Samsung Galaxy S22+, análisis y opinión

Si una fórmula te ha dado buenos resultados ¿por qué cambiarla? Eso es precisamente lo que debieron pensar los ingenieros de la marca surcoreana al diseñar la nueva gama Galaxy S22.

Salvo el Galaxy S22 Ultra que ya pasó por nuestro laboratorio, que es el modelo más diferencial de la gama por acercarse a los Note, Samsung ha optado por la senda que ya inició el año pasado presentando dos móviles muy similares en prestaciones, pero con ligeras modificaciones derivadas de su tamaño.

El Samsung Galaxy S22+ es el modelo intermedio y se presenta como el más equilibrado en diagonal de pantalla y autonomía, calcando el resto de prestaciones del modelo base. Los 1.059 euros que cuesta este modelo también supone un factor decisivo en su elección. Analizamos el Samsung Galaxy S22+ y te damos nuestra opinión.

Análisis de Samsung Galaxy S22+ por apartados:

• Diseño y conectividad: Samsung no ha arriesgado con el diseño y se mantiene en la gama Premium
• Pantalla y sonido: 6,6 pulgadas para una pantalla que se mantiene entre las mejores de la gama alta
• Rendimiento y software: Exynos 2200 que cumple, aunque la nueva GPU necesita optimización
• Cámaras: buenas fotos para todo el mundo sin complicarse la vida
• Autonomía: 4.500 mAh que dan para pocas alegrías y tendrás que buscarte la vida para cargarlo
• Conclusión: La solución más equilibrada para quienes ni quieren un móvil mini ni un titán de la fotografía

Samsung no ha arriesgado con el diseño y se mantiene en la gama Premium

Samsung ha empezado el primer trimestre del año presentando sus buques insignia para la gama alta. Tanto el Galaxy S22 como el Galaxy S22+ que tenemos entre manos conservan el mismo estilo que ya vimos en la anterior generación anterior.

Esto no es para nada malo. Con esta maniobra Samsung busca pulir el diseño original del año pasado, entregando una reinterpretación más sutil y elegante.

Los materiales también se han refinado y del plástico y aluminio de su antecesor, pasamos al cristal Corning Gorilla Glass Victus+ en ambas caras y al aluminio, dejando una sensación en mano de indiscutible gama alta.

Una de las cosas que noté en cuanto lo saqué de su caja es que el Galaxy S22+ me parecía más cuadrado que su antecesor. Los datos confirmaron mis sospechas y con unas dimensiones de 157,4 x 75,8 x 7,6 mm, el nuevo Galaxy es algo más corto que el anterior, manteniendo el ancho y el grosor.

La sensación en mano se hace un poco extraña al principio ya que da la sensación de ser muy cuadrado, pero sus 195 gramos hacen que la experiencia de uso se mantenga acorde con la categoría de este móvil.

El módulo de la cámara continúa siendo el centro de atención en la trasera, aunque se ha refinado su integración con el marco metálico que recorre el contorno. Lo cierto es que este nuevo módulo es más parecido al que monta el Samsung Galaxy S21 FE que analizamos hace algunas semanas, que al que lucía el Galaxy S21 original.

La presencia de cristal Corning Gorilla Glass Victus+ en la trasera se deja notar en el tacto con acabado esmerilado en colores Phantom White, Phantom Black, Green y Pink Gold.

Aunque es cristal e indudablemente atrapa las huellas, el acabado mate se mantiene limpio durante más tiempo y no resbala tanto. Pero tampoco esperes milagros, es cristal al fin y al cabo.

En el borde metálico encontramos la distribución de botones habitual de Samsung, con los botones de volumen situados en el borde derecho, y el botón de encendido justo debajo. El resto de bordes se mantienen limpios y todos los conectores se concentran en el borde inferior donde encontramos la bandeja para dos tarjetas NanoSIM con soporte 5G que no dejan espacio para tarjeta microSD.

El puerto USB C ocupa el espacio central, mientras que a un lado se ubica el altavoz estéreo inferior que se combina con el altavoz superior que se camufla perfectamente en la inserción entre el cristal de la pantalla y el borde.

Samsung no ha retrocedido ni un ápice en conectividad inalámbrica y la nueva generación de Galaxy S22 incorporan soporte para WiFi 6e, Bluetooth 5.2 y NFC para pagos móviles. Tampoco renuncia a la resistencia IP68 frente a polvo y agua.

6,6 pulgadas para una pantalla Dynamic AMOLED que se mantiene entre las mejores de la gama alta

Samsung ha confiado de nuevo en una pantalla Dynamic AMOLED 2X de 6,6 pulgadas totalmente plana que entrega una resolución Full HD+ de 2.340 x 1.080 píxeles que deja una densidad de 393 ppp.

Con estos datos Samsung ha conseguido mantener el listón muy alto en las pantallas de sus buques insignias que no se conforman con entregar una nitidez excelente, sino que también llega con una tasa de refresco variable que oscila entre los 10 y los 120 Hz.

Como teoría está bien, pero en la práctica, la herramienta de monitorización de frecuencia de pantalla integrada en el propio dispositivo muestra una tasa mínima de 24 Hz al ver fotos o pantallas estáticas de la interfaz, mientras que al navegar por apps o moverse por la interfaz se alcanzan los 120 Hz.

El ajuste de brillo automático es reactivo y se adapta bien a la luz ambiental, aunque en mi opinión, siempre se queda un punto más brillante de lo que me gustaría, lo cual puede afectar al consumo.

Si las pantallas de la generación anterior ya nos dejaron muy buen sabor de boca por su excelente brillo, los Galaxy S22+ no se han acomodado y en esta iteración han conseguido que su pantalla brille todavía más.

En nuestras mediciones se han alcanzado unos valores medios de 928 luxes y picos por encima de los 2.052 luxes cuando se exprime al máximo la capacidad de la pantalla activando la función Brillo Extra desde el apartado de Ajustes de Pantalla.

Este brillo garantiza el músculo necesario para representar contenido HDR10, HDR10+ y HLG con garantías, entregando un color más vivo y definido en series y películas.

Samsung no ha sido tan generosa con los perfiles de color y ofrece solo el modo Natural (sRGB) e Intenso (DCI-P3). Este ha sido el perfil que hemos usado, aunque hemos necesitado personalizarlo ligeramente porque el balance de blancos nos parecía algo frío.

El sonido afinado por AKG ha conseguido mejorar la entrega de potencia y calidad de sus altavoces obteniendo un sonido lleno de matices y con todas las frecuencias muy bien representadas.

Incluso cuando el volumen toca techo los altavoces no presentan una distorsión destacable entregando un estéreo bien equilibrado en el que ninguno de los altavoces flaquea al afrontar las frecuencias bajas.

Exynos 2200 que cumple, aunque la nueva GPU necesita optimización

El continuismo está siendo una constante en el análisis de este Samsung Galaxy S22+, por eso tenía especial interés en probar en primera persona el rendimiento de los nuevos procesadores Exynos 2200 fabricados en una litografía de 4 nm que optimiza los consumos.

Para esta nueva generación Samsung ha contado con la colaboración de AMD para desarrollar una nueva GPU integrada, cubriendo así uno de los puntos débiles históricos de los procesadores Exynos.

En términos generales, la nueva generación de Exynos 2200 que impulsa a toda la gama Galaxy S22 entrega un rendimiento a la altura de lo que ya veíamos con los Snapdragon 888, pero se queda algo corto con respecto al Snapdragon 8 Gen 1 que llegará a los modelos de gama alta en 2022.

Hablamos de un SoC de ocho núcleos que integra la GPU Xclipse 920 de AMD. Según la marca, este conjunto debería suponer una ligera mejora en cuanto al rendimiento en CPU, pero un importante salto en GPU con una mejora del rendimiento gráfico del 40%.

En el uso diario no hemos tenido ningún tipo de problema al ejecutar aplicaciones exigentes de todo tipo. Sí hemos notado caídas puntuales en el renderizado de gráficos de determinadas apps.

Por ejemplo, al hacer scroll rápido en apps como Twitter aparece un leve tirón, pero este no aparece en otras como Discover o Instagram. Lo mismo sucede en juegos como Asphalt 9 donde esporádicamente aparece ese tirón inesperado, mientras que en Genshin Impact no lo hace, aunque se le nota algo pesado.

Coincido con las conclusiones de mi compañero Alejandro en el análisis del Galaxy S22 Ultra en que estos tirones pueden ser fruto de una falta de optimización de las apps para la nueva GPU.

Al ser un nuevo desarrollo con una tecnología basada en la arquitectura RDNA2 de AMD, debe pasar por una fase de afinado a base de actualizaciones vía OTA.

Los 8 GB de RAM que monta la unidad que nos ha enviado Samsung son más que suficientes para que todo fluya sin problemas de rendimiento, y la memoria de almacenamiento es de tipo UFS 3.1, por lo que el smartphone presenta una respuesta inmediata al iniciar apps.

Y ya que hablamos del software, comentar que el Galaxy S22+ viene con la nueva capa de personalización One UI 4.1 de Samsung corriendo sobre una base de Android 12.

En realidad, no dista demasiado de lo que ya comentamos en el análisis del Galaxy S21 FE ya que solo ha recibido una actualización menor posterior, por lo que la experiencia viene siendo la misma que en aquel modelo.

Es extrañamente familiar para los usuarios habituales de móviles Samsung, pero con algunos añadidos adicionales que aporta Android 12 en forma de mejoras en la personalización de la interfaz o de la privacidad.

La marca surcoreana continúa profundizando en la integración de sus smartphones en el ecosistema de productos y servicios transversales de la marca a través de SmartThings. De ese modo, la conexión con otros dispositivos de la marca (auriculares, televisores, etc.) es mucho más intuitiva e integrada en el propio smartphone.

Una de las mayores sorpresas de Samsung en la presentación de los Galaxy S22 fue el anuncio de cuatro actualizaciones del sistema operativo y cinco años de parches de seguridad. Esto es incluso más de lo que ofrece la propia Google en sus Pixel 6 –que analizamos aquí—.

Samsung resuelve el apartado de la seguridad incorporando un sensor ultrasónico de huella dactilar bajo la pantalla que responde de forma inmediata y que ha sido el que más he usado durante esta prueba, aunque también es cierto que el desbloqueo facial también ha entrado en acción de forma inmediata en situaciones en las que no llevaba la mascarilla.

Para mi gusto, el sensor de huella está algo más alto de lo que me gustaría, obligando a forzar un poco el agarre para colocar el pulgar sobre el lector, esta posición elevada ha hecho que la postura de lectura del dedo no sea del todo plana y se incrementan los errores de reconocimiento.

Buenas fotos para todo el mundo sin complicarse la vida

Siempre que analizo un smartphone me pongo en los zapatos de su potencial usuario, y no todo el mundo se fija en el punto de enfoque, el balance de blancos, la exposición y la composición al hacer una foto como hago yo. De hecho, muchos usuarios ni siquiera tocan la pantalla para fijar un punto de enfoque y hacen la foto al vuelo.

En este sentido, las cámaras del Samsung Galaxy S22+ hacen un excelente trabajo, ofreciendo un móvil fotográficamente versátil, y con un sistema de procesado de imágenes que permite tomar fotos al vuelo y que, además, salgan bien.

La app de Cámara no ha cambiado demasiado con respecto a la que encontrábamos en la generación anterior con los mismos modos de disparo y filtros de imagen, por lo que Samsung se reserva las sorpresas para el procesado de las fotos cuando aparecen en la galería.

Desde este enlace puedes descargar los archivos originales de las fotos sin editar para que valores su calidad en primera persona.

Como era de esperar el sensor ISOCELL que se encuentra tras la cámara principal de 50 Mpx entrega unas fotos de día a la altura de todo un gama alta. Además, Samsung afirma que ha montado un nuevo sistema de cristales de mayor calidad en la lente de esta cámara por lo que los destellos y aberraciones se han reducido.

El procesado del color es mucho más natural de lo que nos tiene acostumbrados Samsung, logrando fotos con un aspecto más realista. El enfoque es preciso gracias al estabilizador óptico integrado, aunque en ocasiones presenta algunos problemas para enfocar en escenas con mucho contraste de luz y se lleva el foco a las zonas más iluminadas.

El rango dinámico de las fotos es muy bueno y el HDR se aplica de forma contenida, aunque el usuario no tiene control real sobre él por mucho que incluya una opción para apagarlo o encenderlo. En cualquier caso, consigue que las zonas más contrastadas no pierdan excesivo detalle evitando que la foto quede demasiado plana.

El gran angular, por su parte, no ofrece el mismo nivel de calidad dejando notar un enfoque algo artificial fruto del postprocesado, pero el Galaxy S22+ mantiene el tipo con un equilibrio de color muy coherente en todas las focales, lo que hace que no se aprecien cambios drásticos al cambiar de cámara.

El gran angular corrige muy bien el efecto barril propio de estas focales, entregando líneas de fuga rectas que lo hacen muy adecuado para ofrecer un punto de vista más dinámico y espectacular en edificios o grandes espacios.

La tercera cámara es un telefoto que, en esta edición, mejora su cobertura hasta alcanzar un zoom óptico de 3 aumentos con una lente estabilizada que permite hacer fotos mucho más nítidas y con un nivel de detalle sorprendente.

Desde la cámara se puede estirar este zoom aplicando un recorte de hasta 30x, pero te recomendamos encarecidamente no pasar de los 10 aumentos ya que a partir de este punto la calidad cae en exceso. A pesar de eso, es impresionante ver cómo actúa el estabilizador cuando se fija el punto de enfoque utilizando el zoom.

La cámara principal mantiene un buen nivel de calidad en escenas nocturnas o con poca luz. Samsung aplica un filtro de reducción de ruido y nitidez adicional cuando se utiliza el modo Noche, manteniendo los mismos resultados a nivel de detalle y equilibrio de luces con respecto al modo de disparo automático.

Salvando las distancias, la cámara telefoto tampoco nos ha dado malos resultados por la noche, con unas muestras sorprendentemente nítidas en sus focales nativas y con una pérdida de calidad evidente al optar por los recortes digitales.

No se puede decir lo mismo de la cámara gran angular, la más floja en este apartado, que acusa la ausencia del estabilizador y menor apertura presentando un mayor nivel de ruido.

El mejor rendimiento en inteligencia artificial ha impactado directamente sobre el modo Retrato, que en este Galaxy S22+ deja unas fotos con un contorno mejor definido y un desenfoque más natural.

La cámara frontal también presenta un buen comportamiento con buena luz entregando un nivel de detalle muy bueno y acertando bastante con el recorte de la silueta.

Por la noche se pierde algo de detalle por la ausencia de luz y la falta de estabilización, pero, a pesar de insertar algo de ruido a las fotos, se obtienen selfies de buena calidad.

En el apartado de vídeo, el Galaxy S22+ permite grabar clips con resolución 8K a 24 fps. Siendo pragmáticos, se agradece el detalle de Samsung de incluir esta resolución, pero no tiene mucho sentido cuando la resolución nativa del smartphone es Full HD y los televisores 8K son todavía minoritarios.

La grabación en 4K a 60 fps consigue vídeos con muy buen nivel de detalle y un procesado con colores vívidos, aunque el nivel de estabilización no es suficiente para hacer tomas dinámicas. En ese caso, lo adecuado es echar mano del modo Superestable que aplica un recorte a 720p y 60 fps pero deja un movimiento más fluido.

No podemos cerrar este apartado sin mencionar el modo de Videoretrato que aplica la misma estética de fondo desenfocado de los retratos a una grabación de vídeo en tiempo real, en la que, además, pueden aplicarse distintos filtros de color e intensidad del desenfoque del fondo.

4.500 mAh que dan un día de uso, pero tendrás que buscarte la vida para cargarlo

En el apartado de la autonomía, Samsung nos da una de cal y una de arena. Por un lado, el Galaxy S22+ recorta la capacidad de su batería de los 4.800 mAh del modelo anterior, a los 4.500 mAh que integra este terminal.

Por otro lado, aumenta la potencia de la carga rápida a 45 W, pero vuelve a dar otra palada de cal (…o era de arena) no incluyendo junto al smartphone un cargador que permita aprovechar esta carga rápida.

Con un uso medio no hemos tenido grandes problemas para llegar al final del día con entre un 10% y un 20% de batería y con un recuento de entre 5 y 6 horas y media de pantalla con el ajuste de brillo activado.

Parece que el recorte de 300 mAh en su pila queda compensado con un menor consumo general de un procesador fabricado en 4 nm que, al menos en teoría, utiliza mejor cada mAh.

Cuando llega el momento de cargar la batería poco menos que tendrás que buscarte la vida ya que no incluye el cargador en la caja. En nuestro caso hemos usado un cargador USB-PD de 65 W, suficiente para llevar al límite los 45 W de carga rápida que soporta el Galaxy S22+.

Con este cargador hemos conseguido recuperar el 50% de su capacidad en solo 22 minutos, mientras que para obtener el 100% hemos tenido que esperar 64 minutos.

La solución más equilibrada para quienes ni quieren un móvil mini ni un titán de la fotografía

De nuevo Samsung facilita la elección del smartphone correcto dentro de la gama Galaxy S22 en función de las necesidades de cada usuario y sus preferencias personales.

Debo reconocer que prefiero los móviles de tamaño compacto, pero a falta de probar el Galaxy S22 –algo que haremos muy pronto—, debo admitir que el recorte en la batería del modelo de referencia deja a este Samsung Galaxy S22+ muy bien posicionado para convertirse en la elección más equilibrada de la gama.

Samsung no ha arriesgado lo más mínimo con esta nueva generación ni ha hecho un alarde de innovación, por lo que muchos usuarios lo pueden considerar aburrido y monótono. Sin embargo, es un smartphone al que no sele puede poner tacha alguna porque no comete grandes errores en ninguno de los apartados. 

Tiene un diseño elegante que no llama la atención con colores chillones ni formas extrañas; un buen rendimiento de hardware que puede con todo lo que le eches; un apartado fotográfico muy sólido y fiable, y una autonomía suficiente para completar el día. Si el Galaxy S22+ no fuera un smartphone, sería un reloj suizo por su fiabilidad.

Samsung Galaxy S22+

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A la experiencia premium que ofrece su construcción, la excelente calidad de su pantalla de 6,6 pulgadas y una autonomía ligeramente mejor que la de su hermano pequeño, hacen del Samsung Galaxy S22+ el modelo más equilibrado de la gama.

Su precio también se sitúa a medio camino entre el modelo más top y el Galaxy S22 de referencia. Samsung ha mantenido el precio de lanzamiento del año pasado en este nuevo modelo, por lo que la nueva generación da más por los mismos 1.059 euros que costaba el modelo anterior.