Canon EOS R7: la gama APS-C avanzada de Canon deja el listón muy alto
Analizamos la Canon EOS R7, la cámara APS-C más avanzada de Canon que comparte funciones de enfoque y estabilización con modelos con sensor de formato completo y la ciencia de color tradicional de Canon.
El segmento de la fotografía digital ha sido uno de los más convulsos de la última década. A la llegada de los smartphones equipados con cada vez mejores prestaciones fotográficas, se le unió el cambio de formato de cámaras réflex con espejo a las cámaras sin espejo o mirrorless.
Tras casi una década de liderazgo absoluto de Sony y sus cámaras Alpha en el segmento de las cámaras sin espejo, Canon por fin reaccionó convirtiendo progresivamente todo su catálogo a sin espejo unificándolo bajo la bayoneta de objetivos RF.
Canon empezó por los modelos orientados al segmento profesional con sus cámaras con sensor de formato completo y ahora le toca el turno a la gama semiprofesional con sensor APS-C, segmento en el que la Canon EOS R7 que vamos a analizar brilla con luz propia.
Canon ha sabido jugar muy bien la baza del precio en este modelo, ajustándolo justo por debajo de el de sus competidores más directos como las Sony Alpha a6600 o las Fujifilm X-T4. La Canon EOS R7 se puede comprar desde 1.679 euros.
La review del Canon EOS R7: análisis, test y opinión de Computerhoy:
- Características y ficha técnica del Canon EOS R7
- Diseño: ergonomía muy personal y una estética muy Canon
- Software: menús bien estructurados que en ocasiones necesitan aclaración
- Calidad de imagen y enfoque: enorme salto en precisión de enfoque con la ciencia del color de Canon
- Autonomía: más de 900 fotos sin preocuparte por el cargador
- Versiones, ofertas y precio del Canon EOS R7
- Review ¿Merece la pena comprar el Canon EOS R7?
Ficha técnica del Canon EOS R7
Ergonomía muy personal y una estética muy Canon
La Canon EOS R7 lleva casi un año en el mercado, por lo que, aunque todavía no la había tenido entre las manos, sí conocía a grandes rasgos sus prestaciones. Sin embargo, debo confesar que una de las cosas que más me sorprendió cuando la saqué de su caja fue su tamaño.
Habitualmente trabajo con una cámara Sony Alpha 6400 que también monta un sensor APS-C, por lo que me sorprendió un cuerpo con el tamaño que podría esperarse en una cámara con sensor de formato completo, y de hecho, me hizo dudar de si realmente estaba en un error y en lugar de montar un sensor APS-C era Full Frame. Pero no.
Que no cunda el pánico, su tamaño está más que justificado y más compacto que sus hermanas mayores con sensor de formato completo. Tiene un tamaño 132 x 90,4 x 91,7 mm y un peso de 612 gramos con batería y tarjeta incluida. Sí es algo más voluminosa y pesada que rivales como la Sony a6600, pero tampoco es un drama.
La principal responsable del tamaño de este cuerpo es su generosa empuñadura. Al sostenerla el agarre resulta realmente cómodo y está recubierta por un material gomoso que recubre todo el cuerpo de aleación de magnesio, y garantiza un excelente agarre aportando seguridad al sostenerla.
Dicho esto, si tienes unas manos relativamente pequeñas como las mías, la empuñadura resulta incluso demasiado grande.
Pese a todo, el tamaño de la empuñadura queda más que justificada cuando se le monta un objetivo de grandes dimensiones y peso como el RF 24-70 mm 2.8L IS STM que he montado o alguno de los teleobjetivos disponibles en la montura RF y RF-S.
Según la propia marca, la EOS R7 sería la heredera de la EOS 70D, pero sobre el papel, sus prestaciones se acercan más a la EOS 90D. Los usuarios de Canon se encontrarán como en casa con el cuerpo de la EOS R7 que incluso tira de nostalgia manteniendo el espacio que ocupaba el pentaprisma que ahora ocupa el visor electrónico.
Una de las principales novedades de la EOS R7 la encontramos cerca de la empuñadura en forma de un interruptor con el que se selecciona el modo de enfoque y cuenta con un botón personalizable.
En la parte superior de la empuñadura se ubica el disparador ligeramente inclinado, una rueda de ajuste junto a un botón que, entre otras funciones, selecciona la función de la rueda. Además, se encuentra el botón de grabación de vídeo, ajuste de ISO, la rueda de selección de modos de disparo y un nuevo interruptor de encendido y modo vídeo.
En la trasera encontramos algunos elementos realmente interesantes. La más evidente es la pantalla táctil LCD articulada de 2,95 pulgadas que permite un ajuste muy cómodo para grabar o hacer fotos desde ángulos complicados, así como permitirme monitorizar la imagen cuando me he autograbado.
Sobre ella un visor electrónico OLED de 0,39 pulgadas con una resolución de 2,36 millones de puntos y una tasa de refresco de 120 Hz. No es ni el visor con mayor densidad ni el mejor equipado, pero es suficiente para conseguir una buena experiencia de uso.
Junto al visor se ubica otra de las novedades importantes. Se trata del joystick para el punto de enfoque, rodeado por un anillo giratorio personalizable con el que se controlan distintas funciones durante el disparo. A su lado, un botón de selección de enfoque.
Reconozco que requiere un cierto periodo de adaptación, pero soy totalmente partidario de esta combinación de joystick y rueda de control. Me parece superútil, pero no tanto su ubicación, ya que al tener una empuñadura tan gruesa queda demasiado alejado del borde derecho y obliga a estirar demasiado el pulgar perdiendo estabilidad en el agarre mientras se ajusta el disparo. Cambiar su posición por la del botón de AF On habría sido la alternativa más sencilla y cómoda.
La trasera se completa con los ya tradicionales botón circular de la cruceta, botones de menú, información y los de revisión de fotos, así como los de bloqueo de enfoque y selección de tipo de enfoque que ocupan el extremo derecho, mucho más accesibles al pulgar.
Contar con una empuñadura tan generosa tiene sus ventajas. La principal es que la Canon EOS R7 cuenta con dos ranuras para tarjetas SD en el lateral de su empuñadura.
Me ha gustado que la cámara permita configurar el comportamiento de las tarjetas insertadas: como de copia de seguridad, haciendo que los datos de la primera se copien también en la segunda; como almacenamiento incremental, completando el espacio de una para continuar con la segunda; o como almacenamiento segmentado, que permite guardar las fotos en una y los vídeos en la otra.
En el lateral opuesto, se ubican todos los conectores disponibles, entre los que se lista un USB C, micro HDMI, entrada de micrófono externo, conector para auriculares y jack para disparador remoto.
Además, la Canon EOS R7 viene equipada con GPS y conectividad Bluetooth 4.2 y WiFi n con la que puede conectarse de forma inalámbrica con un smartphone para exportar fotos directamente o como disparador remoto con la app Canon Camera Connect disponible para móviles Android e iOS.
Menús táctiles bien estructurados que en ocasiones necesitan aclaración
La Canon EOS R7 es una cámara pensada para usuarios amateur avanzados y semiprofesionales, por lo que cuenta con un buen número de funciones y ajustes a configurar. Por suerte, su sistema de menús está bastante bien estructurado por categorías que a su vez se subdividen en otros submenús con ajustes relacionados.
El simple enunciado de muchas de estas opciones ya indica a qué ajuste se está haciendo referencia, pero otros son más complejos y requieren de una explicación un poco más detallada a la que se accede pulsando el botón Info.
Sin embargo, inexplicablemente esta opción no aparece en todos ellos, y obliga a buscar la información en el manual de usuario de la cámara o en la web.
Uno de los puntos positivos de estos menús es que la pantalla es totalmente táctil, por lo que puedes navegar por ellos con solo tocar sobre los iconos u opciones y no tienes que ir pasando por todas las opciones para llegar a la correcta.
De la misma forma, desde la pantalla de la interfaz de disparo se puede acceder a las funciones Q para configurarlas tocando las opciones en pantalla, lo cual simplifica bastante los ajustes.
Enorme salto en precisión de enfoque con la ciencia del color de Canon
Los fabricantes diseñan las cámaras con un público objetivo en mente, y en función de ese perfil de uso se le añaden las funciones de enfoque y disparo necesarias para cumplir con el objetivo.
En el caso de la Canon EOS R7 el objetivo es la foto de naturaleza y deportiva. De ahí que uno de sus puntos fuertes sea la precisión y rapidez de enfoque y disparo en ráfaga.
Para ello, Canon ha utilizado un sensor APS-C de 32,5 Mpx con mayor densidad de píxeles, lo cual deriva en muy buena definición de las imágenes. El enfoque se respalda por un sistema de enfoque automático Dual Pixel CMOS AF II como el que la marca monta en las Canon EOS R5 o EOS R6.
El sistema de enfoque por seguimiento apoyado por inteligencia artificial permite detectar personas, animales (incluso aves) o vehículos, cubriendo todo el espectro de eventos deportivos y de fotografía de naturaleza, con una cobertura de 651 zonas de enfoque en el sensor.
Con este sistema de enfoque Canon vuelve a ponerse en el candelero midiéndose en igualdad de fuerzas con los sistemas de Sony, ofreciendo un enfoque certero en más del 95% de las muestras que he sacado en las semanas que la he estado usando.
Contrastando con su impecable sistema de enfoque, el sensor APS-C de esta Canon EOS R7 nos deja un pronunciado efecto de Rolling Shutter, que hace que las líneas de verticales se inclinen cuando haces una ráfaga acompañando el encuadre de un vehículo o animal en movimiento.
No es algo que pueda achacarse únicamente a esta cámara ya que es un problema recurrente en los sensores APS-C, pero algunos fabricantes minimizan sus efectos.
La Canon EOS R7 mantiene un buen control del ruido incluso en valores ISO altos más allá de los 6400 o con aperturas muy pequeñas, lo cual dice mucho a favor del buen trabajo de su procesador Digic X, teniendo en cuenta que estamos ante un sensor no apilado que acostumbran a rendir mejor en escenarios con poca luz.
Obviamente, los objetivos utilizados tienen mucho que decir en la calidad de imagen final, pero tanto en objetivo profesional de gama alta Canon RF 24-70 mm f/2.8L IS USM, como en el todoterreno versátil Canon RF-S 18-150 mm f/3.5-6.3 IS STM, dieron muy buenos resultados tanto en nitidez como en rango dinámico de las imágenes.
Parte del secreto de esta nitidez la encontramos en el sistema de estabilización combinado entre el estabilizador óptico del sensor y el de los objetivos estabilizados, que en casos como el RF-S 18-150 mm f/3.5-6.3 IS STM que he usado, puede alcanzar hasta 7 pasos en su focal máxima.
El estabilizador en el sensor permite usar una función que me ha resultado muy llamativa como es el nivelado automático de fotos y vídeos, en los que puedes ver cómo el sensor corrige la inclinación para mantener la foto recta. Además, también detecta la orientación cambiando el formato en la pantalla o visor rotando toda la información.
Pese a las diferencias de calidad entre ambas lentes, Canon mantienen un tratamiento de color muy característico que ha ido puliendo en su larga trayectoria, con tonos vivos y bien contrastados en los JPG finales. Por lo que a los usuarios de la marca les resultará muy familiar. Además, permite dos formatos de RAW de 14 bits (RAW y C-RAW de Canon) RAW y HEIF de 10 bits.
El disparo en ráfaga es de 15 fps con el obturador mecánico, mientras que si optas por el silencioso obturador electrónico se eleva a 30 fps, pero tendrás que activarlo en los menús de configuración.
Tal vez el punto más débil con respecto a sus rivales sea el vídeo, dicho esto con todas las comillas, ya que permite grabar en 4K a 50 fps, pero que donde realmente ofrece su punto dulce es en un sobremuestreo a 4K desde 7K que lo limita a 25 fps, pero deja una mejor calidad de imagen. Para hacer vídeos en cámara lenta a 100 fps se rebaja a una resolución 1080p.
Admite un perfil de color con curva logarítmica C-Log3 que permite mejorar la imagen en postproducción, pero no encontramos soporte para ProRes. La parte positiva es que contar con un sistema de estabilización en el sensor y en los objetivos deja unos vídeos bastante estables y fluidos ya desde la cámara.
Más de 900 fotos sin preocuparte por el cargador
En el primer apartado mencionábamos algunas ventajas de tener una empuñadura generosa. Una de ellas es la capacidad para alojar una batería de mayores dimensiones.
La Canon EOS R7 monta una batería de ion-litio LP-E6NH y Canon asegura una autonomía de 700 disparos. La unidad de muestra que he estado probando venía con una sola batería, por lo que es fácil controlar las fotos que puedes hacer con cada carga.
En mi caso, con un uso mayoritario del visor al hacer fotos y haciendo tres o cuatro vídeos cortos de apenas dos minutos, he podido hacer unas 900 fotos en RAW, por lo que no habría mayores problemas en completar una sesión de fotos intensiva con una sola batería.
Junto a la cámara se incluye un cargador que conectándolo a la corriente consigue cargar la batería en poco más de dos horas.
Versiones, ofertas y precio del Canon EOS R7
Como viene siendo habitual, la Canon EOS R7 se puede encontrar en las tiendas sin objetivos incluidos (solo el cuerpo) por un precio de 1.679 euros, o en formato kit acompañado por distintos objetivos.
Uno de los kits más populares e interesantes por su versatilidad es el formado por el cuerpo de la Canon EOS R7 y el objetivo RF-S 18-150 mm f/3.5-6.3 IS STM que he estado probando, que puede encontrarse por unos 2.089,99 euros. Este conjunto es perfecto como opción todoterreno por su amplia focal y por contar con un sistema de estabilización que suma la del sensor con la del objetivo.
Canon EOS R7, la opinión de Computerhoy: ¿merece la pena?
La Canon EOS R7 es la primera cámara sin espejo de Canon que pruebo y, habiendo sido usuario de la marca en el pasado, reconozco que ha supuesto un increíble salto hacia adelante en aspectos tan importantes como la estabilización, el enfoque o la velocidad de disparo en los que Canon se ha puesto las pilas ofreciendo muy buen rendimiento.
Canon se ha tomado su tiempo para adentrarse en el terreno de las cámaras sin espejo, pero con ejemplos como el de la EOS R7, el futuro en este segmento va a ser muy prometedor para Canon.
Debo reconocer que, en principio, me sorprendió un poco su tamaño, bastante más voluminoso que sus homólogas con sensor APS-C de Sony o Nikon, pero tiene su lógica si se tiene en cuenta que es una cámara pensada para fotografía de naturaleza y deporte, en la que las lentes más habituales son los teleobjetivos o objetivos de calidad profesional con un tamaño y peso que requieren un agarre sólido.
Canon ha sabido colocar su cámara APS-C más avanzada en el mercado con una precisión milimétrica, situándose justo por debajo del rango de precio de sus principales rivales, como la Sony Alpha 6600 por 1.707,99 euros, la Fuji X-H2 por 2.649 euros.
Uno de los principales inconvenientes puede ser la variedad de objetivos, algo en lo que Canon también ha pisado el acelerador en los últimos meses con nuevas incorporaciones, pero que otras marcas llevan años sumando focales a su catálogo para cámaras sin espejo que aprovechen mejor sus capacidades de enfoque.
En cualquier caso, la Canon se posiciona como una de las cámaras APS-C más capaces del mercado por sus prestaciones y su precio.
Nuestra valoración
La Canon EOS R7 cuenta con un enfoque rápido y preciso que coloca a este modelo con sensor APS-C de 32 Mpx como una de las mejores opciones en el segmento semiprofesional.
Lo mejor
- Materiales y cuerpo sellado
- Calidad de imagen y color
- Enfoque preciso y estabilizador
- Conectividad
Lo peor
- Posición de algunos botones
- Rolling Shutter acusado
- Peso
- Precio
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Productos: Canon EOS R7