Samsung S95B OLED de 55”, análisis y opinión

Tras años haciendo malabarismos para evitar sacar al mercado televisores OLED Samsung por fin se ha rendido a la evidencia de la calidad de imagen que ofrece esta tecnología y ha presentado el primer smart tv en equipar una pantalla QD-OLED fabricada por Samsung.

Eso sí, el desembarco de los surcoreanos en la tecnología OLED se ha hecho al más puro estilo Samsung, que ha desarrollado sus propios paneles OLED RGB (que no se debe confundir con la tecnología W-OLED que fabrica LG), combinada con el filtro de nanocristales Quantum Dots desarrollado durante años por Samsung.

El resultado ha sido un televisor que coje las mejores prestaciones de las tecnologías RGB OLED y QLED para poner sobre la mesa un nuevo hito en la representación de los colores.

El modelo de 55 pulgadas que vamos a analizar salía con un precio oficial de lanzamiento de 2.399 euros, pero gracias a la agresiva campaña de precios que está aplicando Samsung, ya se puede encontrar hasta por 1.899 euros.

Ver galería

Samsung S95B OLED - Diseño (15 imágenes)

Resumen del análisis del Samsung S95B OLED de 55” por apartados:

• Diseño y mando a distancia: elegancia y minimalismo definen a la nueva generación de OLED de Samsung
• Calidad de imagen: nuevo hito en cobertura de color, pero Samsung no lo ha puesto nada fácil
• Software:Tizen mejor conectado que nunca pero a costa de un menú laberíntico
• Sonido: audio consistente a pesar del diseño
• Contenido extra: barra de sonido Samsung HW-Q990B
• Conclusiones: Samsung se estrena con un OLED que cuida a los gamers y con un precio indiscutible

Elegancia y minimalismo definen a la nueva generación de OLED de Samsung

Como de costumbre empezamos el análisis del Samsung S95B OLED hablando de su diseño, que la firma surcoreana ha dado en llamar Blade Slim. Nombre que le viene que ni al pelo ya que luce un perfil de infarto en el que destaca su delgada pantalla de apenas 3 mm.

Samsung apuesta por un frontal muy limpio en el que, salvo la peana, no hay ningún elemento que distraiga de la pantalla, que toma todo el protagonismo con unos marcos realmente reducidos.

El resultado es un televisor con unas dimensiones de 122,5 x 77,4 x 28,8 cm con la peana ya instalada y unos 20,7 kg de peso que invitan a tratarla con mucho cuidado durante su instalación ante un panel OLED tan expuesto.

La trasera queda marcada por un panel de aluminio plateado que protege la trasera de la pantalla en la mayor parte de su extensión, y delicadamente mecanizado para proteger también el lateral de la pantalla quedando enrasado al frontal.

En el tercio inferior, se ubica toda la electrónica y conectores en una “mochila” que apenas sobresale 3,5 cm de la trasera ocultando los conectores con tapas del mismo material.

Samsung ha apostado por la misma peana central que vimos en otros televisores de gama alta de la marca como el Samsung Neo QLED QN95A que ya pasó por nuestra mesa de pruebas, pero a diferencia de este último, no cuenta con la unidad One Connect que centraliza todos los conectores fuera del chasis del televisor.

En este caso han sabido aprovechar muy bien esta peana central y, además de contar con sistema de anclaje muy sencillo y cómodo que proporciona buena estabilidad al televisor, integra en su trasera un eficiente sistema de gestión que oculta los cables que van desde los conectores a la trasera del mueble de forma discreta.

El televisor es compatible con soportes VESA 300 x 200 por lo que también puede instalarse colgado en la pared quedando los conectores orientados hacia la derecha y algunos de ellos hacia la parte inferior del televisor para hacer más cómoda su conexión.

Samsung no ha escatimado en conectividad y este apartado encontramos:

• 4 x HDMI 2.1 con soporte completo y e-ARC en el HDMI 3
• 2 x USB 2.0 uno de ellos con función de grabador
• LAN
• Salida de audio óptica digital
• Tarjeta inteligente CI+
• Antena Coaxial TDT y Satélite

La conectividad inalámbrica no se queda fuera y el Samsung S95B OLED cuenta con WiFi 5 (802.11ac) de doble banda, Bluetooth 5.2 y soporte para AirPlay 2 y Chromecast integrado para recibir contenidos del smartphone en el televisor.

Como mando a distancia el S95B OLED cuenta con un One Remote Control de última generación que no solo aporta la carga USB C, también incluye una pequeña célula fotovoltaica que hace que te puedas olvidar de quedarte sin pilas en el mando.

La distribución del mando a distancia no difiere mucho de lo que nos encontramos en los modelos anteriores, preservando el minimalismo en la escasez de botones que, sin embargo, son más que suficientes no solo para controlar el televisor, sino que también permite controlar otros dispositivos desde este mando.

Además de los habituales botones de volumen, canales y navegación, el One Remote cuenta con un botón de asistente por voz que invoca al asistente configurado en el televisor, así como cuatro botones de acceso directo a las plataformas de Netflix, Prime Video, Disney+ y los canales de Samsung TV plus.

Nuevo hito en cobertura de color, pero Samsung no lo ha puesto nada fácil

Pese a ser el fabricante que ha desarrollado la tecnología QD-OLED, el Samsung S95B OLED no es el primer televisor con esta tecnología que probamos. Hace solo unas semanas analizábamos el Sony Bravia XR A95K Master Edition con el que comparte la misma pantalla, pero se diferencian por el procesador.

La tecnología QD-OLED que montan tanto la pantalla del A95K de Sony, como este Samsung S95B OLED, no es exactamente la misma que la que fabrica y suministra LG Display y está presente en la gran mayoría de marcas.

El nuevo panel QD-OLED sustituye a los anteriores W-OLED (White OLED) de LG por una matriz RGB OLED basada en una retroiluminación de LED azul en lugar de usar LEDs blancos, a la que se le añade un filtro de nanocristales (Quantum Dots) que, en función de su tamaño y forma, modifican la longitud de onda de esta luz azul para obtener unos rojos y verdes más intensos.

Es decir, siguen siendo diodos orgánicos autoemisivos como las pantallas OLED convencionales, por lo que se mantiene la valorada cualidad de poder apagar uno de los píxeles para que muestre el negro más absoluto y hacer que el píxel de al lado brille con su máxima intensidad sin que la acción de uno influya en el otro.

Por otro lado, la eliminación del filtro RGB de la pantalla OLED permite recuperar al QD-OLED buena parte de su brillo y, al no utilizar un LED blanco, los colores son más vivos y puros cubriendo un espacio de color más amplio y consistente que los paneles W-OLED que habíamos visto hasta la fecha.

El Samsung S95B OLED cuenta con una pantalla QD-OLED de la serie 9 de 55” con resolución 4K UHD (3.840 x 2.160 píxeles) que ofrece soporte para contenidos HDR10+, HDR10 y HLG.

Lamentablemente, aquí empiezan las malas noticias ya que Samsung no da su brazo a torcer con los estándares de HDR y no ofrece soporte Dolby Vision en este modelo. Si cuenta con un sensor de luz que le ayuda en esta tarea, adaptando el ajuste de la imagen a las características de luz ambiental.

Eso no significa que el procesador Neural Quantum Processor 4K que se encarga de gestionar todo lo relacionado con la calidad de imagen y sonido no sea capaz de reproducir el contenido codificado con estos metadatos dinámicos, si no que hará una interpretación libre que no tiene por qué ser la original que ha establecido su creador.

Ya lo vimos con el Sony Bravia XR A95K y el análisis del Samsung S95B OLED corrobora que los colores que se obtienen con esta nueva tecnología QD-OLED son más consistentes que los de las pantallas OLED convencionales. Eso no significa que sean los más acertados.

De hecho, Samsung aplica un ajuste de color en el que se abusa de la saturación y la imagen vira hacia un tinte algo rosado o verdoso según el perfil de imagen elegido. Confieso que he podido apreciar ese ligero matiz gracias a la comparación lado a lado con el modelo de Sony, dando un color que, para mi gusto, es más acertado.

Sin embargo, es más que probable que a simple vista, los perfiles de imagen Película o Filmmaker Mode serán plenamente satisfactorios para la mayoría de usuarios o, al menos, conseguirán adaptarlo a su gusto con algunos ajustes. Y esa es otra de las malas noticias.

Samsung no ha simplificado el acceso a los ajustes de color o de calidad de imagen, de forma que en ocasiones los menús de ajuste no son del todo claro para los usuarios más inexpertos que ven como hay opciones que aparecen bloqueadas sin más explicaciones.

Más allá de eso, con un ligero ajuste para el espacio de color DCI P3 en sus opciones he conseguido afinar un poco más a mi gusto los perfiles de color haciendo que el modo Estándar se convierta en el todoterreno perfecto para TDT y contenido en SDR.

Para las series y películas el modo Filmmaker es algo más vivo que el perfil Película, sobre todo después de forzar el espacio de color a DCI P3 (y no dejarlo en modo Automático para que conmute a BT.2020 ya que el televisor no los reconoce correctamente) y activar el tono de imagen en Cálido 1 para que las pieles sean más naturales.

El comportamiento del Samsung S95B OLED en HDR es simplemente impresionante, y ese 10% más de brillo de media se traduce en una imagen con mayor sensación de profundidad en el que los colores, sobre todo los amarillos y los rojos, parecen saltar de la pantalla.

Samsung sí mantiene el ABL (limitador automático de brillo), lo cual hace que se aprecie una atenuación notable del brillo cuando se muestra una escena muy luminosa en pantalla generando altibajos en los niveles de brillo.

El procesador Neural Quantum Processor 4K hace muy buen trabajo con la gestión del movimiento situándose muy cerca de la que vimos en el modelo de Sony. Lo mismo sucede con el escalado a 4K desde fuentes con resoluciones menores o de contenidos comprimidos.

En este escenario, la mayor capacidad del procesador XR Cognitive de los japoneses consigue una imagen más limpia de artefactos, permitiendo eliminar los macrobloques de compresión en las zonas más oscuras con el ajuste de gradiente suave, una opción que no encontramos en el Samsung S95B OLED.

En cualquier caso, la calidad de imagen que ofrece el S95B OLED en este apartado está al nivel de los modelos de gama más top del mercado.

En el apartado de la conectividad ya hemos visto que el S95B OLED viene muy bien equipado para el gaming ofreciendo un soporte completo de HDMI 2.1 en sus cuatro entradas, que contrasta con los dos HDMI 2.1 que ofrece su homólogo de Sony. No es la única mejora orientada al gaming que encontramos en este apartado.

Samsung ha implementado una “zona gaming” dentro del sistema y le ha integrado una barra de juegos en la que se agrupan los ajustes de imagen y sonido relacionados con la conectividad entre el televisor y una consola o PC Gaming, como el perfil de imagen, la activación del HGiG, etc.

Al encender la consola o PC Gaming el televisor reconoce el dispositivo y activa el modo Juego con todas sus funciones, bajando la latencia hasta los 9 ms para contenido en 4K. Samsung no mantiene activado el filtro de gradiente suave del color en el modo Juego, por lo que no obtiene un color tan cinematográfico como el panel de Sony.

El Samsung S95B OLED no está certificado para soportar G-Sync, por lo que la GPU Nvidia RTX GeForce 2060 de nuestro equipo de pruebas no ha sido capaz de ejecutar juegos en 4K a 120 Hz, algo que sí puede hacer con la Xbox Series X o PS5.

Tizen mejor conectado que nunca pero a costa de un menú laberíntico

Una vez alguien me dijo un refrán popular en su tierra: “Querer un cerdo grande y que no pese es imposible”.

La sabiduría popular me viene al pelo para definir lo que, poco a poco le viene pasando a un Tizen que, en sus últimas versiones, apuesta por abarcar demasiadas opciones intentando mantener una apariencia sencilla.

Al final, la sensación que transmiten los menús es de una cierta pérdida del control por parte del usuario, en el que las distintas opciones de configuración aparecen bloqueadas sin explicación alguna del porqué, y todo bajo el férreo control de un Modo Inteligente omnipresente que se impone al usuario en el control del televisor.

Navegar por los menús de Tizen se ha convertido más en un ejercicio de memoria que de lógica y podemos encontrar ajustes de imagen en el apartado de Imagen (su lugar natural), pero también en lugares tan dispares como el menú Conexión o General y Privacidad.

En su defensa he de decir que la fluidez de Tizen ha mejorado tras la última actualización del sistema, pero se mantiene en el filo de la navaja si sigue escalando en funciones sin ofrecer una reestructuración más profunda.

Por todo lo demás, Tizen goza de una salud de hierro apoyado por un catálogo de aplicaciones y juegos en la que no hemos echado de menos a ninguna plataforma importante.

Es más que evidente que Tizen ha mejorado mucho en los últimos años en términos de conectividad, y este S95B OLED toma elementos de los monitores inteligentes Smart Monitor M5 y Smart Monitor M8, como la de prescindir de un PC para conectarse a Microsoft 365 y trabajar online o crear vistas de multiventana integrando el smartphone en la pantalla.

También lo vemos en apartados como el gaming, donde el S95B OLED destaca con su nuevo HUB de gaming y la posibilidad de utilizar apps de juego en streaming como Xbox Game Pass, Stadia o GeForce Now conectando un mando directamente al televisor sin necesidad de una consola o PC.

La conectividad con otros dispositivos de su entorno se mantiene gracias a la integración del S95B OLED en el ecosistema de SmartThings y a su compatibilidad con el Asistente de Google y con Alexa, lo cual le abre la puerta al hogar conectado.

Audio consistente a pesar del diseño

El apartado del sonido siempre es complicado en un televisor tan esbelto como el Samsung S95B OLED. Sin embargo, los surcoreanos han conseguido entregar un sonido convincente posicionándolo en lugares donde el diseño de su trasera lo hacía imposible.

Al escuchar el sonido que se proyecta desde el Samsung S95B OLED uno podría pensar que es físicamente imposible que los diálogos y efectos especiales se posicionen tan claramente en la pantalla teniendo en cuenta que la mayor parte de su trasera apenas mide unos milímetros y no hay espacio para colocar un altavoz ahí.

No obstante, los ingenieros de Samsung lo han conseguido gracias a la combinación de la tecnología Object Tracking Sound y una distribución de altavoces 2.2.2 de proyección superior con los que no solo se posiciona el sonido en la pantalla, sino que también se defienden de forma solvente todo el rango de frecuencias.

Los 60 W de potencia conjunta de estos altavoces hace que suene razonablemente bien con la mayoría de escenarios de uso, y es más que suficiente para ver contenido de televisión, jugar o ver determinadas series.

Sin embargo, para una experiencia de cine más inmersiva será necesario echar mano de un sistema de sonido externo ya que no ofrece un sonido envolvente.

Con ello no solo se mejoran las prestaciones de sonido, sino que también se puede aprovechar el soporte Dolby Atmos que ofrece el S95B OLED y si se apuesta por un sistema de sonido de Samsung, se habilitan las opciones de Q-Symphony para que tanto altavoces como TV se sincronicen ampliando la escena sonora.

Contenido extra: barra de sonido Samsung HW-Q990B

Y ya que estamos en el apartado del sonido, Samsung nos ha enviado una de sus nuevas barras de sonido Samsung HW-Q990B con soporte Dolby Atmos inalámbrico para que la probemos con su primer televisor OLED.

Nos encontramos ante uno de los sistemas de sonido más top de Samsung que apuesta por la contundencia de una potencia de 660 W distribuidos en una configuración de 11.1.4 canales con los que proporcionar una experiencia de sonido inmersivo sin tener que llenar el salón de cables.

El conjunto se basa en una barra de sonido equipada con 11 altavoces que cubre tanto los canales frontales, como los laterales y superiores delanteros, montando altavoces en los extremos y arriba que proyectan el sonido hacia los lados y hacia el techo.

Por otro lado, cuenta con una pareja de altavoces inalámbricos traseros que cumplen la triple función de cubrir los canales traseros, laterales traseros y superiores, proyectando el sonido en tres direcciones gracias a su forma específica.

El conjunto se completa con un impresionante subwoofer equipado con un controlador de 8” y el nuevo sistema de dispersión del sonido Acoustic Lens que mejora la calidad de los bajos.

Como era de esperar por el impresionante despliegue de altavoces, la barra es compatible con sonido envolvente Dolby Atmos y DTS:X permitiendo configurarse de forma sencilla gracias a las funciones SpaceFit Sound y Auto EQ para adaptar el sonido a las necesidades de la sala.

Además, al combinarlo con un televisor de la marca como este Samsung S95B OLED que estamos analizando, se activan las funciones de sincronización Q-Symphony Gen 2, potenciando todavía más el canal central ya que la barra toma el control de los altavoces del televisor y los integra en su escena sonora.

Las prestaciones de la Samsung HW-Q990B son de primer nivel y no cabe duda que su precio es acorde a esa gama alta. Llega a las tiendas con un precio de 1049 euros.

Samsung se estrena con un OLED que cuida a los gamers y con un precio indiscutible

Samsung ha iniciado un camino importante con su nueva gama de televisores OLED. No solo en lo que se refiere a sus televisores en concreto, sino a la consistencia en el color y la profundidad que se aprecia a simple vista que aportan los paneles con esta nueva tecnología QD-OLED que, por el momento, solo fabrica Samsung.

En este análisis hemos podido ver cómo Samsung ha afrontado la calibración del color de su pantalla de una forma muy diferente a como lo ha hecho Sony, demostrando que a los surcoreanos todavía les queda margen de mejora en este apartado.

Aun así, el S95B OLED es uno de los mejores televisores OLED que vas a poder comprar en 2022 y, sin duda, una de las opciones mejor equipadas si vas a conectarle una consola o un PC gaming.

La llegada del Samsung S95B OLED al mercado es una buena noticia para el usuario incluso si finalmente no apuesta por este modelo ya que aporta mayor competencia al segmento de las Smart TV OLED en el que LG dominaba con mano férrea imponiéndose con un excelente equilibrio entre precio y prestaciones.

Samsung QD-OLED S95B

Samsung QD-OLED S95B es el primer televisor con tecnología QD-OLED que utiliza un panel RGB OLED con un filtro de Quantum Dots para conseguir mayor cobertura de color y unas imágenes mucho más impacta...

• Cómpralo al mejor precio

Ver analisis

Y es precisamente ahí, en el precio, donde Samsung está demostrando ser más agresiva. Este Samsung S95B OLED de 55” se puso a la venta con un precio oficial de 2.399 euros, pero mediante una agresiva campaña de descuentos, cupones y reembolsos, ya puede comprarse por 1.899 euros e incluso menos.

La tecnología QD-OLED de Samsung ha llegado como una alternativa sólida a los televisores OLED convencionales fabricados por LG y, en el caso del S95B OLED de 55” que hemos probado, lo hace acompañado por buenas prestaciones para gaming y un sonido que convence. No va a ser sencillo elegir un Smart TV OLED en esta segunda mitad de 2022.