaja en el número de apps disponibles.

He probado diferentes móviles y tabletas desde que Huawei empezara los problemas con los servicios de Google y he podido comprobar por mi mismo el enorme esfuerzo de Huawei por ofrecer el mayor número de apps posible en su tienda de aplicaciones.

Concretamente utiliza varias estrategias de forma que puedes instalar Instagram, Spotify, Twitter o las apps de las entidades bancarias más importantes bien desde la App Gallery o utilizando su navegador Petal Search para descargar los APK de instalación directamente desde los servidores de la app.

También utiliza las Quickapps que consiste en abrir aplicaciones como YouTube directamente en el navegador en lugar de una app instalada en el sistema, pero este método puede presentar algunas limitaciones.

Para todo lo demás, Huawei depende de repositorios de apk de terceros. A pesar de poder instalar las apps desde uno de estos repositorios, algunas de ellas, en especial los juegos, pueden utilizar Google Play para descargar actualizaciones o vincular las cuentas del jugador con Play Juegos.

Son importantes inconvenientes en el día a día para un usuario habituado a usar los servicios asociados a Android, pero para un usuario que no tenga un estrecho vínculo con las apps de Google en su día a día puede optar por las alternativas de Huawei.

Damos por zanjado el peliagudo apartado de las apps y pasamos al de la seguridad biométrica formado por un sistema de reconocimiento facial y un lector de huella en el botón de encendido.

El comportamiento de ambos es sencillamente intachable. La respuesta del sensor de huellas es inmediata. Lo hemos usado más que el de reconocimiento debido a las mascarillas pero, sin ellas, su respuesta es igual de efectiva.

Sin la mano de Leica las cámaras solo son correctas para un gama alta

La serie P de Huawei se ha caracterizado por dos pilares inamovibles desde los primeros Huawei de la serie P: un conjunto de lentes firmadas por Leica y el mejor rendimiento fotográfico de Huawei.

A diferencia del Huawei P50 Pro, el P50 Pocket no cuenta con ninguno de estos pilares y ni tenemos la firma de Leica junto a las cámaras, ni es el rival a batir en el ámbito fotográfico como lo eran los anteriores móviles y P y, de hecho, como lo es el Huawei P50 Pro.

En su lugar tenemos una configuración de cámaras correctas para un gama alta, pero lejos de brillar como móvil fotográfico. No es algo que solo le haya pasado a Huawei, en la review del Samsung Galaxy Z Flip 3 ya te contábamos que las sensaciones son similares a las que transmiten las cámaras del P50 Pocket.

La app de Cámara es similar a la que encontramos en otros smartphones de Huawei variando los iconos de las funciones en función de su disponibilidad con cada cámara.

En el carrusel de modos de disparo encontramos opciones interesantes como el modo Apertura, el modo Noche o el modo Retrato, junto a los habituales modos automáticos de Foto y Vídeo, así como el modo Profesional que permite el disparo manual. El resto de modos creativos se concentran en el cajón de Más.

Aquí algunos de los modos de disparo creativo habituales de la marca, como el modo Dos vistas, Monocromo o los modos de cámara rápida y lenta.

Una de las novedades es el modo Fluorescencia que activa un flash de luz negra (ultravioleta) que desvelan detalles que no se ven a simple vista pero que, personalmente, no he encontrado de gran interés.

Desde este enlace puedes descargar los archivos originales de las fotos sin editar para que valores su calidad en primera persona.

La cámara principal del Huawei P50 Pro es la que más alegrías nos ha dado ofreciendo unas fotos con colores muy resultones, pero manteniéndose fieles a la realidad.

Tal vez en ello tiene que ver la incorporación de la lente Ultraespectral de 32 Mpx que actúa de soporte para obtener información adicional para el resto de cámaras, pero no es accesible para el usuario. Por ese motivo, en muchos modos solo aparecen las opciones de disparo Gran angular (GA) y 1x.

Huawei afirma que esta cámara aporta información al motor imagen True-Chroma con las que se consigue mayor información de color y mejor representación en las pieles de los retratos.

Como en ComputerHoy.com somos muy de la prueba empírica, hemos tomado dos fotos idénticas y en una tapamos la lente Ultraespectral para comprobar si hay algún cambio. Hemos sido incapaces de encontrar diferencias entre ambas, mostrando un comportamiento similar al de los sensores de profundidad.

El gran angular que monta el Huawei P50 Pocket deja un procesado del color muy similar al de la cámara principal, pero tiene poco que ver en cuanto a nitidez, acusando una severa distorsión en las esquinas y una nula corrección de las líneas verticales que se tumban inevitablemente hacia el centro de la imagen.

La buena resolución del sensor principal permite aplicar un recorte para obtener un zoom digital de 5 aumentos directamente desde la app de Cámara y llegar hasta un 10x. Lo cierto es que no recomendamos pasar de ese 5x como máximo y quedarse en el 2x para obtener unos resultados aceptables en términos de calidad.

Huawei también fue un pionero en esto de los modos de disparo nocturno, y la verdad es que los resultados obtenidos en los anteriores móviles de la serie P han sido espectaculares. Sin embargo, en el caso del P50 Pocket, los resultados no han pasado de ser correctos.

El modo Noche ha conseguido equilibrar las luces altas y las zonas más oscuras manteniendo un nivel de ruido bajo, pero lo ha hecho a costa de la nitidez y fotos disparadas con este modo no aportan demasiado detalle y muestra un clara tendencia a las acuarelas.

El balance de blancos está bien logrado con la cámara principal, pero la apertura inferior de la cámara gran angular obliga a forzar la exposición y deja peores resultados.

El modo Retrato entrega resultados diferentes según con la cámara que se dispare. Dado que el P50 Pocket integra una pantalla exterior, es posible hacerse selfies y retratos tanto con la cámara “frontal”, como con la cámara principal controlando el encuadre y el disparo desde la pequeña pantalla.

Las fotos con la cámara frontal (la insertada en la pantalla interna) presentan algunos problemas con el enfoque y los ojos aparecen desenfocados en un gran número de tomas obligando a repetirlas.

El desenfoque es natural, por lo que para conseguir desenfoques más agresivos habrá que optar por el modo Apertura. La mejor opción es usar la pantalla externa junto a la cámara principal para obtener los mejores resultados para los selfies tanto a plena luz del sol, como los selfies nocturnos o de grupo utilizando el gran angular.

Pese a montar el Snapdragon 888, el Huawei P50 Pocket solo permite grabar en 4K a 60 fps que, si bien no aplica ninguna estabilización, sí consigue unas tomas de muy buena calidad y con muy buena nitidez.

Para obtener unos vídeos más estabilizados aplica un recorte en la resolución limitándola a 1080p y 30 fps. En este escenario se mantiene la nitidez y el procesado del color, y permite añadir otras funciones como seguimiento de enfoque de objetos en movimiento.

4.000 mAh que dan para un día de uso y una carga rápida limitada

El peculiar formato plegable del Huawei P50 Pocket, con la bisagra partiendo en dos el cuerpo del smartphone dificulta instalar una batería de mayores dimensiones sin que con ello no se pusiera en riesgo el delicado equilibrio con sus dimensiones.

Hablamos de una batería de 4.000 mAh, una capacidad que parece casi anecdótica para un smartphone de gama alta en 2022, pero que lo colocan por delante de sus rivales directos como el Galaxy Z Flip 3 que monta una pila de 3.300 mAh.

Con esta capacidad y semejante diagonal de pantalla hemos obtenido entre 4 horas y media y 5 horas de uso. Este será un tiempo del todo escaso para los usuarios más intensivos de redes sociales, pero con un uso moderado se alcanza el final del día.

Para recuperar la carga el Huawei P50 Pocket incluye un cargador SuperCharge de 40 W con el que recupera el 50% de su autonomía en 24 minutos y el 100% en 1 hora. Se deja en el tintero la carga inalámbrica.

El diseño de alta costura aplicado a un móvil, pero Huawei ha descuidado la funcionalidad

Ponemos punto y final a este análisis con las mismas sensaciones encontradas que nos vienen dejando los últimos móviles de gama alta que ha presentado Huawei.

Son móviles con unas prestaciones increíbles, pero que en el uso diario presenta varias incomodidades que un usuario no siempre está dispuesto a asumir, y menos en un smartphone por el que ha pagado 1.599 euros.

El diseño del Huawei P50 Pocket es sencillamente impresionante y así lo han reconocido aquellos que lo han visto estos días en mis manos. Parece sacado directamente de un taller de alta costura de París y rezuma glamour por sus cuatro costados.

En su interior encontramos el hardware más top para un smartphone que se presentó en 2021 y optimizado para que el sistema operativo se deslice como mantequilla sobre una tostada caliente.

Huawei P50 Pocket

Características del Huawei P50 Pocket, el nuevo dispositivo plegable de gama alta de Huawei. Llega con un procesador Kirin 9000 en su interior y una cámara principal de 50 megapíxeles.

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Pero para un smartphone, las apps lo son todo y quedarse fuera de un ecosistema tan potente como el de Google supone pagar un caro peaje de cara al usuario.

Con el P50 Pocket, Huawei ha sabido mantenerse en la ola de las tendencias del futuro tal y como ya lo hizo en su día siendo pioneros con los plegables Huawei Mate X, pero el P50 Pocket se mueve en unas franjas de precio en las que el usuario no admite el mínimo inconveniente.