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Hubble de la NASA registra un raro evento que ocurre muy pocas veces cada 100.000 años

imagen tomada por la NASA del telescopio espacial Hubble

Reuters

La NASA ha explicado que un acontecimiento de este tipo ocurre solo unas pocas veces cada 100.000 años en una galaxia con un agujero negro inactivo en su centro, pero recientemente. El Hubble puede presumir de haberlo visto y registrado para nosotros.

Mientras que algunas estrellas llegan al final de sus vidas con un estallido, explotando en una enorme supernova, otras terminan con un gemido, hinchándose y desprendiendo material antes de encogerse y enfriarse hasta quedar reducidas a un pequeño núcleo.

Otras estrellas, en raras ocasiones como explica la NASA, sufren un destino más drástico al ser desgarradas y devoradas por un hambriento agujero negro. Un suceso de este tipo ocurre solo unas pocas veces cada 100.000 años en una galaxia con un agujero negro inactivo en su centro.

Para suerte nuestra, uno de estos sucesos fue captado por el telescopio espacial Hubble. Los investigadores observaron los últimos momentos de la vida de una estrella que se acercó demasiado a un agujero negro situado a casi 300 millones de años luz y fue devorada, emitiendo un rarísimo estallido de luz en un suceso.

La destrucción de una estrella por un agujero negro se denomina perturbación de marea y está causada por las tremendas fuerzas gravitatorias de un agujero negro supermasivo. Estos enormes agujeros negros acechan en el centro de las galaxias y pueden arrancar capas de gas de una estrella que se acerque demasiado.

Al final, la estrella se desintegra por completo y sus restos son arrastrados hacia un disco de materia alrededor del agujero negro, llamado disco de acreción, del que se alimenta el agujero negro.

Hubble y la NASA

El milagro del telescopio Hubble

No es frecuente observar este tipo de fenómenos en el ultravioleta, ya que esta longitud de onda se bloquea fácilmente y, por tanto, es difícil recopilar datos sobre ella. Fue necesario un telescopio fuera de la atmósfera terrestre... y ahí estaba el Hubble.

"El ultravioleta atraviesa muy mal las atmósferas, lo que es estupendo para nosotros pero terrible para la observación. Así que tenemos que utilizar un telescopio espacial", explicaron en la NASA.

Rueda de bicileta de la NASA

Los investigadores querían saber cómo cambiaban la estrella y el agujero negro con el tiempo, así que realizaron una serie de observaciones a lo largo de varios meses.

Y comprobaron que las temperaturas del disco disminuían con el tiempo y que los vientos estelares se alejaban del suceso y se dirigían hacia nosotros, viajando a tremendas velocidades de 32 millones de kilómetros por hora: 3 % de la velocidad de la luz. Sin duda, el espacio está lleno de misterios y la NASA está ahí para resolverlos.

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Etiquetas: NASA