Telegram se está convirtiendo en el ecosistema perfecto para la ciberdelincuencia según un informe

Volvemos con Telegram, esa aplicación de mensajería que lleva promocionándose años como la alternativa de WhatsApp. Sin embargo, pese a sus grandes virtudes, la compañía se ha visto envuelta en fuertes críticas por no hacer lo suficiente para reducir la ciberdelincuencia. Ahora, un nuevo estudio ha descubierto que Telegram se vuelve a confirmar con un hogar atractivo para todos ellos.

Y es que, decimos "vuelve" porque esto no es algo nuevo, ya que en 2021 un estudio realizado por Cyberint para Financial Times descubrió que los piratas informáticos estaban y están vendiendo y compartiendo filtraciones de datos en Telegram ya que es fácil de usar y no está muy moderado.

En el estudio al que hacemos referencia a día de hoy y que proporciona KELA, una empresa dedicada a los delitos cibernéticos, explica directamente que Telegram se ha convertido en un nuevo sitio fetiche para los ciberdelincuentes, sustituyendo incluso a la Dark Web.

El gran problema que presentan como base para afirmar estos hechos es que Telegram (y no nos olvidemos de Telegram Web) ofrece un entorno muy apetecible para este tipo de personas al poder crear grandes grupos privados (hasta 200.000) en la aplicación con identidades anónimas.

En cuanto a las actividades que se llevan a cabo en este tipo de grupos, KELA confirma que van desde grupos especializados en ransomware y extorsión de datos hasta la venta de drogas y otros productos ilegales. Un ejemplo que citan en el informe es la base de datos de una compañía de seguros no identificada con 120 millones de clientes, que se ofrece por 360.000 dólares.

¿Cuál es la razón detrás de estas afirmaciones sobre Telegram?

La razón del mayor uso de la plataforma entre los actores de amenazas se atribuye a una serie de beneficios operativos. Y es que, a diferencia de la Dark Web, Telegram es un servicio legítimo y fácil de usar que no está bloqueado por antivirus o herramientas administrativas de red.

Además, estos pueden permanecer en el anonimato ya que el proceso de registro requiere solo un número de teléfono. En algunos casos, es más fácil encontrar compradores en Telegram que en otros ecosistemas, lo que lo hace más conveniente para los ciberdelincuentes.

La API de código abierto también permite a los usuarios crear bots e interfaces de terceros para cumplir con todo tipo de funciones necesarias para su propósito, además de que la plataforma permite archivos adjuntos de hasta 2 GB de tamaño con cada mensaje.

Aunque Telegram ha tomado medidas para cerrar estos grupos peligrosos, hay algunos que todavía están operativos y aún no se han tomado medidas contra ellos. El hecho de que Telegram esté ganando terreno entre los actores de amenazas indica una grave escalada de la ciberdelincuencia que es necesario atajar.

Con más de 700 millones de usuarios activos, Telegram debe garantizar que no se convierta en la futura base de ataque de piratería ilegal, fraude en línea y otras actividades delictivas.