Micrófono NZXT Capsule, análisis y opinión

Estos últimos meses, debido a la pandemia y a que hemos tenido mucho tiempo en casa para desarrollar aficiones, muchos usuarios hemos empezado a hacer cositas en directo por internet.

Nosotros hacemos nuestro podcast semanal de los lunes y, precisamente, ese tipo de contenidos han crecido como la espuma estos últimos años. 

Sin embargo, también puede que os hayáis interesado por hacer streaming en Twitch o grabar partidas de juegos para YouTube.

Para todos estos casos es necesaria una cámara y, sobre todo, un buen micrófono. Las compañías 'gaming' lo saben y estos meses hemos visto bastantes cámaras, como la Razer Kiyo Pro -análisis- o la Logitech StreamCam -análisis-, pero también micrófonos.

Un buen sonido es fundamental para disfrutar de contenido por internet y, si hace unos meses analizamos el Blue Yeti X de World of Warcraft, ahora toca el turno de dar nuestra opinión del NZXT Capsule en este análisis.

Apartados del análisis del NZXT Capsule:

• Diseño: muy cuidado y pensado tanto para brazo como para sobremesa
• Calidad de sonido: un sonido cálido con paso de auriculares y unos botones con giro infinito
• Conclusión: una apuesta para dar presencia a tu escritorio y buen sonido en el streaming

Diseño muy cuidado y pensado tanto para brazo como para sobremesa

Cuando hablamos de un micrófono, su diseño es algo que puede que no os parezca importante. Sin embargo, creo que sí lo es tanto por la sensación personal al sentarme en el escritorio como por lo que puedo transmitir a mi audiencia.

El NZXT Capsule llega en dos colores: un elegante negro y un blanco que me parece precioso. El soporte y la rejilla del condensador vienen en color negro en ambos casos y el contraste me parece de lo más elegante. 

Tengo el Blue Yeti de primera generación, un micrófono que recoge la voz de manera espectacular y que tiene varios modos de captura a los que, por el contenido que hago, no saco partido. Pero algo que también tiene ese micro es que es enorme.

El de NZXT es bastante más pequeño y, sobre todo, ligero. Colocado en la base tiene un peso de 883 gramos y una altura total de 252 milímetros. 

Sin la base son unos 314 gramos, un peso que no está nada mal teniendo en cuenta que tanto el soporte como el propio micrófono son de aluminio, lo que da una sensación bastante TOP al tacto.

Esa sensación 'premium' la tenemos desde el embalaje, con una caja muy elegante que protege muy bien un micrófono que ya tiene la base premontada. 

Si queremos, podemos poner el micro en un brazo de mesa y aquí entra en juego algo que me ha gustado mucho del Capsule. Y es que, en la parte trasera tiene una pieza que podemos poner y quitar de forma muy sencilla, simplemente apretando el botón. Así lo despegamos del soporte.

Para que no se quede 'feo' sin esa pieza del soporte, el paquete incluye una pieza que podemos poner en la trasera para que el aspecto sea totalmente cilíndrico y el modo de ajustarlo en un brazo es mediante un adaptador que también se incluye en la caja.

Pero bueno, nosotros lo hemos tenido en el soporte de mesa todo el rato y lo cierto es que la estabilidad es total. Además, no resbala en la mesa gracias a unas almohadillas en la parte inferior.

Lo que no me ha gustado mucho del soporte es que las roscas de los laterales no aprietan demasiado y es fácil inclinar el micrófono sin querer, al menos en mi unidad.

Pero bueno, siguiendo con el diseño, tenemos un anillo LED en la parte inferior que tiene dos modos. Si está en blanco significa que nos está escuchando, pero si pulsamos el botón de ganancia el anillo se pondrá de color rojo, lo que significa que el micro está muteado.

En la parte inferior tenemos el jack de auriculares para permitirnos escuchar nuestra señal, pero también actúa como paso de sonido para conectar, por ejemplo, los auriculares por cable directamente al micro y escuchar a quien nos esté hablando en un podcast o reunión. 

Ahí también encontramos el USB-C de conexión. Me gusta que tengamos USB-C, ya que incluso algunos micrófonos nuevos tienen interfaz microUSB, así que de este modo es fácil conectar este micro a equipos más modernos. Eso sí, el cable que llega en la caja es USB-C a USB-A, con una longitud satisfactoria.

En el frontal tenemos dos botones de plástico ABS para controlar la ganancia y el volumen de los auriculares, pero también algo que no me ha gustado demasiado. 

Tiene unos dientes gomosos que facilitan el agarre, pero son ruedas con giro infinito. Es decir, vamos a poder estar hasta que nos hartemos girando a izquierda o derecha porque no tiene tope, y esto me parece un error.

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En el control de volumen de los auriculares me da más igual porque voy controlando 'de oído', literalmente, el volumen, pero el control de ganancia es muy peligroso. La rueda es muy sensible y no tenemos una indicación real de cuál es la ganancia.

En una siguiente generación, creo que debería haber un sistema dentado interno o un indicador con LED para que sepamos en todo momento cuál es la ganancia del micro. O incluso una rueda infinita, pero con unas marcas alrededor que nos permitan conocer si estamos en el nivel 1, 5 o 10.

Un sonido cálido con paso de auriculares y unos botones con giro infinito

Pero bueno, vamos a lo importante que, al final, es la calidad de audio y el manejo. El spoiler es que, aquí, el NZXT Capsule se muestra tremendamente sólido.

Algo que quiero destacar antes de nada es que es un micrófono totalmente Plug&Play. Esto significa que, en cuanto lo saquemos de la caja y lo conectemos al PC o Mac, el ordenador lo detecta como fuente de entrada de audio y podemos empezar a trabajar con él.

Sí, la inmensa mayoría de micrófonos del mercado son así, pero muchos también tienen un software desde el que controlar algunos parámetros. 

En este caso no existe tal software y me parece algo muy cómodo porque siempre vamos a tener la misma experiencia de uso y la misma calidad de voz estemos en el equipo en el que estemos.

Esto significa que en casa, en la oficina en otro ordenador, de viaje de trabajo conectando el micro al móvil o a un portátil que esté probando, tendré la misma calidad de sonido, lo que da una consistencia al contenido que esté creando en cada momento independientemente del lugar. 

También he probado a conectarlo a algunos móviles y podemos grabar sin problema. Este factor, unido al bajo peso del micro y a su factor de forma, permite que el equipo sea muy 'portable'. 

Y bueno, ya ha quedado claro que el micro es fácil de utilizar, pero lo más importante es comprobar qué tal suena.

Para esto, vale más un audio que mil palabras y, aunque la compresión de Soundcloud puede estar ahí, hemos grabado una pista con Garageband en calidad de estudio, la máxima disponible, para que tengáis una prueba sobre cómo recoge mi voz.

Me parece un audio más que correcto para gameplay y podcasting. No está al nivel del Shure MV7 -que cuesta 211 euros- en calidad de voz o del Blue Yeti por su versatilidad, ya que son dos micrófonos más 'profesionales', pero desde luego nos permite grabar y emitir con una calidad más que buena para trabajar en internet.

Creo que la voz es cálida, no tengo distorsión, no hay ruido de fondo gracias a ese patrón cardioide y la base mitiga bastante bien ruidos accidentales.

Os dejo un ejemplo más del día a día, con la compresión del streaming en Streamyard, pero para que tengáis otra referencia.

Hay que tener cuidado con lo comentado de la ganancia debido a la rueda infinita, pero el control de los auriculares gracias al amplificador integrado me parece comodísimo y, además, hay alguna sorpresa bajo el capó.

Y es que, la cápsula tiene un filtro pop-up integrada, lo que minimiza los golpes de aire en letras como las consonantes bilabiales sonoras ('b' o 'p').

Y, como es unidireccional, tenemos que estar justo frente al micrófono para que nos capte bien. En la prueba de audio tenéis un ejemplo al hablar desde uno de los laterales. Nos 'pilla', pero se nos escucha mucho más bajito.

No hay que estar pegados al micrófono para que nos capte bien y normalmente lo tengo a un palmo y medio de mi boca. Controlando la ganancia, evidentemente, os lo podréis separar algo más, pero se colará ruido blanco. Lo ideal es tener una ganancia baja para mantener una muy buena calidad de sonido con un tono muy cálido.

Y sí, aunque no tenemos un software para el micro, que es parte de su 'encanto', en programas como OBS vamos a poder controlar la ganancia directamente desde el software, así que no he echado de menos un programa complementado.

Una apuesta para dar presencia a tu escritorio y buen sonido en el streaming

Y, al final, lo que me he encontrado con el NZXT Capsule es un micrófono que es atractivo y que, creo, queda genial en cualquier setup, pero que también es de lo más práctico.

Su diseño modular hace que sea sencillo colocarlo en un brazo o en la base, así como separar la base del micro para meterlo en una maleta sin tener que desatornillar nada.

Me parece muy elegante en el color blanco, el anillo LED es una clara referencia visual del estado del micro y, lo más importante, la calidad de la voz me parece acorde al precio, siendo muy buena.

Actualmente se puede encontrar a unos 115 euros y tanto por su respuesta como por la calidez del sonido que recoge, creo que es una muy buena apuesta semiprofesional para hacer podcast, reviews con voz de fondo o streaming de videojuegos.

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Eso sí, no es perfecto y no me ha gustado el detalle de las ruedas con giro infinito, sobre todo la de ganancia que puede fastidiarnos una grabación, pero por lo demás, me parece una excelente primera incursión de NZXT en este tipo de hardware.