Todo lo que debes saber antes de comprar una moto eléctrica: modelos, ayudas y autonomía

Son muchos los cambios que se han visto en la movilidad urbana durante los últimos tiempos. Es cierto que el coronavirus ha provocado algunas novedades, pero quizá lo más destacado es cómo ha acelerado unas tendencias que ya se empezaban a ver en las ciudades. El auge de lo eléctrico parecía imparable y hoy día ya forma parte de nuestra realidad.

Los vehículos eléctricos han vivido importantes mejoras en todos los aspectos. Las baterías cada vez tienen mayor autonomía y velocidad de carga, los motores son más potentes o la digitalización coge fuerza, entre otras cosas.

Pocos dudan que sea la solución más interesante para moverse por las ciudades. Basta con ver la fuerza con la que han llegado las empresas de motos compartidas para hacerse una idea sobre lo que pueden aportar a nuestras vidas.

A todo esto, se ha sumado el coronavirus y la apuesta por los desplazamientos individuales en vez de en otros medios de transporte con demasiada gente. Viajar solo, rápido, poder aparcar en cualquier lugar y que encima sea sostenible es una ecuación de lo más interesante para los ciudadanos. Pero si quieres comprar una moto eléctrica, puede que antes quieras tomar en cuenta algunos aspectos.

Hemos preparado una guía para todos aquellos que quieren dar el salto y comprarse una moto eléctrica. En ella encontrarás algunos aspectos a tomar en cuenta, distintos modelos e información que resulta especialmente importante sobre las ayudas existentes a la hora de hacerse con una. 

Pero antes de empezar con la guía queremos felicitarte: elegir un vehículo eléctrico en vez de uno de combustión significa tomar la iniciativa para ser lo más sostenible posible en la vida diaria. Ahora, vamos a ver cuáles son las principales ventajas que encontrarás.

Índice de contenidos

• Qué es una moto eléctrica
• Principales ventajas, pero también alguna desventaja
• Diferentes tipos que existen: las baterías
• Autonomía
• Ayudas a los conductores

Qué es una moto eléctrica

Empezamos por uno de los aspectos más básicos, pero que consideramos necesario aclarar antes de empezar a fondo con la guía de compra. Suponemos que todos sabrán lo que es una moto eléctrica, pero las ventas no son tantas en este momento y se suelen utilizar sobre todo las compartidas, por lo que vamos a aclarar este detalle.

Se consideran motos eléctricas a las que usan en exclusiva electricidad para propulsarse, no gasolina ni otro tipo de combustión. 

Aunque se sabe que los primeros modelos datan de 1860, hasta las últimas dos décadas no se han podido potenciar lo suficiente ni ver apenas estas motocicletas, principalmente por el peso y la autonomía de las baterías, sobre todo a hasta la llegada de las baterías de litio.

Una moto eléctrica se carga únicamente con electricidad. En función del modelo puede hacerse en el mismo hogar o garaje del conductor, otras en puntos de carga situados en distintos lugares de las ciudades y luego están las de baterías extraíbles, pero más adelante incidiremos en este tema.

Normalmente, suelen destacar al primer vistazo por detalles como carecer de tubo de escape y muchas de ellas además tienen una pantalla, pero sobre todo por el poco ruido que hacen al circular. Pero vamos a conocer con más detenimiento estos vehículos.

Principales ventajas, pero también alguna desventaja

Vamos con uno de los aspectos más interesantes de cara a comprar una moto eléctrica y, sin duda, de los que más están potenciando sus ventas: la sostenibilidad.

Aunque es cierto que las baterías siguen siendo un aspecto a mejorar por el coste ecológico que supone fabricarlas, las motos eléctricas no expulsan gases y son mucho menos contaminantes que las de combustión. Al utilizar electricidad y no combustibles fósiles se reduce en gran medida su impacto ecológico.

Pero además evitan otro tipo de contaminación: la acústica. Las motos eléctricas apenas hacen ruido cuando circulan y consiguen que las ciudades sean algo más habitables y agradables para todos.

El tema económico también hay que ponerlo sobre la mesa: el coste de conducir en moto eléctrica se reduce más de un 75 % respecto a una de gasolina. 

Esto supone un importante ahorro en el bolsillo del conductor al cabo del mes y no depender en gran medida de las importantes variaciones que se pueden encontrar en el precio de la gasolina.

También hay que tomar en cuenta que las motos eléctricas cuestan menos dinero por las ayudas que existen para comprarlas y algunos otros pluses, pero esto lo veremos un poco más adelante.

Existe una diferencia más que se encuentra en la digitalización posible con la mayoría de motos eléctricas. 

Muchas de ellas se conectan con los móviles a través de una aplicación, pero también las hay con pantalla incorporada donde se puede comprobar el estado de la batería u otros componentes, recorrido que se está haciendo, historial de trayectos y otras tantas funciones más sobre el mantenimiento del vehículo.

En cuanto a las desventajas de las motos eléctricas, hay dos que destacan por encima del resto. La primera es idéntica a los coches eléctricos: el tiempo de carga es mucho más alto, no vale con repostar un minuto para recargar la gasolina. Para compensarlo, algunos modelos tienen baterías intercambiables que puedes dejar cargando en casa mientras estás desplazándote con otra.

El otro es que todavía adolecen de menor velocidad y aceleración. Las motos eléctricas habitualmente tienen un arranque menos potente y el enfoque es de ciudad, por lo que también alcanzan menor velocidad. Para los trayectos urbanos no supone ningún problema, pero en caso de que quieras moverte entre municipios deberás valorarlo antes de dar el paso.

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Lee la guía

Diferentes tipos que existen: las baterías

Existen tantos tipos de motocicletas como modelos se venden y es muy complicado hacer una diferenciación clara. Las hay poco digitalizadas, otras que tienen algunos pluses muy reseñables, con diseño más urbano o todoterreno... pero existe un baremo en el que se pueden encontrar las grandes diferencias y que utilizaremos: las baterías.

Entre los materiales que probablemente más se empezarán a usar a partir de ahora se encuentra el grafeno. Desde hace tiempo que hemos podido leer sobre las ventajas que conllevará usarlo en las baterías de los vehículos a nivel de autonomía, tiempo de carga y también se espera que sea más sostenible.

Las más usadas hoy día en las motos eléctricas son las baterías de litio, que han sido partícipes en el gran salto de estos y otros vehículos gracias a su larga vida útil y lo que han reducido el tamaño en comparación con las baterías que se han empleado hasta hace pocos años.

También existen las baterías de ion de litio, aunque se han mantenido un poco apartadas por lo peligrosas que suelen ser de manipular. Poco a poco se va controlando este aspecto y disfrutan las ventajas que tiene respecto a la autonomía, pero no han avanzado tanto como se esperaba tiempo atrás.

Por último, se pueden encontrar las baterías de níquel-metal, pero se está viviendo un retroceso en ellas debido a lo pesadas que resultan en un momento en que se apuesta sobre todo por ahorrar en kilogramos de cara a ganar autonomía. 

De todas formas, la inestabilidad del sector y los vaivenes vividos en cuanto a las mejoras con los distintos materiales provocan que exista cierta incógnita sobre el tipo de baterías que serán hegemónicas en pocos años.

Autonomía

La autonomía a no es una ciencia exacta, ya que va a depender de muchos factores como la forma de conducir, el modelo de moto, el clima, la propia ruta e incluso el peso del conductor.

Si lo que nos vamos a comprar es un ciclomotor eléctrico (OutSider DemiGod Makalu), lo normal es que tenga una autonomía de 35 a50 kilómetros aproximadamente.

En el caso de que compremos una moto eléctrica, habrá mucho más margen y diferencias entre los distintos modelos. Es decir, algunas, como la Damon Hypersport o la EVA Ribelle, pasan de los 400 kilómetros de autonomía.

Otros casos como la Zero DS/Ro la Urbet Lora S se sitúan entre 350 y 400 kilómetros, mientras que modelos como las Lightning Strike o Zero SR/S sobrepasan ligeramente los 300 kilómetros de autonomía.

Ayudas a los conductores

Comprar una moto eléctrica tiene muchas ventajas a largo plazo, pero puede que en un principio pagar un precio más alto que con una normal desmotive su compra.

Sin embargo, desde el Gobierno se trata de incentivar la compra de motos y existen una serie de ayudas que pueden solicitarse. 

El Plan MOVES II es un ejemplo de todo esto y, a pesar de ser una ayuda con carácter retroactivo a la compra, alcanza los 1.300 euros, siempre que sea una moto eléctrica que no supere los 10.000 euros, sin incluir los impuestos, que tenga una autonomía superior a los 70 kilómetros y que el solicitante posea una moto de más de siete años para chatarra.

También existe otro beneficio para todos los vivan en un municipio con menos de 5.000 habitantes. En estos casos la ayuda será de 1.210 euros, subiendo hasta los 1.430 euros si se cuenta con una moto con más de diez años destinada a la chatarra.

Pero también existen planes lanzados por ayuntamientos o comunidades autónomas concretas, por lo que cada persona debe enterarse de cuál es la que corresponde a la zona donde vive.

La parte negativa de los planes suele estar en que a veces tienen un presupuesto insuficiente que se termina con rapidez o están acotadas a unas fechas muy concretas. Al ser con carácter retroactivo, lo mejor es que a la hora de comprar una moto eléctrica no se tengan en cuenta las ayudas si se adolece de un presupuesto ajustado, y luego pedirlas. Más vale ser previsores antes de arrepentirse.

De todas formas, cada vez habrá más ayudas desde distintos frentes, al igual que puntos de recarga para motos y coches en la ciudad que faciliten la recarga de estos vehículos. El avance de estos vehículos es imparable y su sostenibilidad es vista con simpatía.

Con todo lo que has leído, seguro que tiene más claro todo el tema de las motos eléctricas y ya tienes muchos más datos para encontrar la mejor para ti.