ZTE Axon 40 Ultra, análisis y opinión

Cuando quieres distinguirte en las gamas más altas, debes hacer cosas diferentes y, desde luego, no se puede negar que ZTE lo está intentando. 

Se trata de una compañía china que es cada vez más conocida por nuestro territorio y que se caracteriza por probar, casi siempre, cosas nuevas. Lo hemos visto tanto en los móviles de la compañía Nubia, con su Z20 de doble pantalla, como en los propios Axon de ZTE.

En esta familia están apostando mucho por las cámaras bajo la pantalla, como hemos visto con el Axon 20 o con el Axon 30, y con este 40 Ultra llega la tercera generación de una tecnología que sigue mejorando para ser "invisible" y molestar lo mejor posible al jugar o ver contenido. A continuación, te cuento qué tal les ha salido la jugada en este ZTE Axon 40 Ultra.

Apartados del análisis del ZTE Axon 40 Ultra:

• Diseño: premium lo mires por donde lo mires y con un módulo de cámaras enorme
• Pantalla: la verdadera experiencia todo pantalla
• Rendimiento: el Snapdragon 8 Gen 1 sin límites sufre en verano
• Autonomía: el SoC compromete la autonomía, pero la carga es genial
• Cámaras: un desastre en selfi, una gozada en lo demás
• Conclusión: un móvil muy premium al que le falta un poco para competir contra los mejores

Premium lo mires por donde lo mires y con un módulo de cámaras enorme

El diseño es una parte muy importante de los móviles ZTE y, de hecho, diría que es la principal. No en vano quieren conseguir esa experiencia todo pantalla para tener un frontal más limpio, pero en las traseras no se puede negar que también ponen en foco.

En esta ocasión han optado por un acabado muy similar al que hemos visto recientemente en el vivo X80 Pro, una trasera de cristal que no solo tiene acabado mate, sino también un texturizado que impide que se queden las huellas.

Tenemos el logo de ZTE de una forma muy elegante y, evidentemente, las miradas se van al módulo. Es grande, no tan grande como otros que hemos visto recientemente (el vivo X80 Pro sin ir más lejos o el reciente Xiaomi 12S Ultra), pero ocupa una buena porción de la trasera.

Tiene solo tres cámaras, pero una de ellas necesita su espacio porque es un sistema periscópico, las lentes ocupan lo suyo y, al final, cuanto mayores son los sensores, más espacio necesita el módulo. Eso es así.

Ver galería

galeria review ZTE Axon 40 Ultra (15 imágenes)

Y sí, sobresale bastante, algo que se mitiga con la funda que viene incluida en el paquete y me gusta que el rectángulo del módulo no sea de cristal con acabado brillante, ya que ese es bastante sucio. Han optado por metal con acabado mate, que es bastante más limpio. En el 30 Ultra era brillante y bastante suciete.

Y por lo demás, tenemos un móvil que es bastante grande con sus 163,3 milímetros de alto y pesa sus 204 gramos, pero en la mano me parece que es muy cómodo gracias tanto a la textura de la trasera como al tacto de los laterales de aluminio.

En cuanto lo sostienes por primera vez te das cuenta de que el diseño está a la altura del del Oppo Find X5 Pro, del vivo antes mencionado o del Galaxy S22 Ultra. Eso sí, al contrario de esos terminales, no tenemos certificación IP.

Vemos protección en la bandeja de la SIM, pero no tenemos la certificación oficial. Vale que cuesta 850 euros y los rivales comentados están por encima de los 1.000 euros, pero creo que este móvil se "merecía" esa certificación IP68.

La verdadera experiencia todo pantalla

Ahora bien, el diseño es espectacular en mano, pero lo que más llama la atención es la pantalla. Cuando lo ves de frente te parece estar sosteniendo un Galaxy S23 Ultra o un nuevo Note (ojalá vuelva el Note), ya que el diseño frontal es muy similar al de los tope de gama de Samsung.

El aprovechamiento del frontal es máximo (un 92,9% según GSM Arena) gracias tanto a la diagonal de 6,8" como a la curvatura de los laterales y a elementos con un grosor mínimo como la barbilla y la zona superior.

Es un panel que impresiona y se nota la evolución de esta cámara bajo la pantalla. En esencia, esto funciona gracias a que hay dos densidades distintas en el panel. Por un lado está la resolución "normal" del panel AMOLED y, por otro, una densidad mucho menor en la zona que cubre la cámara frontal.

Y, como ves tanto en las fotos como en los vídeos que te estamos dejando el trabajo de los ingenieros ha sido fantástico porque es muy complicado apreciar a simple vista la zona de la cámara frontal.

Esto también debe mucho al software, que ha evolucionado desde la primera generación de esta cámara para disimular todavía más la zona. Si quieres un móvil sin orificio o notch, esta es la compra que debes hacer.

Y es realmente inmersivo en juegos y vídeos, como te conté en el análisis del Redmagic 7 Pro, ya que no hay ningún elemento que esté estorbando y, realmente, no aprecias el cambio de densidad de píxeles en esa zona. De nuevo, muy bien por ZTE.

Ahora bien, el panel es... un buen AMOLED, pero hay una clara diferencia con el S22 Ultra con el que lo comparaba por diseño. 

Tenemos una calibración a la que le gustan los colores vivos en todos sus modos y unos ángulos de visión que están bien, pero la curvatura produce unas sombras y brillos (dependiendo del ángulo y el contenido) excesivamente marcados.

Además, es fácil que haya toques falsos en los laterales a la hora de jugar o estar con la app de cámara, pero lo bueno es que, por software, tenemos una herramienta para limitar estos toques accidentales, así que no lo voy a considerar como un punto negativo.

Y luego tenemos un sensor de huella óptico que funciona de forma intermitente, al menos en mis pruebas, y un desbloqueo facial 2D que sí, no es el más seguro del mundo, pero que también funciona de manera más que correcta.

El brillo me ha gustado, con una media de 1.360 luxes y se ve perfectamente en exteriores y, al final, creo que se trata de un buen panel para consumir contenido, sobre todo a la "inmersión" al no tener la cámara frontal visible.

Y para completar ese apartado de consumo de contenido, tenemos un sonido estéreo que también me ha gustado. De nuevo, no es el mejor y en ese rango de precio tienes móviles que se escuchan mejor, pero también alguno que rinde algo peor.

Los dos altavoces son potentes (el inferior y principal algo más, sobre todo en graves), pero al final la experiencia es buena. Lo que siempre me gusta decir: te vas a poder duchar a gusto con el volumen casi a tope (porque a tope distorsiona) sin problema.

El Snapdragon 8 Gen 1 sin límites sufre en verano

Donde no han recortado es en el interior y tenemos lo que podemos esperar de cualquier móvil premium de este año. Eso se traduce en una configuración con el Snapdragon 8 Gen 1, 8 GB de RAM y un almacenamiento de 128 GB.

Ojo con esto porque no vas a poder ampliar el almacenamiento vía microSD, así que piensa bien si te vale con 128 GB o vas a tener que ir a por versiones superiores. También hay versiones con 12 o 16 GB de RAM, pero con los 8 de mi versión... el rendimiento y la experiencia han sido perfectos.

Antes de continuar, te dejo los test sintéticos, pero como siempre te decimos en nuestros análisis, no nos guiamos por ellos aunque, eso sí, son una buena muestra de en qué punto está el procesador, el sistema de disipación empleado o de si hay algún recorte en GPU por parte del fabricante:

Como ves, los benchmarks nos indican que tenemos un chip que no está limitado para operar a una velocidad inferior (como sospechamos que ocurre con un móvil como el Xperia 1 IV, por ejemplo) y los números se corresponden a lo que esperamos de un SD 8 Gen 1.

Eso sí, también esperábamos calor... y lo hay. Hemos pasado la prueba de estrangulamiento térmico y, aunque hay una bajada al 80%, esta se produce más o menos a los 10 minutos de prueba, no a los 4-6 minutos como hemos visto en otros móviles con este procesador.

Jugando, sí, se va a calentar. Títulos como Diablo Immortal o Genshin Impact son muy exigentes y, sobre todo con el calor que hay ahora mismo, el móvil también sufre. En Genshin he notado un estrangulamiento térmico a los 15 minutos de juego, más o menos, pero puedes solventarlo bajando la calidad de los parámetros gráficos.

Por otro lado, tenemos unas memorias (almacenamiento y RAM) que no son las más rápidas en los test, pero que se portan genial en el día a día gracias a una capa de personalización que tiene un montón de opciones, pero que va muy, muy bien.

Tenemos Android 12 junto a la capa MyOS 12. Sí, los nombres de algunas capas son ridículos, pero la verdad es que en esta ocasión tenemos una capa muy oriental (por lo de la cantidad de opciones de personalización) que funciona realmente bien.

Ya no sé si es optimización del sistema o, simplemente, que va bien por mera potencia bruta, pero en la semana que lo he tenido como principal no solo no he tenido cuelgues ni cierres en apps, sino que la velocidad ha estado presente en cada momento.

Es un sistema bastante estético, con unos menús interiores en apartados como el de pantalla que se basan en iconos grandes para que tengamos más claro dónde ir, y la verdad es que es algo que me ha gustado mucho.

El modo oscuro funciona correctamente, tenemos Discover, una barra de herramientas a medio camino entre MIUI 13 y Android 12 stock y, en definitiva, mucha personalización y cositas a toquetear, pero también varias apps preinstaladas que me interesan bien poco y traducciones chapuceras por aquí y por allá, sobre todo en el apartado de cámara.

De hecho, creo que cada vez las traducciones son peores en los ZTE porque tienen cosas que están bien traducidas, pero son las que vienen de años atrás. Las nuevas funciones tienen nombres mal traducidos, traducidos de forma errónea porque son false friends... o nombres torticeros que hacen que cueste saber qué estás seleccionando.

Y de un móvil que solo se puede comprar de importación, pues bueno, lo puedo esperar, pero ZTE tiene tiendas en España, lo puedes comprar en Amazon... en fin, que hay que trabajar más esto.

Lo que me ha gustado, y muchísimo, es tanto la autonomía como la carga. He tenido por encima de las 6 horas de pantalla, todo un logro teniendo en cuenta el brillo, la diagonal del panel y el procesador utilizado, y la carga también es buena.

En la caja viene un cargador de 65 W que permite el 50% en 17 minutos y el 100% en 46 minutos. Eso sí, no hay ni carga inversa ni carga inalámbrica. Al final, ahí vemos un recorte para poder bajar el precio.

Un desastre en selfi, una gozada en lo demás

Pero bueno, vamos al apartado fotográfico porque hay cosas muy interesantes que contar aquí. Lo primero de lo que quiero hablar es de la cámara delantera y, como te puedes esperar por el titulo de la sección, es... bastante mala.

Tiene, básicamente, los mismos problemas que las anteriores generaciones, produciendo fotos con un contraste bastante bajo, un halo de lux muy acentuado debido a que los píxeles sobre la pantalla funcionan como un filtro difusor y los colores, muchas veces, tampoco son correctos.

Está claro que ZTE se ha esforzado mucho en ocultar la cámara bajo el panel y eso lo han hecho genial, pero a costa de la calidad fotográfica. Si no te gusta hacerte selfis, esto te dará igual, pero si eres un amante de estas fotos, este no es tu teléfono.

Si nos vamos a la parte trasera, tenemos tres sensores de 64 megapíxeles. Es una configuración bastante versátil porque, además, es algo extraña. El gran angular es un equivalente a un 16 milímetros, que es una distancia focal que solemos ver en teléfonos.

El telefoto es un 3,5x óptico que es el equivalente a un 90 milímetros y el sensor que más vas a utilizar, el principal, es un equivalente a un 35 milímetros. Es el objetivo de calle por excelencia y es curioso porque la inmensa mayoría de móviles montan un equivalente a un 26 milímetros.

Básicamente, si no sabes muy bien qué significa esto, es que el principal tiene un poquito de "zoom" (mal dicho, realmente) comparado con el móvil que, seguramente, tienes ahora mismo entre manos.

Me gustan los resultados de las tres cámaras y considero que es un conjunto muy potente para cualquier situación. Me gustan los colores (algo saturados, pero bueno), me gusta la versatilidad y creo que la velocidad de obturación es más que buena.

Si vas más allá del 3,5x nativo, pese a los 64 megapíxeles del telefoto, los resultados serán de imágenes con unas texturas bastante lavadas, pero con las focales nativas, creo que es un conjunto muy interesante.

Además, puedes enfocar desde bastante cerca con este tele para crear una especie de macro y me gusta mucho el desenfoque de fondo que se consigue con él.

Ahora bien, el vídeo no me ha gustado mucho. Tanto el telefoto como el principal están estabilizados ópticamente y vas a poder grabar a 4K120, pero la estabilización hace algo raro. Creo que es tema de procesado del vídeo y es algo que, evidentemente, ZTE debe solucionar.

Y también tiene que refrescar la aplicación. Mientras el sistema sí me ha parecido muy estable, la app de cámara... todo lo contrario. He tenido algún cierre, la obturación es rápida, pero a veces se traba y puedes perder alguna foto y tienes un montón de opciones, pero con traducciones bastante reguleras.

Un móvil TOP al que le falta un poco para competir contra los mejores

Y al final, está claro que este ZTE 40 Ultra no es un móvil para todos, al menos no en occidente porque la compañía tiene que seguir haciéndose un nombre para luchar contra marcas muy asentadas entre los usuarios, pero también es cristalino que van por el buen camino.

Esta generación tiene un diseño muy pulido y premium gracias tanto a los materiales utilizados como al acabado, me gusta la pantalla, creo que el sonido cumple y el rendimiento es genial gracias a un Snapdragon 8 Gen 1 que sí, se calienta, pero está algo más controlado que en otros móviles.

La versatilidad de las cámaras es genial, sobre todo para fotografía diaria con ese equivalente a un 35 milímetros y, la verdad, me parece un móvil bastante redondo.

ZTE Axon 40 Ultra

ZTE Axon 40 Ultra es el buque insignia de ZTE para este año y llega equipado hasta los dientes con un procesador Snapdragon 8 Gen 1 y hasta 16 GB de RAM.

• Amazon
• PcComponentes

Ir a la fichaVer analisis

Ahora bien, creo que el principal motivo de compra, aparte del diseño y de esa sensación de gama premium por unos 800 euros, es la experiencia todo pantalla sin ningún tipo de notch u orificio. 

Esta tercera generación está mucho más pulida en este sentido y es complicado ver la cámara frontal, algo que me sigue pareciendo superinteresante y el futuro de los móviles, aunque el precio a pagar es la calidad de la misma.

Si no te vas a hacer selfis y buscas algo así, es una buena compra.