Ha pasado mucho tiempo desde que el iPhone original se lanzara en 2007, un dispositivo de 3,5 pulgadas, una cámara de 2 Mpx y 8 GB de almacenamiento y que seguro que tuviste y ya tiraste a la basura, pero hay personas que lo guardaron, sin abrir, y ahora pueden obtener grandes ganancias económicas.

En concreto así pasará con Karen Green porque en 2007, cuando consiguió un nuevo trabajo, la regalaron un iPhone de primera generación que, sin embargo, guardó en un armario, olvidándose del mismo, porque ya tenía otro teléfono.

Tras venderse otro iPhone de primera generación por casi 40.000 $ a finales del año pasado, despertó la curiosidad de Karen, quien se puso en contacto con la casa de subastas LCG Auctions, para saber si les interesaba vender este dispositivo.

Tras recibir el visto bueno, ahora LCG Auctions ha puesto a subasta este primer iPhone de 2007, totalmente precintado, sin abrir, y espera que alcance los 50.000 $.

La subasta, que estará hasta el 19 de febrero, reunirá a todo tipo de coleccionistas, y amantes de Apple, que querrán hacerse con un iPhone original totalmente precintado para incorporarlo a su colección o para revenderlo de aquí a unos años mucho más caro.

La propietaria del iPhone necesita el dinero para su negocio

Karen Green es una tatuadora cosmética que necesita el dinero para seguir potenciando su negocio porque, si fuera por ella, conservaría este iPhone durante una década más para que se siga revalorizando.

“La única razón por la que vendo este teléfono es porque necesito respaldar mi negocio”, aclara.

Actualmente la subasta está en 11.491 $, y en el resto de los 14 días hasta que concluya, es probable que alcance esos 50.000 $ estimados por la casa de subastas.