realme GT 2 Pro, análisis y opinión

realme es una compañía joven y, por eso, tiene muchísimo potencial para sorprendernos. El año pasado  se marcaron un muy buen año gracias al lanzamiento de algunos de los terminales más interesantes en su segmento de precio y, por como han empezado 2022, este año tienen la misma intención.

Hace unas semanas os contamos que la compañía subía el listón de sus realme 9 con un realme 9 Pro+ que era muy interesante, sobre todo por la pantalla y rendimiento exhibido en un rango de los 400 euros. 

Ahora, sin embargo, llega el peso pesado, un realme GT 2 Pro que ya no es el móvil potente a bajo precio que resultó ser el de la generación anterior -análisis del realme GT-, sino que se mete de lleno en la gama alta.

El precio ha subido, pero tras una semana de uso para esta review del realme GT 2 Pro, te puedo asegurar que los 850 euros de esta versión con 12 GB de RAM están justificados porque pocas, poquísimas pegas se pueden poner a este terminal.

Apartados del análisis del realme GT 2 Pro:

• Diseño: hay que dar la bienvenida al biopolímero
• Pantalla: 2K, AMOLED, LTPO y con gran aprovechamiento del frontal
• Rendimiento y batería: Android 12 vuela con un Snapdragon 8 Gen 1 bien acompañado por un cargador de 65 W
• Cámaras: el IMX 766 como principal y dos cámaras alternativas para divertirte y curiosear
• Conclusión: realme no ha dejado ni un punto sin completar en la checklist de la gama alta

Hay que dar la bienvenida al biopolímero

Vamos a comenzar este análisis del realme GT 2 Pro hablando del diseño, uno de los puntos más interesantes de este terminal.

En cuanto lo sacas de la caja sientes que tienes algo diferente, al menos en el acabado que tenemos entre manos. Y es que, el móvil está disponible en tres colores, pero hay dos acabados.

Por un lado el 'Steel Black' que parece algo más convencional (y pesa un poquito más) y, por otro, los ''Paper White' y 'Paper Green'. Nosotros tenemos este último y la sensación en la mano es muy extraña, pero agradable.

Y es que, al tacto parece como un panel muy granulado. De hecho, como puedes ver en el unboxing, la propia caja te dice que es la hora del papel y prácticamente no encontramos plásticos convencionales en el paquete.

Pero bueno, la trasera no es de papel, sino de una serie de biopolímeros que han sido tratados para aguantar el calor y que, al final, lo que permiten es que se creen menos emisiones de CO2 al utilizar este material.

Ya te digo que en la mano es superagradable y en este color verde me parece de los móviles más bonitos que he tenido entre manos. Si quieres protegerlo, en el paquete viene una funda en color gris que me parece muy fina, pero que algo protegerá.

Pero bueno, ya verás como terminarás llevándolo sin funda tanto por lo bonito que es como por lo agradable que resulta al tacto, aunque me gustaría ver con el tiempo si acumula suciedad, ya que es más que probable debido a las perforaciones.

Por cierto, esa firma que veis al lado del módulo de cámara es la de Naoto Fukasawa, un diseñador industrial japonés que también ayudó a diseñar la trasera del GT Explorer -análisis-, aquella que parecía una maleta.

Por otra parte, los laterales son de aluminio y la ubicación de botones me parece óptima tanto por la colocación, al alcance del pulgar, como por la disposición del botón de bloqueo a la derecha y el de volumen a la izquierda.

En los laterales tenemos las diferentes antenas, esto es algo habitual, pero algo que me ha sorprendido esta semana es lo bien que los datáfonos me pillan el NFC cuando pago con el móvil. Es uno de los mejores móviles que he probado en este sentido junto a el iPhone 13 Pro -análisis- o los gama alta de Samsung como el S22 Ultra -análisis-.

Y, por lo demás, tenemos un terminal que se nota que está muy cuidado. No tenemos certificación IP68, pero la ranura para la SIM dual cuenta con cierta protección contra el agua, algo que me gusta, y la pantalla es un auténtico espectáculo tanto por sus características como por lo bien que aprovecha el frontal.

2K, AMOLED, LTPO y con gran aprovechamiento del frontal

Como digo, la pantalla es un auténtico espectáculo y es uno de esos puntos en los que dices "vale, aquí realme ha subido el listón respecto a lo del año pasado con este nuevo AMOLED".

Algo que enseguida me llamó la atención es lo bien que han aprovechado el frontal para estirar un poco la pantalla. Tenemos un móvil físicamente algo más grande que el del año pasado, pero también pasamos a una pantalla mayor, de 6,7".

Es un panel LTPO que han denominado como 2.0 y que, en esencia, nos permite un refresco de 1 a 120 Hz de manera adaptativa. Y, además, tenemos una resolución que no esperaba, un WQHD+ que se traduce en 3.215 x 1.440 píxeles.

En los controles de la pantalla vamos a poder seleccionar cómo queremos que se refresque el panel o si queremos una resolución fija o automática, entre un montón de opciones que, supuestamente, aumentan la calidad de imagen, pero que prefiero dejar desactivadas. 

Me refiero a las herramientas que potencian el HDR o la resolución de imágenes SD. No me gusta el efecto que aplican y, para consumir contenido, el panel se ve espectacular sin estas "mejoras". También tenemos varios modos de imagen, pero yo lo he dejado en el modo P3.

Los colores me parecen espectaculares y, para ver series o jugar, es una auténtica delicia. Además, el panel me parece muy preciso, algo que noto cuando tengo que apuntar con el arco en Genshin Impact y, en definitiva, el AMOLED está a la altura del precio y del resto de características.

Y algo que no se queda atrás es el brillo. La compañía dice que tiene 1.400 nits como pico, pero creo que esto solo una medición en un punto concreto de la pantalla y no con la imagen ocupando todo el panel.

Más allá de esa apreciación, tenemos un brillo muy alto que te va a permitir ver el contenido en cualquier situación sin problemas. Hemos medido una media de 1.332,2 luxes con una muy baja desviación, de solo 10,9 luxes.

El panel está protegido por Gorilla Glass Victus y, en definitiva, me parece una muy buena pantalla para consumir contenido y que, creo, es prácticamente todo lo que pido a un buen panel. Tiene hasta los laterales planos, así que, para mí, genial.

Y en el apartado sonoro también consigue destacar. Es compatible con Dolby Atmos y la calidad general me parece muy, muy buena. 

Tenemos sonido estéreo con un altavoz en la parte inferior y el superior que aprovecha el auricular de llamadas y la calidad es, si no sobrepasas el 90%, bestial.

Tenemos unos buenos graves, unos medios y agudos definidos y una muy buena experiencia escuchando contenido directamente desde el móvil. 

Si subes a tope, los agudos chirrían un poco, pero al 80-90% la experiencia ya es bastante buena y, si quieres algo más, te tocará tirar de auriculares TWS, ya que no tenemos jack de auriculares.

Android 12 vuela con un Snapdragon 8 Gen 1 bien acompañado por un cargador de 65 W

El primer realme GT llegó con un acabado de coche de carreras y ese espíritu del Pocophone F1. La joven compañía china quería ofrecer un terminal centrado en la calidad del panel y en la potencia bruta y aquí han refinado la fórmula en general, pero manteniendo ese espíritu de "la potencia por bandera".

Tenemos el Snapdragon 8 Gen 1 entre manos acompañado por 12 GB de memoria RAM. Hay otra configuración de 8 GB y en ambos casos podemos ampliar la RAM virtualmente con 7 GB más. Eso sí, tras mis pruebas, la RAM virtual aporta entre poco y nada.

Pero bueno, el Snapdragon 8 Gen 1 cuenta con un núcleo a 3 GHz, tres a 2,5 GHz, cuatro de menor consumo a 1,8 GHz y la Adreno 730 como GPU. Es una auténtica bestia no tanto en CPU, pero sí en GPU.

Como siempre decimos, no te tienes que guiar por los test sintéticos porque luego hay más factores a la hora de tener un móvil que rinda en condiciones, pero es innegable que Qualcomm ha hecho una auténtica bestia. 

Tenemos un rendimiento muy, muy similar al que vemos en el RedMagic 7, móvil con el que comparte SoC, pero en el caso del RedMagic tenemos un disipador que es más eficiente y, encima, con un ventilador (que no es que enfríe el teléfono, sino que permite un uso a tope durante unos minutos más que sin el ventilado).

El Snapdragon 8 Gen 1 es calentito y lo notarás cuando juegues a tope a títulos como Genshin Impact, pero creo que realme ha hecho un buen trabajo con la disipación. 

Según nos comentaron en la presentación, utilizan una nueva solución de pasta térmica en los componentes, así como un disipador con cámara de vapor que es nás grande que la que han usado en el pasado.

Concretamente, es un 26% más grande y, aunque se calienta jugando, no he notado que haya, tras media hora de tiempo seguida, un bajón de rendimiento en el citado Genshin Impact o en Fortnite.

Para jugar me parece un móvil espectacular. Tenemos un modo GT que aumenta la frecuencia de los componentes (consumiendo más batería, claro) y una barra de opciones dentro de los juegos que permite ajustar la sensibilidad táctil, las notificaciones, activar un modo sin distracciones o poner una app como Twitter en una ventana flotante, por ejemplo.

Pero bueno, ya te aviso que se calienta, algo que vas a notar en la zona del módulo de cámaras.

Y más allá de ser una bestia en juegos, el móvil es rapidísimo. El nombre 'GT' le va que ni pintado y tenemos una memoria UFS 3.1 que rinde como esperamos y un sistema realme UI 3 que hace buenas migas con Android 12.

El sensor de huellas es óptico y ha mejorado su ubicación respecto a lo que vimos el año pasado. Es rápido y preciso. La multitarea es supercómoda y no he tenido ni ralentizaciones ni problemas como cierre de aplicaciones en segundo plano de manera agresiva y los gestos funcionan a la perfección.

Como digo, en el día a día es un móvil espectacular que rinde como un auténtico gama premium. realme UI tiene mucha personalización, algo que también notarás si echas un ojo a móviles de Oppo como el Find X5 Pro, y te tienes que acostumbrar, sí, pero pese a todas las opciones, va como un cohete.

Ahora bien, tenemos entre manos un móvil muy potente y con una pantalla que, precisamente, no consume poco debido al alto brillo, a la resolución y al refresco, y eso podría ser preocupante para la autonomía.

Sin embargo, sin ser un modelo ni el primero de la clase, creo que realme ha hecho todo lo que estaba en su mano para intentar atajar el problema del alto consumo. 

Para empezar, tenemos varias de las opciones que más consumen con ajustes automáticos como el brillo (evidentemente), pero también la resolución o el refresco. 

Si activamos el modo GT, este se desactiva cuando pasa un rato y una app que necesite mucha potencia no hace uso de dicha potencia y, además, hay distintas configuraciones de ahorro de batería por aplicaciones.

Eso en el lado del software, pero en el hardware también se han hecho los deberes con una batería de 5.000 mAh. Esto se traduce en un día de uso para casi cualquier tipo de usuario y día y medio para alguien que, a lo mejor, no use tanto el móvil como yo.

Batería en tu móvil vayas a dónde vayas con estos cargadores solares

Siempre digo que no soy el más adecuado para hablar de autonomía porque uso el móvil para todo (fotos, ocio, trabajo, YouTube, fotos) y, seguramente, a ti te durará más la batería, pero yo he tenido unas cinco horas de pantalla. En el test sintético con el brillo al 100% tenemos una puntuación de 6 horas y 8 minutos.

Ya digo que no soy un ejemplo, pero es dato tras usar el móvil durante varios minutos al día para jugar y para ver muchísimo contenido en YouTube. Si tu perfil es como el mío, algún día no llegarás a la noche, pero la buena noticia es que la carga es rapidísima.

En la caja viene un cargador de 65 W que nos permite una carga del 50% en poco más de 10 minutos con un 100% en 37 minutos. 

Si te quedas sin batería, o te estás quedando sin batería, con 10 minutos tienes para llegar al final del día sin problema alguno y me encanta que realme meta este cargador en el dispositivo.

El IMX 766 como principal y dos cámaras alternativas para divertirte y curiosear

Pero vamos al apartado que, posiblemente, más ha evolucionado respecto a la generación anterior. En el realme GT estaba claro que no habían prestado demasiada atención a las cámaras. 

Los sensores no eran los mejores, el procesado hacía lo que podía y, al final, fue el aspecto más perjudicado para poder ofrecer un móvil que, por lo demás, destacó en prácticamente todos los apartados.

Con el realme GT 2 Pro se nota que el aumento de precio se justifica en distintos apartados, y uno de esos es el de la fotografía. Antes de meternos con el hardware, quiero hablar un poco del software porque me ha encantado.

Para empezar, podemos personalizar las opciones que hay en el carrusel de modos. Así que, si no te gusta lo que hay por defecto, siempre añadir o quitar modos de captura. Eso me parece fantástico.

Por otro lado, hay una serie de modos creativos que pueden dar mucho juego. Para empezar, tenemos un modo de fotografía de calle que cambia el nombre de los sensores por el equivalente a las focales de una cámara de 35 mm.

Luego tenemos unos modos llamados "3D" que recrean diferentes efectos en forma de GIF. Un ejemplo es el efecto 'vértigo' y, además, tenemos un gran angular con 150º de campo de visión que podemos usar a pantalla completa o en plan ojo de pez.

Es un modo divertido y que, bueno, no creo que sea para el gran público, pero ahí está para los usuarios más creativos. Eso sí, el gran angular (de 50 Mpx) también te va a permitir sacar fotografías más convencionales en este modo.

La verdad es que creo que lo hace genial con un nulo efecto de barril y una aberración cromática que no he sido capaz de distinguir. Muy, muy buen trabajo de realme con el trato del gran angular.

El trato de color es consecuente con el procesado del sensor principal la mayor parte del tiempo, y esto es algo que también me ha gustado, pero de noche se notan las costuras y hay más ruido, así como unos colores que no son los óptimos. 

Pero bueno, en términos generales, un muy buen gran angular tanto por la calidad en modo normal, por así decirlo, como por el modo creativo con ojo de pez.

Si nos vamos al principal, tenemos el sensor IMX766. nos encanta este sensor y lo hemos visto en algunos de los móviles fotográficamente más potentes del año pasado. Además, es el sensor que ha elegido Oppo para su nuevo estandarte, el Find X5 Pro que ya hemos probado, así que por algo será.

Los resultados con este sensor son excelentes en todas las situaciones. Mantiene muy bien las texturas, creo que el balance de blancos es el correcto, no se pasa con el procesado y es un sensor todoterreno.

Las lentes están estabilizadas y eso va a permitir sacar fotografías con el modo noche sin muchos problemas. De noche, por cierto, también es una cámara que rinde de maravilla. Dependiendo de cómo incida la luz en la lente, habrá reflejos o no, pero por lo general, se porta muy bien.

Esa estabilización óptica permite que el vídeo mejore muchísimo no solo respecto a la generación anterior, sino respecto al resto de los realme. Tenemos un muy buen estabilizado gracias tanto al OIS como al EIS.

Esto hace que la imagen sea muy suave y, si nosotros tenemos un buen pulso, casi parezca que va en un gimball, pero también provoca que, ante cualquier cambio brusco de dirección, haya una especie de salto en la imagen.

Pero bueno, tiene detalle, un procesado que me gusta y muy buena estabilización. Y lo más sorprendente es que de noche funciona genial a 4K60, algo en lo que muy pocos móviles se defienden.

En el frontal tenemos un sensor de 32 megapíxeles. El balance de blancos es correcto, así como el retrato, aunque esto último creo que es bastante agresivo sin editar.

Y te estarás preguntando para qué es la otra cámara que tenemos en el módulo. Bien, aunque me habría gustado que fuera un 2x, realmente es un... 20x/40x, pero en "formato" microscopio. 

Es muy similar al que montaba el Oppo Find X3 Pro el año pasado -análisis- y es una lente que no es para el día a día, pero que, oye, si eres curioso, te va a gustar.

Cuando activamos este modo se encienden las dos luces del flash y debemos estar apoyados en una superficie porque necesitamos una estabilización perfecta.

Y, al final, es un objetivo que habría sido mejor enfocarlo a un telefoto 2x, pero lo cierto es que es curioso y el apartado de cámaras, en general, me parece muy solvente e idóneo para los más creativos.

realme no ha dejado ni un punto sin completar en la checklist de la gama alta

Todo esto, evidentemente, tiene un precio y nuestra unidad, la de 12 + 256 GB, llega por 850 euros. Es un móvil significativamente más caro que la versión del año pasado, pero cuando te pones a repasar las características y las sensaciones, te das cuenta de que realme ha escuchado a los críticos. O, al menos, eso parece.

Muchos nos quejamos sobre la calidad de las cámaras, que no estaban a la altura del resto del terminal en el GT. 

Este año añaden dos cámaras que puede que no uses (y eso es un punto negativo para muchos usuarios), pero un sensor principal que es de calidad y que, además, ofrece una magnífica grabación de vídeo.

También nos quejamos sobre la ubicación del lector de huellas en pantalla, ya que estaba muy cerca de la barbilla y no era cómodo. En esta generación han pulido eso, centrándolo algo más. 

El panel aprovecha más el frontal, el diseño es atrevido y, en mi opinión, bonito y, además, tanto la pantalla como el SoC están en un nivel impecable.

Tiene sus cosillas, claro, como que no puedas ampliar la memoria, una autonomía que, dependiendo del uso, se puede quedar corta y lo mencionado de las cámaras, ya que sí, el "microscopio" es divertido, pero habría preferido un 2x, aunque fuera muy básico, pero resulta muy complicado que, si tienes el móvil entre manos, no te guste.

Y sí, si eres un usuario que compró de inicio el GT por 400 euros y esperabas una renovación por esos 400 o 450 euros, te vas a encontrar un móvil que parte de los 750 en su versión de 8 + 128 GB. 

Realme GT 2 Pro

El realme GT 2 Pro es el nuevo matagigantes de la compañía china en 2022. Tiene el nuevo SoC Snapdragon 8 Gen 1, así como un panel AMOLED LTPO 2K a 120 Hz. Tiene una batería de 5.000 mAh, así como una...

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Y es que, creo que el GT a secas ha subido de categoría y los que mantendrán el espíritu del GT original serán las posibles versiones Neo, Lite o como quieran llamarlas que, presumiblemente, llegarán en el futuro.

Pero bueno, como hay que valorar lo que tenemos entre manos, hay un aumento de precio, sí, pero el móvil es realmente equilibrado y va a poner las cosas difíciles a terminales que, hasta hace poco, estaban un escalón por encima de esta gama GT.