Xiaomi Mi TV 4S 55”, análisis y opinión
Los televisores de la marca china Xiaomi han desembarcado en nuestro país siguiendo las mismas premisas que le están llevando a conquistar el mercado de la telefonía móvil: prestaciones elevadas a precio muy competitivo. Esa es la premisa con la que lleva la Mi TV 4S de 55 pulgadas, la que protagoniza este análisis con opiniones.
Sobre el papel, y especificaciones en mano, ciertamente el catálogo de televisores Xiaomi no puede ser más tentador. Si comparamos con la oferta actual dentro de su segmento de tamaño y precio, son pocos los modelos dentro de las marcas reconocidas que puedan ofrecer lo que este Smart TV Xiaomi Mi TV 4S 55” que hoy analizamos. Lo puedes comprar a un precio de 449 euros.
La Mi TV 4S de 55" es una tele con Android TV, aplicaciones de las principales compañías de contenidos por streaming y un precio muy atractivo si tenemos en cuenta que son 55 pulgadas con la promesa de la compatibilidad incluso con contenidos 4K HDR.
Mi TV 4A 32" (HD) | Mi TV 4S 43" (4K) | Mi TV 4S 55" (4K) | |
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Pantalla | 31,5" HD (1.280 x 720 px) Sin soporte HDR 220 nits | 43" 4K (3.840x2.160px) HDR 250nits | 55" 4K (3.840x2.160px) HDR 330nits |
Diseño | Marcos de plástico | Marcos y trasera de metal | |
SoC | Mediatek quad-core 1,2 GHz | Mediatek quad-core 1,5 GHz | |
RAM | 1,5 GB | 2 GB | |
Memoria interna | 8 GB | ||
Tratamiento de imagen | N.D. | Motion Smooth | |
Software | Android TV 9.0 y Google Assistant PatchWall OS | ||
Sonido | 2 x 5W Dolby Audio DTS-HD | 2 x 8W Dolby Audio DTS-HD | 2 x 10W Dolby Audio DTS-HD |
Peso | 3,96 Kg | 7,2 Kg | 12,45 Kg |
Conexiones | 3 x HDMI (1 ARC) 2 x USB 2.0 Wi-Fi b/g/n/ac 2,4/5GHz Ethernet Minijack AV in TDT CI | 3 x HDMI (1 ARC) 3 x USB 2.0 Wi-Fi b/g/n/ac 2,4/5GHz Ethernet Minijack AV in TDT CI 1 x Óptica | |
Consumo | 45W | 85W | 150W |
Precios | 179 euros | 349 euros | 449 euros |
Aunque el punto de partida es más que interesante, tenemos que ser cautos e ir con pies de plomo antes de soltar a los cuatro vientos esa coletilla que cada vez leo más entre la prensa especializada: “Xiaomi lo ha vuelto a hacer”, al menos no hasta haber pasado unos días de uso intensivo para este análisis y review del Xiaomi Mi TV 4S 55”. ¿Lo habrá vuelto a hacer? Mejor sigue leyendo.
Índice de contenidos:
- Diseño: unos acabados que dan la cara
- Configuración inicial: puesta en marcha sencilla con pocos sobresaltos
- Sistema operativo: Android TV marca la diferencia
- El mando: un mando para gobernarlos a (casi) todos
- Calidad de imagen: color y brillo como talón de aquiles
- Sonido: del montón, como casi todas
- Eficiencia energética: económico, incluso dentro de casa
- Conclusiones: está bien, pero no es el chollo que esperabas
Un diseño que da la cara
Uno de mis refranes favoritos es ese que dice que ‘nadie da duros a cuatro pesetas’. Es decir, y traducido para la generación X, que nadie regala nada porque sí. Esto no tiene que significar siempre algo negativo o peyorativo, simplemente hay ocasiones en las que para conseguir algo a un precio inferior hay que prescindir de ciertos lujos, algo que se puede aplicar perfectamente a este televisor Xiaomi de 55 pulgadas prácticamente desde que lo sacamos de la caja.
En su interior encontramos, además de la pantalla, un mando a distancia, dos sencillas patas metálicas y sus cuatro tornillos de sujeción, el cable de alimentación y el escueto libro de instrucciones.
El montaje del televisor no te lleva más de un par de minutos, lo que tardas es sacar la pantalla, colocarla con cuidado sobre una superficie plana y anclar con un destornillador las dos patas metálicas de color que se ubican a ambos extremo de la misma.
Una vez ancladas las medidas del televisor se quedan en 123,2 x 76,7 x 26 cm, la distancia entre las patas es de 98 centímetros, un valor a tener en cuenta ya que es el que marca la superficie mínima para poder colocar el televisor sobre una mesa.
No resulta excesivamente voluminoso, de hecho es bastante recogido para su tamaño, y se puede incluso mover con relativa facilidad por una sola persona ya que el conjunto es bastante liviano, unos 13 kilos, más o menos.
Una vez colocado apreciamos con más claridad los detalles de su diseño. La pantalla cuenta con un marco de aluminio cepillado en color gris oscuro de aproximadamente un centímetro en los laterales y parte superior, que crece hasta los 1,7 centímetros en la zona inferior, en la que encontramos el logo de Xiaomi justo en la parte central.
Bajo el mismo localizamos una pieza de plástico, no muy bien anclada, que aloja el típico LED de estado. En la misma zona, justo por debajo, si seguimos buscando, encontramos bastante escondido el botón de encendido y apagado. No busques más, se trata del único control físico que encontrarás en el televisor, lo que provoca una dependencia total del mando a distancia.
Se trata de un diseño sencillo, sin estridencias, bonito para mi gusto, aunque la cosa cambia si le damos la vuelta. Dejando a un lado el perfil metálico alrededor de la pantalla, el resto del televisor está fabricado en plástico duro con un tacto bastante mejorable. Tampoco se puede esperar mucho más en este aspecto de un televisor de 55 pulgadas que cuesta menos de 500 euros ¿no?
Toda la conectividad se focaliza en la parte trasera, repartida dentro de una especie de caja abultada que ocupa gran parte de la zona posterior. No dispone de los típicos puertos laterales, por lo que para acceder a las conexiones no te queda otra que meter el brazo, una tarea que se puede complicar si decidieras anclar el televisor a la pared utilizando un soporte estándar VESA compatible.
En lo que a conectividad se refiere, poca queja. Dispone de tres puertos HDMI 2.0 (uno de ellos compatible ARC para poder controlar el dispositivo conectado con el mando a distancia del televisor), tres puertos USB para reproducir contenido multimedia, audio óptico, Ethernet, AV, Common Interface y puerto para auriculares, además de las conexiones correspondientes para los sintonizadores de televisión digital terrestre DVB-T2, cable DVB-C y satélite DVB-S2.
La fuente de alimentación está integrada en el televisor, lo que resulta muy cómodo, y permite que puedas utilizar cualquier cable alimentación de dos pines, el más habitual en cualquier casa.
A todo esto se suma la conectividad inalámbrica, la que no es visible, ya que cuenta con WiFi ac de doble banda y Bluetooth 4.2, esencial ya que el mando a distancia hace uso de este tipo de conexión sin cables.
Puesta en marcha sencilla con pocos sobresaltos
Que el mando utilice bluetooth en lugar del típico emisor de infrarrojos tiene varias ventajas, por ejemplo, no tienes que apuntar al televisor para que te haga caso y el radio de acción es muy superior.
Aunque también tiene algún inconveniente; el mando no está disponible la primera vez que pones en marcha el televisor, algo anecdótico si tienes localizado el botón de encendido.
Más incómodos son los problemas de pérdida de sincronismo del mando que me he encontrado en varias ocasiones durante este análisis del Xiaomi Mi TV 4S 55”, sobre todo a la hora de enlazar nuevos dispositivos bluetooth, como un mando para poder jugar. Es un problema más molesto que grave, ya que se soluciona reiniciando el sistema desde el botón de apagado, pero que no debería suceder.
La puesta en marcha es sencilla, una vez vinculado el mando bluetooth, el sistema te guía por todo el proceso, búsqueda de canales de televisión incluida, y podemos hacer uso de nuestro móvil Android para hacer más llevadera la entrada del usuario y contraseña para los diferentes servicios que queramos tener vinculados, con nuestra cuenta de Google a la cabeza, fundamental para disfrutar de una experiencia completa y contar con todas las funcionalidades.
Android TV marca la diferencia
Y es que la base, y unos de los puntos fuertes, para lo bueno y malo, del televisor barato de Xiaomi es Android TV, la adaptación de Android para dispositivos multimedia de Google que está disponible de serie en su versión 9.0 dentro de este Xiaomi Mi TV 4S de 55 pulgadas.
Insistir en este detalle, ya que el resto de la gama, los modelos de 32 y 43 pulgadas que también se venden ya en España todavía no cuentan con esta versión.
En su interior cuenta con un procesador Cortex-A55 de 64 bits de cuatro núcleos a 1.4Ghz, GPU Mali 470 MP3, 2 GB de RAM y 8 GB de almacenamiento interno. Un hardware equivalente a un smartphone de gama baja, suficiente para mover con relativa suficiencia todo el sistema pero que incapacita a la hora de disfrutar aplicaciones y juegos exigentes, tal y como pude comprobar al intentar jugar a Asphalt 8 con un mando bluetooth. Por poder, se puede, otra cosa es que sea disfrutable con tanto parón y caída de frames, advertido quedas.
Con juegos simples, la experiencia es buena, y puede servir para pasar un buen rato, aunque para jugar como si de una consola se tratase habrá que esperar a que Stadia madure y permita el acceso de dispositivos con Android TV integrado como este Smart TV de Xiaomi.
Cuenta con dos interfaces disponibles: la habitual de cualquier dispositivo Android TV y una suerte de launcher creado por Xiaomi que en mi opinión aporta poco, o nada, a la interfaz de creada por Google. La ventaja es que resulta muy sencillo cambiar entre ambas interfaces (Mi para Patchwall y O para Android TV), y el uso de una u otra no es excluyente, ya que toda las aplicaciones que instales desde la Google Play Store estarán disponibles independientemente de la vista elegida.
Una de las cosas que más sorprendentes de PatchWall es que no venga adaptada a la resolución 4K del panel, como mucho se trata de un escalado desde Full HD, lo que hace que se vea bastante mal. Además, visualmente se muestra muy vacía pese a que de serie muestra integraciones de diversas aplicaciones, incluso de algunas que no vienen instaladas por defecto como Atresmedia o Filmin.
Por defecto cuenta con varias aplicaciones ya instaladas como Movistar Android TV, Netflix, Amazon, RTVE y Youtube, que hacen que junto al propio sistema operativo se “coman” más de la mitad de los 8 GB del espacio interno de almacenamiento, por lo que el espacio para instalar tus propias aplicaciones desde la Google Play Store es mucho menor.
La interfaz propia de Android TV, aunque mejorable, me resulta más agradable, además permite más opciones de personalización ya que puedes elegir las app y el tipo de contenido que muestran y hacer que algunas no se muestren aunque estén instaladas desde la opción de personalizar canales.
Para acceder al menú de configuración hay que pulsar la tecla Setting del mando a distancia, los menús resultará muy familiares a los usuarios de Android, aunque a nivel organizativo resulta bastante confusa, sobre todo a la hora de modificar los diferentes parámetros de control de la imagen.
La integración de Chromecast te permite poder enviar al televisor todo tipo de contenidos desde las aplicaciones compatibles instaladas en el móvil u ordenador. Funciona realmente bien, y resulta muy cómodo y útil de utilizar. Sin duda es una de las funciones más útiles del televisor, aunque es una lástima no haberlo podía probar con Google Stadia, ya que ahora mismo sólo es compatible con ciertas versiones de Chromecast Ultra.
En el mando también encontramos un acceso a Google Assistant, con el que podremos controlar ciertas funciones del televisor mediante la voz. El tiempo de respuesta es algo lento en ocasiones, pero a nivel comprensivo funciona muy bien.
Permite realizar acciones sencillas como subir o bajar canal, pausar, continuar o apagar. También aceptar órdenes algo más complejas relacionadas con algunas aplicaciones como Youtube o Netflix: ver vídeos del canal de Computerhoy, avanzar 10 segundos (sólo en YouTube), pon Stranger Things o Buscan información sobre el Joker.... por poner algunos ejemplos.
Para comandos sencillos tiene poco sentido, ya que como estás obligado a coger el mando para presionar el botón Google Assistant casi que es más cómo pulsar directamente el botón de subir volumen, por ejemplo, que decir el comando de voz.
Salvo para la opción de “Silenciar”, ya que curiosamente el mando a distancia carece de este botón, tampoco cuenta por cierto a con el típico botón de para subir y bajar canales, algo que dejará un tanto desconcertado a los usuarios más clásicos. Para esta tarea hay que pulsar CH LIST, subir y bajar por la lista de canales que se muestra en pantalla y presionar OK.
Para comandos complejos el asistente de voz si que me resultó bastante útil, aunque tienes que acostumbrarte a pensar que dispones de ese recurso, algo que cuesta bastante, sobre todo durante los primeros días.
Si tienes un altavoz inteligente con Google Assistant puedes vincular el televisor desde la App de Google Home, de esta forma podrás ahorrarte el pulsar el mando a distancia y solo tendrás que decir “OK, Google + Comando + Nombre del televisor” (este último paso en ocasiones es omitible). Tuve la ocasión de probarlo con un Google Nest Mini y funciona de maravilla, aunque da un poco de rabia que no responda a la orden de encendido, tal vez uno de los comandos de voz que podrían resultan resultar más útiles y que esperemos pueda llegar en una próxima actualización de software.
Un mando para gobernarlos a (casi) todos
Salvo los pequeños detalles que he comentado, como la ausencia del botón de mute y el control para subir y bajar canal, el mando a distancia es bastante práctico, algo endeble, pero muy funcional.
Dispone de botones de acceso directo para Netflix y Amazon Prime, botón de Google Assistant y los accesos para cambiar entre las dos interfaces: Android TV y PatchWall, además de tecla de retroceso, fuentes de vídeo y acceso directo a las opciones de configuración.
Sorprende que a la hora de interactuar con las fuentes conectadas: una PS4, un TiVo de Vodafone y un Apple TV en mi caso, el televisor no sea capaz de activar la fuente cuando esta se activa, teniendo que seleccionarla siempre de forma manual.
Cuenta con puertos USB para la reproducción de contenidos multimedia, aunque no con la posibilidad de realizar grabaciones. La parte positiva es que instalando una app como VLC en abanico de formatos compatibles se dispara, lo que permite reproducir prácticamente cualquier tiempo de archivo de audio y vídeo desde USB.
En la parte del sintonizador TDT los canales se muestran por defecto de forma alfabética, aunque existe la opción de ordenarlos según nuestras preferencias, además cuenta con la opción de asignar a ciertos canales el estatus de favoritos, lo que permite generar una vista con únicamente estos canales, algo que resulta bastante cómodo si tenemos en cuenta la gran cantidad de canales insustanciales y prescindibles que llegan a nuestros hogares.
Color y brillo como talón de Aquiles
El televisor Smart TV barato Xiaomi Mi TV 4S integra un panel LCD LED 4K de 55 pulgadas y 3.840 x 2.160 px de resolución. No queda claro el fabricante del panel ya que Xiaomi no facilita de forma expresa este dato, incluso lo más probable es que sean varios los fabricantes que suministran lo paneles, lo que podría provocar que no todas las unidades ofrezcan la misma calidad de imagen.
De hecho las especificaciones indican que se trata de paneles LCD IPS, aunque viendo el comportamiento en cuanto a ángulos de visión de la unidad de Xiaomi Mi TV 4S que he utilizado para este análisis me genera dudas de que en realidad no estemos ante un panel VA. El ángulo de visión vertical es bastante deficiente, mientras que el horizontal aunque aguanta mejor el tipo es inferior al que suelen mostrar lo paneles IPS actuales.
Bien es cierto que en términos de contraste el comportamiento se asemeja más al de un panel IPS de gama baja que a un VA; el contraste es bastante pobre, con un color negro muy lavado, más gris que otra cosa. Y ese no es el mayor de los problemas, lo peor no es tanto la falta de profundidad de los negros sino por la ausencia de detalles en los mismos.
Las zonas oscurecidas o escenas nocturnas se muestran absolutamente planas, sin detalles, algo que es fácilmente apreciable casi en cualquier tipo de imagen, desde el traje oscuro del presentador del informativo, hasta opresivas escenas de Marianne, la serie de terror de Netflix con las que hice varias pruebas.
Existe la opción de sacrificar un poco de contraste para favorecer la aparición de detalles subiendo el brillo, aunque es más contraproducente que otra cosa, y nos lleva a toparnos de frente con el otro gran problema de esta Xiaomi Mi TV 4S de 55 pulgadas: el nivel de brillo.
La distribución del brillo es todo menos homogénea, aunque el inconveniente real es que alcanza niveles muy bajos: 330cd/m² según datos del propio fabricante, algo perceptible incluso para los ojos menos experimentados, y que además tiene un impacto directo en la calidad de imagen, sobre todo en la percepción del color.
Si intentamos subir el brillo los colores comienzan a alterarse de forma inmediata, comienzan a diluirse y perder saturación de forma exagerada, sobre todo con contenidos HDR en los que el impacto visual es muy inferior al esperado. En realidad no se percibe mejora alguna, algo que resulta un tanto decepcionante.
De hecho sorprende mucho que el panel esté certificado como compatible HDR10, cuando para reproducir contenidos de alto rango dinámico se aconseja un mínimo de 400 cd / m² de brillo.
Todas estas limitaciones en el hardware se ven acrecentadas por la mala calibración de imagen que me he encontrado en este análisis del Xiaomi Mi TV 4S 55”, tanto en los modos de imagen predefinidos: Estándar, Vívido, Deporte y Película, como en la temperatura de color: Fría, Cálida y Estándar.
Si quieres sacar algo de partido a este televisor no te quedará más remedio que luchar a brazo partido con las opciones de personalización de imagen, algo que ya te advierto no es nada sencillo, puedo asegurarte que este Smart TV de Xiaomi es uno de los más complicados de calibrar que he encontrado en mi carrera.
Por defecto los colores están muy desequilibrados y llama poderosamente la atención los tonos verdosos en la piel prácticamente en todos los modos de imagen, aunque de forma mucho más evidente en el modo Película.
Además, el uso de los modos de imagen lleva asociado un cambio automático en la temperatura de color lo que complica poder sacar algo en claro de los mismos ya que los tres modos de temperatura de color predefinidos muestran algún problema: el modo Cálido tiene una tendencia excesiva hacia el el color verde, la temperatura Fría mata el color, y el modo Estándar aunque es el más llevadero está muy descompensado.
Si conectamos una consola de videojuegos el televisor nos ofrece un quinto modo imagen “Videojuegos” que debemos activar de forma manual. Este modo oscurece en exceso las imágenes, algo que en juegos como FIFA 20 en los que prevalecen los colores intensos y brillantes, resulta bastante desconcertante, no sólo en eso, en Uncharted 4, por ejemplo, directamente machaca todos todos los detalles en las zonas oscuras.
Personalizar los parámetros de imagen no resulta sencillo, y es poco intuitivo, aunque con un poco de paciencia se posible conseguir una calibración más o menos decente y corregir algunos de los problemas mencionados, sobre todo el que que afecta a las tonalidades de piel, uno de los más molestos.
Cuenta además con algunas opciones avanzadas de vídeo como un control de luminosidad y contraste adaptativo y filtros de reducción de ruido. Puedes jugar con estas opciones y activar o graduar aquellas que te proporcionen mejor resultados según tus gustos, es cuestión de probar, aunque según mi experiencia no percibo que tengan excesivo impacto en la calidad final de imagen, más allá de un ligero aumento del brillo con el filtro Luma Adaptativo, tal vez el que más se aprecia.
Al margen de la compleja calibración, los problemas de color, y la evidente falta de brillo, con fuentes 4K y Full HD el televisor cumple a nivel de detalles y definición fuera de las zonas más oscuras de la imagen, se ve incluso bastante bien.
Aunque personalmente no me vuelve loco y me cuesta dejar de lado la mala gestión sobre todo del color, pero si tenemos en cuenta su precio, no se puede pedir mucho más y estoy seguro de que resultará más que convincente para aquellos que busquen un televisor muy económico de gran formato.
Como cabría esperar con fuentes de calidad HD o SD el escalador de imagen del televisor de Xiaomi no es capaz de predecir de una forma convincente la ingente cantidad de píxeles de un panel 4K. Con señales TDT convencionales las imágenes muestran una evidente falta de detalles y perfilado, se ven incluso borrosas, algo que se mitiga bastante si aumentamos la distancia de visionado.
Un sonido del montón, como casi todos
En lo que a sonido se refiere el televisor de 55 pulgadas de Xiaomi padece de los mismos problemas que casi cualquier televisor plano debido a la evidente falta de espacio físico. Dispone de dos altavoces de 10 vatios (6 ohmios) ubicados en la parte inferior, uno a cada extremo del televisor orientados hacia abajo.
El sonido es potente pero poco más, la ausencia de graves hace que se perciba un sonido hueco y metálico, suficiente para escuchar las noticias, contenidos con mucho diálogo y televisión en general, pero que resulta insuficiente para acompañar películas o series.
Es compatible con los códecs de audio DTS y Dolby Digital y cuenta con varios modos de sonido: Estándar, Película. Noticias, Juego y Personalizado con ecualizadores, aunque el margen de mejora no es excesivamente apreciable, por lo que como en la mayoría de análisis de televisores que hacemos en Computerhoy.com, recomiendo invertir en una barra de sonido, sobre todo si tu prioridad es utilizar el televisor para ver películas, series o incluso jugar.
Económico, incluso dentro de casa
Según las especificaciones del fabricante, el Xiaomi Mi TV 4S 55” cuenta con certificación energética A, para corroborar este dato, y dado que los televisores son uno de los electrodomésticos de mayor consumo, he realizado una serie de prueba de consumo con diferentes tipos de contenido y he podido establecer una media en unos 112W.
Incluso con contenido HDR 4K mediante streaming a máximo brillo el consumo no se mueve en exceso del consumo medio, y los picos, muy puntuales, no sobrepasan en ningún momento los 200W, lo que teniendo en cuenta el tamaño de pantalla no está nada mal.
Además el consumo en reposo es totalmente residual, incluso la app de medición nos da un valor de 0W, algo que es muy de valorar.
Conclusiones: está bien, pero no es el chollo que esperabas
Cuando Xiaomi anunció la llegada de sus televisores a España, tenía la esperanza de que la marca china consiguiera replicar la fórmula de éxito aplicada a sus smartphone en el mundo de los televisores.
El Xiaomi Mi TV 4S 55” que he analizado es un buen primer paso, cuenta con características muy llamativas, como un bonito diseño, panel LCD HDR 4K y Android TV, todo por un precio casi irrechazable, pero pese a todo ello todavía está lejos de ser el gran chollo que muchos podrían esperar de Xiaomi.
En lo que a calidad de imagen se refiere el panel de esta Xiaomi Mi TV 4S 55” dista mucho de ofrecer un gran rendimiento y está bastante lejos de los que a día de hoy es capaz de ofrecer en cuanto a brillo, contraste y fidelidad de color se refiere frente a cualquier 4K de gama media de marcas como LG, Samsung o Sony.
Si vienes de un televisor Full HD LCD de hace unos años, notarás diferencia en definición y precisión del detalle a la hora de reproducir contenidos 4K y Full HD, pero si tu viejo televisor incorpora un panel medianamente decente tal vez te eche para atrás la comparación en términos de color y brillo frente al televisor de Xiaomi, por muy 4K HDR que este sea. Es una cuestión de comparar y valorar las necesidades y gustos de cada uno.
Me encantaría terminar este análisis Xiaomi Mi TV 4S 55” como ese “Xiaomi lo ha vuelto hacer” del que hablaba al principio de texto, pero estaría faltando a la verdad. El televisor barato de Xiaomi tiene demasiadas carencias, sobre todo en lo importante, la calidad de imagen, como para ser catalogado como un chollo dentro de la oferta de televisores 4K actuales. Es un alternativa más, atractiva si tenemos en cuenta su precio y prestaciones, pero que no convencerá a todo el mundo.
Nuestra valoración
Lo mejor
- El precio
- Android TV con Chromecast integrado
- Conectividad
- Consumo energético
Lo peor
- Nivel de brillo y contraste
- Calibración del color
- Calidad de audio
- HDR imperceptible
Descubre más sobre Iván Muñoz, autor/a de este artículo.
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