Sony XG95, análisis y opinión

Sony XG95 es un televisor de gama media alta casi más por imposición organizativa del catálogo de Sony que por calidad ya que méritos no le faltan para estar en la categoría más alta. El Sony XG95 se presenta como el relevo al Sony XF90 del año pasado, pero en realidad está ligeramente por encima de este modelo en cuanto a prestaciones.

Con el Sony XG95, el fabricante nipón ha decidido acercarse un poco más a la gama alta y ha situado a este modelo en una posición intermedia entre las prestaciones que ofrecía el Sony XF90 y el Sony ZF9, el modelo más top de la generación anterior.

Nos disponemos a analizar un Sony XG95 de 55 pulgadas del que ya partimos con unas expectativas muy altas en lo que a calidad de imagen se refiere. ¿Cumplirá esas expectativas o será un “quiero pero no puedo” con respecto a los televisores de gama alta de Sony? Te lo contamos todo sobre el Sony XG95 de 55 pulgadas en este análisis.

Ver galería

Sony XG95 (15 imágenes)

Sony se desmarca de la tendencia con una TV con más cuerpo

Durante los últimos años los fabricantes han ido aplicando un intenso tratamiento de adelgazamiento a sus televisores hasta que la mayoría ha optado por dejar prácticamente al aire la mitad superior del televisor y concentrar toda la electrónica del televisor en su parte inferior, algo que claramente juega en contra de los propios fabricantes ya que disponen de menos espacio para los componentes.

En este análisis del televisor Sony XG95 de 55 pulgadas descubrimos que la marca nipona ha ido por libre, y ha optado por repartir los componentes por toda la trasera de la pantalla, de forma que el televisor cuenta con un grosor más pronunciado de lo que estamos acostumbrados a ver en últimos años.

Eso no es para nada negativo, posiblemente todo lo contrario, ya que de ese modo se asegura una mejor refrigeración de los componentes internos que cada vez se asemejan más a los de un ordenador.

En el frontal del Sony XG95 que estamos analizando todo parece haber sido diseñado para que nada interfiera entre la pantalla y el espectador, siendo esta la protagonista indiscutible, protegida en su perímetro por un delgado marco metálico con acabado en gris oscuro y textura de metal cepillado que apenas alcanza los 10 mm de grosor.

Centrado en la parte inferior de este marco encontramos el logotipo de la marca, justo encima del LED de estado, un detalle de iluminación en color blanco que cambia su intensidad para indicar cuando el televisor está en funcionamiento, recibiendo ordenes, etc.

Un remate en cromado en su parte inferior aporta el toque de diseño que rompe la sobriedad nipona que luce el frontal del televisor Sony XG95de 55 pulgadas que estamos probando.

Dado que los marcos son muy estrechos, las dimensiones totales del televisor son muy ajustadas al tamaño de la pantalla, y nos encontramos con un televisor Sony XG95 que mide 122,8 x 70,9 x 6,9 mm y un peso de 19,1 kg, por lo que, aunque solo sea por envergadura, necesitará de dos personas para su instalación.

El Sony XG95 de 55 pulgadas de este análisis cuenta con dos patas que se encargan de mantener la estabilidad del televisor cuando se encuentra instalado sobre un mueble, aunque también puede instalarse colgado en la pared gracias a su compatibilidad con los soportes universales Vesa 300.

Estas patas del Sony XG95 son realmente sencillas de montar y para ello no necesitarás más que un par de minutos y un destornillador con cabezal Philips. Constan de una pareja de tornillos ya instalados en el televisor que sirve de guía y sujeción inicial para cada pata, de forma que, al encajar en unos orificios, las patas quedan en su posición y pueden insertarse dos tornillos adicionales que se encargarán de fijarlas con firmeza.

Estos son los planes de la división móvil de Sony para los próximos años

El resultado son unas patas que quedan en una posición diagonal con respecto a la pantalla. Estas patas cuentan con un diseño minimalista y elegante que apuesta por un perfil de apenas 6 mm con acabado metálico que consiguen levantar el televisor unos 6,5 cm del mueble manteniendo una buena estabilidad, algo a lo que contribuye que el televisor quede con unos grados de inclinación hacia atrás.

Si le damos la vuelta, nos encontramos con una carcasa trasera que ocupa de forma uniforme todo el panel en lugar de cubrir solo la mitad, como sucedía en otros modelos de la marca como es el caso del Sony XF75 que analizamos hace algunos meses.

El fabricante nipón ha optado por una carcasa completa fabricada en un plástico que se aprecia de muy buena calidad y que presenta un tacto rugoso en la mayor parte de la superficie trasera, excepto en una franja horizontal en la parte superior donde se camufla una rejilla de refrigeración y la salida de audio para unos pequeños altavoces con los que se mejora la calidad de sonido.

Este detalle, que divide la trasera en horizontal, cambia a un acabado brillante para romper la monotonía de la trasera y compensar un poco el estilo industrial que la textura rugosa le da a la trasera. El impacto visual de una trasera tan voluminosa se reduce dibujando una curvatura desde los bordes hacia el centro de la pantalla.

Los conectores del Sony XG95 de 55 pulgadas que estamos analizando se encuentran divididos en dos secciones para conseguir una mejor ocultación de los cables para algunos conectores, y mejorar el acceso y la conectividad para otros.

Los conectores más “ocultos” son aquellos a los que prácticamente solo se accede durante la instalación, como es el conector Ethernet, tres de los cuatro HDMI que cuenta el televisor, la entrada de antena, conector Toslink para sonido digital o el USB grabador. Todos estos conectores los encontramos orientados hacia abajo y en una posición más centrada en la trasera y acceder a ellos solo supondría un inconveniente si el televisor estuviera pegado a una pared.

Otros conectores más habituales y cambiantes, como los dos puertos USB restantes, un conector HDMI, las salidas de audio y auriculares o la ranura de tarjetas CI, están más cerca del borde derecho (izquierdo si se mira desde el frontal) para mejorar su acceso y conexión si optas por instalar el televisor en la pared.

Bajo estos conectores laterales, encontramos una discreta botonera desde la que se controla el encendido del televisor, cambio de volumen, de canal o la navegación por los menús desde el propio televisor, sin necesidad de utilizar el mando.

Si el televisor se encuentra instalado sobre un mueble, puede usarse el sistema de gestión de cables integrado en la parte trasera de las patas, que consta de una tapa que se abre y que permite agrupar los cables tras la propia pata, evitando así que se vean desde el frontal.

Mando a distancia más accesible y con diseño renovado

El mando a distancia del televisor es uno de los elementos clave, ya que va a ser el punto de interacción entre el usuario y el televisor. El mando que incluye el Sony XG95 que estamos probando varía ligeramente con respecto al que pudimos probar en la review del Sony XG95, tanto en diseño, como en accesibilidad.

Si por algo destaca el mando a distancia del Sony XG95 es por su tamaño innecesariamente largo. Sony ha dejado un gran espacio libre en la parte inferior que realmente no aporta nada. Centrándonos en la distribución de los botones, encontramos que algunos de ellos han cambiado para hacerse más cómodos de usar y mejorar el acceso directo a las funciones básicas del televisor.

El mando a distancia luce un acabado metálico cepillado en su parte superior haciendo destacar los botones, mientras que en su parte trasera se ha utilizado la misma textura rugosa de la trasera del televisor, algo que no resulta especialmente agradable al tacto, pero que asegura un buen agarre del mando.

Tal vez se echa de menos que los botones de este nuevo mando de Sony hubieran sido retroiluminados para poder usarlos cómodamente en un ambiente oscuro o en penumbra, situación lumínica más que habitual para ver los contenidos de televisión con la mejor calidad posible.

Los botones de acceso directo a los contenidos de Google Play y Netflix mantienen una posición privilegiada en el mando, facilitando el acceso a estos contenidos. No en vano, este televisor de Sony cuenta con el Modo de calibración de Netflix que proporciona un ajuste de imagen específico certificado por Netflix para preservar la calidad de imagen del contenido original.

No calibrar el televisor tiene sus consecuencias, Juego de Tronos es una prueba de ello

También se ha acercado el botón de acceso al asistente por voz al centro del mando a distancia para hacerlo más accesible, algo que no es realmente necesario en este modelo, ya que el propio televisor cuenta con un micrófono integrado que detecta el comando “OK Google” sin necesidad de pulsar este botón.

En este sentido, la integración con Google Assistant es muy buena, y pronunciar el famoso “OK Google” y la orden para subir el volumen, cambiar de canal o buscar contenido en YouTube o en la red, con un buen porcentaje de acierto en la interpretación de las palabras al usar un lenguaje natural.

El Sony XG95 también permite conectarse a otros dispositivos inteligentes externos equipados con Google Assistant o Alexa para controlar las funciones básicas del televisor mediante comandos de voz.

En nuestra opinión, con este nuevo mando a distancia que trae el Sony XG95 se ha mejorado el acceso a los menús de configuración, separando y diferenciando los botones Home, Back, Configuración y Guía que en la versión anterior estaban integrados en el pad circular central y era fácil confundirlos o pulsarlos por error mientras se navegaba por los menús.

Pantalla Full Array con poco que envidiar a los OLED

Llegamos a uno de los puntos clave en esta prueba del Sony XG95: la calidad de imagen que ofrece su pantalla. Antes de nada, cabe recordar que nos encontramos ante una de las mejores pantallas LCD LED de Sony, por lo que nos movemos en unos baremos de calidad muy altos.

Tanto es así, que la calidad que ofrece se encuentra muy cercana a la que ofrecen algunos paneles OLED, siempre salvando las distancias ya que hablamos de tecnologías muy diferentes.

La pantalla de 55 pulgadas de diagonal cuenta con un sistema de retroiluminación de LED directo con Full Array. Esto significa que este panel, en lugar de estar iluminado desde los bordes como la mayoría de sistemas LED, lo hace desde una matriz de luces LED instalada en toda la superficie del panel.

De ese modo, el panel LCD recibe directamente la luz de cada zona de la pantalla. A esto se le añade un sistema de atenuación local (también conocido como Local Dimming) con la que se mantienen apagadas o atenuadas las luces LED de una determinada zona de la pantalla en las escenas más oscuras, con lo cual se consigue un mayor contraste y unos negros más profundos ya que se reduce la contaminación luminíca entre las diferentes zonas de la pantalla. Esta es la teoría, ahora vamos a ver si Sony es capaz de llevarlo a la práctica.

La pantalla del Sony XG95 de 55 pulgadas que estamos probando se encuentra dividida en 6 columnas verticales y 10 filas horizontales de LEDs, que varían su intensidad de forma más o menos independiente para adaptarse a la luminosidad que requiere cada escena.

El panel es tipo LCD LED Master Series que Sony monta en sus modelos más top, y en este caso cuenta con una profundidad de 10 bits y resolución 4K UHD (3.840 x 2.160 píxeles) con soporte para HDR en sus formatos Dolby Vision, HDR10 y HLG.

Los televisores 8K de Sony ya tienen precio de salida

El encargado de llevar la batuta y coordinar todas las tecnologías de mejora de calidad de imagen integradas en el Sony XG95 que estamos analizando es el procesador X1 Ultimate, que también integran los modelos más premium de la marca.

En términos prácticos, la calidad de imagen que ofrece el panel TRILUMINOS del Sony XG95 es muy buena y sorprende encontrarla en un televisor de este rango de precios.

El calibrado del color en los modos predeterminados es muy acertado, evitando el viejo truco de la sobresaturación y optando por colores más naturales. Consigue un buen equilibrio de colores en el modo Estándar ,que lo convierte en el modo "todoterreno" para ver todo tipo de contenidos, pero es capaz de ofrecer una atmósfera cinematográfica muy acertada con el ajuste para Cine sin caer en colores muy lavados.

Contar con un calibrado tan preciso en la colorimetría es todo un acierto por parte de Sony ya que la mayoría de usuarios no se molesta en calibrar la pantalla de sus televisores. Haciéndolo de fábrica con esa precisión se obtiene una mejor experiencia visual sin tener que pelearte con los ajustes iniciales.

En nuestro caso, prácticamente nos hemos limitado a cambiar el modo de imagen para ajustarlo al tipo de contenido, y ajustar el brillo en determinados contenidos para mejorar la definición. Ajustes mínimos que varían en función de las preferencias, pero que ya parten de una sólida base de calibrado.

Así puedes calibrar tu televisor para tener la mejor imagen

Para quienes prefieran ajustarlo exactamente a su gusto personal, el Sony XG95 de este análisis ofrece una gran cantidad de ajustes precisos para configurar el color, entre los que incluso encontramos la posibilidad de cambiar el espacio de color entre los varios tipos que soporta (DCI P3, Rec. 2020, etc.).

Como ya te hemos comentado antes, combinar una matriz de LED directa y un sistema de atenuación local permite aislar la iluminación de algunas zonas de la pantalla, de forma que en unas se intensifique el nivel de brillo y en otras se reduzca el brillo esos LEDs, consiguiendo un rango dinámico más amplio en las escenas que se dibujan en pantalla.

El hecho de que la iluminación venga directamente desde la parte trasera mejora la uniformidad de la luz por lo que, al ver una escena muy oscura, no se aprecian manchas de luz en pantalla, algo bastante habitual en pantallas LCD LED que utilizan un sistema EDGE LED que ilumina desde los bordes, pero que no es habitual en los paneles con iluminación LED directa y que tampoco hemos observado cuando la pantalla se queda en negro.

Es cierto que, al ver contenido en versión original subtitulada, la zona inferior en la que aparecen los textos muestra una mayor contaminación lumínica provocada por esos subtítulos, algo que resta cierta calidad a los tonos más oscuros que aparecen en esa zona, pero es algo muy específico y que solo se evita en los televisores con tecnología OLED.

Este modelo incluye un sensor de iluminación ambiental que le permite ajustar el brillo de la pantalla a la intensidad de luz de la sala en la que se encuentra. De ese modo, el procesador tiene en cuenta esta luz al ajustar el brillo de la pantalla y el tratamiento del color en diferentes escenarios de luz, dependiendo si es de día o de noche.

La respuesta del HDR también ha cumplido con las expectativas que teníamos puestas en este Sony XG95 que estamos analizando. En lugar de limitarse a intensificar el brillo de la imagen en general como sucede en otros modelos, el XG95 fija el nivel de los tonos más oscuros manteniendo la intensidad de los negros, para ir gradualmente añadiendo brillo al resto de tonos intermedios, por lo que al activar el modo HDR lo que se aprecia es cómo se intensifican los tonos intermedios manteniendo el mismo nivel tanto en los más oscuros como en los más iluminados y brillantes. 

En este punto se aprecia especialmente la calidad de la pantalla de 10 bits que monta esta XG95 de Sony y el trabajo que lleva a cabo el procesador X1 Ultimate de Sony, mostrando degradados suaves y sin rastro de banding o franjas de color, al tiempo que ofrece un buen rango dinámico aportando un brillo extra a los colores.

Esto se traduce en que, en escenas como el famoso episodio La larga Noche de Juego de Tronos, las partes más oscuras de la escena se mantenían con un buen nivel de negros, mostrando un degradado suave y progresivo hacia los puntos más iluminados y vibrantes.

Los modelos de 55 y 65 pulgadas del Sony XG95 no incluyen la tecnología X-Wide Angle que mejora los ángulos de visión, quedando reservado únicamente para los modelos de 75 y 85 pulgadas de esta serie.

Por lo tanto, el Sony XG95 de 55 pulgadas muestra un ligero lavado de colores a medida que se va perdiendo un punto de vista perpendicular de su pantalla, por lo que cuando se ve la TV desde un lado no se aprecia la misma intensidad de brillo y contraste que si se hace desde un punto de vista más frontal.

No es que exista una gran pérdida de calidad entre situarse en una posición frontal o desde un lado, ya que deberás fijarte atentamente para apreciar esa diferencia que, de hecho, sí existe. Este es un mal común en los paneles de tipo VA como el que monta el Sony XG95 que estamos probando, pero Sony ha decidido aplicar la solución solo a los modelos de gran pulgada donde, por tamaño, el cambio se hace más evidente.

Uno de los puntos en los que más gratamente nos ha sorprendido el rendimiento de este Sony XG95 que estamos analizando es en el procesado de imágenes en movimiento que hace su procesador. 

En las escenas de acción y deportes se obtiene una imagen que permanece nítida y fluida en todo momento, sin que apenas se aprecien estelas o saltos en los travellings de las escenas. Algo que se conoce como “Efecto telenovela”.

Al conectar una consola al televisor Sony XG95, algo cada vez más habitual por el placer de disfrutar los juegos en pantalla grande, se activa el modo Juego que cambia la configuración de la pantalla para obtener mejor rendimiento, ya que los videojuegos requieren una mayor tasa de refresco y otros ajustes que afectan a la calidad gráfica que se obtiene.

En este ámbito el Sony XG95 de este análisis tiene un input lag de solo 21 ms para resoluciones 4K, lo cual indica que es adecuado para jugar ya que el retraso que se produce entre la pulsación del botón del mando y la ejecución de la acción en el juego.

Sonido suficiente para los diálogos, pero no es inmersivo

El apartado del sonido siempre es complicado para un televisor, y ni los televisores que destacan por su calidad de imagen, consiguen acompañarla con una buena calidad de sonido. Por eso, este apartado siempre cae como una losa sobre la experiencia de uso del televisor.

El Sony XG95 de esta prueba monta 2 altavoces Bass Réflex en la parte inferior orientados hacia abajo, aprovechando todo el ancho que permite el televisor, y se complementa con dos tweeters situados en la parte superior trasera. En conjunto ofrecen una potencia de salida de 20W (10W + 10W).

Esta configuración ofrece potencia y calidad suficiente para ver la televisión o películas en las que los diálogos tengan una presencia importante, pero cuando llega el momento de los efectos especiales y la acción, el Sony XG95 no es capaz de ofrecer un sonido lo suficientemente intenso y envolvente.

Consejos de compra para elegir una barra de sonido

A pesar de contar con dos altavoces con un buen tamaño, algo que evita que el sonido parezca enlatado como sucede en muchos televisores, no se aprecia contundencia en los bajos, lo que le resta cuerpo en las escenas con más efectos especiales. Por suerte, los altavoces integrados parecen utilizar todo su potencial para mejorar la nitidez en las frecuencias que sí alcanza, por lo que los diálogos o los sonidos más "calmados" sí los reproduce con nitidez.

Por otro lado, tampoco se aprecia un sonido envolvente muy pronunciado, por lo que el sonido siempre parece permanecer frente del espectador y no consigue envolverlo para meterlo en la acción que se desarrolla en pantalla. Esa carencia en la direccionalidad del sonido hace que el Sony XG95 pierda fuelle en la experiencia de uso ya que no consigue conectar con el espectador.

El Sony XG95 es compatible con Dolby Atmos y DTS, por lo que cuando el televisor se conecta a un sistema de sonido envolvente o barra de sonido externa es capaz de interpretar esas señales complementando la potencia que no pueden ofrecer los altavoces integrados.

La conexión de este equipamiento externo deberá hacerse desde uno de los HDMI del grupo de conectores más "inaccesible" ya que es único HDMI que permite la función eARC, con la que se transmite la señal de audio digital por el mismo cable HDMI que la imagen.

Cabe destacar el buen nivel de volumen que ofrece el sistema de sonido integrado que, junto a los diferentes modos de sonido, proporciona una buena experiencia al ver programas de televisión u otro tipo de contenido que en el que no sea necesario el sonido envolvente.

Android 8 Oreo, Sony acaba con el mito de sus menús

Durante muchos años Sony ha ido arrastrando la fama de que los menús de sus televisores eran lentos y su navegación complicada. Lo pudimos comprobar de primera mano en la review del Sony XF75, donde pasamos de una interfaz lenta y farragosa con Android 7.0 a la total fluidez de Android 8.0.

El Sony XG95 que estamos probando ya venía con Android 8.0 instalado de serie, lo cual supone una buena opción para vincular una cuenta de Google con el televisor e instalar las mismas apps y preferencias de acceso que tienes configuradas en el móvil sin apenas tener que tocar nada.

La plataforma Smart TV delXG95 de Sony viene equipada con un procesador MediaTek MT5893 de cuatro núcleos, acompañado de 2,5 GB de memoria RAM y un almacenamiento interno de 16 GB. Con este hardware, Sony se asegura de que toda la plataforma multimedia se ejecute con fluidez. Ya que tenemos Android 8 con acceso a Google Play, lo hemos comprobado instalando algunos juegos para ejecutarlos directamente desde el televisor.

La experiencia de juego ha sido positiva, sin compromisos en el rendimiento que puedan dar lugar a tirones. Juegos como Asphalt 8 han respondido sin problemas pudiendo jugar desde un mando de juegos conectado al televisor.

No es la única opción que este televisor ofrece para jugar, ya que también es compatible con el sistema Steam Link con el que, con solo instalar una app en el televisor, permite recibir la transmisión de un juego que se esté ejecutando en un ordenador con Steam para jugarlo directamente en pantalla grande y en resoluciones 4K.

El sistema de menús de opciones y configuración es el habitual en los televisores con Android TV, y si usas un móvil Android, todo en general resulta muy familiar. Todo el contenido se muestra en la pantalla Home, desde donde se puede acceder a las apps de contenido o juegos, así como a los parámetros de configuración del televisor.

Sony también ha integrado un útil menú de ajustes rápidos, que aparece al pulsar el correspondiente botón en el mando a distancia, y que ofrece una forma sencilla para cambiar el modo de color, el modo de sonido, las opciones de conectividad, etc., sin tener que navegar hasta esa opción en el menú de configuración. Una solución realmente cómoda.

El televisor de Sony cuenta con conectividad Wi-Fi ac de doble banda (2,4 y 5 GHz), Bluetooth y soporte para Chromecast integrado, por lo que resulta muy sencillo conectarle auriculares Bluetooth para ver la TV por la noche sin molestar a nadie, conectar mandos de juego, sistemas de sonido, altavoces inteligentes o cualquier otro dispositivo. El proceso de conexión es, básicamente, el mismo que desde cualquier móvil con Android.

Además, también permite la grabación de contenido en una unidad de disco externa, aunque este dispositivo debe ser conectado al puerto USB 3.0 de la parte trasera “menos accesible”.

Las prestaciones de un gama alta con un precio de gama media

Llegamos al final de este análisis del Sony XG95 algo desconcertados por el excelente rendimiento que ofrece este televisor. Para ser más precisos, el origen del desconcierto es el precio de este televisor que puede encontrarse por unos 1.538 euros en Amazon.

Para algunos usuarios este puede ser un precio que se escapa a su presupuesto, pero teniendo en cuenta que prácticamente comparte el 85% de los componentes y prestaciones del Sony ZF9 que cuesta casi 1.400 euros más, este televisor se presenta como una opción muy a tener en cuenta.

A pesar de que su trasera no es la más elegante que hemos visto en un televisor, esta prueba del Sony XG95 nos ha servido para comprobar que lo realmente bueno de este televisor lo encontraremos al ponernos frente a él.

Poco podemos decir de su panel TRILUMINOS, que comparte con el Sony ZF9 ofreciendo un buen rango dinámico y con un calibrado de color muy preciso. En lo referente al procesado de imagen, el procesador de imagen X1 Ultimate saca músculo cumpliendo de forma impecable con el procesado de movimientos y en la gestión de la iluminación trasera.

Sony XG95

Sony XG95 es un televisor 4K UHD de gama media alta con soporte para HDR. Su pantalla Master Series con iluminación LED directa y atenuación local permite mostrar unos negros mucho más profundos, mostrando un brillo y contraste difíciles de encontrar en otros televisores de su rango de precios.

Ver Oferta en Amazon

El sonido es, tal vez, el mayor punto débil este Sony XG95. Si bien es cierto que su calidad se sitúa por encima de la mayoría de los TV de gama media, adolece de falta de definición en las frecuencias de los extremos, tanto en las más bajas como los agudos. Un mal habitual en los sistemas de sonido integrados en los televisores.

Tras pasar unas semanas probando este Sony XG95, los pros superan por mayoría a los contras que, si bien es cierto que existen, son los habituales que encontramos en la inmensa mayoría de los televisores resueltos de forma más o menos afortunada.

Se trata de un televisor que, de no ser por su precio y que la escala de categorías de Sony ya establece que la gama Z de la marca corresponde a los televisores más premium, estaríamos ante un televisor de gama alta que cualquier marca firmaría para tener como buque insignia de su catálogo en LCD LED.

Es un modelo que se acerca peligrosamente a modelos como el Samsung Q80R y a los OLED más modestos, a pesar de que estos juegan en otra liga. Con un precio de unos 1.530 euros, podríamos considerar que este televisor cuenta con una buena relación calidad precio, ya que ofrece un rendimiento propio de un gama alta, por el precio de un gama media.