Xiaomi 11T Pro, análisis y opinión

Xiaomi completa su familia Mi 11 con el lanzamiento de los nuevos 11T que sí, pierden ese apellido 'Mi' del que nos tendremos que olvidar de ahora en adelante, pero mantienen la filosofía de la marca en lo que a su relación calidad/precio se refiere.

El año pasado, los Mi 10T pegaron muy fuerte, sobre todo, con un modelo Pro que montaba algunas de las mejores características del mercado a un precio sensiblemente inferior al de la competencia.

Tenía algunas ausencias importantes, como un panel IPS en lugar de un AMOLED, pero la compañía china parece que quiere redimirse y este año no solo ha metido lo último en tecnología y componentes, sino que se ha sacado de la manga un cargador de 120 W que viene en la caja.

Tras una semana probándolo como móvil principal, os contamos nuestra opinión del Xiaomi 11T Pro en este análisis en el que repasamos sus muchas bondades... y esos flecos que aún se deben pulir.

Apartados del análisis del Xiaomi 11T Pro:

• Diseño: un Xiaomi 11 más con una trasera brillante
• Pantalla y sonido: muestra músculo con 120 Hz, brillo alto y Gorilla Glass Victus
• Rendimiento: Snapdragon 888 y un MIUI sin quebraderos de cabeza
• Autonomía: 5.000 mAh que se estiran y se cargan en menos de 20 minutos
• Cámaras: 108 megapíxeles que ya no llaman la atención y un telemacro que me sigue encantando
• Conclusión: una gran pantalla siempre lista para la acción

Un Xiaomi 11 más con una trasera brillante

Cuando lanzas cinco modelos diferentes dentro de una misma familia a lo largo de 9 meses, es complicado que destaquen por algo que no sea el módulo de cámaras.

Varios 'Mi' 11 son muy, muy similares en diseño, pero al final cada uno tiene un módulo de cámara distinto (o el grosor ultradelgado en el caso del Lite) que nos permite diferenciarlos.

En el caso de los 11T y 11T Pro tenemos un módulo de cámara similar al del Mi 11i -análisis-, pero siendo algo más ancho.

Está como en dos alturas y lo cierto es que no es tan exagerado como otros que hemos visto estos últimos años, pero lo que sí es exagerado y notorio es lo fácil que se quedan las huellas en la trasera.

Me gusta el acabado en color negro con una especie de textura de metal cepillado, pero esa textura queda dentro de una última capa de cristal, que es la que le da ese toque brillante y excesivamente sucio.

Los laterales son de aluminio, o eso dice Xiaomi, pero lo que tocamos parece más plástico. Eso sí, tenemos certificación IP53 unida a una pantalla que cuenta con protección Gorilla Glass Victus. 

Es la misma protección que, por ejemplo, tienen los S21 -análisis- o el Note 20 Ultra -análisis-, así que se agradece ese esfuerzo por parte de Xiaomi. Lo que no tenemos esta generación es jack de auriculares.

En la mano, lo cierto es que se siente con un móvil robusto, pero pese a sus materiales, no tengo la sensación de estar sosteniendo algo premium.

Cuesta lo que cuesta, pero por ejemplo terminales como el Motorola Edge 20 Pro, por ejemplo, sientan mejor a la mano y parecen de un escalón por encima, aunque sea ligeramente.

Y en lo que a dimensiones se refiere, mide más de 16 centímetros de alto, lo necesario para albergar una pantalla de 6,67", tiene un peso de 204 gramos y un grosor de 8,8 milímetros que se explica por el tamaño de la batería.

La pantalla muestra músculo con 120 Hz, brillo alto y Gorilla Glass Victus

Ya digo que el diseño no es algo que me haya entusiasmado, pero a partir de aquí lo cierto es que vamos a entrar en apartados muy equilibrados y, en algunos aspectos, por encima de la media.

Si seguís nuestros análisis, ya sabéis que no nos guiamos por las especificaciones porque hay veces que no reflejan la realidad.

En este 11T Pro tenemos buenos números en pantalla, pero también muy buenas sensaciones en el día a día.

Se trata de una pantalla que hemos visto muchísimas veces estos últimos meses con ese AMOLED de Samsung con una diagonal de 6,67" con un refresco de 120 Hz, un muestreo de 480 Hz y resolución FullHD+.

El año pasado teníamos un IPS a 144 Hz que, sinceramente, no tenía sentido. Esos 24 Hz extra no se notan en absoluto y muchos habríamos preferido un AMOLED. Ahora, Xiaomi ha dado un paso atrás en el refresco, pero el panel es, objetivamente, superior.

La experiencia a la hora de consumir contenido es fantástica y sí, tenemos una saturación algo subida, pero lo vamos a poder regular por software, como en todos los Xiaomi.

Esos 120 Hz se sienten de maravilla y los toques son precisos, rápidos y no presentan fallos. me ha gustado mucho el día a día con este panel para jugar, la verdad, y es algo en lo que el procesador acompaña.

Sobre el brillo, tenemos una media de 1.309,46 luxes con una desviación de 25,16 luxes. Xiaomi habla de 800 nits con un pico de 1.000 nits. No es el panel con el brillo más consistente, pero lo cierto es que se ve muy bien a pleno Sol.

Por su parte, el sonido me ha parecido muy, muy bueno. En este modelo Pro tenemos un doble altavoz compatible con Atmos y los ajustes finales corren de la cuenta de Harman/Kardon.

Me ha parecido que suena muy bien y ofrece una experiencia genial para jugar o ver contenido gracias a un volumen bastante alto y, sobre todo, a que no distorsiona cuando empezamos a meter caña. Al menos, no demasiado.

Como decía antes, no tenemos jack de 3,5 mm, pero esto es algo inevitable.

Snapdragon 888 y un MIUI sin quebraderos de cabeza

Y si en la pantalla no hay sorpresas teniendo en cuenta lo que Xiaomi ha ido montando este año, en el interior... lo cierto es que tampoco. Y, creedme, eso es bueno.

Este 2021 ha sido un año complicado para Xiaomi en lo que a las críticas a su software se refiere porque MIUI tiene muchísimos añadidos y la optimización en el Mi 11 -análisis- o en el Poco F3 -análisis-, sobre todo, brillaba por su ausencia.

Parece que Xiaomi se está tomando en serio esto y tengo que decir que el 11T Pro es uno de los móviles más rápidos que he probado este año. 

Todo se mueve con una fluidez pasmosa y, además, no he tenido problemas ni con el desbloqueo (que me parece impecable por huella y bastante rápido con foto) ni con el sensor de proximidad.

Xiaomi sigue montando el sistema que utiliza ultrasonidos para 'ver' si estamos cerca o lejos de la pantalla, un sistema del que he hablado muy mal todo este año, pero que ahora va un poquito mejor.

Digo 'un poquito' porque no es tan perfecto como un sistema físico, pero parece que han toqueteado algo para que se active cuando no estamos moviendo el teléfono.

Y, como digo, ni crasheos, ni cierres, ni drenaje de la batería ni nada por el estilo. Una muy buena experiencia. Bien, MIUI.

Y en el apartado del hardware tenemos un Snapdragon 888 acompañado por 8 GB de RAM. Va a poder con lo que le eches, pero el Snapdragon 888 tiene un problemita: se calienta.

En nuestras pruebas, jugando a juegos exigentes o grabando vídeo a 4K60 y algún clip a 8K, notamos que el calor empieza a ser bastante notable.

En ningún momento se cierra la app o salta un aviso por exceso de temperatura, pero está ahí y lo raro es que hay test exigentes, como 3D Mark Wild Life, que nos da una buena puntuación y otros como AnTuTu o GeekBench en los que deberíamos tener una nota más alta.

No es algo que nos preocupe, y no debería preocuparos, porque los números... números son y lo cierto es que, como digo, el teléfono va perfecto. 

La memoria es UFS 3.1 y no es la más rápida que hemos probado recientemente, pero en el día a día y con el uso que hemos hecho del terminal, lo cierto es que no hemos tenido queja alguna.

Es, como veis, un móvil de lo más consistente en el apartado del rendimiento.

5.000 mAh se estiran y se cargan en 20 minutos

La característica rompedora de este móvil es, por encima de su pantalla o el SoC, la tecnología de carga. Xiaomi no solo está incluyendo cargadores en sus móviles, sino que algunos modelos cuentan con muy buenos cargadores.

El 11T tiene el de 67 W del Mi 11 Ultra y el Mi 11 tiene el de 55 W GaN. Aquí subimos un peldaño con un cargador de 120 W con cable de 6 A que, claro, además de cargar el móvil, va a servir como cargador para cualquier dispositivo que tengas en casa, incluso el portátil (siempre que sea compatible, claro).

Es un cargador que impone por su tamaño y peso, pero que es capaz de cargar el 100% del móvil en 17 minutos si lo tenemos apagado -números de Xiaomi-. 

Nos fiamos, pero como siempre, lo hemos comprobado... y sí, 18 minutos si el teléfono está apagado y a temperatura ambiente cuando empezamos a cargar.

Si el teléfono está encendido, tenemos el 50% en solo 8 minutos y el 100% en apenas 21 minutos. 

Soy de los que piensa que 65 W es suficiente, pero con el 11T Pro he tenido algún día de llegar a casa de hacer la compra a las 20 con poca batería, ponerlo a cargar mientras coloco la compra porque voy a salir a tomar algo... y tener prácticamente el 100%.

Eso, creedme, es una liberación. Y sobre la autonomía, los 5.000 mAh están ahí y es uno de los motivos por los que hemos tardado algo más en hacer el análisis del Xiaomi 11T Pro.

Y es que, el primer día que lo tuvimos conseguimos 4 horas de pantalla, algo que no era posible teniendo en cuenta la capacidad de la batería. Vale que le metí mucha caña, pero no me cuadraba el resultado.

Sin embargo, Xiaomi ha lanzado un par de actualizaciones y las cosas han cambiado. Consigo unas 6:30/7 horas de pantalla, que con mi uso creo que está realmente bien. Si jugamos a títulos exigentes como Genshin Impact, un par de veces al día, la autonomía baja a las 6 horas.

Y en la prueba sintética con el brillo al 100%, tenemos 6 horas 37 minutos, aquí sí que esperaba un poco más, la verdad, pero no deja de ser una prueba.

108 megapíxeles que ya no llaman la atención y un telemacro que me sigue encantando

Pero pasemos a las cámaras, ya que es un apartado muy importante en prácticamente todas las gamas y Xiaomi, con sus más y sus menos, ha sido una compañía bastante consistente este año en el apartado fotográfico y de grabación de vídeo.

La aplicación es la típica de Xiaomi con un carrusel generoso en opciones y un funcionamiento estable, pero con algunas opciones en lugares en los que no deberían estar.

En cuanto a los sensores, también tenemos una configuración que se ha convertido en un triplete clásico para Xiaomi. 

El sensor principal es de 108 megapíxeles y ofrece buenos resultados tanto en resolución completa como cuando disparamos en modo automático, obteniendo una imagen de 12 megapíxeles.

Aquí entra en juego el pixel binning para crear un píxel virtual más grande que es capaz de procesar una mayor cantidad de luz.

El detalle es bueno, pero el procesado es algo agresivo y el resultado son imágenes con una nitidez algo subida y un contraste muy marcado. Además, tira a la subexposición.

No es malo, es un estilo y un procesado que gusta y, con buena luz, son fotos que sirven perfectamente para redes sociales y guardar recuerdos.

En interior, el procesado juega a lo mismo y la nitidez se marca más en estas situaciones, provocando algo de ruido en ocasiones, pero son buenos resultados.

De noche me ha sorprendido. No es el resultado más natural porque levanta mucho las zonas oscuras, pero lo cierto es que no hay excesivo ruido y controla bastante bien las altas luces.

Este sensor está acompañado por un telemacro que es, básicamente, un 50 mm, o un objetivo 2x, con una distancia de enfoque de 10 cm como máximo.

Me encanta esta lente, aunque los 5 megapíxeles no permiten ampliar absolutamente nada y debemos tener muy buen pulso y una luz en condiciones, pero si tenéis paciencia podéis lograr muy buenos resultados.

Eso sí, no es una lente para todo el mundo, ya que la fotografía macro es bastante especial.

Y por último está el gran angular. Se trata de un sensor my básico de 8 megapíxeles que ofrece un resultado muy dispar y que está lejos de lo que conseguimos con el principal. 

En el frontal tenemos un sensor algo pequeño, pero con 16 megapíxeles. Me parece que acierta en el procesado y el retrato no está mal.

Si pasamos al vídeo, tenemos resolución 8K30 como máximo, pero la estabilización digital se pierde por completo y no son archivos 'manejables'.

Os recomiendo grabar a 4K60, un modo en el que, por cierto, obtenemos unos fantásticos resultados en este terminal.

Me gusta el enfoque, el detalle, la nitidez y la suavidad que da la estabilización digital. 

Entre los de su clase, no es el móvil más sorprendente para hacer fotos, pero lo cierto es que el vídeo lo trata muy, muy bien.

Una gran pantalla siempre lista para la acción

He perdido la cuenta de los Xiaomi 11, o Xiaomi Mi 11, que hemos analizado este año, pero lo que sí sé es que, excepto el Mi 11i que era un poco más normalito, todos tenían algo que ofrecer.

El Ultra apuesta por las cámaras y la pantalla, el Mi 11 era muy equilibrado en la gama alta, el Lite cuenta con un diseño espectacular y ultradelgado y este 11T Pro recoge algunas de las características TOP de sus hermanos, pero introduce la carga de 120 W.

Es una apuesta, la primera, firme en el segmento de consumo masivo, ya que es un cargador de muchísima calidad en un móvil que cuesta 649 euros y que tiene otras bondades.

El Snapdragon 888 no necesita presentación y sí, se calienta jugando o grabando vídeo 4K60, pero el rendimiento con MIUI, en esta ocasión, es fantástico en prácticamente todos los aspectos.

Xiaomi 11T Pro

Xiaomi 11T Pro es el último modelo de Xiaomi que apunta directamente a la gama alta que viene equipado con un procesador Snapdragon 888, 8 GB de RAM y un cargador de 120 W.

• Amazon 392.99€
• TechInn 435€
• PcComponentes 440€

Ir a la fichaVer analisis

La pantalla es una delicia para consumir contenido y me gusta mucho el telemacro. El resto de cámaras... están bien, aunque en esta ocasión y viendo el trabajo de realme y Oppo, esperábamos más.

Lo que más llama la atención, evidentemente, es eso de cargar el 100% de la batería en 20 minutos, pero por el resto de las características, el Xiaomi 11T Pro es uno de los móviles más equilibrados del año a un precio que es muy jugoso.