Olla de cocción lenta Lidl Silvercrest, análisis y opinión

Me encanta cocinar, bueno, tal vez lo correcto sería decir que me gusta hacer la comida, creo que el verbo cocinar es mucho más amplio de lo que yo puedo abarcar ahora mismo, pero podemos decir que al menos me defiendo. Eso sí, hago un poco de “trampa”, desde que el robot de cocina entró en mi vida, mi cocina ha cambiado radicalmente como ya os conté mi análisis de la Monsieur Cuisine Connect, también de Lidl.

Es por ello que siempre había mirado con cierto recelo la nueva tendencia de las ollas de cocción lenta, nunca pensé que este concepto fuera compatible conmigo, que pese a buscar siempre platos ricos, saludables y variados para mi familia, no soy de los que disfrutan pasando las horas entre fogones. Me gusta la buena cocina, pero si puede ser también rápida mucho mejor.

Mi problema es que tenía totalmente equivocado el concepto, después de este análisis de la olla de cocción lenta o Crock-Pot Silvercrest de Lidl he descubierto que si sabes cómo utilizarla es un electrodoméstico que encaja perfectamente en cualquier estilo de cocina, es cuestión de saber organizarse. 

Además los platos salen exquisitos, con los sabores y texturas de la cocina tradicional, fuera del alcance de los modernos robot de cocina que pese a ayudarnos a comer mejor y más variado, no dejan de tener cierto toque “artificial”. ¿No te lo crees? Sigue leyendo.

Resumen del análisis de la Olla lenta de Lidl por apartados:

• ¿Para qué sirve una olla de cocción lenta y cómo funciona?
• La sencillez por bandera
• Primeros pasos y recomendaciones
• Una experiencia deliciosa
• El consumo no es ningún problema
• Si te gusta la cocina, no lo dejes escapar

¿Para qué sirve una olla de cocción lenta y cómo funciona?

Antes de comenzar esta opinión de la olla de cocción lenta de Lidl o Crockpot de Silvercrest, creo que es interesante dejar claro qué es una olla de cocción lenta y cómo funciona. 

Es muy sencillo, este concepto hace referencia a un pequeño electrodoméstico eléctrico con un termostato capaz de mantener una temperatura constante (entre los 70 y los 100 grados) un recipiente, normalmente de tipo cerámico, en cuyo interior se introducen los alimentos que queremos cocinar.

Esta baja temperatura hace que para una cocción óptima se necesite un tiempo mucho más largo de cocinado, como contraprestación se reduce la evaporación favoreciendo que los alimentos se cocinen en sus propios jugos, salvaguardando su textura y sabor gracias a un cocinado menos agresivo. 

Además, este tipo de cocción hace que se necesite menos cantidad de grasas, haciéndolo más saludable, y que se impregnen de forma más intensa el sabor de los condimentos en el alimento principal. En definitiva, emular con la tecnología actual la forma de cocinar a fuego lento de antes, cuando se dejaba el puchero junto a la lumbre durante horas para que estuviera listo a la hora de la hora de la comida.

La sencillez por bandera

La olla de cocción lenta de Lidl destaca fundamentalmente por su sencillez, pocos electrodomésticos para la cocina son más simples. Está compuesta por solo 3 piezas: la base, el recipiente de cerámica y la tapa de cristal con asa, nada más.

La base está fabricada en aluminio y sorprende al primer contacto por su ligereza, sinceramente parece de juguete, incluso el aluminio de las paredes es tan fino que puede hundirse fácilmente con las manos. Dispone de asas a ambos lados para facilitar su transporte, unas pequeñas patas en la base para mantenerla firme y se conecta a la corriente eléctrica con un cable de un metro de longitud.

En la parte frontal encontramos una luz roja que se activa cuando está encendida y una rueda con cuatro posiciones para seleccionar el modo funcionamiento: 

• Apagado
• Mantener la comida caliente entre 60 y 75 grados.
• Baja temperatura de cocción entre 80 y 90 grados
• Alta temperatura de cocción entre 90 y 100 grados

El recipiente para el cocinado tiene forma ovalada y una capacidad máxima de cocinado de hasta 3,3 litros (suficiente para unas cuatro raciones, dependiendo de la receta), está fabricada en cerámica esmaltada en color negro, se puede lavar en el lavavajillas y tiene un peso de casi 2,5 kilos. Para colocarla en la base simplemente hay que introducirla con cuidado en el hueco.

En cuanto a la tapa está fabricada en cristal transparente termorresistente capaz de soportar temperaturas de hasta 150 grados centígrados, e incorpora un asa en la parte superior. Encaja perfectamente en la parte superior de la olla, aunque no tiene ningún tipo de sistema de fijación o gomas para favorecer cierta estanqueidad, como si he visto en otros modelos.

Salvo el detalle del aluminio de las paredes de la base, los tres elementos están bien construidos y parecen sólidos, ciertamente las sensaciones son muy positivas de los que podría esperar de una olla de cocción lenta barata como esta de Lild que recordemos cuesta menos de 20 euros.

Primeros pasos y recomendaciones

Viendo la escasez de componentes y la escasez de opciones la puesta en marcha no podría ser más sencilla: enchufar y listo. Salvo la primera vez, que el fabricante recomienda una limpieza previa de todas las piezas y un ciclo de 60 minutos con 500 ml de agua a máxima potencia. 

Es importante no saltarse este paso, durante el mismo desprende un olor bastante desagradable, a plástico quemado, y un ligero humo. Este olor en mi caso se mantuvo hasta el segundo cocinado por lo que si lo hubiera sabido habría repetido el ciclo todo el proceso inicial una segunda vez, por suerte este olor no se transmitió a la comida.

A la hora de cocinar, además de la limpieza de todos los elementos debemos tener en cuenta ciertas pautas importantes, como la de no superar los 3,3 litros de capacidad máxima, añadir un mínimo de 200 mililitros de líquido, no introducir alimentos congelados, o prestar atención al tamaño de las porciones de los alimentos, deben ser homogéneas y no muy grandes para no alargar en exceso el tiempo de cocinado necesario. 

Además se recomienda colocarlos los trozos más grandes o los alimentos que requieran de más tiempo de cocinado en el fondo, y levantar la tapa lo menos posible durante el cocinado.

Como la temperatura de cocción no supera los 100 grados centígrados hay una serie de precauciones que siempre debemos tomar. Por ejemplo, si queremos un sabor más intenso en la carne o que tenga un color dorado, hay que pasarlas por la sartén previamente lo que ayuda además a eliminar el exceso de grasa.

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 A la hora de cocinar legumbres es obligatorio ponerla en remojo con antelación, y tener en cuenta que ciertos alimentos como las alubias rojas crudas contienen sustancias tóxicas que solo se eliminan a temperaturas que las ollas de cocción lenta como esta de Silvercrest de Lidl no son capaces de alcanzar. En estos casos este tipo de legumbres deben cocerse previamente en agua hirviendo durante unos minutos. 

Parece complicado, pero en realidad es más sentido común que otra cosa. Hacedme caso, la olla de cocción lenta es el electrodoméstico de cocina más sencillo que he utilizado nunca.

Una experiencia deliciosa

Para esta experiencia de cocinar con una olla lenta por primera vez he realizado varias elaboraciones, la mayoría de ellas recetas que ya había preparado mediante otros métodos más rápidos: olla express y robot de cocina tipo Thermomix fundamentalmente, con el fin de poder comparar sensaciones. 

En la red pude encontrar sin grandes complicaciones las versiones adaptadas de las recetas para la cocina lenta a baja temperatura, aunque conviene dejar claro que este tipo de ollas tiene un nicho muy concreto de recetas. Es decir, no valen para cocinar de todo. 

Fundamentalmente están destinados a platos en los que introducimos todos los ingredientes de una sola vez para que se cocinen lentamente: sopas, legumbres, guisos de carne, mermeladas etc. Y es en esta aparente limitación donde yo he descubierto todo el potencial de cocinar con una olla lenta, y he sabido convertir los largos tiempos de cocción en una ventaja en lugar de un inconveniente.

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Es solo cuestión de calcular para que la comida esté lista a la hora concreta, luego te puedes olvidar completamente. Al principio me dio un poco de reparo, eso de tenerla encendida tanto tiempo, incluso mientras dormía o estaba fuera de casa, pero rápidamente te das cuenta de que el riesgo es mínimo. 

La temperatura no supera los 100 grados, incluso puedes tocar la superficie sin quemarte, y la tapa al no crearse vació impide que haya problema alguno con la presión. Es 100% seguro, o al menos igual de peligroso que dejar cualquier otro electrodoméstico encendido.

Además con una temperatura tan baja no hay riesgo de que la comida se queme, no existe casi evaporación, y los propios jugos de los alimentos mantienen la comida hidratada, solo tienes que asegurarte de que haya una cantidad suficiente de líquido al inicio y no habrá ningún problema.

El primer plato que decidí elaborar para esta review y opinión de la olla de cocción lenta de Lidl es el Pulled Pork o cerdo ahumado desmigado al estilo americano, un clásico de la cocina norteamericana y una de las recetas más populares para las crockpot. Ya había hecho receta en olla express con muy buena crítica, pero nada que ver.

Tras más de 8 horas de cocción, se dice pronto, la espera mereció la pena. La carne quedó mucho más jugosa -pese a tratarse de una parte del cerdo menos glamurosas como la aguja (es otra de las grandes ventajas de la cocción lenta, ablanda hasta las carnes más duras)- y llena de sabor gracias que los condimentos: pimentón, comino, azúcar, sal, pimienta etc. se infiltraron mucho más en la carne que con la cocción rápida. Además los jugos propios crearon una salsa más potente y sabrosa, todo un espectáculo.

Una cosa que me llamó la atención tras este primer cocinado es la limpieza, con una temperatura tan controlada y baja la comida no se pega, por lo que es suficiente con pasar el recipiente cerámico por el grifo con algo de lavavajillas y una esponga suave pare dejar la lista para la siguiente receta: arroz con leche.

Es un postre que habitualmente suelo hacer con el robot de cocina en menos de una hora, y que con la olla de cocción lenta Silvercrest de Lidl me llevó cuatro horas de espera. En este caso el proceso es algo más “laborioso” ya que el arroz y el azúcar se incorporan a lo largo del cocinado. 

Si con el Pulled Pork la diferencia resultó significativa, con el arroz con leche lo fue aún más, la crockpot de Lidl consiguió transportarme directamente a San Juan de la Arena, mi rincón predilecto en Asturias y lugar favorito para comer arroz con leche. 

La textura del arroz es increíble, en su punto, con la leche melosa y llena de sabor como en los mejores restaurantes asturianos. Un poco de azúcar quemada con el soplete por encima y no hay quien resista.

También decidí hacer una receta libre: merluza con almejas, una adaptación propia de la típica merluza en salsa verde, con un resultado muy convincente. Lo mejor es como se concentran los sabores y lo jugosos que quedan los alimentos, es increíble. 

El consumo no es ningún problema

Puede parecer pesado pasar tantas horas esperando pero la realidad es que no tienes que esperar, solo es cuestión de organizarse ya que en la mayoría de recetas solo hay que introducir los ingredientes y te olvidas. Además los tiempos son muy flexibles, no pasa nada si te pasas de tiempo. Pese a todo echo de menos una opción de programación como si tienen modelos más avanzados para poder olvidarme de cuando debo apagar la olla o activar el modo de mantener la comida caliente, pero claro, tienen un precio muy superior.

Un tema que se suelen preguntar todo el mundo cuando se plantea la compra de una olla de cocción lenta es el consumo. No en vano estamos hablando de un emisor de calor que está encendido durante muchas horas de forma continuada: ¿Cuánto consume una olla lenta tipo crockpot?

La olla silvercrest de Lidl tiene una potencia consumo a máximo de 200W en el modo de alta temperatura (en nuestras pruebas incluso menos, unos 178W), unos 116W en modo baja temperatura y solo 65W para mantener la temperatura. 

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Estos valores traducido a dinero suponen un coste, dependiendo de la tarifa contratada, de unos 5 céntimos la hora de media. Si tenemos en cuenta que no todas las recetas exigen la máxima potencia (menos de 0,2 kWh), y que podemos aprovechar incluso las tarifas nocturnas, el coste de cocinar con este tipo de ollas es significativamente menor que hacerlo con el horno eléctrico (1,3 kWh) o la vitrocerámica (0,8 kWh), por muchas horas de uso que tengamos que tenerla encendida, y equivalente al consumo de un televisor LCD LED de grandes pulgadas o un ordenador portátil.

Si te gusta la cocina, no lo dejes escapar

Tras esta prueba uso mi opinión de la olla de cocción lenta de Lidl desde luego que no puede ser más positiva. Es cierto que no la utilizarás todos los días, y que cocinar con ella necesita de cierta planificación, además se echa en falta una opción que permita programar el apagado, pero por los 17,99 euros por lo que la puedes comprar en la web de Lidl (aunque no está siempre disponible) sinceramente poco más se puede pedir. 

Me parece un auténtico chollo si tienes claro que la vas a utilizar como alternativa para cosas muy puntuales. Si tu objetivo es un uso más intensivo, o directamente si tienes familia numerosa, puede que te interese un modelo superior, con más funcionalidades y mayor capacidad.

SilverCrest Olla de cocción lenta 200W

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