Análisis del Dygma Raise, el teclado mecánico ergonómico

Los teclados mecánicos son todo un universo. No solo hay diferentes tipos de keycaps y distribuciones, sino también un montón de fabricantes de switches que aportan cositas diferentes a la experiencia, hay teclados de diferentes formatos, tamaños y hay hasta teclados mecánicos ergonómicos.

Es complicado dar con el teclado mecánico perfecto y muchas personas terminan construyendo uno propio o encargando a un tercero que lo haga. Sin embargo, hay una categoría que son los teclados con precio muy premium y que no son custom, pero casi.

Ahí entra en juego el Dygma Raise que analizamos a continuación, un teclado que ya está predefinido por el fabricante, pero que tiene tres cosas muy especiales. La primera es que puedes elegir entre una gran variedad de switches. La segunda es que tiene unos soportes que lo hacen mucho más ergonómico. La tercera es que... ¡se puede dividir para escribir y jugar como quieras!

Apartados del análisis del Dygma Raise:

• Diseño y switches: un diseño base tremendamente configurable tanto antes como después de salir de la fábrica
• Experiencia trabajando: me ha costado 3 días aprender a escribir, pero en cuanto pillas el ritmo es comodísimo
• Experiencia jugando: aquí es un teclado bastante convencional, pero que se divida es una ventaja
• Software: un programa multiplataforma para personalizar la experiencia todo lo que quieras
• Conclusión: vas a tardar en escribir rápido, pero al final te acostumbras y tiene detalles que marcan la diferencia

Un diseño base tremendamente configurable tanto antes como después de salir de la fábrica

Salta a la vista que no estamos ante un teclado convencional y ya te avisamos: es caro. Nuestro modelo es el silver con keycaps en inglés UK y con los Cherry MX Red, pero también está en black y con configuración de teclas en español.

El problema es que yo lo quería silver y en ese color no podemos elegir las teclas en español, al menos de momento. Además, es más caro en silver, 375 dólares con mis switches, que en black, que sale por 345 dólares con estos MX Red. El motivo es que los switches silver son de PBT mientras que los black son ABS.

En la página de configuración puedes elegir entre los Cherry Blue, Brown y Red, los Kailh Speed Copper, Bronze y Silver, así como los Kailh Silent Pink y Brown.

Como lo voy a usar tanto para jugar como para escribir larguísimas jornadas frente al Mac, elegí los MX Red porque, primero, me gustan más los Cherry y, segundo, los Red son lineales y más adecuados para juegos, así como algo más silenciosos que los Brown y definitivamente más discretos que los Blue.

Y algo clave es que los switches se pueden cambiar en caliente. Eso significa que sí, tu te lo compras con los Red, pero si mañana quieres cambiar la experiencia, no tienes que estar soldando y quitando soldaduras: simplemente compras un kit de switches distintos, los cambias y listo. Esto lo hemos visto en teclados como el G Pro X TKL que analizamos hace unos meses.

En la caja, que es muy premium para poder transportar el teclado, viene un kit con silenciadores de dos formatos distintos y, además, con los switches que puedes elegir para que hagas la prueba.

Pero bueno, si quieres saber todo lo que debes saber de los switches, en esta guía tienes toda la información para no perder el tiempo en este análisis.

El teclado viene como lo ves en las fotos, con un perímetro RGB, teclas RGB y es una sólida pieza de metal por los cuatro costados. El reposamuñecas viene incluido y es, quizá, lo que menos me ha gustado de este teclado tan caro.

Son dos piezas que me han resultado cómodas durante esta semana, muy cómodas, pero que van unidas al cuerpo por una pegatina. Ojo, hay que quitar un film transparente para que se quede bien pegado y son elementos que se pueden lavar sin que pierdan propiedades. Son de calidad, pero creo que en un teclado de este precio el reposamuñecas debería ser un elemento magnético.

Si no quieres reposamuñecas, pues lo guardas y ya está. Los keycaps son de doble inyección y no se van a borrar los caracteres porque no son pegatinas y la calidad está a la altura del precio, definitivamente.

Y, evidentemente, vas a poder separar el teclado. Tiene un sistema de rieles que encajan y que dejan las teclas T, G y B a un lado con Y, H y N al otro. Al principio es raro, pero ya te hablaré de esto más adelante porque es un punto muy bueno de este teclado.

Me encanta la sensación de escribir en este teclado, pero creo que tiene un gran fallo. Y es que, no tienen ningún tipo de patilla elevadora. Simplemente tiene una serie de gomillas para que no resbale en la mesa. Hablando con la gente de Dygma esto se debe a que esa elevación es poco ergonómica y en siguientes modelos pondrán un elevador, pero en la parte frontal.

Por 89 dólares puedes poner solución gracias al tenting kit. Es decir, mi teclado cuesta 464 dólares, que se dice pronto, y básicamente el tenting kit consta de dos soportes como los que usamos para elevar un portátil, pero para cada una de las partes del teclado.  

Esto permite inclinar el teclado 10, 20, 30 o 40 grados. También tiene partes de goma para agarrarse a la mesa y te puedo confirmar que es como si volvieras a aprender a escribir a ordenador. 

Me ha costado 3 días aprender a escribir, pero en cuanto pillas el ritmo es comodísimo

Creo que, aunque es caro, el Dygma Raise no vale la pena sin el tenting kit porque es lo que da sentido a la experiencia. La colocación es algo engorrosa porque tienes que estar desatornillando y atornillando con el kit que viene en la caja, pero bueno, la idea es que coloques el kit y no lo vuelvas a quitar. 

Si quieres un teclado más plano y convencional pues... pones la elevación mínima, que es de 0 grados, y unes las dos partes. Y ya está, pero para eso te compras un teclado mecánico que cueste tres veces menos.

Este Dygma está hecho para estar elevado y separado en tu escritorio. Los primeros días fueron bastante tediosos, no te voy a mentir ni a suavizar. De hecho, el primer día me puse a escribir y dije "no, necesito ser productivo, así que me voy a mi teclado (estoy usando últimamente el Logitech MX Keys Mini) que va de maravilla".

Sin embargo, el finde me puse a jugar en el Razer Blade 17 con la inclinación de 10 grados y el lunes empecé mi jornada escribiendo en este Dygma. Y es muy, muy cómodo. A veces los dedos te bailan una fila y tienes que pensar un segundo dónde estás, pero los tres análisis que he escrito esta semana los he hecho en este teclado y no he sentido que me costara más tiempo de la cuenta.

Ahora bien, es un teclado con algunas particularidades y te vas a tener que acostumbrar porque, aunque ahora mismo escribo de forma cómoda, hay cositas que me siguen costando y que sé que me van a ahorrar tiempo en el futuro.

Y es que, te habrás fijado que bajo la barra espaciadora, que está dividida en cuatro teclas, hay otras cuatro teclas. Estas son programables gracias a un software del que te hablaré más adelante y que, básicamente, por defecto son:

• La de la izquierda de la parte izquierda del teclado: retroceso
• La de la derecha de la parte derecha del teclado: intro
• Manteniendo la de la izquierda de la parte derecha del teclado: flechas junto a S, D, F, E
• La de la derecha de la parte derecha del teclado: delete

Sin embargo, dependiendo de la combinación que hagamos de estas teclas, tenemos más configuraciones disponibles, lo que te va a permitir dejar el teclado, básicamente, como quieras.

Y lo cierto es que encuentro muy útil tener un intro y un retroceso en el fragmento izquierdo, ya que al editar vídeos tengo todos los comandos en esa parte del teclado y no tengo que despegar la mano derecha del trackpad.

Sé que es un uso muy concreto, pero seguramente tú encontrarás también algo práctico en esa combinación y, si no, siempre puedes configurarlas.

Que sí, que a veces tengo que pensar cómo eran las combinaciones, pero lo cierto es que esta semana ya he notado que me ahorran tiempo y, sobre todo, me aportan comodidad al editar.

Un apunte: las teclas inferiores de los extremos son algo largas y si las pulsas justo en la parte más alejada del switch, la sensación no es muy buena. No tienen varilla metálica, así que van al aire.

Pero bueno, lo que más he notado, y al final entiendo que es un motivo de compra muy importante, es que las muñecas, los antebrazos y los hombros están mucho más descansados cuanto termino mis 7, 8 o 9 horas diarias tecleando.

Al final, la posición que tengo sobre la mesa es mucho más relajada y eso me permite estar más cómodo sin forzar articulaciones. Cada cierto tiempo escribiendo necesito ponerme mi teclado ergonómico de Microsoft para destensar y con este Dygma no lo he necesitado. 

En juegos es un teclado mecánico bastante convencional, pero que se divida es una ventaja

Pero bueno, Dygma define el teclado como un teclado gaming y es muy posible que, si te interesa, lo quieras para ese fin.

Aquí lo cierto es que no tengo demasiado que contar, ya que se trata de un muy buen teclado mecánico para juegos gracias a la textura de las keycaps, de la elección de los switches Red (aunque esto va en gustos) y la respuesta es muy buena.

No he sentido la necesidad de jugar con el teclado plano como si fuera un teclado convencional y lo tengo con la elevación de 10 grados. 

Lo que me ha encantado es que, en la mayoría de juegos la parte que más usas es la de la derecha, así que puedes tener el ratón pegado a los controles del juego del teclado y la sensación es bastante interesante y positiva. Pero vaya, que aquí es igual que para escribir, todo depende de tus manías y posiciones favoritas. 

Como hay unas teclas más para utilizar, podemos hacer macros en las teclas inferiores o, directamente, remapear los controles.

No son mecánicos, pero estos teclados de membrana baratos son buenas opciones para jugar

En los juegos en los que tumbarse se realiza con la tecla "C", hay veces que me resulta complicado porque no me gusta esa tecla para esa función, pese a que llevamos años haciéndolo así.

Por eso, he remapeado una de las teclas inferiores, justo la inferior derecha de la parte izquierda del teclado, para agacharme al pulsar dicha tecla.

Tiene un software multiplataforma para personalizar la experiencia todo lo que quieras

El teclado es plug&play. Esto significa que en cuanto lo conectamos, podemos empezar a escribir perfectamente y tenemos una serie de combinaciones predefinidas. Se conecta cada parte por USB-C al HUB que va en la caja y, de ahí a tu ordenador con cable USB-A o USB-C.

Sin embargo, aquí te recomiendo instalar el software del fabricante. Se llama Bazecor, está en su página web y es el que nos va a permitir controlar la iluminación, descargar perfiles, crear hasta 10 perfiles distintos y modificar tanto las cuatro teclas inferiores como... la que quieras.

Puedes poner la distribución de teclado que quieras y las cuatro teclas de la barra espaciadora también las vas a poder modificar para poner otras acciones. Hay una función para pasar de capa de personalización de manera rápida sin tener que pasar por la app, lo cual es una ventaja y, además, te hace trabajar más rápido.

Yo tengo varias capas, una para escribir, otra con controles personalizados para editar en Final Cut y otra para jugar. De verdad, vas mucho más rápido y, además, te facilita la experiencia. Y, ojo, como la app tiene la opción de importar layers, vas a poder bajar capas personalizadas tanto por el equipo de Dygma como por usuarios. 

Este proceso de momento es algo engorroso porque dependes de foros, Reddit, etc, pero en un futuro espero que haya algo como en Notion con diferentes plantillas dentro de la propia aplicación.

Es una app sencilla de utilizar (aunque podría serlo más) y bastante completa que te va a permitir hasta cambiar la velocidad de algunas acciones. Eso sí, está completamente en inglés. No es nada complicado, pero que lo sepas.

Vas a tardar en escribir rápido, pero al final te acostumbras y tiene detalles que marcan la diferencia

Llegamos al final del análisis del Dygma Raise y lo que hemos estado disfrutando estos días es un teclado que es poco convencional y caro, carísimo, pero que también tiene algunas cositas muy interesantes que no se ven en ningún teclado manufacturado.

Aunque no es custom, tienes varias opciones de personalización de color y switches, pero lo mejor del conjunto es tanto la calidad de construcción como el tenting kit, que te permite elevar cada parte. Esto "desbloquea" una experiencia única tanto a la hora de jugar como al trabajar, ya que tienes los hombros totalmente relajados durante la sesión.

Me encanta el tacto de las keycaps de doble capa, los switches son de gran calidad (ahí Cherry y Kailh no tienen nada que demostrar) y que todas las teclas sean personalizables por software es un punto muy interesante.

Te va a costar acostumbrarte, puede que más o menos que a mi, pero una vez des con la clave y la posición, será complicado abandonar este teclado. Eso sí, si consigues usarlo con la inclinación máxima, dime cómo lo haces porque yo no he podido.

Dygma Raise

El Dygma Raise es un teclado mecánico ergonómico que se puede separar para adaptarse mejor a nuestra forma de escribir. Además, puedes personalizar tanto el color como los switches.

• Teclados mecánicos en Amazon

Ver analisis

Y no es perfecto, claro, ya que no me gusta que el reposamuñecas no esté imantado, que no haya opción Bluetooth de algún modo o que la base sin el tenting kit no tenga un pequeño elevador, pero como te digo, sientes que tienes algo muy premium entre manos y que, al menos en mi caso, me hace trabajar más cómodo y, además, más rápido.

¿No te interesa para trabajar y solo lo quieres para jugar? Sigue siendo un teclado espectacular, pero ahí a lo mejor te vale la pena comprar un teclado mecánico más convencional y un teclado gaming de una mano como el Razer Tartarus V2 que se puede encontrar por unos 95 euros.