“Sprint Escudo, necesito ayuda”, este es uno de los cientos de mensajes que reciben en Alcantarilla, Murcia a diario. Todo comenzó cuando Homer Simpson decidió fundar una compañía privada de seguridad que pronto se convertiría en la principal luchadora contra el crimen en Springfield. 

Un anuncio en la televisión local (en la ficción) de la compañía de seguridad de Springfield. Un número de teléfono que aparece en pantalla y, listo. 20 años después llegan cientos de llamadas de socorro a una empresa de telecomunicaciones murciana. Piden socorro a “Spring Escudo”.

Recupera un chiste de un episodio de Los Simpson que llevaba oculto más de 30 años

Sucedió hace 20 años, en el episodio 22 de la temporada 13, en el episodio titulado: “Papá tiene una placa nueva”. La casualidad quiso que el número elegido por Homer para librar del crimen a su ciudad, coincidiera, excepto en la última cifra, con el de la empresa murciana. 

Desde que en 2021 algunos fans notaran la coincidencia, no han parado de llamar a las oficinas de Alcantarilla, Murcia. La empleada que atiende esta línea, y con ella las múltiples llamadas de auxilio, Alicia Manzanares, ha reconocido a EFE que “hasta 2022 no tenía ni idea de que era Spring Escudo”. 

No sería hasta un año después cuando podría la compañía podría entender qué sucedía cuando al fin uno de los bromistas le puso en tras la pista del capítulo.

Los fans de la icónica serie están encantados con la casualidad, y según cuentan desde la empresa murciana, les han recomendado que “conserven el número como si fuera oro porque aparece en la mejor serie de televisión de la historia”.

La televisión Norteamericana no permite los números de teléfono reales

Los números de teléfono reales están prohibidos en la ficción norteamericana, y por eso, es posible que se decantarán por un número que, a priori, no tiene ningún sentido para alguien de Estados Unidos.

Sin embargo, no es la primera vez que ocurren este tipo de coincidencias. De hecho, en la popular serie de televisión “El juego del Calamar”, el reclutador ofrecía una tarjeta al ganador con un número de teléfono. Resultó que este número de teléfono pertenecía a un hombre anónimo en Corea del Sur, que no tenía ninguna conexión con la serie y que llegó a recibir alrededor de 4,000 llamadas al día.