Xbox Wireless Headset, análisis de los cascos inalámbricos de Xbox

Tras zambullirnos durante un montón de horas en nuestra Xbox Series X, os traemos el análisis del Xbox Wireless Headset, los nuevos cascos inalámbricos de Xbox que cuentan con compatibilidad con Headphone:X, Dolby Atmos, Windows Sonic y que son de los más cómodos que he probado para la consola de Microsoft.
Cuando se anunciaron hace unas semanas pensé: necesito esos cascos. Y es que, juego mucho a videojuegos y, a veces, lo hago con cascos y no tengo unos cascos inalámbricos para mis consolas ya que... bueno, ni Sony ni Microsoft permiten que utilice los que ellos no han certificado.
Y no es que me moleste jugar con cable, ya que ese cable va anclado al mando, pero está claro que no es lo más cómodo. Sony tiene sus auriculares 3D que sacan partido al Tempest -nuestros compañeros de HobbyConsolas los analizaron hace unos meses- y, ahora, Microsoft tiene sus cascos inalámbricos para Xbox.
Se trata de los Xbox Wireless Headset, unos cascos compatibles con tecnologías de sonido envolvente, que tienen una licencia temporal de Dolby Atmos y que, ciertamente, si jugáis muchas horas con vuestra consola... vais a necesitar.
Xbox Wireless Headset | |
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Diseño | Diadema de acero con exterior acolchado | Almohadillas de piel sintética | Cubren el pabellón auricular |
Peso | 312 gramos |
Altavoces | Drivers de 40 mm | Diafragma de composición en papel e imán de neodimio | 32 ohm de impedancia | Respuesta de 20 a 20.000 Hz |
Micrófono | Diseño de jirafa no extensible ni extraíble | Dos micrófonos | Diseño plegable | Botón de 'mute' |
Control | Botón de emparejamiento / encendido | Rueda de control de volumen | Rueda de equilibrio juego/chat |
Conectividad | Bluetooth 4.2 con móviles, PC, Mac y Xbox |
Batería | Interna recargable | Autonomía de hasta 15 horas | Carga de 3 horas | Carga rápida de 30 minutos para 4 horas de juego | Carga por USB Tipo-C |
Precio | 99,99 euros |
Análisis de los cascos inalámbricos de Xbox por apartados:
- Diseño: plástico por fuera, acero por dentro y la comodidad como seña de identidad
- Control: dos 'ruedas' de lo más intuitivas
- Conexión con Xbox y Dolby Atmos: Bluetooth 4.2 muy estable con 'ecosistema' Xbox
- Compatibilidad: puedes conectar tu portátil o móvil a la vez, pero olvídate de PS5 o Switch
- Calidad de sonido: medios y agudos bien dimensionados en unos cascos que no abusan de los graves
- Micrófono: cómodo por tamaño, aunque con un sonido que no destaca
- Autonomía: una batería que da la talla y carga rápida por USB-C
- Conclusión: cerrando el círculo de periféricos de Xbox
Plástico por fuera, acero por dentro y la comodidad como seña de identidad
Vamos a empezar el análisis de los Xbox Wireless Headset hablando del diseño. Adelanto que son unos cascos que me han parecido realmente bonitos y, sobre todo, cómodos, que es lo que importa.
Todo lo que vemos está acabado en plástico, un plástico con acabado mate rugoso que no se ensucia con facilidad y que es agradable al tacto. Se nota que es plástico, sí, pero no da la sensación de ser plástico 'barato'.
La diadema está cubierta por una almohadilla que no apertura la cabeza ni se clava, siendo cómoda durante largas sesiones de juego aunque, eso sí, hay que ver cómo envejece esta espuma con los años, pero la primera impresión es muy buena.
Dentro de ese plástico y la zona acolchada tenemos una diadema de acero que es la que se encarga de permitir la regulación de longitud de cada uno de los auriculares con un sistema de 'clicc' que no da de sí aunque movamos la cabeza.
Los auriculares cuentan con una parte interna de piel sintética que rodean el pabellón auditivo y consiguen aislar un poco del ruido externo. Son unas almohadillas cómodas, no extraíbles y que se sienten de calidad.
La parte externa es una rueda de plástico que sirve como método de control y que le da un toque muy... Microsoft al conjunto. Con esos platos, se da un aire al diseño a lo Surface Headphones más que al de los Xbox One Stereo Headset.
Los platos son de plástico y tenemos un ribete verde que rodea cada plato y está creado en un material gomoso para facilitar el agarre cuando queremos controlar el volumen. En la parte trasera del auricular izquierdo tenemos un botón verde de encendido/sincronización y un LED de estado. Blanco significa que está encendido y naranja que está cargando.

Justo debajo tenemos la base del micrófono, en plástico duro con un botón para silenciar el micro. Este micro es abatible, pero no se puede quitar para ir por la calle con los cascos. Habría estado muy bien, ya que el diseño es elegante. En el auricular derecho tenemos un puerto USB-C de carga... y echo en falta un jack de 3,5 milímetros para poder conectarlos al mando si, de pronto, se acaba la carga.
Son, como digo, unos cascos muy cómodos gracias tanto al diseño como a un peso de solo 312 gramos. Eso sí, habrían sido prácticamente perfectos si los cabezales se pudieran girar en el eje Y. Podemos inclinarlos en el eje X, pero habría sido genial que fueran móviles al completo para un mejor ajuste.

Y, bueno, como curiosidad... sí, los indicadores de R y L de mis cascos están al revés. Hablando con Alberto Lloret, que ha hecho la review en HobbyConsolas, me comentó que los suyos están bien pintados.
Dos 'ruedas' de control que resultan de lo más intuitivas
A nivel de control, lo cierto es que estos cascos son muy intuitivos. No hay controles táctiles ni combinaciones que recordar, simplemente dos botones y dos diales, punto.
Los diales son las ruedas externas en cada auricular y lo que hay que hacer es... girarlas. En el dial izquierdo tenemos el control de equilibrio de chat/dispositivo Bluetooth y audio de la consola.
En el punto medio de este dial tenemos un tope que nos indica la posición intermedia. En el derecho tenemos el máster de volumen.

Los diales son suaves y el control es intuitivo desde el primer minuto, aunque el dial derecho sigue girando cuando llega al 0% de volumen y habría estado bien que no nos permitiera pasar de ahí. Quiero decir, debería estar ajustado para que en el 0% de volumen dejara de girar, pero no se puede considerar un fallo importante.
En la parte trasera del auricular izquierdo tenemos un botón verde que sobresale. Es el que permite encender la consola y emparejar dispositivos por Bluetooth. Tiene un tacto muy reconocible para seguir potenciando esa accesibilidad, algo en lo que Microsoft ha trabajado duro estos últimos años.
Bluetooth 4.2 muy estable con 'ecosistema' Xbox
La conexión con la consola se realiza mediante Bluetooth 4.2. No es el estándar más moderno de la tecnología y, sinceramente, habría introducido un chip 5.0 que mejora en latencia y eficiencia energética, pero no puedo decir que haya tenido latencia en el audio porque no es así.
La primera conexión con la consola es muy sencilla y, simplemente, debemos pulsar el botón de 'emparejamiento' de la consola y, después, presionar durante unos segundos el botón verde de los cascos hasta que escuchemos una señal intermitente.
En cuanto los dispositivos se emparejan, podemos asociar los cascos a un perfil (como ocurre con los mandos) y, de hecho, hay algo que me sorprendió. Y es que, podemos encender la consola con los cascos manteniendo pulsado el botón verde con los cascos apagados.
En ese momento, los cascos se encienden, la consola también y entra a nuestro perfil de juego. No es revolucionario porque también lo podemos hacer con el mando, pero oye, me ha gustado el detalle. De hecho, el sonido de encendido de los cascos es el de la pantalla de carga de Xbox 360 y los primeros años de One, un buen guiño.

A lo largo de nuestras numerosas horas de juego, pese al BT 4.2, no he tenido problemas de reproducción y la conexión ha sido muy, muy buena.
Puedes conectar tu portátil o móvil a la vez, pero olvídate de PS5 o Switch
Estamos ante unos cascos Bluetooth y eso significa que hemos intentado conectarlos a todo lo que tenemos en casa con Bluetooth, como móviles, portátiles y otras consolas. Los cascos funcionan tanto con móviles y portátiles como con la consola, y de manera simultánea.
El dial izquierdo es el que controla el volumen de audio de un dispositivo externo o del micro cuando estamos hablando o del juego. Es decir, podemos estar jugando y tener el juego al 0% de volumen, o al porcentaje que queramos, mientras estamos escuchando música.

Conectado al iPhone, por ejemplo, no me permite cambiar el volumen de la música independientemente del de la consola, solo me permite subir o bajar el de la consola. Esto no es un drama, ya que tenemos el dial derecho con el 'máster' y siempre podemos bajar la música desde el móvil o el portátil.
Y, por cierto, si estás jugando y recibes una llamada teniendo el móvil emparejado, puedes bajar el sonido del juego con el dial izquierdo para centrarte en la conversación.
Jugando con música desde el móvil y audio del juego, los cascos no se saturan ni hay interferencias. El Bluetooth 4.2 no es lo más vanguardista, pero, repito, funciona bien.
Eso sí, si creías que comprando estos cascos Bluetooth ibas a tener unos cascos para todas tus consolas, olvídate. Switch no los reconoce y PS5 sí los ve, pero nos dice que no es compatible con dispositivos de audio Bluetooth. Eso sí, no hemos probado con el típico dongle de 8Bitdo.
Medios y agudos bien dimensionados en unos cascos que no abusan de los graves
Ahora vamos a lo importante. ¿Qué tal los tiros de un Battlefield? ¿Qué tal se escuchan los pasos en un CoD? ¿Y juegos más narrativos como un Hellblade?
Está claro que el diseño, la autonomía y el control son temas importantes cuando hablamos de un dispositivo de este tipo, pero al abordar el análisis de unos cascos o auriculares, evidentemente, hay que centrarse en la calidad de audio.

Microsoft, aunque a veces no la tengamos en cuenta, está haciendo muy bien las cosas en este segmento. Sus cascos de Xbox siempre han sido populares gracias a una gran relación calidad/precio y, en la gama alta, tenemos cascos como los Surface que son realmente apreciados (y que suenan muy, muy bien).
Un problema de los cascos para jugar es que las compañías se centran más en la espectacularidad que en la calidad de sonido. Prácticamente todas las marcas ofrecen un sonido contundente y rotundo incluso en auriculares de bajo precio que se consigue de la manera más fácil del mundo: sobredimensionando los graves.

Esto es algo que los Beats de hace unos años en la época pre-Apple hacían bastante. Decían que eran los mejores para cierto tipo de música que abusa de los graves porque, claro, tenían unos drivers con unos graves muy contundentes, pero no eran, ni de lejos, mejores que otros cascos mejor balanceados e, incluso, más baratos.
Los cascos inalámbricos de Xbox, por suerte, no pecan de graves sobredimensionados, ya que tienen un espectro muy equilibrado con unos drivers de 40 mm que permiten que, al subir el volumen, podamos diferenciar los graves en su lugar, así como los medios y unos agudos que no chirrían ni se pierden engullidos por el resto de frecuencias.
Sacan un sonido contundente cuando toca, pero en las partes en las que hay más narrativa o importa la música, también son capaces de ofrecer una gran experiencia.

Son compatibles con sonido envolvente Windows Sonic, Atmos y DTS Headphone:X, tres tecnologías que podemos definir en el apartado de configuración de Xbox y, además, cuentan con una licencia de seis meses de Atmos.
Descargando la app de Dolby Access en la consola se nos indica el tiempo que queda para que caduque la suscripción (30 de septiembre de este año) y, además, en esa app podemos configurar la ecualización de los auriculares, configurar el sonido envolvente y personalizar diferentes perfiles de sonido en función de si estamos reproduciendo un juego, una película o música.

Creo que deberían haber incluido una licencia vitalicia para romper el mercado, algo que habría venido muy bien a Microsoft como 'arma' de marketing frente a unos Pulse 3D de PS5 que no necesitan licencia para este sacar partido al audio envolvente de la consola. Y lo mismo pasa con la licencia de DTS, aunque esa no se incluye en los auriculares.
También tenemos personalización de audio y niveles del micrófono tanto en Xbox Series como en Xbox one y Windows 10 gracias a la app Accesorios de Xbox. Cuando dejáis fino el sonido como a vosotros os gusta y activáis las características de Atmos, jugar a títulos como Ori and the Will of the Wisps o Hellblade, sobre todo, se convierte en una experiencia deliciosa.
Ahora bien, más allá de usarlos para lo que han sido concebidos, que es para jugar, lo cierto es que los nuevos cascos de Xbox cumplen, y muy bien, en lo que a reproducción de música se refiere.
Ese sonido que no abusa de ninguna frecuencia no será del gusto de los amantes de los graves extremos, pero ciertamente es el mejor para disfrutar de la música. Sigue sin dar un sonido tan puro y neutro como otros cascos no gaming, pero es más disimulado que cascos de la competencia.

Escuchando rock alternativo, synthwave y deephouse, además de una sesión entera del vídeo de la niña que está estudiando con el gatito, te das cuenta de que te sientes realmente cómodo escuchando música con estos cascos.
No tienen la mejor ecualización y, evidentemente, no se pueden comparar para escuchar música con auriculares que han pasado recientemente por la web como los Sony WH1000XM o los Freebuds Studio (y ni hablamos de los de Apple, que juegan en otra liga), pero es que para ser unos cascos 'gaming'... están realmente bien en este sentido.

Son muy todoterreno, precisamente, gracias a ese perfil sonoro más plano, ya que eso nos deja manga ancha de cara a la personalización con un ecualizador tanto de la app que usemos como del móvil (si lo tiene) o el de la propia aplicación de Dolby en Xbox).
Es decir, no son, por aspecto, los más premium del mercado, pero en sonido clavan la nota. Y al final eso es lo importante.
Micrófono cómodo por tamaño, aunque con un sonido que no destaca
Cuando abrí la caja y vi el micrófono, de manera instintiva estiré un poco a ver si era retráctil. Y no, lo que hay es lo que ves. Con una longitud de 9,3 milímetros, el micrófono no es de los que se te meten en la boca cuando juegas y, realmente, no he tenido que recolocarlo ni una sola vez.

La patilla de goma tiene cierta flexibilidad, pero no se cae conforme pasan las horas de juego y lo cierto es que llegas a olvidar que está ahí. Me encanta que puedo beber café en una taza bastante ancha sin tener que quitar el micrófono.
La calidad de sonido y captación no se ve afectada por esto y los dos micrófonos 'pillan' bien la voz. Jugando no he tenido queja alguno. Evidentemente, no es el sonido más cálido, pero estamos hablando de un micrófono en unos cascos gaming. Nos entienden bien... y eso es suficiente.
Además, el botón de mute es preciso y con un pitidito ascendente o descendente nos avisa de si está activado o no. Cuando el micrófono está activado, tiene un LED blanco que podemos ver de reojo y que no molesta o distrae en absoluto.

Sin embargo, la conexión con el móvil es otro cantar. A la hora de reproducir música ya he dicho que no he tenido problema alguno o interferencias en el audio, pero sí he tenido un feedback no muy positivo a la hora de hablar por teléfono.
No sé si será la conexión Bluetooth 4.2 con el teléfono (un iPhone 12 Pro -análisis-), pero se me han quejado de algunos microcortes de forma puntual a lo largo de la conversación. No es algo que afecte a la conversación, pero están ahí y, de hecho, los podéis escuchar aquí:
El sonido, como decía, es algo enlatado, pero no nos vamos a poner a hacer streaming, o no es la intención, con estos cascos. Para comunicarnos, cumplen, y creo que esos microcortes son fruto del sistema de aislamiento de voz que reduce el ruido externo cuando no estamos hablando. En consola, esto se puede regular en la app de sonido de Xbox.
Una batería que da la talla y carga rápida por USB-C
Ves, Microsoft, se pueden hacer dispositivos que vayan con batería y que tengan una buena autonomía. Estos nuevos cascos cuentan con una batería de litio que proporciona, según cifras oficiales, 15 horas de reproducción por carga.
Nosotros hemos descargado dos veces estos cascos y hemos tenido una experiencia dispar. Si los hemos usado para jugar, simplemente, hemos tenido 13 horas (que sigue estando muy bien) con un volumen aproximadamente del 45-50%, más que suficiente para disfrutar sin que moleste y utilizando el micro.

Si, por el contrario, en esa sesión de juego tenemos la conexión tanto con la consola como con el móvil, la cosa cambia. No llegamos a las 9 horas y, realmente, no me parece una situación mala, ni mucho menos, teniendo en cuenta el uso.
En esa situación estuve jugando online a Call of Duty, pero a la vez me tragué los entrenos libres de F1 con los cascos reproduciendo el contenido del móvil al 75% y al 25% el de la consola. Además, tuve un par de llamadas (de pocos minutos, pero utilizan el micrófono) y también escuché algo de música cuando se acabaron los entrenos.
Seguramente, si los cascos tuvieran un estándar de Bluetooth más moderno durarían algo más, ya que el 4.2 tiene un tiempo a sus espaldas, y también se mejoraría la latencia, pero con lo que tenemos entre manos, me parece una buena autonomía.

La carga se realiza por USB Tipo-C y nos ha llevado tres horas y cinco minutos cargar completamente los cascos enchufados al USB frontal de la consola. Eso sí, el cable es ridículo, ya que mide apenas 50 centímetros, pero podéis cargar con cualquier cable Tipo-A a Tipo-C o USB-C a USB-C sin problema.
Por cierto, para comprobar el estado de carga tenéis que pulsar una vez el botón Xbox del mando y aparece el icono al lado del de la carga del mando. En Android o iOS también aparece el porcentaje de carga.
Opinión de los cascos inalámbricos de Xbox: cerrando el círculo de periféricos de Xbox
Llegamos al final del análisis de los cascos inalámbricos de Xbox (que los hemos tenido antes de tiempo gracias a la cesión de Xbox España) con muy buen sabor de boca. Son unos auriculares cómodos, que se controlan de forma muy intuitiva y que ofrecen características por 100 euros que hace no tanto solo se encontraban en modelos de 200 euros en adelante.
Ofrecen un sonido equilibrado y bien dimensionado, con unos agudos potentes, unos medios que están donde deben y unos graves que no se comen todo lo demás. Microsoft ofrece opciones de ecualización tanto en Windows 10 como en Xbox para dejarlos a nuestro gusto y, realmente, cumplen con nota tanto para jugar como para escuchar música.

El diseño discreto hace que den ganas de sacarlos a la calle para escuchar música con el móvil, pero no es lo óptimo porque el micrófono, que cumple su función en el chat de voz gracias a un sonido claro, está anclado al cuerpo de los cascos. También me habría gustado que tuviera jack de 3,5 mm y que el cable de carga fuera más largo, pero realmente... ahí se acaban los puntos negativos.
Y es que, estos cascos se van a convertir en uno de esos accesorios 'obligatorios' para los que juguéis durante muchas horas a vuestras Xbox gracias tanto a la comodidad de los mismos como a la buena calidad de sonido y a lo versátiles que son permitiendo que tengáis conectado el móvil o el portátil a la vez.
Por 99,99 euros... no se puede pedir más.
Nuestra valoración
Lo mejor
- Sonido bien dimensionado
- Experiencia envolvente muy bien conseguida
- Diseño cómodo y elegante
- Conexión simultánea consola/multidispositivo
Lo peor
- Micófono no extraíble
- Sin jack de 3,5 mm
- Sin giro en el eje Y
- Algunos microcortes en el micrófono
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