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Microsoft Surface Book 2 de 15'', análisis y opinión

Este es el análisis del Surface Book 2, el último equipo 2 en 1 de Microsoft que corrige errores de la primera generación y que quiere liderar el segmento de los equipos convertibles o 2 en 1 gracias a una potencia impresionante y una pantalla que cuesta olvidar.

Surface Book 2 de 15'', ahora sí en España

Surface Book 2 es la segunda apuesta de Microsoft por el mercado de portátiles, convertibles y equipos 2 en 1. El primer modelo no salió de Estados Unidos y en Europa nos quedamos con las ganas de probar esta interesante apuesta, pero el Surface Book 2 sí ha llegado a nuestras fronteras, y hemos podido ponerle las manos encima para analizarlo.

MarcaMicrosoft
ModeloSurface Book 2
TipoConvertible / 2en1 
Dimensiones13,50 x 9,87 x 0,59 (en el punto más estrecho) - 0,90 (en el punto más ancho) 
Peso total1.905 gramos
Peso tablet900 gramos, aproximadamente
Sistema OperativoWindows 10
ProcesadorIntel Core i7-8650U
Memoria RAM16 GB LPDDR3 1.866 Mhz
Disco duroSSD PCIe M.2 de 256 GB
Tarjeta gráficaNvidia GTX 1060 6 GB GDDR5 MAX-Q
Tamaño de pantalla15'' Pixel Sense
Resolución de pantalla3.240 x 2.160 píxeles, (260 PPP) a 60 Hz
Conectividad inalámbica / redesWi-Fi: 802.11ac / Bluetooth 4.1 LE / Conexión Xbox
Conectores de datos / A/V2 x USB 3.0 / 1 x USB Tipo-C / 1 x Jack 3.5 (audio in, out) / 1 x lector tarjetas SD

Aunque se trata de un portátil 2 en 1, su potencia permite que lo consideremos en todo momento como un portátil (incluso un portátil gaming más que capaz, como veremos a continuación) y, sobre todo, como un equipo que sorprende desde el primer momento y que consigue seguir haciéndolo aún cuando llevas semanas trabajando con él.

Si no necesitáis el teclado, tenéis la Surface Pro, la ''hermana menor''

No os haremos esperar y solo podemos decir antes de empezar el análisis del Surface Book 2 que se trata de uno de los mejores portátiles del mercado, así como de un equipo 2 en 1 con una potencia impresionante.

Diseño continuista con bisagra peculiar

En octubre de 2015, tras varios años haciéndolo muy bien con la familia Surface, Microsoft sorprendió con Surface Book, una generación de portátiles 2 en 1 (un 2 en 1 es, básicamente, un equipo que es una tablet por un lado, un dock con teclado por otro y un portátil cuando ambos elementos se unen) con gran potencia y un diseño exquisito.

De hecho, la filosofía no ha cambiado en el nuevo modelo de 2018 que tenemos entre manos y el diseño es muy similar, con cambios lógicos, al de hace tres años. El equipo que hemos probado es el de 15 pulgadas, y el tamaño, realmente, impone.

El tamaño del teclado es más que adecuado, aunque hay mucho espacio sin usar en el chasis.
El tamaño del teclado es más que adecuado, aunque hay mucho espacio sin usar en el chasis.

Lo que más llama la atención, antes de abrirlo, es la peculiar bisagra. El primer modelo de Surface Book ya la tenía, y es algo que repite en esta segunda generación. La bisagra tipo libro Nos permite desplegar la pantalla en un ángulo de unos 80º, algo que es más que suficiente si tenemos en cuenta el uso como portátil, pero que impide ''darle la vuelta'' para usarlo como convertible.

Análisis Surface Book 2

Pasa usar el Surface Book 2 como convertible, debemos presionar la tecla específica que nos permite separar el cuerpo y la pantalla para, dándole la vuelta a la misma, poder conseguir ese convertible y usar el equipo como una tablet gigante. Es un uso que no realizaremos por una cuestión muy sencilla: para darle la vuelta, mejor desanclamos la pantalla del todo y cargamos solo con la ''tablet''.

Funcionamiento tecla separación Surface Book 2

Sin embargo, sí se nos ocurren un par de situaciones en las que usar el Surface Book 2 como convertible cuando damos la vuelta a la pantalla, no cuando separamos la tablet del teclado: cuando queremos ver una serie o jugar con mando sin que el teclado esté entre nosotros y la pantalla o cuando necesitamos el convertible con una potencia gráfica superior a la que otorga la GPU integrada HD620 de Intel. Y, ya que hablamos de la tablet, vamos con ella.

Con unos marcos que consiguen un equilibrio perfecto entre un diseño delgado, pero suficiente para agarrar la tablet sin presionar la pantalla por error, tenemos con nosotros una tableta de 15 pulgadas con pantalla 2.160p y aspect-ratio 3:2. El equipo tiene un peso de 1,9 kilos, pero casi todo se concentra en el la base del teclado, siendo la pantalla realmente manejable.

Uno de los puertos Surface Connect, junto a dos puntos imantados, comunican el teclado/GPU y la tablet.
Uno de los puertos Surface Connect, junto a dos puntos imantados, comunican el teclado/GPU y la tablet.

En la parte superior izquierda trasera tenemos la cámara de 8 Mpx y el logo de Microsoft. En la parte frontal, además de la propia pantalla, diferentes sensores y una cámara frontal de 5 MP, además de dos altavoces colocados a ambos lados en la parte superior.

Contamos con botones físicos de encendido (sí, el ''portátil'' se enciente como una tablet) y subida/bajada de volumen en la parte superior, así como un jack de 3,5 milímetros en la parte superior del lateral derecho. En la parte inferior tenemos el puerto Surface Connect para cargar la tablet (cuando está en este modo) y conectarse al dock.

Análisis Surface Book 2

Si hablamos del teclado, la base cuenta con unos marcos que podrían haberse aprovechado algo mejor, pero que ''esconden'' un teclado con un tamaño más que correcto, así como un touchpad (ahora hablaremos de él) que cuenta con un buen tacto y dimensiones. En el lateral derecho encontramos un lector de tarjetas y dos puertos USB 3.0, y en el lateral izquierdo el puerto Surface Connect para cargar todo el equipo (tanto la batería de la tablet como la del dock) y un USB Tipo-C que no es Thunderbolt 3.

Tanto la pantalla como el dock están acabados en magnesio y plástico, con un tacto de lo más agradable, y encontramos rendijas de ventilación en la parte superior del dock (por encima de la bisagra) y en los laterales de la tablet. De hecho, todo el contorno de la misma está ''abierto'' para disipar el calor de forma pasiva, aunque el disipador activo expulsa el aire por el lateral izquierdo.

Diferentes ángulos de la bisagra. La foto de la izquierda es el tope.
Diferentes ángulos de la bisagra. La foto de la izquierda es el tope.

Si bien es cierto que no es el convertible ni el 2 en 1 más ligero, ni ''portátil'', sí sabe sacarle partido a esa bisagra tan especial. Y es que, es realmente cómodo llevar el Surface Book 2 de un lado a otro agarrando el equipo por dicha bisagra. Da sensación de seguridad, y el acabado logra que sintamos que tenemos un dispositivo muy premium entre manos.

Microsoft hace magia con las pantallas

Esta sensación de ''equipo premium'' se consigue, en buena parte, gracias a la pantalla. En pocas palabras: cuesta olvidar la pantalla PixelSense (como la ha bautizado Microsoft) del Surface Book 2. De hecho, cada vez que abrimos el dispositivo y vemos esa pantalla nos quedamos asombrados por la calidad de los colores, la calibración y la definición.

Nuestro modelo ha sido el de pantalla de 15 pulgadas multitáctil con 10 puntos de presión y una resolución de 3.240 x 2.160 px. Es decir, aunque el alto tiene 2.160 píxeles, el ancho se queda por debajo del 4K real debido al formato 3:2.

Aunque es más pesada que otras tablets, sorprende lo ligera que resulta teniendo en cuenta el tamaño... y lo que lleva dentro.
Aunque es más pesada que otras tablets, sorprende lo ligera que resulta teniendo en cuenta el tamaño... y lo que lleva dentro.

El panel es IPS, el contraste es de 1.600:1 y el ángulo de visualización simplemente exquisito. La pantalla, con fondos blancos, tiende a amarillear cuando la miramos desde un ángulo inviable. En las demás situaciones se mantiene con unos colores perfectos.

Además, la precisión de la pantalla es sobresaliente, siendo un placer en todo momento utilizar los dedos para seleccionar lo que queremos en lugar del touchpad. De hecho, no soy de los que gustan de ''tocar'' las pantallas táctiles de los portátiles, pero la del Surface Book 2, realmente, invita a ello. Los gestos multitáctiles funcionan a la perfección y el scroll en páginas web es como se espera.

Además, contar con un panel casi 4K en 15 pulgadas es muy interesante. Sí, para jugar (algo que veremos más adelante) es un engorro, ya que no podemos aprovechar la totalidad de píxeles de la pantalla, pero si trabajamos con Photoshop editando muchas imágenes o con Premiere, podemos crear un escritorio enorme en el que caben multitud de tareas. Esto, en algunas circunstancias, permite que no echemos de menos un monitor externo. Y se agradece.

La tablet es enorme y en formato vertical es un gusto leer páginas web.
La tablet es enorme y en formato vertical es un gusto leer páginas web.

Rendimiento en el día a día

Ahora bien, toca ver qué alimenta este sobresaliente panel de altísima resolución. Para hablar de los componentes del Surface Book 2 tenemos que diferenciar entre la tablet y la base. En la tablet tenemos el procesador Intel Core i7-8650U de cuatro núcleos con un turbo de hasta 4,2 GHz y una frecuencia base de 1,9 GHz (mucho más modesto que un procesador serie H, por ejemplo). 

En la parte superior de la tablet tenemos una cámara de 5 megapíxeles y diferentes sensores ambientales, además de doble micrófono.
En la parte superior de la tablet tenemos una cámara de 5 megapíxeles y diferentes sensores ambientales, además de doble micrófono.

Se trata de un procesador de bajo consumo (solo 15 W) que aunque sea de octava generación está construido en arquitectura Kaby Lake. Esto tiene su importancia, ya que no soporta memoria LPDDR4 y, por eso, nos ''conformamos'' en nuestro equipo con 16 GB de memoria RAM LPDDR3 a 1.866 MHz. Sí, nos habría gustado contar con una memoria más rápida, pero el procesador no lo permite.

Esta CPU cuenta con gráfica integrada Intel HD620 y los componentes de la pantalla lo completan un SSD M.2 Samsung con tecnología NVMe de 256 GB en nuestro caso. En el dock (o en el teclado) tenemos una batería adicional (la tablet ya cuenta con una) y una imponente GTX 1060 de 6 GB, una gráfica ideal para jugar con buena calidad a cualquier tipo de título.

Análisis Surface Book 2

Una vez vistos los componentes y diferentes configuraciones del Surface Book 2, vamos con unos benchmarks sintéticos. Hemos medido la potencia de la gráfica y el procesador, así como la velocidad de lectura/escritura secuencial del SSD. Y este ha sido el resultado.

BenchmarkSurface Book 2 15''
3D Mark Time Spy General2.918 puntos
3D Mark Time Spy CPU3.846 puntos
3D Mark Time Spy GPU2.799 puntos
Unigine Superposition (1.080p High)4.377 puntos
Unigine Superposition (4K)2.601 puntos
PC Mark 104.213 puntos
GeekbenchSingle-core: 4.507
Multi-core: 14.235
Geekbench OpenCL equipo completo126.549 puntos
Geekbench solo tablet21.908 puntos
SSD Benchmark SecuencialLectura: 2004 MB/s
Escritura: 204,22 MB/s

En el día a día, con trabajo con Photoshop editando imágenes (tamaño, principalmente), unas 10 pestañas de Goocle Chrome, Netflix y navegación web, el rendimiento ha sido excelente. La GPU discreta no necesita activarse durante estas actividades y el nivel de sonido y calor se mantiene a raya.

El equipo es fluido en todo momento y no echamos de menos el enchufe que aporta ese extra de potencia que, por ejemplo, sí necesitamos para desplegar todo el potencial de los componentes a la hora de jugar o renderizar un vídeo. En cuanto a experiencia ofimática se refiere, el Surface Book 2 se comporta de forma magistral.

Análisis Surface Book 2

Surface Book 2, un convertible gaming

Ahora bien, teniendo el modelo de 15 pulgadas con toda una GTX 1060 entre manos, no podíamos desaprovechar la oportunidad de probar juegos actuales en el Surface Book 2. Como solemos realizar en este tipo de pruebas, hemos seleccionado los juegos en función de los requisitos de los mismos y lo que cada uno pone a prueba.

Por ejemplo, Overwatch o Gears of War 4 son juegos que tiran mucho tanto de procesador como de tarjeta gráfica. Sea of Thieves es exigente con la GPU y StarCraft II, aunque demanda mucha GPU para ser un juego de estrategia, sobre todo se ''alimenta'' de la CPU cuando se juntan muchos personajes en pantalla.

A continuación tenéis una tabla con el rendimiento de cada uno de los juegos con diferentes parámetros gráficos y la configuración utilizada:

JuegoFrames por segundo
(min / max)
Overwatch (1.080p)31 / 91
Sea of Thieves (1.440p)18 / 62
Gears of War 4 (1.620 x 1.080)22 / 79
StarCraft II (2.160p)20 / 92
State of Decay (2.160p)27 / 36

Como podéis ver, la tasa de frames por segundo varía mucho en en todos los juegos. Esto es debido a que el procesador, en algunos puntos, ejerce de cuello de botella de la tarjeta gráfica. Además, algo que no podemos comprobar, está el factor de la velocidad del puerto Surface Connect. Y es que, al tener la GPU separada de la placa base de la CPU, la velocidad de transmisión de datos varía y no es la misma que si todos los elementos estuvieran en la misma placa.

Un ejemplo claro del cuello de botella del Intel Core i7-8650U es StarCraft II. Cuando el juego tiene que manejar pocos elementos en pantalla, la GPU se dedica a satisfacer la demanda. Calcula los reflejos, las texturas, la iluminación y las sombras. Sin embargo, a medida que nuestro ejército crece, el rendimiento va cayendo, llegando a los mínimos cuando tropas rivales y propias se juntan en el campo de batalla.

Ahora, entremos un poco más en detalle en un juego concreto, Gears of War 4. Pasando por alto el hecho de tener que descargar 130 GB de juego en un PC que cuenta con 256 GB en total, y obviando la ridículamente lenta bajada que obtenemos con fibra de 600 MB desde la Store de Microsoft, es el juego perfecto para probar el Surface Book 2. Y casi cualquier PC.

Y es que, el título desarrollado por The Coalition cuenta con una gran optimización, es de los más punteros en PC y, además, tiene benchmark interno y está optimizado para Windows 10, además de para procesadores que no sean demasiado potentes (recordemos que viene de Xbox One y, aunque Xbox One X tiene un mejor procesador, los 1,75 GHz de la CPU del modelo estándar pasan factura).

Cómo no, hemos realizado el benchmark de Gears of War 4 en el Surface Book 2 en tres configuraciones. La primera de ellas en 2.160p:

Benchmark Gears of War 4 a 4K en Surface Book 2

Aunque no se porta mal en la prueba, a la hora de jugar obtenemos tasas de 9 frames por segundo como mínima, algo que hace inviable jugar, ya que la media ronda los 20 frames por segundo. El segundo benchmark es en resolución 1.440p:

Benchmark Gears of War 4 a 1440p en Surface Book 2

Pasa algo parecido a la prueba anterior. Aunque rinde a la perfección en el benchmark, en el juego la tasa de frames oscila demasiado, por lo que decidimos poner la resolución a 1.620 x 1.080, un 50% de lo que da el panel de forma nativa, y el resultado ha sido mucho mejor tanto jugando como en el benchmark:

Benchmark Gears of War 4 a 1080p en Surface Book 2

Es decir, para disfrutar de los juegos en su máximo esplendor hay que ''jugar'' con la configuración gráfica. Y es que, si bien la GTX 1060 de 6 GB es una excelente GPU para jugar a 1.080p y 1.440p, los juegos ''invitan'' a disfrutar a 2.160p. 

Si queréis jugar a 2.160p en el Surface Book 2, debéis bajar el resto de parámetros prácticamente al mínimo, salvo en algunas honrosas excepciones. Y es que, en este caso el procesador no puede con algunos juegos. Al final, se trata de un procesador pensado para la eficiencia y el rendimiento en el día a día, no para jugar, aunque se puede disfrutar de juegos punteros sin mayores problemas, como mostramos en este gameplay de Gears of War 4 en el Surface Book 2:

Temperatura y disipación, una agradable sorpresa

La temperatura es uno de los puntos más polémicos de los portátiles. Este tipo de dispositivos (y cualquiera con circuitos integrados con elementos que produzcan un calor excesivo) ''mueren'' debido a la alta temperatura que se llega a alcanzar en ocasiones.

En el caso del Surface Book 2 hay que medir la temperatura en dos puntos. Y es que, como ya hemos dicho, en la base se encuentra la batería y la GPU y en la pantalla tenemos una placa base (con un inmenso disipador de cobre que trabaja junto a un disipador activo que expulsa el aire por uno de los laterales) que tiene los diferentes sensores, tarjeta WiFi, RAM, SSD M.2 y procesador para trabajar de forma autónoma.

Por eso, la pantalla es la que se calienta debido al propio calentamiento de la memoria RAM y el procesador que, por muy buena placa de cobre y el disipador activo, tienen que trabajar intensivamente en algunas ocasiones. Sin embargo, es un calor que no notamos en ningún momento, ya que no tenemos que estar en contacto con estos componentes. El sonido del ventilador, además, no es demasiado perceptible.

La rendija de ventilación, con un doble disipador activo para la GPU, solo se activa al jugar.
La rendija de ventilación, con un doble disipador activo para la GPU, solo se activa al jugar.

Por otro lado tenemos la base, donde se encuentra la GTX 1060 de 6 GB, en nuestro caso debido a tener el Surface Book 2 de 15''. Esta gráfica está apagada en todo momento gracias al citado sistema Max-Q y se activa solo cuando la GPU integrada del procesador no puede más, o cuando ejecutamos un juego. Ahí si notamos calor en el teclado, sin ser exagerado, y sobre todo algo más de ruido.

Y es que, la salida del ventilador de la GPU apunta a la pantalla, lo que provoca que el ruido rebote y se haga más perceptible, pero nada que impida que juguemos subiendo un poco el volumen. En el día a día, navegando, utilizando editores de texto y Photoshop de manera muy básica (redimensionar y comprimir imágenes), la base se mantiene fresca en todo momento.

Únicamente cuando jugamos empezamos a notar el calor. Sin embargo, y teniendo en cuenta que hemos jugado a 2.160p, ni la GPU ni el procesador se han calentado en exceso. Aquí os dejamos el resultado de nuestras pruebas:

Juego y resoluciónTemperatura máxima de CPUTemperatura máxima de GPU
StarCraft II (2.160p)58º78º
State of Decay 2 (2.160p)57º64º
Overwatch (1.080p)65º68º
Sea of Thieves (1.440p)67º79º
Gears of War 4 (1.620 x 1.080)73º66º

El rendimiento de la GTX 1060 llama la atención en cuanto a disipación se refiere, ya que no es la gráfica idónea para trabajar a 2.160p, pero se mantiene muy bien. Sin embargo, lo que más llama la atención es la disipación del procesador.

Y es que, si bien muchos juegos se ''ahogan'' en términos de rendimiento debido al procesador con el que cuenta el Surface Book 2, la temperatura es muy baja. De hecho, hay portátiles gaming con procesadores que cuentan con mejor disipación y con más potencia que llegan a temperaturas cercanas a los 95º (cosa que tampoco es normal).

Esto habla muy bien de esta generación ''eficiente'' de Intel para Ultrabooks, pero también influye el hecho de separar GPU y CPU en dos partes para que ambas no estén emitiendo calor en un espacio muy reducido. 

Las rendijas de ventilación protagonizan el perímetro de la tablet.
Las rendijas de ventilación protagonizan el perímetro de la tablet.

Teclado y touchpad que ''da con la tecla''

Cuando me enfrento a un portátil que no es de Apple, lo primero que pienso es ''a ver qué tal se trabaja aquí. Y es que, el teclado no suele fallar (excepto algunas ocasiones en algún fabricante concreto) pero no dan con la tecla en el touchpad en comparación con Apple. Al final, pasas mucho tiempo utilizando esta superficie, y un mal touchpad puede hacerte pesada la tarea de trabajar en modo portátil 100%.

Por suerte, no ocurre en el Surface Book 2. El touchpad no tiene un tamaño demasiado grande para ser un portátil de 15 pulgadas (10,5 cm x 7 cm), pero responde bien tanto a la presión como a los gestos multitáctiles y, además, el tacto de la fibra de vidrio es muy agradable. Si se nos queda pequeño este touchpad, tenemos la gran pantalla de 15'' para complementarlo.

Análisis Surface Book 2

Las teclas, por su parte, tienen una elevación bastante interesante que produce una sensación de rebote muy satisfactoria, casi tanto como lo es el sonido que desprende cuando pulsamos las teclas. Cómo no, es un teclado con layout en español (con su eñe) y cuenta con iluminación, aunque es el punto más flojo.

Se trata de una iluminación blanca que no consigue iluminar todas las teclas por igual. Además, si la luz natural incide de cierta manera sobre el teclado, algunos caracteres se vuelven invisibles debido al color utilizado. No hay mayor problema, pero si tuviéramos que poner alguna pega a este teclado, sería esa, ya que por tacto, precisión y sensaciones, es más que notable.

Por último, para cerrar con el teclado, se agradece que Microsoft haya incluido una tecla de función (a la derecha del control izquierdo) que bloquea las funciones multimedia de las teclas ''F''. Así podemos elegir tener el teclado completo con las teclas ''F'' o contar con las multimedia, brillo de pantalla y teclado, etc.

Análisis Surface Book 2

Sonido frontal brillante

El sonido era un tema tabú en los portátiles hasta hace poco, y en el caso de los convertibles, más aún, ya que suelen ser equipos con los altavoces integrados en la pantalla (en la ''tablet'', por así decirlo) y no son capaces de ofrecer una experiencia satisfactoria.

Sin embargo, en este sentido Microsoft también ha afinado con una pareja de altavoces que no solo sorprenden por su calidad a la hora de dar un sonido estereo capaz de ''engañarnos'' en ocasiones con audio envolvente, sino que logran un volumen máximo que no es estridente ni en graves ni en agudos.

Análisis Surface Book 2

Es cierto que en los sonidos graves es donde se notan las carencias de unos altavoces que están diseñados para ''entrar'' en un chasis muy delgado y que, por tanto, carecen de una caja de resonancia adecuada, pero cumplen de sobra su papel.

De hecho, lo mejor que se puede decir es que jugando, viendo Netflix y escuchando música mientras he trabajado con el Surface Book 2 no he echado en falta los auriculares o unos altavoces externos. Además, hay dos puntos que me gustan mucho y que denotan inteligencia en este aspecto por parte de Microsoft.

El primero es la colocación de los altavoces. Se encuentran en la parte superior de la pantalla, por lo que apuntan justo a nuestros oídos cuando estamos trabajando con la pantalla a los 80-75º de rigor. 

Análisis Surface Book 2

Por otra parte esta colocación permite que trabaje con el portátil en las rodillas sin perder calidad. Muchos portátiles actuales, sobre los ''gaming'' optan por una pareja de altavoces en la parte inferior que utilizan la superficie de apoyo para que rebote el sonido.

Altavoces bluetooth si necesitamos potencia sonora extra

Al prescindir de esto, el sonido que logra el Surface Book 2 es más claro y, aunque sé que no está bien trabajar con el portátil en las rodillas, todos lo hacemos en ocasiones y el sonido se mantiene invariable. Punto para Microsoft, y muy bueno, en el tema del audio con este dispositivo.

Análisis Surface Book 2

Integración de Windows 10 y autonomía

No todo, o casi todo, podía ser brillante en el Surface Book 2, y el mayor problema nos lo encontramos ''en casa''. El equipo llega con Windows 10 Pro Creators Update de 64 bits y, aunque Windows 10 cada vez se adapta mejor a las pantallas táctiles (y ahí tendrá mucho que ver el trabajo junto a Snapdragon con los portátiles para todo el día), aún hay cosas que no van como deberían.

Por ejemplo, las transiciones entre las posiciones verticales y horizontales de la interfaz, dependiendo de cómo sujetemos la tablet, tardan algo más de la cuenta. Además, y esto no tiene nada que ver con la pantalla, seguimos encontrando bloatware que sí, podemos desinstalar de forma sencilla, pero que no entendemos que esté presente en un equipo propiedad de Microsoft. Y nos referimos a programas preinstalados de terceros o a juegos como Candy Crush.

Hay juegos que sí podemos ponerlos a la máxima resolución, y el formato 3:2 no es nada incómodo.
Hay juegos que sí podemos ponerlos a la máxima resolución, y el formato 3:2 no es nada incómodo.

Además, hay otro punto que debemos señalar. Cuando pulsamos el botón de ''desacople'' de la pantalla, pasan un par de segundos hasta que el dispositivo nos indica (con un LED y un aviso en la pantalla) que podemos separar ambos elementos. En este momento, la GTX 1060 se ''desactiva'' y todos los componentes van en la tablet. Cuando volvemos a unir ambas partes, todo vuelve a funcionar en armonía de forma totalmente automática.

Sin embargo, en contadas ocasiones, dos en las dos semanas, hemos tenido el problema de ver cómo el sistema se ralentizaba en extremo tras volver a unir los elementos, fruto de algún fallo en el software, algo normal, por otra parte, que se encarga de comunicar los diferentes componentes de la tablet y el dock. Reiniciando el dispositivo, el Surface Book 2 volvió a su funcionamiento normal.

Cuando aparece este aviso, podemos desconectar la tablet del teclado.
Cuando aparece este aviso, podemos desconectar la tablet del teclado.

Por otra parte, la autonomía del equipo es intachable. Con juegos no logramos más de 3 horas lejos de un enchufe, pero viendo Netflix ha aguantado durante cerca de 13 horas sin despeinarse y una jornada de 8 horas de trabajo con navegación web y editor de textos. La carga completa lleva unas tres horas y, como nos tiene acostumbrados Microsoft, el cargador cuenta con otro puerto USB (para cargar el móvil, por ejemplo).

En este sentido, podemos llevar el Surface Book 2 en la mochila para ir al trabajo o a clase y olvidarnos el cargador sin pasarlo demasiado mal. Sí, está el engorro de necesitar uno en un momento puntual y no tener un Surface Connect a mano, algo de lo más normal, pero también podemos cargarlo mediante el USB Tipo-C. Y aquí nos preguntamos: ¿eran necesarios dos puertos propios existiendo el USB Tipo-C?

Nintendo Switch ha demostrado que puede hacer un dock con USB C, algo que, perfectamente, podría haber replicado Microsoft con el Surface Book 2.

Análisis Surface Book 2

Un nuevo comienzo para la familia Surface

Pocas veces nos encontramos con un dispositivo tan redondo en casi todos los apartados como este Surface Book 2. La pantalla, calibrada de fábrica, es una delicia. Los ángulos de visión son excelentes, la definición nos permite contar con una gran relación de ppp, así como la posibilidad de crear un gran escritorio. El sonido es muy bueno, la temperatura se mantiene a raya y el rendimiento como tablet (pese a lo voluminosa que es) es perfecto.

Cuando unimos tablet y dock nos encontramos con una gráfica muy potente que nos permite jugar a títulos muy exigentes. El procesador hace aquí un poco de cuello de botella, algo normal teniendo en cuenta que se trata de una CPU enfocada al bajo consumo y la eficiencia/portabilidad, pero aún así podemos disfrutar, toqueteando parámetros gráficos, de juegos a muy buena calidad (y si conectamos una pantalla externa 1.080p, con casi todo en ''ultra''.

El cierre de teclado y tablet es imantado.
El cierre de teclado y tablet es imantado.

El teclado es muy cómodo y tiene un tacto y un tamaño adecuados. Además, el touchpad es una gran sorpresa. Muchas veces usaremos la pantalla táctil para los gestos, pero al fin un fabricante realiza un touchpad a la altura de los de Apple en un dispositivo con Windows.

Como herramienta de trabajo y ocio, el Surface Book 2 es un convertible / portátil / 2 en 1 muy destacable, pero hay un gran hándicap: el precio. Las configuraciones desde 1.749€ hasta la escalofriante cifra de 3.799€ deberían significar excelencia en todos los sentidos. Por ejemplo, echamos de menos un Thunderbolt 3 o un puerto HDMI que cabría perfectamente en el chasis.

Análisis Surface Book 2

Además, y esto es aún más grave, es imperdonable que por este precio no venga el Surface Pen. Y es que, la exquisita pantalla invita a que los más creativos den rienda suelta a la imaginación con el Surface Pen que, sí, hay que comprar aparte. Por lo demás, estamos ante un gadget para quienes quieran un producto de altísima calidad y, además, puedan pagarlo.

Microsoft lleva años bordándolo con los Surface Pro y, ahora, el Surface Book 2. A ver si las próximas generaciones de Surface Laptop se centran en lo que deben y los de Redmond completan una familia que, por calidad, puede mirar de tú a tú a los dispositivos de la manzana.

Nuestra valoración

Lo mejor

  • La pantalla es espectacular
  • Gran autonomía y disipación del calor
  • Rendimiento gráfico excepcional en un 2 en 1
  • Touchpad y teclado exquisitos

Lo peor

  • La bisagra aumenta mucho el grosor
  • Sin Thunderbolt 3
  • ¿Para qué un puerto especial teniendo USB Tipo-C?
  • Es excesivamente caro
90

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