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El telescopio Webb de la NASA llega hasta los componentes básicos para la vida

James Webb Júpiter

Si se quiere construir un planeta habitable, los hielos son un ingrediente vital, ya que son los principales portadores de varios elementos clave: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre. Y ahora el James Webb nos ha dado pistas en esta dirección.

El descubrimiento de diversos hielos en las regiones más oscuras y frías de una nube molecular medidas hasta la fecha ha sido anunciado por un equipo internacional de astrónomos que utilizan el telescopio espacial James Webb de la NASA y la ESA.

Este descubrimiento permite a los astrónomos examinar las moléculas heladas simples que se incorporarán a los futuros exoplanetas, al tiempo que abre una nueva ventana al origen de moléculas más complejas que constituyen el primer paso en la creación de los componentes básicos de la vida.

Si se quiere construir un planeta habitable, los hielos son un ingrediente vital, ya que son -como antes dijimos- los principales portadores de varios elementos ligeros clave: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno y azufre (denominados colectivamente CHONS).

Estos elementos son ingredientes importantes tanto de las atmósferas planetarias como de moléculas como azúcares, alcoholes y aminoácidos simples, explican desde la propia ESA (Agencia Espacial Europea). El Espacio es cada vez menos un lugar de misterios y lo es más de certezas.

NASA y el James Webb

Cómo y qué significa descubrir el lado oscuro de la química del hielo preestelar que está en el Espacio 

En nuestro Sistema Solar, se cree que llegaron a la superficie de la Tierra por impactos con cometas o asteroides helados. Además, los astrónomos creen que lo más probable es que estos hielos ya estuvieran presentes en la nube oscura de polvo frío y gas que acabaría colapsando para formar el Sistema Solar.

En estas regiones del espacio, los granos de polvo helado proporcionan un escenario único para el encuentro de átomos y moléculas, lo que puede desencadenar reacciones químicas que formen sustancias muy comunes como el agua.

Estudios detallados de laboratorio han demostrado además que algunas moléculas prebióticas sencillas pueden formarse en estas condiciones heladas.

Ahora, un equipo internacional de astrónomos que utiliza el telescopio espacial James Webb de la NASA, la ESA y la CSA ha dado a conocer un inventario exhaustivo de los hielos más profundos y fríos medidos hasta la fecha en una nube molecular.

Además de hielos simples como el agua, el equipo pudo identificar formas congeladas de una amplia gama de moléculas, desde dióxido de carbono, amoníaco y metano, hasta la molécula orgánica compleja más simple, el metanol.

Se trata así del censo más completo hasta la fecha de los ingredientes helados disponibles para formar futuras generaciones de estrellas y planetas, antes de que se calienten durante la formación de estrellas jóvenes. El James Webb, nuestro mejor telescopio en el Espacio, vuelve a ser clave para entender el universo que nos rodea.

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Etiquetas: NASA