Nubia RedMagic 7 Pro, análisis y opinión

Los móviles gaming han llegado para quedarse. Ya no son una tendencia, tampoco algo tan exótico (de hecho, hasta Xiaomi se ha aventurado con el POCO F4 GT como propuesta gaming para las masas) y lo que me gusta es que siempre tienen algo interesante que aportar.

Nubia y BlackShark son dos compañías que llevan años apostando por este segmento y hace unas semanas analizamos el RedMagic 7, un móvil con Snapdragon 8 Gen 1 que es el único, según nuestras pruebas, que monta una disipación capaz de apaciguar al SoC de Qualcomm.

Ahora vamos con el análisis del RedMagic 7 Pro, un móvil que es muy, muy similar al hermano 'no pro', pero que esconde un secreto. Bueno, concretamente esconde la cámara frontal bajo el panel. Y sí, además de empujar el segmento de los móviles gaming, ZTE lleva mucho tiempo buscando que estas cámaras bajo la pantalla sean mainstream.

Apartados del análisis del RedMagic 7 Pro:

• Diseño: inevitablemente llama la atención
• Pantalla: un AMOLED para jugar que esconde la cámara frontal
• Rendimiento y autonomía: potencia a raudales con una disipación espectacular
• Cámara: cámaras de móvil gaming con una frontal "efecto magia"
• Conclusión: deja de lado el equilibrio para ser uno de los mejores móviles para jugar

Diseño que, inevitablemente, llama la atención

Lo primero es lo primero y antes de ver qué tal se porta esa cámara bajo el panel, toca repasar el diseño. De un RedMagic 7 con lucecitas de colores y un ventilador a la vista que tenía un aro LED, pasamos a un diseño mucho más sobrio, al menos en el modelo que nos han mandado.

Tenemos una trasera elegante que casi no parece la de un móvil gaming. No tenemos unas líneas agresivas, no tenemos transparencias que dejan ver pegatinas con los distintos componentes y tampoco vemos ese ventilador.

Tiene un disipador activo, sí, pero lo sabemos porque... bueno, porque lo sabemos y porque se puede ver la entrada de aire junto al módulo de cámaras y la salida en uno de los laterales.

En la trasera tenemos el nombre de la compañía, el logo y dos zonas LED que sirven para mostrar notificaciones, por ejemplo. Y me gusta mucho el tacto de la trasera, ya que es metálico con aluminio como los móviles TOP de hace unos años, aunque es cierto que las zonas brillantes, de plástico, bajan un poco el nivel.

De la manera que sea, seguramente terminarás poniendo la funda que viene en la caja. Los laterales también son metálicos y tenemos el lateral izquierdo con una pestaña en color rojo que activa el launcher de juegos y un lateral derecho que está plagado de cosas.

Tenemos los dos clásicos botones capacitivos que me parecían una buena solución hasta que probé los botones físicos del POCO F4 GT, el botón de bloqueo y volumen que están a una altura muy agradable para el uso con una sola mano y la mencionada salida de aire del ventilador.

El cuerpo no está sellado, pero encontramos una protección en la bandeja de la doble SIM y, en el día a día, no me parece un móvil incómodo porque estoy acostumbrado a móviles grandotes, pero es cierto que pesa debido tanto a las piezas extra que no tienen otros móviles como al aluminio y, sobre todo, el sistema de disipación pasivo.

Al final, 235 gramos... se notan, y más en esta época en la que llevamos pantalones cortos cuyos bolsillos están algo más sueltos y parece que todo abulta más.

Un AMOLED para jugar que esconde la cámara frontal

Pero bueno, el diseño es importante, pero en un móvil gaming creo que los dos elementos más determinantes son la pantalla y el hardware. 

En este sentido tenemos una pantalla que es casi igual que la de su hermano menor. Tiene una diagonal de 6,8" con una densidad de píxeles de 387 píxeles por pulgada. Es FullHD+ y creo que la cámara frontal se disimula bastante bien.

Hay una matriz de píxeles con menor densidad en un rectángulo en la parte superior central del panel para tapar la cámara frontal y solo notas que está ahí cuando la pantalla está apagada y la miras desde un ángulo forzado.

En el día a día, la verdad, la sensación es la de tener un móvil que no tiene nada raro en esa zona a no ser que haya alguna app o momento en el que haya texto o figuras justo en esa zona, ya que la densidad, evidentemente, es muy baja.

Sin embargo, en el Axon 20, que fue el primero con esta solución, el sistema dejaba ver las carencias de esa solución con facilidad, pero ahora no vas a tener problema con esto porque no suele superponerse nada con texto en esa zona del panel.

En pocas palabras: que no te vas a dar cuenta de que la cámara está ahí hasta que quieras hacerte un selfi, vaya. 

Por lo demás, es una pantalla con 120 Hz de refresco que tiene una muy buena sensibilidad y en la que se juega genial. Su hermano menor tiene 165 Hz de refresco, pero ya te conté que me parecía innecesario.

Los colores son algo vivos y saturados para muchos usuarios, pero para jugar y ver contenido está muy bien y siempre tienes disponibles varias opciones para modificar los colores. 

Lo que no me gusta tanto es el brillo. Y es que, el móvil cuesta unos 1.000 euros y si bien vas a poder ver el contenido por la calle, dependiendo de la situación lumínica y la hora, sobre todo ahora en verano, es posible que tengas algunas dificultades.

Hemos medido 814 luxes de media que es incluso algo menor que los 835 luxes de su hermano menor. Que sí, que es poca diferencia, pero siendo un modelo superior, debería ser mejor en este aspecto. Que me recorten en refresco es algo que no me importa, pero el brillo sí es más importante.

Pero bueno, más allá del brillo y para completar el apartado de consumo de contenido, tenemos un sistema de audio estéreo que me parece espectacular. Es de los mejores sistemas de sonido en un móvil, ya que tiene potencia y calidad tanto de graves como de medios y agudos.

Siempre te pongo el ejemplo de la ducha, pero te vas a poder duchar con el volumen alto escuchando música con buena calidad. 

Potencia a raudales con una disipación espectacular

En el interior no hay sorpresas y tenemos el Snapdragon 8 Gen 1, 16 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento. A mi me parece más que suficiente, pero ten en cuenta que no se puede ampliar por microSD, así que si necesitas más, tendrás que ir a por la versión de 512 GB.

En los test sintéticos el rendimiento es el esperado, superando el millón de puntos en AnTuTu, pero como siempre te decimos, eso muchas veces no significa nada y lo que importa, al menos con este SoC, es la disipación.

En el test de rendimiento sostenido que hacemos para probar el estrangulamiento térmico hemos vuelto a comprobar que este RedMagic, igual que su hermano menor, es el único que puede controlar la potencia (y temperatura) generada por el SoC.

Lo cierto es que tanto con ventilador activado como sin él, aguanta los 45 minutos de la prueba como un campeón, sin bajar el rendimiento. Esto se traduce en un rendimiento sostenido muy constante en juegos, donde no es fácil llegar al punto de estrangulamiento.

Y, en general, es un móvil muy rápido en el día a día, con una memoria que tiene buena velocidad y que cumple con el estándar UFS 3.1 y una experiencia bastante buena en lo que a fluidez y estabilidad se refiere.

Por cierto, tenemos un lector óptico en pantalla que funciona de forma más que satisfactoria. No me ha dado problemas, está a una buena altura en la pantalla y es rápido.

Ahora bien, hay que hablar del software. Ya he dicho que la experiencia es fluida, pero es tremendo que siga habiendo tantísimos fallos de traducción en un móvil que, oficialmente, se está vendiendo en nuestro territorio.

Son false friends y traducciones literales por doquier, algunas bastante complicadas de deducir, y además hay algunos fallos con el modo oscuro, como menús que aparecen con caracteres transparentes.

Es algo que, creo, cada vez va peor en los ZTE y mi sensación es que lo que tradujeron hace años se quedó así (correcto) y las funciones que van añadiendo en cada actualización son las que se traducen de manera chapucera.

Eso es algo que la compañía tiene que trabajar con urgencia porque no solo pasa en este, sino en otros móviles del grupo.

Pero bueno, si pasamos a la autonomía, he tenido una horquilla de casi cuatro horas el día que jugaba a unas cinco y media el día que no inicié un juego. 

Es algo lógico porque el Snapdragon 8 Gen 1 come lo suyo, pero lo cierto es que es curioso ver cómo cae el porcentaje cuando estás en un juego como Genshin Impact.

Lo que me ha gustado mucho es la carga. La versión china trae un cargador de 135 W mientras que nosotros tenemos un GaN de 65 W. Para 5.000 mAh, esperaba una carga por encima de la media hora, pero tenemos el 100% en 22 minutos.

Es una carga muy lineal y sospecho que el cargador va siempre al máximo posible porque no tiene que controlar la temperatura. Y es que, cuando iniciamos la carga se activa el ventilador y, por eso, creo que la carga es más rápida que la que esperaba.

Cámaras de móvil gaming con una frontal "efecto magia"

Y bueno, llegamos al punto más... innecesario del análisis del RedMagic 7 Pro. Y no es innecesario porque no interese, sino porque sabemos de antemano lo que nos vamos a encontrar. Y sí, cuando empezamos a hacer fotos, las sospechas iniciales quedan confirmadas.

Voy a empezar hablando de la cámara frontal, la cual queda genial bajo la pantalla, pero todavía se notan las carencias a la hora de hacer fotos.  

Y es que, ese "efecto magia" que comento no es más que un bloom que hace que las zonas muy iluminadas y las superficies reflectantes emitan un extraño artefacto en la imagen que la emboroona.

En las situaciones idóneas el sensor de 16 megapíxeles no destaca por su nitidez, pero en interiores o cuando la luz no es ideal, aparece ruido con facilidad.

Si damos la vuelta al teléfono, tenemos un sensor principal de 64 megapíxeles f/1.8 que no es demasiado grande y que con buena luz, cumple, pero cuando la luz baja empezamos a notar carencias en nitidez y, sobre todo, un balance de blancos bastante errático en interiores.

Creo que, bueno, te va a servir para inmortalizar momentos puntuales, pero no está a la altura del precio y por los 1.000 euros que cuesta, creo que es una concesión que no se debería hacer.

Esta cámara está acompañada por un gran angular cuyo sensor es de 8 megapíxeles y mantiene el tipo en la gestión de las líneas, pero cuyo rendimiento cae de noche y el procesado es distinto al que tenemos con el principal.

Por último, tenemos un macro de 2 megapíxeles que no vas a usar. Respecto al vídeo, puede grabar a 8K30 como máximo, pero te recomiendo grabar a 4K. 

La lente no está estabilizada, pero tenemos un modo de estabilizado digital que mantiene la resolución 4K, algo a agradecer, pero que introduce una vibración extraña en la imagen.

Deja de lado el equilibrio para ser uno de los mejores móviles para jugar

Y, al final, no estamos ante un móvil para hacer fotografías, sino ante un móvil que está muy optimizado para jugar y, de hecho, si optas por él es porque tienes muy, muy claro que lo quieres para ese fin.

Tiene una buena pantalla que me parece espectacular para jugar porque no hay un orificio o notch que moleste, el sonido es espectacular y el rendimiento es muy, muy bueno gracias a un muy efectivo sistema de disipación de calor.

Que sí, que vas a poder jugar con otros móviles con Snapdragon 888 o SD 8 Gen 1, pero seguramente la experiencia en títulos exigentes no será buena cuando subas los parámetros visuales al máximo porque comenzará el estrangulamiento térmico.

Nubia RedMagic 7 Pro

En esta ficha te contamos todos los detalles que incluye el nuevo móvil Redmagic 7 Pro pensado para el mercado gaming que monta el Snapdragon 8 Gen 1 y tiene cámara frontal bajo la pantalla.

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Ahora bien, dicho esto, no me parece una versión 'pro' respecto al RedMagic que analizamos hace unas semanas. Y es que, prácticamente es igual en todo y sí, hay detalles que cambian y que son mejores en uno que en otro, y viceversa, pero la verdad es que, quitando el detalle de la cámara frontal, los dos móviles son idénticos.

Como digo, si lo quieres para jugar de manera intensa, es una muy buena opción, pero por precio, te recomiendo el modelo estándar, el POCO F4 GT o, incluso, un móvil que no es gaming, pero que es de los más equilibrados que hemos probado este año, el realme GT 2 Pro.