Arqueólogos de varios países han descubierto que el dinosaurio Mamenchisaurus sinocanadorum, que vivió en China hace 162 millones de años, tenía el cuello más largo que se conoce.

El anterior récord recaía en el Xinjiangtitan shanshanesis, otro dinosaurio chino del que se ha encontrado un cuello casi completo de 13,4 metros.

Sin embargo, estimaciones bastante precisas han calculado que el Mamenchisaurus sinocanadorum encontrado tenía un cuello de 15,1 metros, según cuenta Allthatsinteresting. Eso equivale a 8 cuellos de jirafa puestos uno detrás de otro.

Decimos estimaciones, porque del Mamenchisaurus sinocanadorum solo se han encontrado algunas vértebras del cuello, una mandíbula, y un hueso largo del cuello, tal como puedes ver aquí:

Pero extrapolando el tamaño de los huesos hallados del Xinjiangtitan shanshanesis, a los del Mamenchisaurus sinocanadorum, se ha determinado que este último medía más de un metro más.

Aún no se sabe exactamente por qué estos saurópodos tenían el cuello tan largo, pero se estima que, como las jirafas, lo usaban para comer hojas de árboles altos, inalcanzables para otros hervívoros.

Lo que fascina a los arqueólogos y biólogos, es cómo podían mover un cuello de más de 15 metros. Como más largo sea un apéndice, más cuesta mantenerlo estirado. Simplemente coge un martillo o una botella de un litro, estira el brazo, e intenta mantenerlo estirado un tiempo: no aguantarás mucho.

Como más lejos tengas un apéndice del centro de gravedad de tu cuerpo, más cuesta moverlo y levantarlo. ¡Y estos dinosaurios tenía la cabeza a 15 metros del cuerpo!

Estudiando los huesos del cuello, han descubierto que eran muy porosos y ligeros: el 70% de su composición es hueca. También se sabe que tenían sacos de aire que se iban llenando y pasando el aire de unos a otros, para ayudar a los pulmones a llevar oxígeno a la cabeza.

Por desgracia, como más grande es un dinosaurio más complicado resulta encontrar un esqueleto completo, porque al ser tan enormes acaban siendo arrastrados por alguna corriente o corrimientos de tierra, durante la fosilización.

Con una longitud de 15,1 metros, el dinosaurio Mamenchisaurus sinocanadorum es el animal con el cuello más largo jamás encontrado. Pero al igual que el récord se ha batido varias veces, nada impide que vuelva a ocurrir en el futuro. Continuamente se descubren nuevas especies de dinosaurio.